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Hispano88

Ucrania: El Año Del Caos

Mensajes recomendados

Qué bueno que Hollywood y todo el mundo deportivo están acogiendo las sugerencias de este foro. Para que vean que somos mucho más que un simple club de puteros. 

En todo caso el camarada Putin no tiene que preocuparse por el público ruso: estoy seguro de que sus cines locales se llenarán hasta la calle con las monotemáticas  películas de cine chileno que les enviará el chavismo local, tan electrizantes que aquí la ultraizquierda tiene que exhibirlas gratis porque si cobrasen entrada no las vería nadie. ¿Cómo se llama la de monos que postula al Oscar? ¿El Osito Gominola? 

Sobre la defensa de la izquierda al Puto Vladimir en rrss, otra recurrente chiva es que Rusia está invadiendo a Ucrania para protegerse de OTAN. 

¿O sea que para proteger sus fronteras, Chile tiene que invadir Argentina, Perú y Bolivia? 

Y después habría que invadir Ecuador, Uruguay, Paraguay y Brasil para proteger nuestras nuevas fronteras, lo que nos daría nuevas fronteras que proteger, llevándonos a la triste necesidad de invadir también Colombia, Venezuela y las Guayanas.

No vengan con huevadas, defender es defender e invadir es invadir, términos mutuamente excluyentes.

 

Editado por Sexorro2
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Y aprovechen de escribir libremente estos 10 días, porque con el gobierno comunista y la constitución de los vándalos y los terroristas se nos viene una tremenda mordaza en todos los medios de comunicación y rrss.

Según la única encuesta que le achunta, el 55% descerebrado del electorado aprobará la constitución chavista que obligará a todos los chilenos a ser de izquierda; todo ciudadano que escriba contra la izquierda se irá preso, como ocurre en todos los países rojos.

Editado por Sexorro2
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El demente nazi Vladimir Puto ya escondió a su familia en un búnker en Siberia y los ministros de su partido nazi ya confirmaron públicamente que se viene guerra nuclear.

Como es un completo sacowea, jura de guata que el campo radioactivo global y el invierno nuclear secuelares a la destrucción masiva se van a disipar en unos pocos meses y su familia va a poder salir a respirar aire puro a fin de año.

Parrón de huevas...

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Las empresas de EE.UU. y de la UE abandonan masivamente Rusia

Desbandada de empresas occidentales desde Rusia: Adidas, Alphabet, AMD, Apple, BMW, Boeing, Dell, DHL, ExxonMobil o General Motors abandonan el país tras la invasión de Ucrania. Asfixia económica y pobreza.

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Hace 1 hora, Chronos88 dijo:

Las empresas de EE.UU. y de la UE abandonan masivamente Rusia

Desbandada de empresas occidentales desde Rusia: Adidas, Alphabet, AMD, Apple, BMW, Boeing, Dell, DHL, ExxonMobil o General Motors abandonan el país tras la invasión de Ucrania. Asfixia económica y pobreza.

listado de empresa que se fueron y se estan yendo, a lo mejor ya son mas..algunas de impacto inmediato.....ojo algunas son chinitas.....destaco puesto 60 y 66........un crimen

  1. Apple Pay: bloqueo completo
  2. Apple: retirada total del mercado
  3. Adidas: retirada de la selección nacional de fútbol
  4. Audi: retirada del mercado
  5. AMD: prohibición del suministro de microchips y pronta prohibición del suministro de tarjetas gráficas
  6. Amazon: bloqueo completo de todo el comercio minorista
  7. Adobe: bloqueo completo
  8. British Petrolium: salida del 20% de Rosneft (empresa de petróleo propiedad del gobierno ruso).
  9. BBC: retirada de licencias de emisión
  10. BMW: cierre de fábricas y bloqueo de entregas
  11. Bolt: retirada del mercado
  12. Boeing: se retira del mercado
  13. Chevrolet: se retira del mercado
  14. Festival de Cannes: exclusión de delegación de Rusia
  15. Cadillac: retirada del mercado
  16. Carlsberg: restricciones a la exportación
  17. Cex.Io: el sitio de criptomonedas prohíbe a los usuarios
  18. Cinema 4D: la aplicación no funciona
  19. Coca Cola: salida del mercado
  20. Danone: retirada del mercado junto con su filial Prostokvashino
  21. Disney: cancelación de todas las películas
  22. Dell: retirada del mercado
  23. Dropbox: dejará de operar en el país en unos días
  24. DHL: retirada del mercado
  25. Eurovisión: descalificación
  26. Ericsson: retirada del mercado
  27. Exxon Mobil: retirada de todos los especialistas de las petroleras rusas
  28. Etsy: bloqueo de todos los saldos en cuentas en rublos
  29. Facebook: prohibición de cuentas de medios de comunicación rusos
  30. FedEx: prohibición total de los envíos
  31. Fórmula 1: cancelación del Gran Premio de Sochi
  32. Ford: cierre de todas las tiendas
  33. FIFA: descalificación de la selección nacional de la Copa del Mundo y prohibición de celebrar cualquier partido internacional en Rusia
  34. Google Pay: bloqueo parcial
  35. Google Maps: bloqueo de información para Rusia.
  36. General Motors: deja de exportar
  37. HP: prohibición de las importaciones
  38. Harley Davidson: se detienen los envíos
  39. Instagram: bloqueo de propaganda
  40. Intel: prohibición del suministro de microchips
  41. Jaguar: retirada del mercado
  42. Jooble: retiró el servicio e hizo una declaración
  43. KUNA: salida del mercado
  44. Lenovo: abandona el mercado...es una empresa China...
  45. LinkedIn: preparando la retirada total
  46. COI: todas las competiciones serán canceladas
  47. Mastercard: suspensión de la producción de tarjetas, desconexión de varios bancos
  48. Maersk: cese de envíos a/desde Rusia - adiós a Ali express y ASOS
  49. Mercedes: salida del país
  50. Megogo: eliminación de todas las películas rusas
  51. Mitsubishi: 141 empleados de centros de servicio serán despedidos
  52. Microsoft Office: amplio abanico de medidas en discusión
  53. Congreso Mundial de Móviles: denegación de acreditación a la delegación rusa
  54. NFT: bloqueo de fondos de usuarios rusos y bielorrusos, transferencia de su dinero a Ucrania
  55. NHL: bloqueo total para los jugadores de Rusia
  56. Netflix: bloqueo para los abonados rusos, suspensión de la producción de series en Rusia
  57. Nike: todas las tiendas estarán cerradas
  58. Nintendo: prohibición de comprar en rublos
  59. Nestlé: cierre de las 6 fábricas en Rusia
  60. OnlyFans: cierre en el país
  61. Paysera: bloqueo
  62. PayPal: congelación de las cuentas de retirada de fondos
  63. Paramount: bloqueo de la distribución de películas
  64. Parimatch: la franquicia fue revocada
  65. Play Station: imposible de pagar
  66. Pornhub: restricción de acceso al contenido
  67. Porsche: retirada del mercado
  68. Renault: retirada del mercado
  69. Samsung pay: servicio bloqueado
  70. Snapchat: retirada de la aplicación en Rusia y Bielorrusia
  71. Scania: salida de Rusia
  72. SpaceX: entrega de Starlink a Ucrania
  73. Shell: rescisión del contrato con Gazprom
  74. Spotify - falta de pago de las suscripciones
  75. Sony: bloque de distribución de películas
  76. Twitter: no se permite a los ciudadanos rusos registrar cuentas
  77. TikTok: prohibición masiva de los agresivos y los llamados medios de comunicación...es China...
  78. Toyota: despido de 2.600 empleados y detendrá la producción
  79. UEFA: prohibición de la final del Campeonato Europeo de Fútbol de la UEFA en San Petersburgo, prohibición de que los clubes participen en el Campeonato de la UEFA y en la Liga Europea, ruptura del contrato con Gazprom como patrocinador general
  80. UPS: prohibición total de los envíos
  81. Universal pictures: bloqueo de la distribución de películas
  82. Visa: bloqueo de los bancos sometidos a sanciones
  83. Volvo: retirada de la Federación Rusa
  84. Yandex: retirada de las acciones de la empresa de la Bolsa de Nueva York.
  85. YouTube: bloqueo de cientos de canales de radiofrecuencia y su monetización
  86. Warner Bros: cancela toda la distribución de películas
  87. Webmoney: prohibición de transacciones
  88. Wolkswagen: retirada del país
  89. Zoom: revocación de licencias de desarrollo de software
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cuando ya sea evidente la perdida de sus fortunas...los oligarcas rusos va a empezar a mojar a algunos generalillos para un destitucion o asesinato de putin...total al final del dia, le van a echar la culpa de todo a el....y asi salvan el culo

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Como buen presidente progremierda, diciendo wevadas en el peor momento.

Joe Biden confunde a Ucrania y Rusia: Nuestras fuerzas no van a Europa a luchar contra Ucrania.

Pdte Biden: "Putin puede rodear Kiev con tanques, pero nunca ganará los corazones y las almas del pueblo IRANÍ"

...csm, capaz que todavía hay zurditos felices de lo que eligieron los gringos.

 

Saludos

PD: la yapa..

Pdte Biden: "Esta situación no puede prolongarse un día más. Le ordeno al señor Putin que retire inmediatamente a sus tropas de Uzbekistán(lo corrige una periodista -le señala que el país invadido es Ucrania-

Editado por Fender
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Las sanciones económicas son una poderosa herramienta de política exterior para el gobierno de EEUU...

Cómo las sanciones económicas contra Rusia podrían ser contraproducentes

Las sanciones económicas son una poderosa herramienta de política exterior para el gobierno de EEUU. Pero, ¿podría esto volverse en contra de los EEUU?

En los últimos años, muchos países han hecho un esfuerzo concertado para limitar la dependencia del dólar de EEUU. La guerra económica emprendida contra Rusia revela exactamente por qué.

Estados Unidos golpeó a Rusia con una ronda de sanciones económicas después de que el presidente ruso Vladimir Putin reconociera dos repúblicas escindidas de Ucrania y anunciara que enviaría tropas a esas regiones. El presidente Biden anunció sanciones adicionales después de que Rusia invadiera Ucrania.

Peter Schiff explicó recientemente cómo las sanciones de EEUU contra Rusia podrían perjudicar a la economía de EEUU a corto plazo y causar aún más inflación. Pero también hay posibles consecuencias a largo plazo por utilizar el dólar como herramienta de guerra. Podría acelerar la desdolarización global e incluso amenazar el papel del dólar como moneda de reserva mundial.

Estados Unidos es una superpotencia mundial y mantiene una política exterior agresiva. Pero Estados Unidos no sólo proyecta su poder en todo el mundo a través de su enorme ejército. También utiliza el dólar como arma, aprovechando su dominio económico y su privilegio como emisor de la moneda de reserva mundial como instrumento de política exterior.

El gobierno de EEUU derrocha miles de millones de dólares en ayuda exterior a los «amigos». Por otro lado, los «enemigos» pueden verse bloqueados en el SWIFT, el sistema financiero mundial que EEUU controla efectivamente utilizando el dólar.

Esta es la opción nuclear cuando se trata de una guerra económica.

Inicialmente, EEUU dijo que no bloquearía a Rusia de SWIFT, pero unos días más tarde, EEUU, la UE, el Reino Unido y Canadá emitieron una declaración conjunta en la que decían que los bancos rusos «seleccionados» serían desconectados del sistema global de pagos: «Esto garantizará la desconexión de estos bancos del sistema financiero internacional y perjudicará su capacidad de operar a nivel mundial».

Piensa en esto como un ataque nuclear táctico.

SWIFT son las siglas de la Sociedad para la Telecomunicación Financiera Interbancaria Mundial. El sistema permite a las instituciones financieras enviar y recibir información sobre transacciones financieras en un entorno seguro y estandarizado. Dado que el dólar es la moneda de reserva mundial, SWIFT facilita el sistema internacional del dólar.

El SWIFT y el dominio del dólar dan a Estados Unidos una gran influencia sobre otros países.

Estados Unidos ya ha utilizado el sistema como un palo. En 2014 y 2015, la administración Obama bloqueó a varios bancos rusos de SWIFT cuando las relaciones entre ambos países se deterioraron. Bajo el mandato de Trump, Estados Unidos amenazó con bloquear a China del sistema del dólar si no seguía las sanciones de la ONU sobre Corea del Norte. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, amenazó con esta opción económica nuclear durante una conferencia emitida en la CNBC.

Si China no sigue estas sanciones, les impondremos sanciones adicionales y les impediremos el acceso al sistema del dólar de EEUU e internacional, y eso es bastante significativo.

El bloqueo de un país de la SWIFT lo aislaría económicamente del mundo. Pero también habría consecuencias que repercutirían en otras economías. Por ejemplo, un miembro del Parlamento ruso advirtió que bloquear a su país por completo de SWIFT detendría el flujo de mercancías hacia Europa.

Si Rusia se desconecta del SWIFT, no recibiremos divisas [extranjeras], pero los compradores, los países europeos en primer lugar, no recibirán nuestras mercancías: petróleo, gas, metales y otros componentes importantes.

Dado el historial de América en el uso de sanciones como herramienta de política exterior, Rusia no estaba desprevenida. De hecho, varios países que saben que podrían encontrarse fácilmente en el punto de mira han tomado medidas para limitar su dependencia del dólar e incluso han estado trabajando para establecer sistemas de pago alternativos. Entre ellos se encuentran Rusia, China e Irán.

Rusia desarrolló su propio sistema de pagos para uso interno hace varios años. Según el Banco Central de Rusia, 416 empresas y organizaciones gubernamentales rusas se habían unido al Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS) hasta septiembre de 2018.

Un número cada vez mayor de bancos centrales también ha comprado oro como forma de diversificar sus tenencias lejos del billete verde.

Antes de poner fin a su programa de compras al inicio de la pandemia de COVID, Rusia era el mayor comprador de oro del banco central. El Banco Central de Rusia compró 4.300 millones de dólares del metal amarillo entre junio de 2019 y junio de 2020. Y los rusos estaban comprando oro mucho antes. El Banco Central de Rusia compró oro todos los meses desde marzo de 2015. Según Bloomberg, «Rusia gastó más de 40.000 millones de dólares en construir un cofre de guerra de oro en los últimos cinco años, convirtiéndose en el mayor comprador del mundo.»

Mientras tanto, el banco central ruso se desprendía agresivamente de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Rusia vendió casi la mitad de su deuda de EEUU solo en abril de 2018, deshaciéndose de 47.400 millones de dólares de sus 96.100 millones en bonos del Tesoro de EEUU.

No sólo los «enemigos» de América están preocupados por el abuso de su poder económico. Sus amigos también están recelosos, como debe ser.

Después de que Donald Trump retirara a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, la UE anunció la creación de un canal de pago especial para eludir las sanciones económicas de EEUU y facilitar el comercio con Irán. La jefa de la política exterior de la UE, Federica Mogherini, hizo el anuncio tras una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia, China e Irán. Dijo que el nuevo canal de pago permitiría a las empresas preservar el petróleo y otros acuerdos comerciales con Irán.

Esto pone de manifiesto un riesgo para Estados Unidos. Las políticas de sanción económica también podrían tener consecuencias a largo plazo, lo que acabaría socavando el dólar como moneda de reserva mundial.

Peter Schiff advirtió que otros países están observando cómo Estados Unidos maneja su poder como emisor de la moneda de reserva mundial durante la guerra entre Rusia y Ucrania.

China está mirando pensando, bueno, Rusia está haciendo algo que América no quiere. Están siendo sancionados. ¿Qué pasa si hacemos algo que América no quiere? Nos sancionan. Nos quitan el dólar. Salgamos de debajo del dólar por nuestra cuenta. No dejemos esta arma en manos de EEUU que puede volverse contra nosotros en cualquier momento.

Esto podría crear un problema importante para Estados Unidos. El dólar sigue siendo la moneda de reserva porque países como China almacenan dólares como activo de reserva. Esto apuntala el valor del dólar.

Esto asusta a gran parte del mundo para que reconozca que ha confiado a EEUU un poder que podría ser mal utilizado contra ellos. Y creo que este tipo de situación va a acelerar la desaparición del estatus del dólar como moneda de reserva.

