Blade Runner

Los hermanitos Reid fueron conocidos por ese gran nombre que es The Jesus & Mary Chain. Banda de culto y a la vez de éxito comercial, lograron varios hits, pero este es el mas reconocido.

El caso de Madness es diferente y quiza si merece topic aparte: fueron considerados un chiste por varios años pero tras la fiesta y las poses, Madness tiene una larga carrera de éxitos y hits. Incluso tocaron en las Olimpiadas de Londres. Y algunas de sus canciones son pequeñas viñetas de la vida en Londres. Tiene al menos 4 o 5 temas emblema, pero con este lograron la consagración.

Y obviamente...

Esperar Dunkirk, de Nolan...

Y la Señora Fifa lo volvió a hacer: Tras la esperable defensa de la Afa, fue levantado el castigo de 4 fechas que pesaba sobre su Capitán Leonel Messi. Con Sampaoli en la mira y con un plantel al completo, no pocos apuestan por el repunte argentino. Pero la culpa jamás ha sido del chancho: Como iba la Fifa a armar un Mundial poniendo en duda la presencia del mejor jugador del momento? (Aunque para mí, el presente de Cristiano Ronaldo es mejor). La cosa es que chanchullos más chanchullos menos, la Albiceleste contará con su chiche para lo que se le viene. Los uruguayos, próximos rivales de Argentina en el Centenario de Montevideo, están con sangre en el ojo, con ese odio parido que hay entre rioplatenses, con anuncios de que Messi va a recibir de todo y un largo etc. Corta: a llorar a la Fifa.

Entre toda esa gente, me quedaria con un mano a mano entre Paulsen y Mosciatti. Menos mal que no esta Melnick. Ese tipo si que hablaba huevadas.

Cuando The Rolling Stones comenzaban sus andaduras en el mundo de la música, solo eran unos peleles hasta que apareció Charlie Watts. Porque ni Keith Richards era tan bueno ni Mick Jagger tan provocador. Les faltaba la seriedad y el profesionalismo de un batero que ya llevaba años de circo, dueño de un golpe que podía adaptarse a sus variados tonos y ritmos. Con Watts en las baquetas, los Stones por fin, pudieron dar la talla.

La leyenda dice que Benny Benjamin, producto de esa terrible adicción al alcohol que se lo llevaría en 1969, dormía plácidamente una monumental mona en pleno estudio de grabación. Berry Gordy, jefe supremo de esa máquina de construir carreras y éxitos como era Motown Records, lo despertó de súbito y Benjamin, en una mezcla de sueño y agitación, exclamaría "Papa Zita", frase que nunca pudo explicar de dónde salió y que se convirtió de inmediato en su apodo por excelencia. Papa Zita era tan completo que Berry Gordy, famoso por soportarles bastante poco a sus estrellas de Motown, le perdonaba todo y lo que sea a Benny, con tal de que estuviera siempre presente. Es más: Gordy solo trabajaba con Papa Zita en su afamado estudio, negandose de plano siquiera considerar la idea de reemplazar al gran batero quien sería mentor nada menos, que de todo un Little Stevie Wonder. "Tenía un pulso que mantenía el ritmo mejor que un metrónomo". Y si lo dice Berry Gordy, mucho de razón debe tener. https://www.youtube.com/watch?v=6IUG-9jZD-g

Si no ubicas el nombre de Hal Blaine, entonces debes preocuparte. Blaine es el batero por excelencia de Los Angeles, músico de sesión para productores de la talla de Phil Spector y para músicos del calibre de Frank Sinatra, Beach Boys y el mismisimo Rey, quien exigía bajo contrato la presencia de Blaine en sus discos de estudio. Algo más? 40 canciones número 1, más de 150 en el Top Ten, y por masacre el baterista más grabado de la historia. Tanto así, que el mismo Blaine dice, con esa humildad y extrema sencillez que lo caracteriza "Perdí la cuenta después del número 35.000". Pedazo de Crack.

Mike Joyce quizás no figure en los podios bateros, pero lo suyo, al igual que a su colega bajista Andy Rourke, era estirar bien y firme los brazos, todo para poder estar a la altura de los requerimientos de Morrissey y de Johnny Marr, para esa amplia amalgama de estilos que eran The Smiths. Sobrio y eficaz.

Antes que la leyenda Buddy Rich, estaba Gene Krupa. El día de hoy podemos ver algunas de sus acrobacias como algo frecuentes, pero entre todos, él las hizo primero, a él se les ocurrió esos trucos en apariencia sencillos, pero a la larga super eficaces. Imaginación y creatividad al servicio de la batería. El primero en romper los límites.