Si un número suficiente de países abandona el dólar, el valor de la moneda de EEUU se desplomaría y crearía un caos económico en nuestro país. La desdolarización de la economía mundial perpetuaría probablemente una crisis monetaria en Estados Unidos.  En la práctica, probablemente conduciría a la hiperinflación.

Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos debería ser cauteloso a la hora de lanzar su peso económico con demasiada ligereza. No es el único país con una opción económica nuclear. China es el mayor tenedor extranjero de deuda de EEUU. Si los chinos se deshicieran de una cantidad significativa de bonos del Tesoro de EEUU, colapsaría el mercado de bonos y haría imposible que EEUU financiara su enorme deuda.

Las guerras no declaradas de América han costado billones de dólares. Y las sanciones económicas son un acto de guerra.

La mayoría de la gente considera que las sanciones económicas son una alternativa aceptable a la fuerza militar. Pero la guerra económica también tiene un coste. Normalmente no es el gobierno sancionado el que sufre. Es la gente inocente que vive en ese país la que debe hacer frente a la escasez y al aumento de los precios.

Como dijo James Madison, «De todos los enemigos de la libertad pública la guerra es, quizás, el más temible, porque comprende y desarrolla el germen de todos los demás».

La guerra siempre tiene un coste elevado, ya sea militar o económico.

 

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La Guerra en Ucrania tendrá consecuencias globales

Han estallado las hostilidades entre Ucrania y Rusia y lo que está en juego es de alcance mundial.

La invasión rusa es la mayor guerra en Europa desde la década de 1940, la primera de un gobierno elegido democráticamente contra un invasor extranjero. Una evaluación de la inteligencia estadounidense estima que un conflicto en toda regla prolongado y que abarque todo el territorio ucraniano podría provocar hasta 50.000 bajas civiles. Los refugiados, posiblemente millones, se desplazarán en múltiples direcciones. Europa se armaría hasta los dientes. China vería una oportunidad para apoderarse de Taiwán por la fuerza e Irán cambiaría sus intenciones nucleares. Afectaría a los mercados mundiales, disparando los precios de la energía, las materias primas, los productos básicos, etc., Rusia y Ucrania representan un espeluznante 29% del suministro mundial de trigo. Un conflicto en el granero de Europa hará reverberar el mundo. 

Ahora que el Kremlin ha soltado sus mastines de guerra, ¿Cuáles serán las consecuencias económicas, políticas y militares?

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En este instante las tropas de Putin están bombardeando la central nuclear más grande de Europa a una distancia de cuya explosión nuclear no podrán escapar.

O sea, Putin asesinando en masa a sus propios soldados tal como lo hacía la Unión Soviética que lo crió.

¿A alguien le queda alguna duda de que este sacowea es un completo demente?

Editado por Sexorro2
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Si Suiza es neutral ¿Por qué sanciona a Rusia? - Esto no es tan bueno como parece

La imagen que tenemos de Suiza es la de una sociedad próspera, estable y pacífica. El país tambien es famoso por su larga tradición de servicios financieros. Por eso, como lo vimos en un video anterior del canal, el sistema bancario suizo es el favorito de los millonarios. Todo esto se debe en parte gracias a su tradicional neutralidad, es decir, que Suiza no participa en las guerras entre otros estados. De hecho, Suiza no fue invadido o destruido en las dos guerras mundiales ocurridas en Europa en el siglo XX, a pesar de estar en el centro del continente rodeado de las grandes potencias de la época. Por lo tanto, sus antiguos pueblos conservan la misma arquitectura de hace varios siglos porque no fueron bombardeados; es el caso de un pueblo llamado Chur que cuenta con 34.000 habitantes y es considerado el más antiguo de Suiza. Se supone que si un país se declara neutral y se abstiene de tomar posición a favor de una de las dos partes en guerra, se garantiza la seguridad del país porque los demás respetarían este principio y no podrían invadir o utilizar su territorio.

Entonces si la neutralidad en Suiza ha jugado un papel importante para explicar su nivel de prosperidad ¿Por qué Suiza decidió sancionar a Rusia y su presidente Vladímir Putin? Si es tan neutral ¿Por qué comerció con la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial? Y, si es tan neutral ¿Por qué necesita un ejército?

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Ley mordaza de Putin, pena de cárcel por llamar "guerra" a una "operación militar especial", suspende Facebook y 15 años por publicar fake news en las rrss.

Me recuerda a algunos que quieren llamar "violencia rural" al "terrorismo" y que quieren hacer una "ley de control de medios"... que coincidencia más extraña, tendrán algo en común??

Nota: traducción con Google, era mucho "ruso" por traducir.

Rusia lleva la censura a nuevos extremos y sofoca la cobertura de la guerra

Rusia tomó medidas más drásticas el viernes sobre las noticias y la libertad de expresión que en cualquier otro momento en los 22 años en el poder del presidente Vladimir V. Putin, bloqueando el acceso a Facebook y a los principales medios de comunicación extranjeros, y promulgando una ley para castigar a cualquiera que difunda “información falsa” sobre su Ucrania. invasión con hasta 15 años de prisión.

La represión se produce cuando el Kremlin se esfuerza por contener el descontento por la guerra y controlar la narrativa mientras Rusia enfrenta su crisis económica más grave en décadas como resultado de las aplastantes sanciones occidentales de esta semana. Por temor a ser procesados, más medios de comunicación rusos independientes cerraron el viernes y la B.B.C. dijo que había suspendido todas sus operaciones en Rusia.

El Sr. Putin firmó una ley que criminaliza efectivamente cualquier oposición pública o información independiente sobre la guerra contra Ucrania. Entrando en vigencia tan pronto como el sábado, la ley podría convertir en un delito simplemente llamar a la guerra una "guerra" (el Kremlin dice que es una "operación militar especial") en las redes sociales o en un artículo de noticias o transmisión. Los anuncios de que la ley se aproximaba ya habían empujado a los medios de comunicación independientes rusos a cerrar en los últimos días, y más siguieron el viernes.

Además, el gobierno bloqueó el acceso dentro de Rusia a los sitios web de los principales medios de comunicación en ruso que tienen su sede fuera del país y a Facebook, la red social popular entre la clase media urbana que mira hacia el oeste, donde muchos han publicado feroces críticas contra el Sr. La guerra de Putin.

Facebook, afirmó el regulador de Internet de Rusia, se había involucrado en una “discriminación contra los medios de comunicación rusos” al limitar el acceso a las cuentas pro-Kremlin, incluida la del canal de televisión del Ministerio de Defensa. La decisión fue un duro golpe para la libertad de Internet en Rusia, donde las redes sociales occidentales siguen siendo accesibles a pesar del creciente autoritarismo de Putin.

Por ahora, las redes sociales rusas populares como VKontakte siguen siendo accesibles, junto con Instagram, Twitter y YouTube. Pero los analistas esperan nuevas medidas enérgicas, lo que aumenta la importancia de la aplicación de mensajería y redes sociales Telegram, que el Kremlin intentó bloquear sin éxito en 2018.

Los funcionarios rusos afirman que los periodistas que escriben críticamente sobre la guerra, o la llaman “guerra” o “invasión”, están socavando el interés nacional, incluso refiriéndose a ellos como traidores.

La cámara baja del Parlamento, la Duma estatal, aprobó el viernes por unanimidad la ley que penaliza la “información falsa” sobre las fuerzas armadas, y Putin la firmó más tarde ese mismo día. Vyacheslav Volodin, el presidente de la Duma, dijo que bajo la nueva ley, “aquellos que mintieron e hicieron declaraciones desacreditando a nuestras fuerzas armadas serán obligados a sufrir un castigo muy severo”.

El texto de la nueva ley ofrece pocos detalles sobre lo que constituye un delito, pero los periodistas rusos y los opositores al Kremlin entienden que cualquier contradicción con las declaraciones del gobierno sobre la invasión podría tratarse como un delito. Además de criminalizar el intercambio de "información falsa", hace que "desacreditar" el uso de Rusia de su ejército en Ucrania, pedir a otros países que sancionen a Rusia o protestar por la invasión de Rusia a Ucrania se castigue con multas y años de prisión.


No quedó claro de inmediato si la ley se aplicaría a las personas dentro de Rusia, como los corresponsales extranjeros, que produzcan contenido en un idioma que no sea el ruso. Pero otro legislador de alto nivel dijo que los ciudadanos de cualquier país podrían ser procesados en virtud de él, y la BBC, que tiene un gran servicio en ruso en Moscú, así como una oficina en inglés, dijo que suspendería sus operaciones dentro del país.

“Esta legislación parece criminalizar el proceso del periodismo independiente”, dijo Tim Davie, director general de la BBC, en un comunicado. “No nos deja otra opción que suspender temporalmente el trabajo de todos los periodistas de BBC News y su personal de apoyo dentro de la Federación Rusa mientras evaluamos todas las implicaciones de este desarrollo no deseado”.

Putin guardó silencio sobre esos acontecimientos el viernes. En cambio, realizó una videoconferencia televisada con el gobernador de la región de Kaliningrado, un enclave ruso ubicado entre Polonia y Lituania en el mar Báltico, en la que trató de transmitir una sensación de normalidad en medio de la crisis.

“No vemos ninguna necesidad de exacerbar la situación o empeorar nuestras relaciones”, dijo Putin. “Todas nuestras acciones, si ocurren, ocurren exclusivamente, siempre, en respuesta a acciones mal intencionadas hacia la Federación Rusa”.

Los comentarios de Putin sonaron irreales con la guerra en Ucrania, pero parecían ser un mensaje para su audiencia nacional para demostrar que no era él quien aumentaba las tensiones.

Las tensiones se sintieron esta semana, entre otros, por la comunidad rusa de periodistas independientes, que encontraron formas de publicar y transmitir contenido que critica duramente al Kremlin a pesar del autoritarismo de Putin.

El jueves, los pilares de los medios de difusión independientes de Rusia, la estación de radio Eco de Moscú y el canal de televisión TV Rain, cerraron bajo la presión del Estado.

Luego, el viernes, el gobierno dijo que bloquearía el acceso a los medios en ruso producidos fuera del país: los sitios web de Voice of America, BBC, Deutsche Welle, Radio Free Europe/Radio Liberty y el popular medio de noticias con sede en Letonia. Meduza. La razón: la distribución sistemática de lo que llamó información falsa sobre la “operación militar especial en el territorio de Ucrania”.

 

WWW.NYTIMES.COM

Contradicting the Kremlin on the war in Ukraine — even calling it a war — is now a crime, prompting independent media to close, and Russia cut off access to Facebook, the BBC and other news sources.

Saludos

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Washington now claims to reject the idea of "spheres of influence" and pretends its own sphere of influence...

Sí, Estados Unidos tiene su propia "esfera de influencia". Y es enorme.

A fines del año pasado, el secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, declaró que "un país no tiene derecho a ejercer una esfera de influencia. Esa noción debe relegarse al basurero de la historia".

Sus palabras estaban dirigidas a Rusia después de que Moscú dejara cada vez más claro que considera a Ucrania como parte del "extranjero cercano" de Rusia y, por lo tanto, parte de la esfera de influencia de Rusia.

Esta afirmación de que las esferas de influencia son una especie de reliquia del pasado ha sido impulsada aún más por tipos del establishment de Washington como el ex embajador en Rusia Michael McFaul, quien en enero declaró : "Putin piensa como una especie de líder del siglo XVIII o XIX". sobre las esferas de influencia".

Aparentemente, la agenda aquí es conectar la idea de las esferas de influencia con los personajes con apariencia de Napoleón de los días de antaño que creían en esas cosas pasadas de moda de las esferas de influencia.

Además, la implicación es que el régimen de los Estados Unidos no mantiene una esfera de influencia.

Estas afirmaciones de oposición a las esferas de influencia continúan un esfuerzo que ha estado ocurriendo al menos desde 2010, cuando Hillary Clinton, tras la guerra ruso-georgiana de 2008, declaró: "Estados Unidos no reconoce las esferas de influencia". Se hizo eco de los comentarios anteriores de Condoleeza Rice, quien en un discurso de 2008 en Washington, DC, afirmó que Estados Unidos está creando un mundo

en el que el gran poder se define no por las esferas de influencia o la competencia de suma cero, o el fuerte que impone su voluntad sobre el débil, sino… la independencia de las naciones [y] el gobierno por el estado de derecho.

Las palabras de tecnócratas como Rice, Clinton y Blinken son siempre interesantes como indicaciones de qué es lo que el régimen de EE. UU. quiere que la gente crea , pero en la vida real, está muy claro que EE. UU. no rechaza de ninguna manera la noción de esferas de influencia. Es solo que Estados Unidos se opone a una esfera de influencia para Rusia.

De hecho, el régimen de los Estados Unidos no solo defiende celosamente su propia esfera de influencia, sino que ha estado intentando ferozmente expandirla desde el final de la Guerra Fría.

Esto, por supuesto, es lo que deberíamos esperar de cualquier estado dedicado a preservar y expandir su propio poder. En otras palabras, el régimen estadounidense no es diferente de cualquier otra gran potencia en la historia cuando se trata de establecer una esfera de influencia. Quizás la única diferencia real es que Washington insiste en mentir al respecto.

¿Qué es una esfera de influencia?

Las esferas de influencia "se definen mejor como formaciones internacionales que contienen una nación (el influyente) que tiene un poder superior sobre los demás". Las esferas de influencia suelen ser regionales en el sentido de que ofrecen ventajas defensivas, ya que se "espera" que los estados en ubicaciones geopolíticas sensibles sean amistosos con la potencia hegemónica regional. Históricamente, los estados grandes han empleado la táctica cuando carecían de la capacidad o la voluntad política para simplemente anexionarse a los vecinos, pero también deseaban dominar a esos vecinos en términos de política exterior. Los estados que no son potencias considerables por derecho propio a menudo encajan en estos esquemas regionales como estados clientes, estados títeres o simplemente naciones "amigas" con estrechos lazos culturales y económicos. Históricamente, los estados grandes también buscaban expandir las fronteras para asegurar "zonas de amortiguamiento" que pudieran interponerse entre ellos y los regímenes poderosos que querían dominar militarmente las fronteras lejos de sus territorios centrales. Las particiones de Polonia, por ejemplo, sirvió para este propósito para los Habsburgo austríacos, los rusos y los prusianos. El Imperio de Japón creó Manchukuo como un estado títere para actuar como amortiguador entre Japón, China y la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. En tiempos más recientes, Corea del Norte sirve como un estado amortiguador entre China y Corea del Sur dominada por Estados Unidos.

Los intentos de una hegemonía regional de controlar los estados tapón, expandir las fronteras y mantener los "regímenes amigos" bien dentro del redil constituyen esfuerzos para mantener una esfera de influencia. Por desafortunado que sea, el hecho es que los estados poderosos simplemente no dejan que sus vecinos menos poderosos hagan lo que quieran, siempre que el poder regional tenga los medios para evitarlo.

Estados Unidos no es diferente.

La esfera de influencia de EE. UU.

Estados Unidos tuvo un gran éxito en sus propios esfuerzos para crear una zona de amortiguamiento en el oeste de América del Norte. Desde principios del siglo XIX, EE. UU. se preocupó por asegurarse de controlar las áreas al oeste del Mississippi para asegurar una gran frontera entre la Nueva España y los Estados Unidos. Estados Unidos tuvo tanto éxito en estos esfuerzos que anexó por completo estas tierras a finales del siglo XIX.

Sin embargo, los intereses del régimen estadounidense apenas se detuvieron en el Río Grande o las praderas del sur de Canadá. Como quedó claro con la Doctrina Monroe, Estados Unidos había aspirado durante mucho tiempo a una inmensa esfera de influencia hemisférica en la que no se permitiría operar a ninguna potencia asiática o europea.

El hecho de que EE. UU. mantenga su propia esfera de influencia en la actualidad es descaradamente obvio para cualquiera que esté familiarizado con las intervenciones de EE. UU. en América Latina. El mes pasado, el senador Bernie Sanders demostró la regla del reloj roto dos veces al día cuando señaló correctamente que es absurdo afirmar que Estados Unidos respeta la soberanía de otros estados dentro de la esfera de influencia percibida de Estados Unidos. :

"¿Alguien realmente cree que Estados Unidos no tendría nada que decir si, por ejemplo, México o Cuba o cualquier país de América Central o América Latina formaran una alianza militar con un adversario de Estados Unidos?". Sanders preguntó en un discurso en el Senado.

"¿Crees que los miembros del Congreso se levantarían y dirían, bueno, ya sabes, México es un país independiente y tienen derecho a hacer lo que quieran? Lo dudo mucho".

Por supuesto, no necesitamos señalar solamente a México. Estados Unidos ha apoyado una serie de operaciones de cambio de régimen en América Latina debido a la preocupación de que un régimen hostil invitaría a potencias extranjeras hostiles, es decir, la Unión Soviética, al hemisferio occidental. Las intervenciones de Washington incluyen el embargo comercial a Cuba, la guerra indirecta de EE. UU. contra los sandinistas en Nicaragua, el apoyo de EE. UU. a la dictadura de Pinochet en Chile, el golpe de Estado de 1954 en Guatemala y el golpe de Estado de 1964 en Brasil. La más famosa, por supuesto, fue la crisis de los misiles en Cuba, durante la cual EE. UU. pareció dispuesto a participar en una guerra nuclear para mantener a los soviéticos fuera de la esfera de influencia de EE. UU. (La crisis se resolvió cuando EE. UU., en secreto, para dar la impresión de que "ganó", acordó retirar los misiles de Turquía, un lugar considerado demasiado cercano a la esfera de influencia de la URSS).

Sin embargo, en un mundo de proyección de poder global, las naciones dentro de la esfera de influencia de los EE. UU. ni siquiera necesitan estar en el hemisferio occidental. Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha ampliado su esfera de influencia para incluir a Arabia Saudita, Egipto, Corea del Sur, Japón y posiblemente Taiwán. Estados Unidos incluso ha iniciado invasiones para agregar naciones a su esfera de influencia. Irak estuvo dentro de la esfera de influencia soviética hasta la Guerra del Golfo Pérsico de 1990. Después de 2003, con la invasión total de Irak por parte de EE. UU., la nación se agregó por completo a la esfera de influencia de EE. UU.

Entonces, ¿por qué EE. UU. comenzó a afirmar que se oponía a las esferas de influencia? Una gran razón fue que después de la caída de la Unión Soviética, EE. UU. comenzó a aspirar a incluir al mundo entero en la esfera de influencia de Washington. Esto naturalmente significa que cualquier otra esfera de influencia es ilegítima.

Escribiendo en Foreign Policy en 2020, Graham Allison señaló que cuando se trataba de anunciar el fin de las esferas de influencia,

dichos pronunciamientos tenían razón en que algo sobre la geopolítica había cambiado. Pero estaban equivocados acerca de qué era exactamente. Los políticos estadounidenses habían dejado de reconocer las esferas de influencia —la capacidad de otras potencias para exigir deferencia de otros estados en sus propias regiones o ejercer un control predominante allí— no porque el concepto se hubiera vuelto obsoleto. Más bien, el mundo entero se había convertido de facto en una esfera estadounidense. Las esferas de influencia habían dado paso a una esfera de influencia.

Los fuertes aún imponían su voluntad sobre los débiles; el resto del mundo se vio obligado a jugar en gran medida con las reglas estadounidenses, o de lo contrario enfrentar un alto precio, desde sanciones paralizantes hasta un cambio de régimen total.

Así, en la mente de los defensores de Washington de la hegemonía global estadounidense, la vieja noción de esferas de influencia multipolares fue reemplazada por la de un orden mundial global dominado por Washington. O como dijo Allison,

La afirmación de que las esferas de influencia habían sido relegadas al basurero de la historia suponía que otras naciones simplemente tomarían los lugares asignados en un orden liderado por Estados Unidos.

Entonces, cuando vemos que los expertos estadounidenses y los funcionarios de política exterior sugieren que los regímenes civilizados, es decir, no Rusia, rechazan la idea de una esfera de influencia, o bien están muy mal informados sobre la propia esfera de influencia de los EE. UU. o simplemente están mintiendo.

¿Son legítimas las esferas de influencia?

A veces, aquellos que afirman oponerse a las esferas de influencia enturbiarán las aguas al hablar de cómo los estados no tienen "derecho" a una esfera de influencia. Blinken hizo precisamente esto cuando declaró: "Un país no tiene derecho a ejercer una esfera de influencia". Esto, por supuesto, es correcto hasta donde llega. Las personas individuales tienen derechos. Los estados no.

Pero, mientras tengamos estados, debemos esperar que esos estados busquen formas de preservar y expandir su propio poder. Esto significa que los estados con los medios económicos, militares y políticos para hacerlo expandirán sus esferas de poder. Washington no tiene más "derecho" que Moscú para dictar qué tipo de misiles o bombarderos alberga Cuba. Sin embargo, esta es solo la política típica de las grandes potencias ejercida por todos los estados de la manera habitual. Esto no es moral. Es solo una de las muchas formas en que los estados se consideran con derecho a participar en actos agresivos que serían considerados inaceptables para cualquier grupo no estatal. 

Ciertamente, deberíamos tratar de disminuir la percepción de la "necesidad" de los estados de una esfera de influencia y reducir los riesgos en los conflictos por las esferas de influencia. Esto se puede lograr construyendo una interdependencia internacional a través de la expansión del comercio. Además, podemos insistir en que nuestros propios estados adopten posturas militares defensivas en lugar de ofensivas, a menudo logradas mediante el recorte de presupuestos militares inflados y la abolición de ejércitos permanentes que sirven de poco más allá de ocupar países extranjeros. Podemos insistir en que nuestro propio estado deje de provocar a otras potencias regionales a través de errores garrafales como la continua expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Pero quizás el primer paso más importante desde la perspectiva estadounidense es dejar de engañarnos a nosotros mismos acerca de que EE. UU. es una especie de nación excepcionalmente virtuosa que nunca jamás se rebajaría a imponer su propia esfera de influencia sobre sus vecinos.

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Vladimir Putin's decision to launch a full-scale invasion of Ukraine is a monstrous act of aggression. But...

Estados Unidos y la OTAN ayudaron a desencadenar la guerra de Ucrania. Admitirlo no es 'ponerse del lado de Putin'

La decisión de Vladimir Putin de lanzar una invasión a gran escala de Ucrania es un monstruoso acto de agresión que ha sumido al mundo en una situación peligrosa. Bajo cualquier estándar razonable, su movimiento fue una respuesta exagerada a cualquier provocación ucraniana o de la OTAN. Sin embargo, esa conclusión es diferente de decir que no hubo provocaciones, como lo están haciendo ahora demasiados políticos y expertos en Occidente.

Se ha puesto especialmente de moda en esos círculos insistir en que la expansión de la OTAN a la frontera con Rusia no fue de ninguna manera responsable de la actual crisis de Ucrania. Muchos descartan todos los argumentos en contrario diciendo que “hacen eco de los puntos de discusión de Putin”, “están del lado de Putin” o hacen circular propaganda y “desinformación” rusas. Dejando a un lado el feo miasma del macartismo que envuelve tales alegaciones, el argumento subyacente es erróneo en cuanto a los hechos.

Los líderes rusos y varios expertos en política occidentales advirtieron hace más de dos décadas que la expansión de la OTAN resultaría mal, que terminaría en una nueva guerra fría con Rusia en el mejor de los casos y en una guerra caliente en el peor. Obviamente, no se estaban “haciendo eco” de Putin ni de nadie más. George Kennan, el arquitecto intelectual de la política de contención de Estados Unidos durante la Guerra Fría, advirtió perspicazmente en una entrevista del New York Times del 2 de mayo de 1998 lo que pondría en marcha el movimiento de la OTAN hacia el este. “Creo que es el comienzo de una nueva guerra fría”, afirmó. “Creo que los rusos reaccionarán gradualmente de manera bastante adversa y afectará sus políticas. Creo que es un error trágico”.

Kennan hablaba de la primera ronda de ampliación que incorporó a la Alianza a Polonia, la República Checa y Hungría. Las rondas posteriores, que agregaron a las Repúblicas Bálticas y otros países de Europa del Este, fueron considerablemente más agresivas, y el intento posterior de Washington de convertir a Ucrania y Georgia en miembros despreció los principales intereses de seguridad de Rusia. Las quejas y advertencias de Moscú también se estaban volviendo cada vez más agudas.

Sin embargo, los funcionarios estadounidenses y europeos se saltaron una luz roja tras otra. George W. Bush comenzó a tratar a Georgia y Ucrania como valiosos aliados políticos y militares de Estados Unidos y, en 2008, presionó a la OTAN para que admitiera a Ucrania y Georgia como miembros. La cautela francesa y alemana retrasó ese esfuerzo, pero el comunicado de la cumbre de la OTAN afirmó que ambos países eventualmente lograrían ese estatus.

En sus memorias de 2014, Duty, Robert M. Gates, quien se desempeñó como secretario de defensa tanto en la administración de Bush como en la de  Barack Obama, admitió que “tratar de traer a Georgia y Ucrania a la OTAN fue realmente exagerado”. Esa iniciativa, concluyó, fue un caso de “ignorar imprudentemente lo que los rusos consideraban sus propios intereses nacionales vitales”.

De hecho lo fue, y Moscú comenzó a retroceder. Putin aprovechó una tonta provocación del gobierno pro occidental de Georgia para lanzar una ofensiva militar que penetró profundamente en el país. Tras su victoria, Rusia separó permanentemente dos regiones georgianas de mentalidad secesionista y las puso bajo control ruso permanente.

La acción decisiva del Kremlin debería haber alertado incluso a los líderes estadounidenses de lento aprendizaje de que los días en que los funcionarios rusos simplemente emitían protestas verbales sobre la intrusión constante de Occidente en la esfera de seguridad de Rusia habían terminado. Sorprendentemente, sin embargo, la administración Obama todavía trató de convertir a Ucrania en un activo político y militar de la OTAN. A finales de 2013 y principios de 2014, Estados Unidos y varios gobiernos europeos se  entrometieron descaradamente para apoyar los esfuerzos de los manifestantes por derrocar al presidente de Ucrania, Victor Yanukovych, generalmente pro-Rusia, unos dos años antes de que expirara su mandato.

Esa campaña fue especialmente inapropiada desde que Yanukovych asumió la presidencia en 2010 como resultado de unas elecciones que incluso la Unión Europea y otros observadores internacionales reconocieron que fueron razonablemente libres y justas. En un sistema democrático, la forma legal de destituir a un presidente de su cargo es, según las normas constitucionales de un país específico, a través de una moción de censura parlamentaria, juicio político o derrota en las próximas elecciones. Las manifestaciones callejeras airadas no encajan en ninguna de esas categorías, pero Estados Unidos y sus aliados respaldaron ese proceso ilegal. Una grabación de la  infame llamada telefónica filtrada entre la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, y el embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey Pyatt, confirmaron el alcance de la intromisión de Washington en los asuntos de un país soberano.

El episodio de Ucrania resultó ser una  provocación intolerable para la vecina Rusia. Putin respondió anexando la estratégica península de Crimea y luego Estados Unidos y sus socios de la OTAN impusieron sanciones económicas a Rusia. La nueva guerra fría estaba en serio.

Sin embargo, Washington todavía se negó a retroceder. En cambio, las administraciones de Trump y Biden vertieron armas en Ucrania, aprobaron ejercicios militares conjuntos entre las fuerzas estadounidenses y ucranianas e incluso presionaron a los aliados para que incluyeran a Ucrania en los juegos de guerra de la OTAN.

A fines de 2021, quedó claro que la moderación del Kremlin se había agotado. Moscú emitió  demandas de garantías de seguridad, incluida la reducción de las fuerzas militares ya desplegadas en los miembros orientales de la OTAN. Con respecto a Ucrania, la demanda fue muy clara e intransigente: no solo Kyiv nunca recibiría una invitación de membresía, sino que nunca se desplegarían armas y tropas de la OTAN en suelo ucraniano. Cuando Occidente no proporcionó esas garantías, Putin lanzó su devastadora guerra a gran escala.

La cruel reacción exagerada de Moscú merece una condena enfática. Sin embargo, la culpabilidad de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN también es considerable. Mover una alianza dominada por una gran potencia a la frontera de otra gran potencia es intrínsecamente desestabilizador y provocador.

Aquellas personas que están familiarizadas incluso con los conceptos básicos de las relaciones internacionales deberían comprender ese punto; era inexcusable que tantos líderes de EE.UU. y la OTAN aparentemente no lo hicieran.

Uno puede imaginar fácilmente cómo reaccionarían los estadounidenses si Rusia, China, India u otro competidor admitiera a países de América Central y el Caribe en una alianza de seguridad que liderara, y luego buscara agregar a Canadá como aliado oficial o militar de facto. Es muy probable que Estados Unidos hubiera respondido yendo a la guerra hace años. Sin embargo, aunque Ucrania tiene una importancia para Rusia comparable a la importancia de Canadá para Estados Unidos, nuestros líderes esperaban que Moscú respondiera pasivamente a la creciente invasión.

Se ha demostrado que están desastrosamente equivocados y, gracias a su ineptitud, el mundo es ahora un lugar mucho más peligroso.

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Maduro cambiándose de bando???? y el imperialismo yanqui??? y el olor a azufre??

"Ahí estaban las dos banderas bonitas, unidas como deben estar las banderas de Estados Unidos y Venezuela"

Nicolas Maduro

 

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El Mandatario venezolano confirmó anoche la cita, que calificó de "respetuosa, cordial y diplomática".

Saludos

Editado por Fender
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¿Podrá Biden reemplazar el petróleo ruso por el petróleo venezolano?

EE. UU. dejará de comprar petróleo a Rusia y tratará de reemplazarlo con petróleo de Venezuela. Por eso la Casa Blanca está negociando un levantamiento de las sanciones contra Maduro. ¿Puede funcionar el plan de Biden?

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La invasión de Ucrania no va según el plan ruso

Los planes de Vladímir Putin de una victoria rápida en Ucrania se ha desbaratado. Y es que una guerra sin logística es solo un disturbio. Esta imagen satelital muestra una enorme columna militar rusa de 65 kilómetros de largo que se dirige hacia la capital de Ucrania, Kiev. Incluye blindados, suministros, tanques, artillería, etc. Hay más armas en este convoy que en el arsenal de algunas naciones. Sin embargo, el avance ruso se ha estancado debido a la resistencia ucraniana, la escasez de combustible y suministros, y al reagrupamiento ordenando por los comandantes rusos. Se cree que los primeros 17 kilómetros de vehículos están sin combustible y posiblemente con las baterías agotadas. Lo que se suponía que iba a ser una carrera de tres días se ha convertido en un atasco internacional. Analizando los primeros días, está claro que las fuerzas rusas no han progresado tanto como planeaban. La razón es que el ejército ruso es primeramente un ejército de artillería, pero hasta ahora ha utilizado sólo una fracción de su potencia de fuego. Putin está, en esencia, intentando una invasión a gran escala sin las operaciones militares necesarias. Y por impactantes que parezcan las escenas de algunas ciudades, Rusia está buscando una victoria rápida con pocas bajas civiles. En otras palabras, Rusia se ha contenido. Sin embargo, a medida que las sanciones entran en juego, es posible que Putin tenga que aumentar la letalidad de su plan para lograr avanzar y no quedar mal. Para los ucranianos eso significa que lo peor está por venir.

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Sanctions remain popular because they placate the voters who insist "we" must "do something," and...

Por qué las sanciones no funcionan y por qué perjudican principalmente a la gente común

Estados Unidos y sus aliados de Europa occidental han aumentado repetidamente en los últimos días las sanciones económicas no solo contra el régimen ruso, sino contra millones de rusos comunes.

Lo ha hecho eliminando gran parte del comercio ruso y las finanzas rusas de los mercados internacionales. Moody's y S&P global han rebajado la calificación crediticia de Rusia. Estados Unidos congeló las reservas rusas y desconectó a muchos bancos rusos de SWIFT, el sistema de comunicaciones bancarias internacionales. Europa está planeando grandes recortes en sus compras de gas natural a Rusia. Estados Unidos está considerando detener todas las compras de crudo ruso. El rublo ha caído a un mínimo histórico frente al dólar. Rusia corre el riesgo de incumplir sus deudas externas por primera vez en más de un siglo. Muchas de las sanciones  aparecen dirigido solo a ciertos rusos ricos, pero estos movimientos aumentan en gran medida las percepciones de riesgo geopolítico para cualquiera que invierta en inversiones rusas o inversiones relacionadas con Rusia. Eso significa que muchos inversionistas y corporaciones "voluntariamente" reducirán sus actividades en Rusia para reducir el riesgo y porque creen que podrían ser el próximo objetivo. La presión desde abajo también está aumentando: corporaciones como Coca-Cola y Mcdonald's están siendo presionadas para cerrar sus operaciones — y así despedir a todos sus trabajadores — en Rusia. Esto significa una disminución real en la inversión general en Rusia mucho más allá de algunos bancos y oligarcas rusos.