Cuando a fines de los 80 la fusión entre la música de baile y las guitarras ácidas amenazaba con conquistar el mundo, todo el mundo comenzó a (re)mirar a Manchester y a sus dos principales puntas de lanza, como The Stone Roses y Happy Mondays. Pero si los Mondays eran músicos correctos, en The Stone Roses todos admiraban la pose de Ian Brown, la imaginación de John Squire, el ritmo de Gary Mounfield y, por sobre ellos, la técnica depurada de Alan Wren, más conocido como Reni. El gran Reni marcaba firme los fabulosos ritmos de canciones complejas como Fools Gold o Shoot you down sencillamente elevaba a la banda al próximo nivel. No en vano su primer disco es tan brillante que se cataloga entre los mejores salidos de UK.

Pagar al final es de doble filo, porque entre tanto hueveo, nunca se sabe que se termina pagando. Y si te das cuenta, las minas la gran mayoria de las veces te piden que pagues al final. Mas claro echarle agua. Yo, consumo que me mando y se paga al toque. Y siempre con billetes de luca, asi es mas facil para uno.

Cosa de gustos no más. Este local desde que recuerde siempre me ha gustado caleta.

Para meternos de lleno: Aaron Hernández era un jugador de Fútbol Americano que pertenecía a la plantilla de los New England Patriots. De ascendencia portorriqueña e italiana, destacó desde muy joven en las ligas de secundaria y colegial como joven promesa y fue elegido en el Draft de 2011 por el elenco de Boston en la posición de ala cerrada. Sus primeras temporadas fueron tremendas, catapultandolo al status de Todoestrella, al lado de figuras de la talla de Tom Brady o Rob Gronkowski y garantizandole un contrato de 5 años y 40 millones de dólares, algo poco usual para la posición y para la edad de Hernández, 23 años. Pero si bien en los emparrillados Aaron Hernández brillaba con luz propia, fuera de ella los conflictos de todo tipo hicieron estragos en la figura de New England. El descontrol en que cayó Hernández fue absoluto y repentino, teniendo como punto cúlmine su condena de cadena perpetua por homicidio calificado. Poco antes, había sido también investigado por otro homicidio en el cual su grado de participación no pudo ser demostrada. Los Patriots, como es obvio, cortaron al jugador de su plantilla, quedando Hernández, tal como su rápido ascenso, sin nada ni nadie en un par de días. El hecho es que Aaron Hernández, ex estrella de la NFL, se ahorcó en su celda el día de ayer. Un drástico punto final para un jugador que en su vida no conoció puntos medios. La muerte de Hernández causó conmoción en USA del mismo modo en que impactó con su juego en la liga y su rápida caída a los abismos. El hecho de que fuera investigado por un crimen, zafar por los pelos para luego cometer un asesinato y ser enjuiciado de por vida por eso, puso varios temas sobre el tapete: Habrá sufrido conmociones cerebrales? Porqué Hernández, un jugador que lo tenía todo, no se desmarcó de los cercanos que lo tuvieron en malos pasos? Como no pudo superar Hernández los problemas que terminaron llevandolo no solo a la carcel sino que tambien a la tumba? El debate recién comienza en USA. Y desafortunadamente, las respuestas que pudiera haber tenido Aaron Hernández se las llevó consigo para siempre.