El efecto de goteo para los rusos comunes será inmenso. El poder adquisitivo, los ingresos y el empleo se verán significativamente afectados, y muchos rusos sufrirán graves reveses en su nivel de vida. La clase dominante rusa también se verá afectada, pero dado que viven mucho más lejos de los niveles de subsistencia, les irá mucho mejor en general.

Y, sin embargo, si la historia sirve de guía, las sanciones no funcionarán para sacar al ejército ruso de Ucrania ni para lograr un cambio de régimen en Rusia.

La lógica política de las sanciones

La idea detrás de las sanciones ha sido durante mucho tiempo hacer sufrir a la población para que "el pueblo" se rebele contra el régimen gobernante y obligue al régimen a cesar las políticas que los regímenes que imponen sanciones encuentran objetables. En muchos casos, el objetivo declarado es el cambio de régimen. Es esencialmente la misma filosofía detrás de los esfuerzos aliados para bombardear a los civiles de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial: se asumió que el bombardeo arruinaría la moral de los civiles y conduciría a demandas internas de que Berlín se rindiera.

Las sanciones económicas son menos despreciables que los bombarderos contra civiles, por supuesto, pero probablemente también sean menos efectivos. En lugar de convencer a la población nacional de que abandone su propio régimen, los ataques extranjeros contra civiles, ya sean militares o económicos, a menudo hacen que la población nacional redoble su oposición a las potencias extranjeras.

El nacionalismo triunfa sobre los intereses económicos 

Cuando se trata de sanciones económicas, hay varias razones por las que las sanciones no logran los fines establecidos.

En primer lugar, las sanciones fracasarán a menos que haya una cooperación casi universal de otros estados. En el caso del embargo estadounidense a Cuba, por ejemplo, pocos otros estados cooperaron, lo que significó que el estado cubano y la población cubana podían obtener recursos de muchas fuentes además de los Estados Unidos. Las sanciones dirigidas por Estados Unidos contra Irán, por otro lado, han tenido más éxito porque una gran cantidad de estados comerciales clave han cooperado con las sanciones.

Es probable que la situación con las sanciones de Rusia se encuentre en algún punto intermedio entre Cuba e Irán. Si bien varios estados occidentales clave como EE. UU. y el Reino Unido han adoptado una línea dura contra Rusia, muchos otros estados importantes se han mostrado reacios a imponer sanciones similares.

Alemania, por ejemplo, se ha negado a imponer sanciones a corto plazo, señalando que Alemania, al igual que gran parte de Europa, no puede satisfacer sus necesidades energéticas sin antes hacer cambios que consumen mucho tiempo en la política energética y la producción industrial. Varios estados clave de tamaño mediano también se han alejado de una línea dura sobre las sanciones. India, por ejemplo, se ha negado a anular un acuerdo de armas con Rusia. México ha dicho que no impondrá sanciones y Brasil afirma que busca una posición neutral.

Lo que es más importante, China no ha cooperado con los esfuerzos de sanción liderados por Estados Unidos, y China se beneficiará de las sanciones impuestas por otros estados. Si bien China aún no ha mostrado un apoyo total a Moscú en los últimos días, se abstuvo en la votación de la ONU que condena la invasión rusa de Ucrania. Es probable que esto sea menos de lo que esperaba Moscú, pero es probable que Rusia pueda contar con China como un comprador dispuesto de petróleo ruso y otros recursos. Después de todo, China no ha cooperado con la sanción liderada por Estados Unidos en Irán y ha sido un comprador importante de petróleo iraní. Es probable que los chinos lleguen a acuerdos similares con Rusia. Además, si Rusia se enfrenta a un número restringido de compradores de petróleo, esto le permite a Beijing una mayor influencia para obtener recursos rusos con descuento.

Mientras Rusia pueda continuar comerciando con estados importantes como China, México, Brasil y posiblemente India, Rusia no enfrentará el tipo de aislamiento que Estados Unidos espera imponer.

Una segunda razón por la que las sanciones fallan es que el nacionalismo, una fuerza poderosa entre la mayoría de las poblaciones, tiende a impulsar a las poblaciones sancionadas a apoyar al régimen cuando se ven amenazadas. 

Como ha señalado Robert Keohane, incluso en situaciones que no son de crisis, el nacionalismo puede ser una fuente general de fortaleza para un estado, ya que el nacionalismo puede unificar a las poblaciones detrás del régimen. Además, como muestra John Mearsheimer en The Great Delusion: Liberal Dreams and International Realities: “El nacionalismo es una ideología política enormemente poderosa. ... No hay duda de que el liberalismo y el nacionalismo pueden coexistir, pero cuando chocan, el nacionalismo casi siempre gana”. 

Es decir, en situaciones de crisis, a menudo podemos esperar que incluso los reformadores liberales descontentos den preferencia a los impulsos nacionalistas sobre los liberales, fortaleciendo aún más la oposición nacional a las sanciones impuestas desde el exterior. 

Para ver la plausibilidad de nuestras afirmaciones, no necesitamos mirar más allá de los Estados Unidos, que durante mucho tiempo ha estado notablemente a salvo de cualquier amenaza realista de conquista extranjera. Sin embargo, incluso en los Estados Unidos, no se necesita mucho en términos de agresión extranjera para convencer a la población de unirse en apoyo al régimen. Ciertamente, el régimen rara vez ha disfrutado de más apoyo que después de Pearl Harbor y el 11 de septiembre. Si alguna potencia extranjera, digamos China, intentara obligar a los estadounidenses a comprometerse con un cambio de régimen a través de sanciones económicas, es difícil imaginar que esto produciría mucho sentimiento pro-chino en los EE. UU. como resultado. 

Del mismo modo, las sanciones de EE. UU. no han fortalecido exactamente los esfuerzos pro estadounidenses o contra el régimen en Cuba, Irán, Corea del Norte, Venezuela o cualquier otro estado donde EE. UU. haya buscado lograr un cambio político interno a través de sanciones. 

Para encontrar los pocos casos en los que las sanciones podrían haber funcionado, tenemos pocas opciones. Sin embargo, los dos ejemplos de referencia de esto, es decir, Irak y Serbia, son casos en los que las sanciones económicas fueron acompañadas por una fuerza militar abrumadora o amenazas plausibles de ella. No hace falta decir que ese es un tipo de sanción muy específico y tiene poco que ver con un conflicto que involucra a una potencia nuclear como Rusia.

Las sanciones también pueden traer efectos secundarios indeseables. Como muestra Richard Haass en la Institución Brooking:

Tratar de obligar a otros a unirse a un esfuerzo de sanciones mediante la amenaza de sanciones secundarias contra terceros que no estén dispuestos a sancionar al objetivo puede causar un daño grave a una variedad de intereses de la política exterior de EE. UU. Esto es lo que sucedió cuando se introdujeron sanciones contra empresas extranjeras que violaron los términos de la legislación estadounidense que afecta a Cuba, Irán y Libia. Esta amenaza puede haber tenido algún efecto disuasorio sobre la voluntad de ciertas personas de participar en actividades comerciales proscritas, pero al precio de aumentar el sentimiento antiestadounidense... Las sanciones aumentaron las dificultades económicas en Haití, lo que provocó un éxodo peligroso y costoso de personas. de Haití a los Estados Unidos. En la antigua Yugoslavia, el embargo de armas debilitó al lado bosnio (musulmán) dado que los serbios y croatas de Bosnia tenían mayores almacenes de suministros militares y un mayor acceso a suministros adicionales de fuentes externas. Las sanciones militares contra Pakistán aumentaron su confianza en una opción nuclear, tanto porque las sanciones cortaron el acceso de Islamabad al armamento estadounidense como porque debilitaron la confianza pakistaní en la confiabilidad estadounidense.

Y finalmente, incluso si las sanciones "funcionaran", eso sería insuficiente para justificar su uso. Son, después de todo, un tipo de proteccionismo con esteroides y eso requiere sancionar a las personas y empresas estadounidenses que infringen estas regulaciones gubernamentales, muchas de las cuales son difíciles de navegar legalmente para los estadounidenses. 

Sin embargo, las sanciones siguen siendo populares porque aplacan a los votantes que insisten en que "nosotros" debemos "hacer algo", y los funcionarios del gobierno están más que felices de participar en políticas que aumentan el poder estatal y pueden usarse para recompensar a los amigos del régimen.

Pero hacer que el régimen "haga algo" es un juego peligroso, y si los votantes quieren señalar su oposición virtuosa a los enemigos extranjeros percibidos, los votantes siempre pueden actuar por su cuenta. Si a los estadounidenses no les gustan los productos y servicios rusos, son libres de boicotear estos productos, tal como los estadounidenses boicotearon los productos británicos durante la Revolución. Pero abrazar aún más el poder federal en nombre de enseñarles una lección a los regímenes extranjeros tiende a dañar a la gente común de muchas maneras que pocos pueden anticipar, al mismo tiempo que potencialmente pone a muchos estadounidenses en peligro legal. Y todo esto se hará, nada menos, con pocas esperanzas de éxito.

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El pueblo ruso se cagará de hambre con las sanciones económicas y a Putin le dará lo mismo. Jamás un tirano ha sido depuesto por sanciones económicas. Sólo una Operación Valkiria puede bajar al Puto.

El peor enemigo de un país está siempre adentro, no son los vecinos. El mayor asesino de eslavos fue Stalin; los mayores asesinos de negros han sido los mismos negros; ningún gringo ha asesinado tantos musulmanes como sus propios hermanos de fe.

Desde la guerra de independencia la República de Chile no ha tenido un enemigo tan violento como la ultraizquierda chilena, que incendió y saqueó Chile en 2019 y sigue incendiando y asesinando a chilenos y mapuches en la Araucanía. Ni argentinos, peruanos ni bolivianos le han hecho tanto daño a Chile como la ultraizquierda que desde mañana será gobierno y a fines de año disolverá nuestro país con una constitución totalmente antichilena.

Chile será gobernado por sus peores enemigos, para convertirlo en un estado mapuche.

El peor enemigo de un país siempre está dentro de sus fronteras.

El peor enemigo de Rusia no es la OTAN, ni Biden ni el judío Zelenski. El peor enemigo del pueblo ruso es Vladimir Putin.

Editado por Sexorro2
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Así se ha convertido Europa en adicta al gas ruso

El gas natural alimenta la economía europea: calienta hogares, abastece sus fábricas y empuja su transición energética. Pero Europa casi no tiene yacimientos de gas en el subsuelo. Así, desde los años setenta, el continente se ha hecho cada vez más dependiente de esta fuente energética. Ahora, las sanciones europeas a Rusia, el conflicto en Ucrania y el temor que se pueda cortar el suministro de gas están estrangulando la recuperación económica de la UE tras la crisis del coronavirus.

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¿Por qué Joe Biden prefiere el petróleo de dictadores que el de EE. UU.? - Tampoco quiere el de Canadá

Rusia es el segundo mayor exportador mundial de petróleo por detrás de EE. UU. y por delante de Arabia Saudí. Por lo cual es un jugador muy importante para la oferta mundial de este producto. Exporta en total unos 4.6 millones de barriles diarios de los cuales 672.000 iban hacia EE. UU. en 2021, pero debido a la invasión de Ucrania, el país norteamericano decidió prohíbir las importaciones de petróleo ruso a EE. UU. Como consecuencia el precio del petróleo se ha acercado a sus máximos históricos y el precio del galón de gasolina en EE. UU. llegó a sobrepasar su nivel más alto de todos los tiempos. Como es de esperarse EE. UU. tiene que buscar otras fuentes para reemplazar los más de 600.000 barriles que importaba de Rusia y aunque parezca mentira el gobierno estadounidense está negociando con Nicolás Maduro y con Irán para comprarles petróleo.

¿Por qué Joe Biden prefiere comprar el petróleo de sus enemigos que aumentar la producción de su propio país? ¿Por qué no se ha mencionado mucho a Canadá, su país vecino, si tiene las terceras mayores reservas petroleras del mundo?

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Few things are certain, but the American government's intent on inflicting economic hardship across...

¿Y si Rusia contraataca?

Pocas cosas son seguras, pero la intención del gobierno estadounidense de infligir dificultades económicas en todo el mundo es muy clara. No hay forma de que Rusia tome sus sanciones a la ligera. Ya han comenzado a contraatacar con sus propias sanciones. Si esto es parte del plan que esperan los legisladores estadounidenses (pro-guerra), parece un camino largo y doloroso por delante.

Según Reuters el jueves, Rusia anunció:

…prohibir las exportaciones de ciertos bienes y materias primas agrícolas. La exportación de equipos de telecomunicaciones, médicos, automotrices, agrícolas, eléctricos y tecnológicos, así como algunos productos forestales, estará prohibida hasta finales de 2022.

Sin duda, los efectos dominó se sentirán en todo el mundo. Ningún país podría jamás aumentar la producción para igualar la producción de Rusia; el tiempo, el costo y la disponibilidad de recursos no se pueden reponer en casa. Ningún país se beneficia de las limitaciones comerciales.

Luego, hay compañías internacionales que se retiran de Rusia para probar un punto costoso y aún poco claro. Pero esto también tiene consecuencias porque Rusia:

…aprobó el primer paso hacia la nacionalización de los activos de las empresas extranjeras que abandonan el país a raíz de las sanciones económicas sobre Ucrania.

Todas las sanciones importan; Considere el caso de los fertilizantes, que probablemente dejarán de exportar:

Rusia es un importante productor de fertilizantes que contienen potasio, fosfato y nitrógeno, los principales nutrientes para cultivos y suelos. Produce más de 50 millones de toneladas al año de fertilizantes, el 13% del total mundial.

Es solo cuestión de tiempo antes de que el mundo sienta las ramificaciones del 13% de los fertilizantes globales desconectados. Siempre que el pueblo estadounidense y los aliados de la OTAN estén contentos con la posibilidad de escasez de alimentos para que Rusia pueda ser "puesta en su lugar", entonces está bien, pero es una gran pregunta. 

Deberíamos creerle a Putin cuando la BBC lo citó diciendo:

…habría "consecuencias negativas" para los mercados mundiales de alimentos debido a las sanciones de Occidente porque Rusia es un importante productor de fertilizantes agrícolas.

Ayuda a entender que:

La mayor parte de lo que las naciones occidentales compran a Rusia se compone de materias primas. Petróleo y gas, por supuesto, pero también metales como el aluminio y el níquel, por no hablar de la potasa y los fosfatos, muy utilizados en fertilizantes.

No hay ganadores en una guerra comercial. Todas las naciones estarán peor independientemente del resultado. Sin embargo, en un sentido casi orwelliano/antieconómico, una guerra comercial asegura una carrera autoinfligida hacia el abismo, para todos. El ganador será la nación que sobreviva a las dificultades económicas por más tiempo. En tal, no apueste contra la perseverancia rusa. Las colas de pan, la escasez de alimentos y el colapso de la moneda no son tan extraños para ellos como lo son para nosotros.

Y si las sanciones económicas y la retirada de empresas de Rusia no son suficientes, en un intento de infligir más dolor, si no una guerra total, los legisladores estadounidenses quieren introducir una legislación para “congelar las reservas de oro rusas”. Como se explica en The Hill, la intención es:

…hacer que sea más difícil para Moscú evitar el dolor de las sanciones internacionales…

¡Esto se suma a la congelación de los activos de los multimillonarios como una herramienta para luchar en la guerra!

Si Rusia contraataca, la carrera hacia el abismo será larga, ardua y costosa.

Si no es una guerra a tiros, entonces el pueblo estadounidense (y el resto del mundo) pagará viviendo con menos comercio internacional. En los EE. UU., la forma de vida ha estado cambiando durante algún tiempo, con una deuda nacional que se dispara, tasas de interés que pueden subir la próxima semana y lecturas de inflación fuera del gráfico. Pero en comparación con el resto del mundo, el estilo de vida estadounidense sigue siendo relativamente barato y lujoso, porque el dólar estadounidense todavía tiene el estatus de moneda de reserva mundial.

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The Democrats—since they are assumed to be “in power”—will need some sort of scapegoat for inflation...

La inflación de precios alcanzó un nuevo máximo en 40 años en febrero. No, no es "culpa de Putin".

Según los nuevos datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales, la inflación de precios en febrero subió al nivel más alto registrado en más de cuarenta años. Según el Índice de Precios al Consumidor de febrero, la inflación de precios interanual subió al 7,9 por ciento. No ha sido tan alto desde enero de 1982, cuando la tasa de crecimiento fue del 8,3 por ciento.

El aumento de febrero fue superior al aumento interanual de enero del 7,5 por ciento. Y estuvo muy por encima del aumento interanual de febrero de 2021 del 1,7 por ciento.

Una clara tendencia inflacionaria comenzó en abril de 2021 cuando el crecimiento del IPC alcanzó la tasa más alta desde 2008. Desde entonces, la inflación del IPC se ha acelerado con un crecimiento interanual casi duplicándose en los últimos 11 meses del 4,2 % al 7,9 %.

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Sin embargo, durante la mayor parte de 2021, los economistas de la Reserva Federal y sus aliados con doctorados en la academia y los medios insistieron en que era "transitorio" y que pronto se disiparía. Sin embargo, a fines de 2021, los economistas comenzaron a admitir que estaban "sorprendidos" y que no tenían una explicación para la inflación. (Lo que uno realmente aprende mientras obtiene un doctorado en economía aparentemente no tiene nada que ver con entender el dinero o los precios). Jerome Powell declaró entonces que la Fed evitaría que la inflación se “atrincherara”.

Ahora, los economistas de alto nivel han vuelto a cambiar de tono con Janet Yellen admitiendo esta semana que "es probable que veamos otro año en el que las cifras de inflación de 12 meses sigan siendo muy incómodamente altas". Yellen había pronosticado anteriormente que la inflación del IPC caería a alrededor del 3 por ciento, año tras año, para fines de 2022.

Yellen también tuvo cuidado de intentar controlar el daño político al insinuar que la inflación de precios es el resultado de la incertidumbre sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.

No importa, por supuesto, que el aumento de la inflación comenzó el año pasado y que la tasa de inflación del IPC de enero ya estaba cerca de un máximo de 40 años. La cosecha actual de embargos y prohibiciones a las importaciones de petróleo ruso implementadas durante marzo no fueron los impulsores del continuo aumento de la inflación de febrero.

Sin embargo, pocos miembros del público se preocuparán por estos detalles, y esto beneficiará tanto a la Fed como a la administración. En lo que respecta a la Reserva Federal, lo importante es nunca admitir que la inflación de precios realmente está siendo impulsada por más de una década de expansión monetaria galopante impulsada por la Reserva Federal (también conocida como impresión de dinero). Esto se hizo en gran medida a instancias de la Casa Blanca y el Congreso para mantener bajo el interés de la deuda y alto el gasto público.

Entonces, podemos esperar que la administración retrate la inflación como “culpa de Putin”. En un discurso del viernes ante activistas demócratas, Biden incluso afirmó que las altas tasas de inflación no se deben a “nada de lo que hicimos”. La táctica sin duda funcionará para convencer a muchos. Pero no está claro cuántos.

Los trabajadores son cada vez más pobres

En cualquier caso, los demócratas, dado que se supone que están “en el poder”, necesitarán algún tipo de chivo expiatorio para la inflación, ya que continúa consumiendo las ganancias de los estadounidenses.

Las cifras de febrero sobre las ganancias promedio por hora muestran que la inflación de precios está superando las ganancias. Como muestra el gráfico, año tras año las ganancias crecieron un 5,13 por ciento, pero la inflación de precios creció un 7,9 por ciento.

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Fuente: BLS: Tabla B-3. Ganancias promedio por hora y por semana de todos los empleados en las nóminas privadas no agrícolas; Índice de precios al consumidor.

Al observar esta brecha, encontramos que el crecimiento de las ganancias reales ha sido negativo durante los últimos once meses. En otras palabras, según estas cifras oficiales, las obras promedio se han ido deteriorando desde hace casi un año. En febrero, la brecha fue negativa del 2,8 por ciento, lo que empató la segunda peor brecha entre salarios e inflación en más de una década.

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Fuente: BLS: Tabla B-3. Ganancias promedio por hora y por semana de todos los empleados en las nóminas privadas no agrícolas; Índice de precios al consumidor.

Además, según el Conference Board, los salarios estadounidenses están creciendo a una tasa de aproximadamente el 3 por ciento este año, muy por debajo de las tasas de inflación del 5 al 7 por ciento experimentadas durante el año pasado.

Combinado con la tasa de desempleo de febrero del 3,8 por ciento, el crecimiento de la inflación de febrero sitúa el índice de miseria de EE. UU. en el 11,7 por ciento. Ese es el nivel más alto desde junio de 2020 y similar a los niveles del índice de miseria experimentados cuando la tasa de desempleo aumentó a raíz de la crisis financiera de 2008.

Además de la inflación del IPC, es probable que la inflación de los precios de los activos también siga siendo problemática para los consumidores. Por ejemplo, según la Agencia Federal de Vivienda y Finanzas, el crecimiento del precio de la vivienda se ha disparado en los últimos meses, con un crecimiento año tras año ahora del 17,8 por ciento.

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Pide a la Fed posponer aumentos de tasas

Desde que se vio obligado a admitir que la inflación de precios es real y creciente, comenzó a adoptar una pose de institución agresiva comprometida con controlar la inflación.

Pero cuando se ha llegado a la acción real, la Fed ha pasado muchos meses hablando de hacer algo sin hacer nada más que reducir muy lentamente las nuevas compras de bonos y valores respaldados por hipotecas. Estas estrategias extremadamente limitadas y delicadas desmienten las repetidas afirmaciones de la Fed de que la economía es sólida y que la Fed planea una fuerte acción contra la inflación. Es mucho más probable que, entre bastidores, la Fed haya estado preparada para aceptar cualquier cosa que pueda utilizar como excusa para no aumentar las tasas de interés o reducir considerablemente el tamaño de la cartera de la Fed. Con la guerra de Ucrania, la Reserva Federal puede obtener esa excusa. Esta semana, por ejemplo, Karl Smith de Bloomberg ha pedido a la Fed que "haga una pausa" en los aumentos de tasas.

Deberíamos esperar que estas llamadas aumenten a medida que la guerra continúa provocando incertidumbre y la economía continúa debilitándose. Después de todo, Goldman redujo su pronóstico del PIB al 0,5 por ciento para el primer trimestre del año fiscal 2022 y ve un riesgo creciente de recesión tanto para EE. UU. como para Europa.

Las probabilidades de que la Fed se acobarde y abandone los planes para reducir la expansión monetaria siempre han sido altas. Son aún más altos ahora que la guerra y el debilitamiento de la economía avivarán los temores de inflación y otra ronda de llamados a "imprimir el dinero" para evitar la recesión.

Es probable que todo se sume a otra ganancia inesperada política para la Reserva Federal. A principios de 2020, la economía se estaba debilitando después de más de una década de crecimiento económico notablemente lento y una mayor dependencia de la expansión monetaria para evitar la implosión de las burbujas económicas creadas por la Reserva Federal. Pero luego sucedió el covid, y la Reserva Federal culpó a la enfermedad por el colapso económico y la inflación que siguió. Ahora la guerra proporcionará otra forma más para que la Fed y sus economistas afirmen que estaban haciendo un gran trabajo, y todo habría sido un gran éxito si no fuera por los rusos.

 

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ELLIBERO.CL

Es la “mundialización”. A la interconexión del planeta le han visto otra vez las entrañas. En esta...

Carlos Alberto Montaner: Las consecuencias venezolanas de la guerra rusa contra Ucrania

Discretamente, Estados Unidos debe darle un ultimátum a Maduro. O celebra elecciones verdaderamente libres en tres meses, o hay que armar a los venezolanos para que liberen a su país.

Es la “mundialización”. A la interconexión del planeta le han visto otra vez las entrañas. En esta oportunidad fue el asunto de las sanciones a Moscú durante la invasión rusa a Ucrania, y en las consecuencias venezolanas de esa espantosa operación militar. 

Las guerras se riñen para ganarlas y Rusia tiene perdida la que libra contra su pacífica vecina. Puede destruir a Ucrania, pero no puede derrotarla. Cuando existía la URSS perdieron la guerra en Afganistán. Ya han perdido esta guerra. ¿Por qué? Debido a las desproporcionadas fuerzas que exhiben y a la intensidad de las sanciones. El mundo ama a los “underdogs”, a los desvalidos. La perdieron por el aislamiento que han decretado las naciones de Europa, USA, Canadá, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Australia. Incluso la neutralísima Suiza se ha sumado a las sanciones.

Hay que ayudar a los ucranianos con astucia. El modo de hacerlo es el mismo que se llevó a cabo por la propia URSS durante la II Guerra mundial: darle, arrendarle o ‘venderle’ al gobierno ucraniano (por una cantidad simbólica), los aviones y los equipos antiaéreos que necesita, y esperar a que los ucranianos, las sanciones y el aislamiento, hagan su trabajo. Demorarán, pero triunfarán. 

Será una lenta agonía, pero ocurrirá. Una nación totalmente urbanizada, de más de 600.000 kilómetros cuadrados, poblada por 41 millones de habitantes, generalmente educados, requiere una tropa de ocupación de 600 o 700 mil soldados. La ratio, por la cuenta de la abuela, es un soldado por kilómetro cuadrado para sujetar al pueblo e impedir que se desborde. Rusia carece de la bolsa que eso requiere. El pueblo ucraniano es muy duro. Muy resistente.

Ucrania tiene líderes, como el presidente Volodymyr Zelensky, un actor judío a quien acompañan su mujer, Olema, y los dos hijos que tienen. La familia está dispuesta a correr la suerte del pueblo. El carácter judío de Zelesnky desmiente totalmente la propaganda de Putin de que sus tropas han invadido para “desnazificar” a Ucrania. Es un vil pretexto. Están ahí para rehacer el imperio que se desmoronó a partir de 1989-1991.

Zelensky es una persona honrada dispuesta a compartir los sacrificios. Vi unos tres videos de él en YouTube bailando (es un estupendo bailarín) y tocando el piano. Son muy graciosos. Es un magnífico actor con una gran vis cómica. Nada de mal gusto. Pura alegría y risa

Fue electo en el 2019 con el 73% de aprobación. Probablemente, hoy su respaldo sea mucho mayor. Acaso del 90%. Si Rusia lo asesina y le mata a la familia lo convierte en un mártir y en un ejemplo a seguir por el pueblo ucraniano. Llegó al poder sin partido, porque los ucranianos estaban fatigados de los políticos tradicionales. Todos les parecían unos bandidos. Quizás exageraban, pero las percepciones son la clave en la ‘justicia electoral’ de los pueblos.

Ese conflicto tiene consecuencias latinoamericanas. No se puede dejar a Europa y Estados Unidos sin combustible porque la solidaridad con los ucranianos se agotaría. Juan González, el asesor de Biden para América Latina, estuvo en Caracas hablando con el presidente “oficial” Nicolás Maduro. ¿Acaso González fue a Caracas para acelerar el cobro de la cuenta de Chevron, y para ver si se podía revitalizar la industria petrolera venezolana? 

Pero hay un presidente “extraoficial”, Juan Guaidó, que podía responder a esas preguntas. Guaidó ha sido reconocido por Estados Unidos y cincuenta y tantos países. Tiene embajadores en varios sitios. Entre ellos, está el de Washington: el abogado venezolano Carlos Vecchio DeMari. 

La producción ha sido minuciosamente destruida, como todo en esa pobre nación. Hoy Venezuela debería estar produciendo cinco millones de barriles diarios. Apenas produce seiscientos mil. Tiene que importar gasolina de Irán para abastecer a los venezolanos. Se ha cumplido el jocoso vaticinio de Milton Friedman: si se les entrega a los socialistas el Sahara, acaban importando arena.

Discretamente, USA debe darle un ultimátum a Maduro. O celebra elecciones verdaderamente libres en tres meses, o hay que armar a los venezolanos para que liberen a su país. Al mismo tiempo, sería destruida desde el aire la estructura militar del chavismo, sin colocar “botas en el suelo”, para que no haya bajas norteamericanas. El ejército venezolano, que se siente muy incómodo con Maduro, se pondría a las órdenes de la oposición. 

Probablemente, la cleptocracia de Maduro no se avendría a unas elecciones libres. La oposición tendría entonces que ocupar el poder y podría, con creces, aumentar la producción de petróleo para que Venezuela vuelva a crecer y contribuya a la sustitución de las exportaciones rusas. Entre Arabia Saudita, Qatar, y Venezuela todo quedaría solucionado. Y se prolongaría todo lo que hiciera falta la solidaridad de las sociedades de USA, Canadá y la Unión Europea con el pueblo ucraniano. Seguro. 

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"Desnazificar Ucrania" | La historia que hay detrás de la justificación de guerra de Putin

El presidente ruso, Vladímir Putin, invocó a los nazis cuando anunció el 24 de febrero, su decisión de lanzar una operación militar a gran escala en Ucrania. El líder ruso dijo que uno de los objetivos de la ofensiva era "desnazificar" el país, concepto que parte de una narrativa usada por el Kremlin desde la crisis del Euromaidán en 2014.

Sin embargo, la idea acerca de una "Ucrania nazi", tiene sus orígenes mucho más longevos que se remontan a la Segunda Guerra Mundial, específicamente bajo el contexto de la invasión alemana de la URSS en el verano de 1941.

Si bien la invasión alemana significó un episodio terrible para los pueblos de la extinta URSS, algunos de ellos en un principio, y en la que se destaca al pueblo ucraniano, recibieron a los alemanes como liberadores del yugo comunista y colaboraron con ellos de diversas maneras.

Como bien se sabe, la Segunda Guerra Mundial es un tema que sigue siendo muy recordado en la sociedad, cultura y política rusa, evocando recuerdos de un país que tuvo que sufrir millones de pérdidas humanas para combatir a los alemanes.

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PANAMPOST.COM

La visión de Trump fue mantener al ejército fuerte ante un ataque, así como las negociaciones constantes...

Trump: «Rusia no habría anexado ni una pulgada del territorio de Ucrania si yo estuviera en la Casa Blanca»

La visión de Trump fue mantener al ejército fuerte ante un ataque, así como las negociaciones constantes y activas para evitar la confrontación, lo opuesto a lo que ha sucedido bajo Joe Biden, quien ha sido visto como un mandatario que ha debilitado a las Fuerzas Armadas

La Tercera Guerra Mundial sería inminente con Donald Trump en el poder, fue la amenaza continua por años por parte de los medios masivos y sus enemigos políticos. Sin embargo, la realidad fue al revés. Trump fue el primer presidente de Estados Unidos en alrededor de medio siglo que no empezó una guerra. Apenas salió de la Casa Blanca se debilitó la institución militar de la nación norteamericana y se vieron fortalecidos sus enemigos. Ahora Rusia invade a Ucrania y no hay fuerza militar que lo detenga.

“Esto podría conducir a la Tercera Guerra Mundial. Veo lo que está pasando. Si creen que Putin va a parar, va a empeorar cada vez más. No lo va a aceptar, y no tenemos a nadie para hablar con él. Teníamos a alguien que podía hablar con él, yo”, dijo Trump a la multitud en Florence, Carolina del Sur, el sábado por la noche.

De la misma forma, el presidente 45 de Estados Unidos explicó que “Rusia no habría anexado ni una pulgada del territorio de Ucrania si yo estuviera en la Casa Blanca. Soy el único presidente del siglo XXI que Rusia no invadió ningún otro país ni nadie más. Teníamos paz a través de la fuerza porque el mundo estaba en calma porque Estados Unidos era fuerte”.

Tropiezos de Biden que fortalecieron a sus enemigos

La visión de Trump fue mantener al ejército fuerte ante un ataque, así como las negociaciones constantes y activas para evitar la confrontación, lo opuesto a lo que ha sucedido bajo Joe Biden, quien ha sido visto como un mandatario que ha debilitado a las Fuerzas Armadas y no ha podido lograr acuerdos con sus enemigos históricos.