me sumo, jajajajajaja

En el contexto de la actual Selección de Fútbol, hay varios atributos que hacen que el hincha se decante y se sienta identificado con uno que otro jugador. Ahí está el liderazgo y los reflejos de Claudio Bravo, la habilidad de Alexis Sánchez, la exhuberancia física de Arturo Vidal, el criterio y la pegada de Charles Aránguiz, el oportunismo y efectividad de Eduardo Vargas, el talento innato de Jorge Valdivia, la eficiencia y versatilidad de Francisco Silva o los carrerones (cuando le salían) de Mauricio Isla. En la Roja de todos los tiempos tienes más: la imponente figura de metro noventa de Don Elías Figueroa, al lado suyo y con igual estampa Alberto Quintano, la guapeza desafiante de Rubén Marcos, la potencia de Mario Galindo, la zurda de Marcelo Salas, el cabezazo de Iván Zamorano, la voz de mando del gigantesco Sergio Livingstone, la mano salvadora en ágil vuelo de Roberto Rojas, la técnica superior de Jorge Toro, el carisma de Leonel Sánchez, la picardía de Francisco Valdés. Pero, en el fondo, y al menos hoy, todos queremos ser Gary Medel. Y es que el Pitbull, tras la fiereza, la solvencia, su ubicación y todas las características que lo hacen un gigante en la cancha, también ha sabido ganarse el cariño de la gente con su desplante, su honestidad y su correcto proceder. Dice cosas con humildad y franqueza, a veces de modo divertido, pero que son verdades del porte de una catedral. Y todas esas virtudes lo hacen trascender por sobre sus ya afamados compañeros y lo pone en una órbita aparte. Medel tiene a su haber un gran número de highligths que lo hacen tanto más identificable con el común del hincha: esa semifinal del Mundial Juvenil de Canadá, dónde cae en las provocaciones aregntinas y es expulsado, sin antes repartirle a algunos cuantos en el camino; hacerse bolsa contra un vertical en la Final de la Copa Centenario, para resarcirse de un error suyo (y luego colocar un Twitter que decía que no se preocupen, el palo estaba bien); el pedido, bien a lo Medel, de ir a saludar al público, tras una presentación en falso ante México por la Copa América de Chile; la patada, en pleno estómago, a un Messi que amenazaba peligro, en la final de la Copa América; Para la hinchada de la UC, su presencia como uno más, alentando desde el bombo al equipo de la franja; criticado por su baja estatura en el Inter de Milan, no puede jugar ahí: y como la resuelve? Sacando un balón de chilena in extremis, desde la misma línea de sentencia. Y su aporte al léxico local, con la inigualable Chispeza, palabra que ya se adoptó y es de uso frecuente. Pero en la retina queda la imagen de ese Medel desconsolado, al quedar fuera de la Copa del Mundo de Brasil. Un Gary destruido fisicamente, ya superado hace largo rato por el dolor más brutal, poniendo en peligro sus piernas y su carrera, lleno y repleto de vendajes que ya no podían cumplir su función, Gary en el suelo para no levantarse, roto entero sencillamente porque no quedaba nada más por romper. Pero, en medio de la desgracia, digno. Y con la frente en alto. Puede que mi comentario sea mal mirado o mal visto, pero sale desde el corazón del hincha honesto y eso lo hace válido. Ojalá tengamos el día de mañana más Gary Medel vistiendo nuestra casaca roja de la Selección Nacional, porque con eso la identificación de la hinchada con sus colores estará cubierta. Y muchas otras cosas también. Y con estas palabras, celebramos que hace diez años, debutaba en un amistoso de Chile contra Argentina, un joven valor de la UC, nacido en Conchalí y que con el paso del tiempo, se labraría a pulso un lugar entre los nombres más destacados de la Roja de todos. Grande Gary, Grande Pitbull.

Las noticias de Little Richard, nacido Richard Wayne Penniman, no eran del todo buenas, porque el excentrico pianista presentaba serios problemas en una de sus piernas lo cual, sumado a sus buenos 84 años, lo restaba de modo casi definitivo de las presentaciones en vivo. Al menos, Little Richard tenía un pasar sino de los mejores, al menos sólidos, pues conserva esa base de fans fieles hasta lo indecible para los cuales, no importando la edad, el solo hecho de que Richard gritara sus legendarios gritos de guerra ya es motivo suficiente como para pagar una entrada.

Los homenajes para Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper.

Para recordar a la tercera víctima del accidente de Clear Lake: Big Bopper, nacido Jiles Perry Richardson, era un conocido pinchadiscos en la Radio KRTM, pero su pasión era componer. Escribió un par de canciones, algunas de ellas con una sorprendente base rítmica, y logró tener un éxito notable en 1958. Pero nada es para siempre. Con 28 años, casado y un hijo en camino, debía producir en metálico para poder seguir adelante. Y tomó esa fatídica decisión de ir al "Winter Dance Party", la gira que lo reunía con Buddy Holly, Dion & The Belmonts y un emergente Ritchie Valens. La gira tuvo problemas desde el inicio, dada la precariedad de los recursos, con Carl Brunch, baterista de The Belmonts hospitalizado y Valens y Richardson con signos de gripe. En Clear Lake, Holly toma la decisión de rentar un avión Beechcraft Bonanza, cosa de llegar antes que el defectuoso bus que llevaba al resto de las bandas (bus sin calefacción, en medio de un crudo invierno) y para que Valens y Richardson puedan ir a ver un médico. Pero nunca llegaron a Montana. El avión cae a poco de subir y la muerte de los músicos es horrible. Big Booper no tenía los éxitos de Valens ni la calidad de Holly, pero hay que recordar que llevaba nada como músico y auguraba cosas mejores. Mismas cosas que el destino se encargó de guardar para siempre.