Por ejemplo, el fracaso en Afganistán, retirada que dejó indefensos no solo a los aliados en la región (y la población civil), sino también a aquellos que se quedaron atrapados sin poder salir. Esta medida manchó la imagen de Estados Unidos ante el mundo por cómo se fortaleció al talibán, un grupo fundamentalista islámico, que se ha caracterizado por su violencia, persecución y censura.

Además, Biden purgó al Ejército de no vacunados, lo cual responde a un tema más que sanitario, político, pues quienes se han resistido a la medida ha sido principalmente por motivos religiosos.

Las fallas estratégicas han sido múltiples. Ya en abril del 2021 Trump le advirtió a Biden que no empuje a Rusia a un acuerdo militar con China. Lo que logró fue entregarle a China los planos de los planes de Rusia.

Ahora que Rusia avanza sobre Ucrania queda en claro que no solo no fue Trump quien dio inicio a la Tercera Guerra Mundial, como alegaban los medios masivos. Al contrario, fue quien lo postergó y quien tendría la fuerza y capacidad de negociación necesaria para detenerla.

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El ataque ruso a un pueblo pacífico confirma la tortuosidad de la naturaleza humana.

El progreso humano no es uniforme ni inevitable

Cuando se lanzó www.humanprogress.org el 30 de octubre de 2013, el lanzamiento estuvo acompañado de un ensayo que escribí en la revista Reason titulado, "Progreso humano: no inevitable, desigual e indiscutible". En el artículo, describí brevemente el progreso que la humanidad ha logrado en los últimos doscientos años más o menos. La evidencia empírica, argumenté, muestra claramente que, en comparación con los 300.000 años anteriores de existencia del Homo sapiens, nuestro avance reciente ha sido asombroso.

En solo el 0,08 por ciento de nuestro tiempo como una especie separada, nos volvimos mucho más ricos, saludables y con más conocimientos. El ingreso global promedio, que estuvo prácticamente estancado durante milenios, se multiplicó por 14. En lugar de morir a los 30 años, podemos esperar vivir hasta los 70 años. El analfabetismo, la ignorancia y la superstición generalizados han sido, en gran medida, reemplazados por una perspectiva más científica y racional que nos ayudó a eliminar enfermedades antiguas, como la viruela, crear el iPhone y enviar personas a la luna.

Sobre todo, nos volvimos más morales. Hace doscientos años, la esclavitud estaba muy extendida; las mujeres carecían de derecho a voto o de igual protección ante la ley; los homosexuales fueron encarcelados o algo peor; se discriminaba habitualmente a personas de diferentes religiones; el círculo de empatía no se extendió mucho más allá de la familia, y mucho menos a otras naciones, razas o, para el caso, animales, que fueron torturados por diversión. Y esa era la “situación moral” en los países más civilizados del planeta. 

¡Qué mundo tan diferente y más moral hemos creado! En los Estados Unidos, los estadounidenses eligieron a un hombre negro para el cargo más alto de la nación. En gran parte de Europa, las mujeres presiden muchos gobiernos. Los jóvenes homosexuales llevan a sus parejas del mismo sexo al baile de graduación. Cientos de miles de millones de dólares fluyen de los países ricos a los pobres para aliviar el hambre y las enfermedades. La crueldad con los animales está mal vista o se castiga directamente. 

Pero también noté que el progreso humano era desigual y estaba lejos de ser inevitable. Gale Pooley y yo volvimos a tratar ese tema recientemente en Superabundancia, que se publicará en agosto. Nosotros escribimos,

La “línea” de progreso es irregular, no uniforme. Europa Occidental, por ejemplo, experimentó tremendos avances económicos, políticos, tecnológicos, científicos y médicos durante el siglo que separó el final de las Guerras Napoleónicas (1803-1815) y 1914, solo para descender a la barbarie de la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Segunda guerra. Sin embargo, Europa se recuperó, tal como lo hizo después de la caída de Roma y la posterior Edad Media. Hay, en otras palabras, motivos racionales para un optimismo cauteloso. Pero el optimismo no debe confundirse con la inevitabilidad. Todavía podríamos destruir nuestra civilización a través de la acción humana, como una guerra nuclear, o ver impotentes cómo un asteroide se precipita por el cielo y acaba con la mayor parte de la vida en la Tierra. 

Cuando escribimos esas palabras, no podíamos imaginar que Europa, el continente de mi nacimiento, estaría nuevamente sumida en una guerra sangrienta. La disminución a largo plazo de todos los tipos de violencia, incluidos el homicidio, el genocidio y los conflictos internacionales, es muy real y ha sido parte integrante del progreso moral. La salvaje invasión de Ucrania por parte del ejército ruso no niega esa tendencia a largo plazo, pero es un recordatorio de la fragilidad de los logros humanos. Con cada fibra de mi cuerpo sigo creyendo que el futuro de la humanidad será cada vez mejor. Pero, como también señalamos en Superabundancia, nunca será perfecto.

El progreso no significa que alguna vez llegaremos a un estado final paradisíaco donde todo será óptimo para todos en todas partes. Surgirán nuevos problemas y tendrán que ser resueltos, aunque sea de manera imperfecta, por las generaciones futuras. Como tal, el mundo nunca será un lugar perfecto. Después de todo, los seres que lo habitan son imperfectos. Como el filósofo alemán y defensor del progreso humano gradual Immanuel Kant (1724-1804) observó en 1784: “De la madera torcida de la que está hecha la humanidad, no se puede hacer nada completamente recto”.

La embestida rusa contra un pueblo pacífico confirma lo torcido de la naturaleza humana, pero nuestros defectos no niegan nuestra capacidad para crear belleza, prosperidad y paz. Mientras observamos el desarrollo del conflicto en Ucrania y dedicamos un pensamiento a todos los demás conflictos en el mundo de hoy, recordemos las causas del progreso, incluidas la razón, la ciencia, la libertad y el humanismo. Seamos agradecidos por lo que tenemos y volvamos a comprometernos con la defensa de los valores e instituciones que han hecho de las sociedades liberales los mejores lugares de la Tierra.

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Por qué no deberíamos censurar a RT y Sputnik

La Comisión Europea ha suspendido las emociones de RT y Sputnik, dos medios de "comunicación" del gobierno ruso. ¿Hasta qué punto se trata de una medida que atenta contra la libertad de expresión?

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MISES.ORG

Those gloating about Russia being "cut off" are overstating the case. In fact, many of the world's largest...

Rusia no está tan aislada como Washington quiere que creas

Algunos políticos y expertos estadounidenses están declarando que Rusia, y su población, están aislados del resto del mundo. Por ejemplo, la politóloga Nina Khrushcheva ha declarado que "Rusia es odiada por el resto del mundo" y que "Rusia es el enemigo global". The New York Times concluye que Rusia es ahora "un paria económico" y que se está cayendo un "nuevo telón de acero".

No hay duda de que las sanciones impuestas por las naciones occidentales ricas tendrán un impacto negativo en el régimen ruso, la economía rusa y el pueblo ruso. Los rusos comunes, que actualmente disfrutan de un PIB per cápita que es solo una fracción del tamaño de muchos países occidentales, sufrirán mucho. 

Pero cuando se trata del grado de aislamiento de Rusia, aquellos que se jactan de que Rusia está "aislada" están exagerando el caso. De hecho, muchos de los países más grandes del mundo se han mostrado reacios a participar en los esquemas de sanciones de EE. UU. y, en cambio, han adoptado un enfoque mucho más mesurado. Mientras China, India y otros estados grandes continúen siendo al menos parcialmente simpatizantes de Moscú, proporcionará un gran mercado para los recursos naturales de Rusia y sus otras exportaciones. India y otras naciones importantes han señalado que todavía no aislarán a Rusia. 

Además, si EE. UU. va a exigir que el mundo se alinee con las sanciones de EE. UU., eso significa que EE. UU. tendrá que hacer cumplir su política de sanciones en las naciones reacias. En última instancia, eso significa que EE. UU. deberá amenazar, o en algunos casos, implementar, sanciones secundarias diseñadas para castigar a las naciones que no sancionan también a Rusia. Los efectos a largo plazo de la construcción de un bloque anti-Rusia global coaccionado pueden resultar costosos para Washington y, en cualquier caso, los pronunciamientos de una nueva cortina de hierro cayendo alrededor de Rusia parecen prematuros. 

35 Estados miembros de la ONU, que representan la mitad de la población mundial, se abstuvieron

Para los estadounidenses que ven las noticias en la televisión, sin duda suena como si todo el mundo se hubiera unido detrás de una campaña de rectitud moral dirigida por los estadounidenses contra los rusos. Sin embargo, en gran parte del mundo real, las cosas se ven un poco diferentes. Anthony Faiola y Lesley Wroughton resumieron la situación en The Washington Post la semana pasada:

Muchos países del mundo en desarrollo, incluidos algunos de los aliados más cercanos de Rusia, están inquietos por la violación de la soberanía de Ucrania por parte de Putin. Sin embargo, los gigantes del Sur Global, incluidos India, Brasil y Sudáfrica, están cubriendo sus apuestas mientras China aún respalda públicamente a Putin. Incluso Turquía, miembro de la OTAN, está actuando tímidamente, moviéndose para cerrar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos a todos los buques de guerra, no solo a los rusos.

Así como los espectadores occidentales a menudo se encogen de hombros ante los conflictos extensos en el Medio Oriente y África, algunos ciudadanos de las economías emergentes miran a Ucrania y se ven sin un perro en esta lucha, y con intereses nacionales apremiantes para no alienar a Rusia. En una amplia franja del mundo en desarrollo, los temas de conversación del Kremlin se están filtrando en las principales noticias y redes sociales. Pero evaluaciones aún más mesuradas retratan a Ucrania no como la batalla real entre el bien y el mal de la que Occidente es testigo, sino como un tira y afloja maquiavélico entre Washington y Moscú.

Mientras tanto, James Pindell en el Boston Globe concluye

posiblemente perdido en todos los titulares [sobre la unión del mundo entero contra Rusia] es que no es el mundo entero contra Rusia. De hecho, la mayoría de los tres grandes continentes (Asia, África y América del Sur) todavía están trabajando con Rusia o están tratando de proyectar la imagen de neutralidad.

Sin embargo, es fácil ver por qué tantos llegan a conclusiones equivocadas. Muchos de los que se jactan de un mundo unido contra Rusia a menudo extrapolan el hecho de que la mayoría de los regímenes del mundo votaron a favor de una resolución reciente de la ONU que condena la invasión rusa de Ucrania. De hecho, 141 estados miembros de la ONU votaron a principios de este mes para condenar a Rusia por la invasión. Solo cinco estados, incluida Rusia, votaron en contra de la medida. Se supone a partir de esto que prácticamente todo el mundo ha condenado a Rusia y también está entusiasmado con las sanciones de los EE. UU. 

Sin embargo, 35 estados optaron por abstenerse en la votación que condenaba a Rusia, y muchos de estos estados que se abstuvieron son, de hecho, estados muy grandes, son esos estados grandes del Sur Global mencionados por Faiola y Wroughton. 

De hecho, los estados que se abstuvieron en la votación de la ONU o votaron en contra son estados que contienen más de la mitad, el 53 por ciento, de la población mundial. Entre los estados que se abstuvieron se encuentran China y otros 33 estados que combinados representan más de 3.900 millones de los 7.700 millones de habitantes del mundo. Si combinamos los votos por el "no" con los estados que se abstuvieron, eso agrega más de 200 millones de personas al bloque de estados que se niegan a condenar la invasión de Ucrania. 

Muchos ex estados soviéticos están en el bloque que no vota para condenar a Rusia, al igual que todos los grandes estados del sur de Asia: Pakistán, India y Bangladesh. África también parece encajar bien en la región que aparentemente concluye que no tiene "perro en esta pelea". Casi un tercio de todos los regímenes de África (16 estados) se abstuvieron en la votación de la ONU. Irak, un país en el que Estados Unidos gastó 20 años y trillones de dólares para convertirlo (sin éxito) en un estado cliente de Estados Unidos, también votó a favor de abstenerse.

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Por supuesto, cómo vota un régimen en la asamblea general de la ONU no nos dice mucho sobre las opiniones del hombre de a pie en cada país. Sin embargo, debe tenerse en cuenta, y por más impactante que esto pueda parecer para los estadounidenses, miles de millones de personas en el mundo no están automáticamente de acuerdo con lo que dice el gobierno de los EE. UU. sobre a quién se supone que el mundo debe odiar en un momento dado. En cualquier caso, el hombre de la calle no hace política. Si un tercio de los regímenes en África, la mayor parte del sur de Asia, además de China y Vietnam, ahora se niegan incluso a condenar la invasión de Ucrania, eso no habla exactamente de un mundo que se está alineando para obedecer las sanciones dirigidas por Estados Unidos y "aislar" a Rusia. 

Es cierto que mirar a la población exagerará la influencia geopolítica de estos disidentes, y la población nos da una visión limitada del tamaño de las economías de estos estados. Visto a través de esta lente, encontramos, sin embargo, que el bloque económico de abstencionistas no es precisamente despreciable. Además, incluso entre los países que votaron con EE. UU. sobre la resolución de la ONU han mostrado falta de entusiasmo por las sanciones dirigidas por EE. UU. 

Tanto México como Brasil, por ejemplo, votaron a favor de la resolución de la ONU, pero también han señalado que no están interesados en imponer sanciones severas a Rusia. El presidente de México ha declarado rotundamente que no tiene intención de seguir el ejemplo de las sanciones de Estados Unidos. El régimen de Argentina se resiste a las sanciones y ha declarado que cree que las sanciones son contrarias al proceso de paz. Brasil, Chile, Uruguay y otros estados latinoamericanos están tratando de hacer agujeros en las demandas de sanciones de EE. UU. 

Cuando se trata de África, Pindell señala: 

Al otro lado del océano, ningún país de África, incluida Sudáfrica, se ha sumado al llamado para convertir a Rusia en un caso atípico en las relaciones globales. Algunos si esto tiene que ver con los lazos militares rusos con ciertas naciones, o el hecho de que algunas naciones africanas no sienten la necesidad de involucrarse en las relaciones europeas después de siglos de imperialismo y colonización europeos.

Entonces, ¿qué parte de la economía global probablemente mantendrá lazos con Moscú durante este supuesto período de aislamiento? Bueno, al observar una muestra limitada de los que se resisten a las sanciones, es decir, los PIB de Rusia, India, China, Brasil y México combinados, encontramos que este "bloque" representa un tercio del PIB mundial. (China e India, por supuesto, constituyen la mayor parte de esto). Eso es similar a las economías combinadas de EE. UU. y la UE. 

Érase una vez, por supuesto, estar aislado de los EE. UU. y Europa habría dejado a cualquier paria con solo una pequeña porción del mercado global. En 1990, por ejemplo, EE. UU. y la UE se combinaron para representar más del 40 por ciento de la economía global, mientras que China, India, México, Rusia y Brasil se combinaron para un mísero 18 por ciento. 

Pero las cosas han cambiado en los últimos treinta años, y los dos bloques ahora son iguales:

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Para usar un viejo término de la Guerra Fría, todo esto deja a un tercio de la economía global "no alineada". Como hemos visto, gran parte de África, Asia e incluso América Latina siguen sin estar convencidas de que deben cortar el comercio con Rusia.

Podríamos ser incluso más conservadores que eso al medir la fuerza económica fuera del bloque EE.UU.-UE. Ninguna mirada a la influencia económica geopolítica está completa sin considerar el papel de la riqueza total.

Y aquí es donde Estados Unidos y sus aliados más cercanos parecen más poderosos. Después de todo, según Credit Suisse, el 30 por ciento de la riqueza mundial es riqueza estadounidense, y la riqueza china representa alrededor del 18 por ciento de la riqueza mundial. La riqueza de Europa occidental también es inmensa, con el Reino Unido, Francia, Italia, España y Alemania con un total combinado del 16 por ciento. Entonces, sí, el bloque China-India-Rusia representa solo una quinta parte de la riqueza mundial, mientras que EE. UU. y Europa occidental se combinan para casi la mitad de la riqueza mundial. 

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Pero eso también deja a casi la mitad de la riqueza del mundo en lugares que no pueden darse por sentados en lo que respecta a las sanciones de Estados Unidos.