Lou Reed y John Cale formaron una de las duplas más extrañas en la historia de la música: todo lo que hicieron musicalmente era de calidad, pero no había forma de que pudieran convivir juntos. Pero ambos reconocían, hasta dónde podían los egos, las fortalezas del otro. Reed era un pensador original, pero no daba con la tecla musical adecuada; en tanto John Cale, con su viola y su entrenamiento de conservatorio buscaba un punto de ruptura. Un ying de locura y un yang de profesionalismo. Y un artista de Pittsburgh que respondía al nombre de Andy Warhol haría el resto. Tras conocer a Warhol, éste les dió el empujón inicial que les faltaba, por sobre todo, para dejar atrás la falta de fe de Lou Reed. Aún así, Reed no estaba convencido. Warhol le habló de los 15 minutos de fama a los que toda persona tiene derecho, trajo a Nico para ayudar con algunas tomas vocales, adoptó el rol de "productor" y para redondear su labor, ideó la icónica portada del plátano amarillo y la famosa frase "Peel slowly and see" (Pelarlo lentamente y ver). Tan transgesora como la música misma de la Velvet. A medida que las cosas avanzaban muy velozmente, rehicieron algunos temas con productores profesionales y sumaron Sunday Morning que se iba a quedar afuera. Lou Reed decía que ellos seguían a Warhol pero Norman Dolph y John Licata afirmaban que John Cale era el cerebro tras las consolas. Y el mismo Cale decía que Tom Wilson, el primer productor de la Velvet era en verdad el responsable de este disco. Tantos esfuerzos en conjunto podrían haber sido un caos, pero el disco mantiene una cohesión de principio a fin. Porque el disco de The Velvet Underground & Nico tiene peligro e inocencia. Y entre medio, prostitución, sadismo, muchas drogas y miradas al movimiento beatnik con el cual Reed se sentía en parte identificado. Sunday Morning parece una canción de cuna, pero con una letra explosiva. I'll be your mirror tiene una de las letras más íntimas de Reed y extrañamente delicada; All tomorrow's parties roza la perfección, mientras que Heroin tiene, en su título, toda la información que necesites. Femme fatale, Venus in furs y Run, run, run son una sección media del disco llena de vigor, músculo y nervio. El disco fue grabado en 1966, pero varios temas judiciales de por medio retrasaron su salida por casi un año. Nadie lo quería lanzar y fue rechazado por casi todo el mundo, hasta que llegó al sello Verve: lo distribuyeron, pero con una publicidad tan mala que el disco fue retirado a los 5 meses. No vendió casi nada, pero como dijo Brian Eno, todos quienes lo compraron formaron sus propias bandas. Y es que el impacto de la música de Reed y Cale era fuerte, pues no sonaban a nada parecido. Las letras iban por el mismo camino. La ruptura con el presente era tan total, que todos aquellos que lo compraron quedaron maravillados con el "hágalo Usted mismo!", método que sacó todo lo mejor de The Velvet Underground. Pero nada es para siempre: Lou Reed, a pesar de los nulos resultados, había vencido la timidez. Lo primero a la banda fue "O Cale o yo" y lo demás estaba claro. Las diferencias ya eran insalvables. Cale tomó su viola y se marchó, pero con una enorme lección. En el rock, no todo es conservatorio, seriedad o técnica. También hay lugar para la improvisación. Que el método no lo es todo, la inspiración también tiene cabida. Que la creatividad también es un don del momento y el lugar y puede servir para indicar el camino. Y por fin entendió la verdadera importancia de The Velvet Underground.

El gran Fats sigue en la carretera, pero siempre en su natal New Orleans, donde lleva con dignidad eso de ser un tesoro en vida para dicha comunidad. Adorado por muchos, era uno de los máximos ídolos del Rey Presley, quien no pocas veces viajaba al sur de USA para compartir con Fats y, sobre todo, conocer los secretos de esa misteriosa voz, suave entre las suaves y repleta de sentimiento.

Dicen que Presley copió cada paso de Jackie Wilson. No por nada lo llamaban Mr Excitement. En una ocasión fue reocnocido por Jackie y antes de que lo invitaran a escenario, el mismisimo Rey prefirió meterse debajo de la mesa. Las primeras filas en las actuaciones de Wilson, es un hecho conocido, estaban ocupadas por mujeres de todas las edades, desde jovenes a maduras, quienes solo deseaban ver de cerca la grandeza de Jackie.

Duane Eddy sigue, a pesar de la edad, girando por ahí, dando conciertos en una que otra sala, para recordarnos que la imagen no es nada, el sonido lo es todo y que no debes ser un virtuoso con las seis cuerdas para sonar genial. Unas melodias minimas, pero cargadas de emoción.

Bo Diddley Siempre a la sombra de Chuck Berry, su compañero en el sello Chess, Diddley merece todas las loas y honores que le fueron negados en vida. Una bestia en el escenario, dueño de temas enérgicos y vitales, su carácter no le hizo las cosas fáciles, pero le aseguró la inmortalidad. Obvio, que otra cosa le podía esperar a un hombre cuyos temas más famosos son: Bo Diddley, I'm a man, Diddley Daddy o Hey! Bo Diddley?