Cómo Estados Unidos podría terminar aislándose

La gran pregunta ahora es cómo responderá Washington a otros países que se nieguen a subirse al carro de las sanciones. Si EE. UU. decide contentarse con "enviar un mensaje" con sanciones y dejarlo así, entonces tendrá poco de qué preocuparse en términos de mantener buenas relaciones con socios comerciales y socios geopolíticos. Incluso las relaciones con China continuarían en gran medida con normalidad. Pero está quedando claro que la mayoría de los regímenes del mundo no planean arrojar voluntariamente a Rusia a las tinieblas exteriores. Eso significa que si Estados Unidos realmente quiere aislar a Rusia, Washington tendrá que amenazar y coaccionar a otros regímenes que no estén de acuerdo. 

Luego, EE. UU. se pone en la posición de gastar un valioso capital geopolítico para obligar a socios potenciales como India, Pakistán y México a cumplir con las sanciones. Queda por ver hasta dónde está dispuesto a llegar Estados Unidos. Si se lanza a esto, se dañarían las relaciones con los aliados y esto podría terminar limitando la posición geopolítica de EE.UU. Eso, por supuesto, es exactamente lo que a Moscú y Beijing les encantaría ver. 

 

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“Canada sending another $50 million in specialized equipment to Ukraine,” reads a recent headline. “Vladimir...

La guerra de Ucrania y la insoportable hipocresía de los políticos occidentales

“Canadá envía otros 50 millones de dólares en equipo especializado a Ucrania”, se lee en un titular reciente.

“Vladimir Putin ha cometido un terrible error y va a perder esta guerra”, declaró el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, durante su reciente viaje a Varsovia. “Va a perder esta guerra porque la ferocidad, la fuerza y la resolución del pueblo ucraniano que defiende su territorio nos inspira a todos”, agregó el primer ministro canadiense.

Qué valiente de Justin Trudeau dar a los ucranianos algunas armas ligeras y luego alentarlos a luchar contra los ejércitos rusos abrumadoramente superiores. Qué valiente de su parte pedirles que mueran mientras luchan por su causa perdida.

Qué paradójico que Justin Trudeau exalte a otros para que mueran una muerte tan heroica.

Hace solo unas semanas, él mismo tuvo la oportunidad de mostrarle al mundo algo de su propio coraje cuando los pacíficos camioneros canadienses se dirigieron a Ottawa para protestar por sus onerosos cierres y mandatos de vacunas.

¿Recuerdas lo que hizo el valiente Trudeau?

¡Rápidamente se escapó mucho antes de que los camioneros llegaran a las afueras de su capital!

Permaneció escondido durante semanas en un lugar no revelado cuidado por su equipo de seguridad extenso y bien armado. Los guardaespaldas de Trudeau se aseguraron de que no se acercara a su propia gente que vino a pedirle pacíficamente que eliminara las medidas opresivas y totalitarias con las que había atormentado a su nación durante casi dos años.

Ahora este hombre cobarde ha salido de su escondite y desde la seguridad acolchada de su posición elevada está animando a gritos al pueblo ucraniano a ir y morir bajo la lluvia de balas y bombas rusas.

¿Puede haber espectáculo más patético?

Tenga en cuenta cuidadosamente lo que está haciendo Trudeau. Toma el dinero de los impuestos de sus propios ciudadanos, las mismas personas a las que oprime tan despiadadamente en casa, y con ese dinero adquiere armas para el pueblo ucraniano para que puedan morir luchando contra los ejércitos rusos, muy superiores.

Lo que es aún peor es que esta terrible crisis ha sido provocada por globalistas occidentales como Trudeau, que desestimó flagrantemente las legítimas preocupaciones de seguridad de Rusia. Como sabrán, los rusos han estado insistiendo durante años en que la presencia de la OTAN en Ucrania era una línea roja para ellos. Pedir que la OTAN no fuera llevada a su puerta era sin duda una demanda justificable, como afirmarían la mayoría de los expertos en geopolítica. Estados Unidos o Canadá nunca permitirían que Rusia les hiciera algo similar. Y, sin embargo, condenan a Rusia por lo mismo que ellos mismos harían si la situación fuera al revés.

El cerco de Rusia por la OTAN alrededor de su frontera occidental

Esto es hipocresía pura y simple. Y esta hipocresía combinada con la absoluta falta de sensibilidad ante las súplicas justificadas de una gran potencia nuclear ha llevado al conflicto que ahora se está desarrollando en Ucrania justo ante nuestros ojos. La calamidad ahora amenaza con extenderse más y convertirse en una confrontación nuclear entre las dos naciones más fuertemente armadas del mundo.

Cuando se trata de investigar objetivamente las causas de este conflicto, es difícil no concluir que la culpa de esta tragedia recae en gran medida en los globalistas occidentales que empujaron sin sentido la expansión de la OTAN hasta la frontera con Rusia.

Para encubrir sus errores y fechorías, rápidamente crearon el mito de un Putin loco asesino. Esto es obviamente falso. Puede que Putin no sea el tipo más amable, pero ciertamente no está loco ni es irracional. Muy por el contrario, lo que está intentando hacer es proteger los intereses de seguridad de su país que han sido tan tonta y altaneramente descartados por los políticos occidentales.

Putin está tratando de cumplir su objetivo de infligir el mínimo daño en este lamentable conflicto. De ahí la aparente lentitud del avance ruso. Los rusos están haciendo todo lo posible para minimizar las bajas civiles. Han estado creando corredores de seguridad para que los ucranianos puedan salir, algo que los combatientes ucranianos se han esforzado por evitar. Ante el abrumador poderío ruso, necesitan que los civiles permanezcan en su lugar para poder usarlos como escudos humanos. Putin ahora enfrenta esencialmente el mismo problema que enfrentamos en Irak, donde los insurgentes se escondían detrás de los civiles mientras intentábamos conquistar sus ciudades.

Hay un video revelador de la ciudad de Kherson, en el sur de Ucrania, que los rusos lograron tomar. En este video podemos ver a los soldados rusos, posicionados en sus tanques y vehículos blindados, siendo protestados por los khersonianos. Los manifestantes ondean banderas ucranianas, filman las escenas con sus iPhones y maldicen libremente a los soldados rusos en sus caras mientras caminan entre armas y equipos rusos.

Mire a los ucranianos protestando y maldiciendo a sus ocupantes rusos

En un momento, se escuchan algunos disparos en el fondo, pero parece que los insurgentes los dispararon al aire o a los soldados rusos, ya que los manifestantes no parecen estar preocupados y continúan su marcha mientras lanzan insultos a los ocupantes rusos.

Uno puede estar seguro de que los camioneros canadienses solo desearían que Trudeau les brindara la misma cortesía cuando vinieron a pedir alivio de sus tiránicos cierres y mandatos. Pero en lugar de reconocer sus justas demandas, Trudeau siguió insultándolos, llamándolos "terroristas" mientras los comparaba con nazis y racistas. Incluso los acusó del delito más despreciable de ser “misóginos”. (Es realmente difícil ver de dónde vino eso).

Como si esto no fuera suficiente, Trudeau tomó el dinero de los camioneros y prometió procesar a todos los que habían contribuido a su causa. Y luego envió a los rufianes de sus servicios de seguridad a pisotear y golpear a los manifestantes pacíficos.

Ahora este hombre cobarde e hipócrita nos dice que es Vladimir Putin quien de alguna manera amenaza nuestros derechos y la democracia. A diferencia de nuestros propios líderes, Vladimir Putin no nos ha quitado ninguna de nuestras libertades o libertades civiles. No nos ha encerrado, no nos ha ordenado usar máscaras, no ha restringido nuestro derecho a hablar o viajar ni nos ha obligado a ponernos inyecciones ineficaces y peligrosas contra nuestra voluntad. Putin no nos ha ordenado que nos mantengamos alejados de nuestro negocio, escuela o calle. Tampoco ha dado motivos para creer que tiene intención de hacerlo. Nuestros líderes, por otro lado, nos han hecho todas esas cosas y más. En lo que respecta a Putin, todo indica que solo quiere mantener a su país a salvo de los globalistas occidentales que desean eliminarlo han hecho en otros lugares.

Habiendo provocado a Putin para que tomara medidas precipitadas, ahora lo colocan como el máximo villano del mundo en su esfuerzo por redirigir la frustración y la ira de sus propias poblaciones por sus propios excesos totalitarios en casa. Han tenido un éxito notable ya que los pueblos occidentales ahora protestan con entusiasmo contra alguien que nunca les ha hecho ningún daño y participan obedientemente en el ritual diario de odio de dos minutos.

Feliz por cómo están saliendo las cosas, el pequeño totalitario Trudeau ahora insta valientemente a los hombres ucranianos a armarse de valor y correr contra los tanques rusos para que puedan volar en pedazos.

Sin embargo, tenemos una pregunta para el primer ministro canadiense: ¿dónde se escondía, señor, cuando los camioneros pacíficos vinieron a hablar con usted en Ottawa el mes pasado? ¿Dónde estaba entonces tu heroísmo?

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Un actor de Hollywood, ex político, ex fisicocultor. Mensaje pacífico y realista, más allá de la cuota de sentimientos del man.

https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/arnold-schwarzenegger-le-envio-un-mensaje-al-pueblo-ruso-esta-es-una-guerra-ilegal-no-es-para-nid17032022/?outputType=amp 

 

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¿Es la guerra buena para la economía de EE. UU.? La industria armamentista ya está facturando millones

Con el colapso de la URSS y como consecuencia del fin de la Guerra Fría se había pensado que las guerras y las tensiones geopolíticas iban a ser cosa del pasado; nada más alejado de la realidad. Desde las guerras de Irak, Afganistán y Siria hasta todo tipo de conflictos étnicos y religiosos demuestran que el mundo no ha gozado de largos periodos de paz. Pero la guerra más reciente entre Rusia y Ucrania es algo diferente. Desde hace varias décadas no se veían tantos países involucrados, al menos indirectamente, en un conflicto. Por eso, ha sido tan común ver todo tipo de titulares anunciado mayores gastos en armamento y defensa, incluso en países considerados neutrales o pacifistas. Y de todo ese miedo generalizado siempre resulta un gran beneficiado: la industria armamentista.

¿Por qué una guerra es la mejor publicidad gratuita para esta industria?¿En realidad la guerra es tan buena para la economía?¿Quién es realmente el que financia las guerras?

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¿Quién es uno de los principales accionistas de la industria armamentista rusa que le vende armas al Kremlin? Putin.

El demente expansionista Putin ha asesinado ya a 110 niños ucranianos en sus constantes ataques contra blancos civiles. Y en rrss los izquierdistas chilenos celebran este infanticidio, como buenos abortistas que reemplazan a los hijos por perros y gatos.

Qué potente el mensaje de Reinier Wulfcastle que puso el colega Nuevo2020, la cagó. El pueblo ruso ya está protestando masivamente contra el orate expansionista; y yo apostaría mi verga a que hasta los mismos pacos rusos que detienen a los manifestantes les encuentran razón. 

Operación Valkiria no más. Algún petrolero árabe debe ofrecer unos 100 millones de petrodólares por la cabeza de Vladimir Hitler.

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ELLIBERO.CL

Libros históricos Hambruna roja: la guerra de Stalin contra Ucrania – Anne Applebaum. Editorial Debate, enero...

Para entender el conflicto en Ucrania

Una selección de libros, novelas y documentales que ayudan a comprender el origen de los roces entre ese país y Rusia.

Libros históricos

Hambruna roja: la guerra de Stalin contra Ucrania – Anne Applebaum. Editorial Debate, enero 2019, 742 páginas.

Para los que apenas pueden entender por qué Rusia invadió Ucrania, lo central se presenta en este libro. En 1929, Stalin lanzó su “segunda revolución”, una política de colectivización agrícola que obligó a millones de campesinos a dejar atrás sus tierras y trasladarse a granjas colectivas. El resultado fue una hambruna espantosa, conocida como “Holodomor”, la más mortífera de la historia europea. Alrededor de cinco millones de personas murieron entre 1931 y 1933 en la URSS. Pero en vez de mandar ayuda, el estado soviético aprovechó el desastre para librarse de ciudadanos que le ocasionaban un problema político. Con una narrativa devastadora, lúcida y decisiva, que logra capturar el horror de la gente común que lucha por sobrevivir.

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El hombre sin rostro: El sorprendente ascenso de Vladimir Putin – Masha Gessen. Editorial Debate, mayo 2012, 316 páginas.

Es la fascinante historia de cómo Vladimir Putin, un agente mediocre del KGB, llegó a la presidencia de Rusia, deshizo años de avances y convirtió al país en una amenaza para sus ciudadanos y para el mundo. 

Putin es descrito como un monstruo obsesionado por el control, cruel hasta extremos, mafioso, cínico, vengativo, corrupto y escéptico, responsable del retroceso democrático ruso de los últimos diez años, empeñado en la recuperación de la “Mother Russia” y con el deseo insaciable de tener lo que pertenece a otros. 

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La revancha de los poderosos: Cómo los autócratas están reinventando la política en el siglo XXI – Moisés Naím. Editorial Debate, febrero 2022, 416 páginas.

¿Qué es este nuevo enemigo que atenta contra nuestra libertad, nuestra prosperidad y hasta nuestra supervivencia como sociedades democráticas? La respuesta es el poder, en una forma nueva y maligna. En todas las épocas ha habido una o más formas de maldad política; la que estamos viviendo hoy es una variante vengativa que imita la democracia al tiempo que la corroe y desecha cualquier limitación. Parece que el poder haya estudiado todos los controles concebidos por las sociedades libres durante siglos para evitarlos y, después, contraatacar. Por eso es posible afirmar que estamos ante la revancha de los poderosos.

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Una muy breve historia de Rusia – Geoffrey Hosking. Alianza Editorial, mayo 2014, 224 páginas.

El historiador hace un repaso de la historia de Rusia, desde la Rus de Kiev hasta el desmantelamiento y descomposición de la Unión Soviética. Se analiza y exponen los elementos, problemas e hitos fundamentales que han ido conformando la historia de una nación marcada por su enorme extensión, su situación estratégica, la multitud de etnias que lo habitan, sus escasos accesos al mar y la vulnerabilidad de sus fronteras.

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Ucrania. De la Revolución del Maidán a la Guerra del Donbás – Rubén Ruiz Ramas (ed. lit.) Comunicación Social, 2016, 412 páginas.

Este estudio colectivo presenta un análisis de la situación de Ucrania y su crisis desde 2013 en el contexto de la geopolítica internacional. Expertos españoles en territorios postsoviéticos analizan el conflicto desde las manifestaciones proeuropeístas de la revolución del Maidán en 2014, pasando las protestas prorrusas que propiciaron la llamada guerra del Donbás hasta la supuesta “congelación” del conflicto en el otoño de 2015.

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El fin del «Homo sovieticus» – Svetlana Aleksiévich. Editorial Acantilado, 2015, 656 páginas.

La Nobel de Literatura bielorrusa (nacida en Ucrania) relata la Rusia post Unión Soviética y recoge testimonios de la misma comunidad, donde cuentan cómo se han readaptado a unas condiciones de vida lamentables y se empeñan en mantener viva la memoria de la tragedia que fue la URSS. Entre las voces se encuentran madres deportadas con sus hijos y entusiastas de la implementación de la perestroika, golpeados por la llegada del capitalismo.

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Medianoche en Chernobyl: La historia no contada del mayor desastre nuclear del mundo – Adam Higginbotham. Febrero 2019, 560 páginas.

El peor desastre nuclear que le ha sucedido a la humanidad. Con estas palabras se resume este fascinante relato acerca de la gestación y el posterior fracaso jamás experimentado. Considerado un fracaso ruso, sucedió dentro de las fronteras de Ucrania. El autor cuenta las espantosas consecuencias y la historia real que hay detrás de la propaganda, el secretismo y la desinformación proveniente de un gobierno y una elite deshonesta e indiferente de lo que ahí sucedió. 

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El Gran Terror: las purgas de Stalin de los años 30′ – Robert Conquest (1968). Caralt Editores, enero 1974, 704 páginas. Oxford University Press, 1990, 101 páginas.

El llamado “notario” de los crímenes de Stalin, documenta en este formidable libro la Gran Purga de Stalin durante los años 30 y la criminal hambruna a la que fue sometido el pueblo ucraniano. El historiador británico consultó archivos rusos y recogió innumerables testimonios, exponiendo los hechos sin adorno y con un lenguaje claro, de manera que éstos hablan por sí solos.

Este libro cambió la forma de pensar de algunos y disipó las dudas de otros cuando fue publicado en 1968, año de la invasión soviética en Checoslovaquia, en respuesta a la Primavera de Praga. Una versión revisada y corregida del libro, denominada “El Gran Terror: una reevaluación” (The Great Terror: A Reassessment), fue publicada 22 años después, en 1990, luego de que Conquest —gracias a la política de glásnost implementada por Mijaíl Gorbachov— pudiese consultar archivos soviéticos clasificados. 

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The Crimean Nexus: Putin’s War and the Clash of Civilizations – Constantine Pleshakov. Yale University Press, 2017, 216 páginas.

Nativo de Yalta, Pleshakov ofrece una mirada a uno de los puntos críticos en las relaciones internacionales actuales: la primera ocupación y anexión del territorio de una nación europea por otra desde la Segunda Guerra Mundial.

Este relato ilustra cómo la guerra de poder que se desarrolla en Ucrania es un choque de visiones del mundo incompatibles. Para EE. UU. y Europa, Ucrania es un país que lucha por la autodeterminación frente a la nostalgia imperial de Rusia. Para Rusia, Ucrania es una “nación hermana”, donde el expansionismo de la OTAN amenaza sus propias fronteras. En la propia Crimea, los tártaros nativos son musulmanes que se oponen con vehemencia al dominio ruso. 

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Novelas

El baile de Natasha – Orlando Figes. Editorial Taurus, 2022, 736 páginas.

La historia de Rusia ha oscilado principalmente entre opuestos: Moscú-San Petersburgo, capital-provincia, ateísmo-fervor religioso, Oriente-Occidente, razón-pasión, cosmopolitismo-nacionalismo, delator-represaliado, amnesia-memoria. De una situación vivida por la protagonista, derivan las preguntas que subyacen en los ocho capítulos: ¿Qué significa ser ruso? ¿Cuáles son el lugar y la misión de Rusia en el mundo? ¿la Rusia genuina se encontraba en Europa o en Asia, en San Petersburgo o en Moscú, en el imperio del zar o en la aldea enfangada donde vivía el tío de Natasha?

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The Orphanage – Serhij Zhadán (en inglés). Yale University Press, 2017, 335 páginas.

Libro del poeta, novelista, ensayista y traductor ucraniano Serhij Zhadán con una historia devastadora de la lucha de los civiles atrapados en el conflicto en el este de Ucrania. Una cruda novela en la que relata la historia de un profesor de lengua ucraniana que, cuando soldados hostiles invaden una ciudad vecina, parte hacia el orfanato donde vive su sobrino Sasha, ahora en territorio ocupado, para traer el niño a casa.

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Guerra y paz – León Tolstói (1865-1869). Edimat Libros, 2016, 640 páginas.

Fascinante y clásica novela situada entre 1805 y 1813, en la Rusia convulsionada por la amenaza napoleónica. Abarca desde las grandes batallas que valieron la gloria a Napoleón, como Austerlitz, hasta el incendio de Moscú y la retirada del ejército francés en medio del frío y de las penalidades. 

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El maestro y Margarita – Mijaíl Bulgákov (1930). De Bolsillo, 2014, 480 páginas.

Bulgákov hace una sátira de la sociedad soviética, con su población hambrienta, sus burócratas, sus aterrados funcionarios y sus corruptos artistas. Sobre Moscú desciende Satán bajo la forma de un profesor de ciencias ocultas, y suceden prodigios que trastornan la vida de los moscovitas. Entre los afectados está Margarita, a la que Satán ofrece, a cambio de su compañía en una fiesta, la liberación de su amante, el maestro, que se encuentra en un psiquiátrico después de la mala acogida de su obra sobre Poncio Pilato (que esconde a la figura de Stalin) y Yehosua. Una de las obras maestras de la literatura del siglo XX.

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Tarás Bulba – Nikolái Gogol (1835). Losada, 2011, 192 páginas.

Relato de las guerras entre cosacos y polacos en tierra ucraniana, una novela inspirada por su tatarabuelo. El sentido de honor, fuerza y valor hacen este personaje literario de gran interés y un ejemplo de héroe nacional. Esta novela fue motivo de disputa cuando se tradujo al ucraniano eliminado referencias a la patria rusa.

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Documentales

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Invierno en llamas: La lucha de Ucrania por la libertad  Dirección: Evgeny Afineevsky, 2014. Netflix.

Recorre los eventos durante el invierno de 2013 y 2014 en las calles de Kiev y que son uno de los tantos antecedentes que pueden ayudar a explicar el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania. Muestra la ola de protestas que se produjeron luego de que el entonces presidente Víktor Yanukóvich –aliado de Valdimir Putin– incumpliera su promesa electoral de firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea. La revuelta se concentró en la plaza Maidán de Kiev y se prolongó por 93 días. Las manifestaciones fueron duramente reprimidas y culminaron con el derrocamiento del Mandatario, que huyó a Rusia. Pocos días después, Putin forzó la anexión de la península ucrania de Crimea. El documental, que estuvo nominado al Oscar, intercala entrevistas con violentas imágenes de la revuelta.

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Solo conocen a Putin – Dirección: Deutsche Welle, 2020. Canal de YouTube de Deutsche Welle.

Documental que reúne a varios jóvenes rusos nacidos durante este siglo, cuando Vladimir Putin ya había llegado al poder en Rusia. Unos lo apoyan y otros lo detestan, pero lo que tienen en común es que todos ellos solo conocieron el país bajo su régimen.

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 Europe would have been immeasurably better off had its regimes chosen "appeasement"...

Ahora debemos aprender la lección de 1914, no la lección de 1938.

Con los defensores de la intervención militar y la guerra, siempre estamos en 1938, y todo intento de sustituir la escalada y la guerra por la diplomacia es un "apaciguamiento". 

La semana pasada, por ejemplo, la legisladora ucraniana Lesia Vasylenko acusó a los líderes occidentales de apaciguamiento por la invasión de Ucrania por parte de Moscú, afirmando: "Esto es lo mismo que en 1938, cuando también el mundo y Estados Unidos en particular apartaban la vista de lo que estaba haciendo Hitler y su Partido Nazi". La semana anterior, el legislador estonio Marko Mihkelson declaró: "Espero estar equivocado, pero aquí huelo a 'Munich'".

Estas, por supuesto, son referencias a la notoria conferencia de Munich de 1938 cuando el primer ministro del Reino Unido, Neville Chamberlain (y otros) acordaron permitir que la Alemania de Hitler anexara los Sudetes en Checoslovaquia como un medio para evitar una guerra general en Europa. El "apaciguamiento", por supuesto, no logró evitar la guerra porque el régimen de Hitler en realidad planeaba anexar mucho más que eso. 

Desde entonces, la "Lección de Munich" para los defensores de la intervención militar es que siempre es mejor intensificar los conflictos internacionales y enfrentar a todos los agresores percibidos con la fuerza militar inmediata en lugar de aceptar el compromiso o la no intervención. 

Los estadounidenses han hecho referencias similares con expertos desde Larry Elder hasta Peter Singer, salpicando sus reflexiones sobre la Guerra de Ucrania con la analogía de Munich. Uno solo necesita ingresar "Munich" y "1938" en una búsqueda de Twitter para recibir una cantidad aparentemente interminable de tweets de nuevos expertos en política exterior estadounidense sobre cómo algo menos que la Tercera Guerra Mundial es Munich de nuevo. Históricamente, innumerables políticos estadounidenses también han usado la analogía. Los Guerreros Fríos de la década  de 1980 denunciaron los esfuerzos de Ronald Reagan para limitar las armas nucleares como un apaciguamiento al estilo de Munich. Los republicanos afirmaron rutinariamente que la diplomacia iraní de Obama era la misma

Pero no es, de hecho, el caso de que todo acto de diplomacia o compromiso diseñado para evitar la guerra sea un apaciguamiento. Además, podemos encontrar innumerables ejemplos en los que la no intervención y la negativa a escalar una situación fue, o habría sido, la mejor opción. 

En otras palabras, no siempre es 1938. En lugar de fijarse en la "Lección de 1938", la mejor lección para aprender es a menudo la "Lección de 1914" o quizás incluso las lecciones de 1853, 1956 o 1968. En todos estos casos, la escalada militar fue, o habría sido, la   respuesta equivocada . Además, en la era de las armas nucleares, algo que no existía en 1938, el mundo es un lugar diferente y la confrontación con una potencia nuclear podría provocar el fin de la civilización humana. Discutir de manera informal las demandas de una "zona de exclusión aérea", lo que significaría una guerra con Rusia, es irresponsable y el tipo de retórica adecuada para un mundo no nuclear que dejó de existir hace muchas décadas. 

Los fundamentos de las "Lecciones de Munich"

La supuesta Lección de Munich se asienta sobre dos pilares básicos. La primera es la suposición de que cualquier acto de agresión militar conducirá a muchos más actos de agresión militar si no se le contrarresta con fuerza. Es básicamente una variación de la teoría del dominó: si una nación se somete a la conquista de un vecino agresivo, otras naciones pronto se verán obligadas a someterse también. Esto supone que cada estado supuestamente agresivo tiene las mismas motivaciones que la Alemania nazi y es plausible que busque una gran cadena de conquistas militares en toda la región en numerosos estados. 

El segundo pilar de la Lección de Munich es que, dado que es probable que cada acto militar agresivo conduzca a muchos más, la única opción realista es hacer frente a la agresión con una escalada y una respuesta sin concesiones. 

Esta es precisamente la razón por la que los defensores occidentales del aventurerismo militar equiparan repetidamente a Hitler con todos los líderes extranjeros que no gustan a las élites occidentales. O, como se señaló en The Conversation:

Este tipo de paralelismo no es nuevo; se utiliza cada vez que hay un nuevo enemigo en el que la opinión pública debe centrarse. En los últimos años, según la retórica occidental, Adolf Hitler aparentemente ya se ha reencarnado varias veces, como Saddam Hussein, Mohammad Qaddafi, Mahmoud Ahmadinejad y más.

En 2022, Putin es el nuevo Hitler, lo que necesariamente significa para algunos que cualquier fracaso en responder a la invasión rusa con una respuesta militar en toda regla de Occidente es un apaciguamiento al estilo de Munich. 

El hecho de que los eventos de 1938 sean tan conocidos por tantos ha ayudado considerablemente a impulsar la narrativa de que el compromiso o la no intervención es apaciguamiento. Para la mayoría de los estadounidenses, es probable que sea el único evento en la historia de la diplomacia del que realmente saben algo. No importa el hecho de que la Lección de Munich a menudo ha demostrado ser bastante inaplicable al mundo moderno. Como señaló Robert Kelly en la publicación apenas no intervencionista de 1945

Sin embargo, esta imagen aterradora de fichas de dominó que caen no es históricamente común, afortunadamente. Fue en los años 30, pero no fue, por ejemplo, en la Guerra Fría. Los agresores no siempre interpretan una victoria en el lugar en el sentido de que pueden empujar automáticamente otras 'fichas de dominó'. La disuasión está estructurada por factores locales e históricos; algunos compromisos son mucho más creíbles que otros. Entonces, aunque EE. UU. perdió en Vietnam, Corea del Norte o Alemania Oriental no atacaron a Corea del Sur o Alemania Occidental, al igual que EE. UU. no atacó a Cuba o Nicaragua después de la derrota soviética en Afganistán.

En Ucrania, eso significa que la reticencia occidental a luchar directamente contra los rusos en Ucrania no significa automáticamente que Putin pondrá a prueba el compromiso de seguridad colectiva de la OTAN o que China atacará Taiwán.

Pero nada de esto importa cuando el público cree lo que dicen los políticos y los medios de comunicación sobre cómo cada estado canalla es el equivalente de la Alemania nazi. No hay ninguna lección de política exterior que aprender excepto la de oponerse a cada nuevo "Hitler".

La lección de 1914 

Sin embargo, hay otras lecciones que compiten por aprender. Se pueden encontrar lecciones, por ejemplo, con el período previo a la Guerra de Crimea en 1853 o la Crisis de julio de 1914. (Pregúntele al estadounidense promedio sobre cualquiera de estos y probablemente recibirá una mirada en blanco).

En ambos casos, los regímenes afirmaron que estaban contrarrestando la agresión de estados extranjeros y protegiendo a los "aliados" o a las minorías oprimidas en las tierras que estaban siendo conquistadas. 

El período previo a la Primera Guerra Mundial proporciona una historia especialmente aleccionadora en la que las principales potencias se apresuraron a intervenir en nombre de los aliados de apoyo. El régimen austríaco lanzó un ultimátum a los serbios y los rusos, con el apoyo de Francia, la democracia más grande de Europa, se movilizaron en apoyo del aliado tradicional Serbia. Los alemanes luego se movilizaron en apoyo de Austria-Hungría. Más tarde, los regímenes del Reino Unido y los Estados Unidos emplearon propaganda sobre presuntos crímenes de guerra alemanes en Bélgica para asegurarse de que sus respectivos países entraran en guerra. Los políticos británicos también afirmaron que deben intervenir para ayudar a los aliados británicos de la Entente a resistir la agresión. Siguieron cuatro años de derramamiento de sangre prevenible y completamente inútil. Gracias a los llamados a oponerse a la agresión y defender a los aliados, lo que debería haber sido una guerra regional en los Balcanes se convirtió en una gran guerra en toda Europa. Peor aún, con el Tratado de Versalles y la inclusión de la absurda cláusula de "Culpabilidad de guerra" contra Alemania, la guerra preparó el escenario para la mucho más destructiva Segunda Guerra Mundial. 

Sin embargo, la guerra fue el resultado de que los regímenes hicieran, desde sus propias perspectivas, lo que dicta la "Lección de Munich": precipitarse a la guerra e inmediatamente escalar y confrontar a los "enemigos" con la fuerza militar en nombre de contrarrestar la agresión.

La Lección de 1914 es ciertamente instructiva hoy. La escalada es extraordinariamente imprudente, especialmente si existe el potencial de convertir guerras limitadas en desastres a gran escala. Además, en el caso de Estados Unidos, la complejidad de las causas de la guerra significaba que no había ninguna razón justificable para que Estados Unidos entrara. No hubo un "buen chico" en la guerra y la participación estadounidense solo extendió aún más el derramamiento de sangre. 

Afortunadamente, a pesar de sus pretensiones de ser el garante global de la libertad siempre y en todas partes, Estados Unidos se ha comportado, al menos dos veces, como si hubiera aprendido la Lección de 1914. La primera fue en 1956 cuando los tanques soviéticos entraron en Hungría cuando el régimen húngaro, un estado ostensiblemente soberano, se volvió demasiado engreído para adaptarse a Moscú. Entonces, el poderío militar soviético se movió para asegurar que Hungría permaneciera lo suficientemente bajo el control de Moscú. Miles de húngaros fueron asesinados. ¿Se movilizó la OTAN contra esta agresión? ¿Eisenhower preparó los bombarderos estadounidenses? No.

Luego, en Praga en 1968, la resistencia checoslovaca a Moscú condujo a una invasión de 200.000 tropas extranjeras y 2.500 tanques de los regímenes prosoviéticos del Pacto de Varsovia. Una vez más, Estados Unidos no tomó ninguna medida. 

Esta, por supuesto, fue la decisión correcta por parte de los EE. UU. y la OTAN. Prestar atención a la Lección de Munich, por otro lado, habría significado una confrontación directa entre la OTAN y la Unión Soviética, una confrontación de facto entre los Estados Unidos y la URSS. Esto habría aumentado considerablemente la probabilidad de una guerra nuclear global.

Naturalmente, algunos activistas antisoviéticos gritaron "¡apaciguamiento!" en el momento. Afortunadamente, fueron ignorados. Sin embargo, una diferencia curiosa entre 1956 y ahora es que, en ese momento, la mayoría de los críticos de la inacción estadounidense pertenecían a la derecha antisoviética. Hoy en día, es en la izquierda donde encontramos mayoritariamente a quienes aúllan sobre Munich y presionan alegremente por una guerra entre Estados Unidos y Rusia mientras minimizan el riesgo de un apocalipsis nuclear. Pero aquellos que ahora exigen la Tercera Guerra Mundial son un ejemplo aleccionador de lo que sucede cuando nos obsesionamos con la Lección de 1938 e ignoramos la Lección de 1914. 

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