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Brutus 2

Reflexión: ¿se Puede Dar Un Romance Entre Una Escort Y Un Estokador?

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Mi nombre de estokador es Brutus 2, ex “El brutito”. Hoy me puse reflexivo. Esto se da por una serie de acontecimientos que han sucedido estos últimos años. Mi pregunta reflexiva del día de hoy es: ¿Se puede dar un romance entre un estokador y una escort? Por si acaso, no busco orientación, ni consejos, ni nada que se le parezca. Parto de la base de que todos los que estamos acá sabemos a lo que vamos y sabemos muy bien que buscamos. Por otro lado, mi opinión muy personal del asunto es que los que buscamos este tipo de relación de alguna manera sufrimos un trastorno mental afectivo de lo contrario no buscaríamos amor comprado. Aquí, y lo digo incluyéndome, somos todos unos desequilibrados mentales. El que crea lo contrario que opine y argumente.  Lo digo con bastante base. He indagado entre mis amigos más cercanos, compañeros de trabajo y otros y creo que a ninguno de ellos se le ocurriría ir donde una escort, excepto a mí, claro. Si quisiera consejo u orientación iría al psicólogo o siquiatra. En realidad, solo busco compartir experiencias y opiniones relacionadas con el tema de hoy. En lo posible que me cuenten alguna historia parecida y como han salido de allí. Por ahí leí la opinión de un estokador que decía “hay que ser muy saco de huevas para enamorarse de una escort”, que las escort eran todas unas minas que estaban en el rubro solo por la plata fácil y nada más. Yo le digo lo siguiente a ese esa persona.   Llevo como veinte años como estokador, he escuchado muchas historias. Siempre he dicho: yo voy porque quiero pasarlo bien con la persona que me atiende, nunca a costa de. Y me ha ido bastante bien. En el 99% de los casos me atienden super bien, y si vuelvo me atienden mejor. Generalmente logro mucha complicidad con las personas que me atienden y me cuentan su vida. Y uno aprende: Cada uno sabe la cruz que carga. Hay que estar ahí para saber. Una de las cosas que me toca hacer en mi trabajo es contener emocionalmente a muchos jóvenes. Y con muchas chiquillas que me han atendido también he hecho lo mismo. Tengo amigas escort o ex escort que cada vez que tienen dramas me llaman solo para contarme y solo me piden que las escuche. He llegado a pensar que, tal vez, me equivoqué de profesión. Debí haber sido sicólogo y no… A veces, incluso siento que las chiquillas que me conocen de un tiempo me quieren en el buen sentido de la palabra. Debo aclarar que también hay algunas me llaman solo para pedirme plata, pero a ellas generalmente las bloqueo.

De repente suceden cosas inexplicables. Los caminos de la vida son impredecibles, inescrutables. No siempre sucede lo que está planificado. Lo que quiero decir es que uno no elige de quien se enamora o se empota o se engancha.   Hay que tener cuidado con lo que uno opina. Solo el que está donde las papas queman tienen derecho a opinar o juzgar a otra persona por lo que hace. Yo, ahora soy un profesional bien catalogado, pero alguna vez hasta robé en los supermercados para poder sobrevivir. Y en realidad no me arrepiento. Lo haría de nuevo si fuera necesario.  Que conste, no es una defensa al rubro de las escort ni de los estokadores. Les compartiré brevemente dos historias mías con niñas escort. (Tengo muchas)

Historia 1: Hace como cinco meses atrás me atendí con una escort (le llamaremos Alicia). Luego de la atención hablamos mucho rato. Me dio su número personal. Me contó que ella tiene pareja. Un tipo mala onda, que incluso la golpea. Con Alicia hablamos por video llamada, a veces hasta dos horas en la noche. Eso es cuando no está su pareja y no está la mía, tampoco. Yo la aconsejo que se salga del rubro que se busque otro trabajo y que se separe de ese desequilibrado mental, que se busque un tipo que la trate bien.  Me pide, siempre 30 lucas para viajar hacia la ciudad donde vivo yo. Me dice que me pagará en carne, que pasará toda la noche conmigo y que lo haremos sin condón. Yo le sigo la corriente no más. Una vez le presté las 30 lucas, aunque no le creí que viajara. Siempre que tiene dramas me habla y yo trato de calmarla. Se que me miente. Se que la plata que necesita es para comprar marihuana. Se que la plata que le presto no me la va a devolver, pero no me importa. Lo hago para contenerla. A veces pasan dos semanas y hablamos y no me pide plata. Y yo pienso luego me va a pedir 30 lucas. Yo siempre le digo, tengo 10 ¿Te sirve? Y así lo paso con ella. Me cae bien. Me gusta hablar con ella. Trato de orientarla, de ayudarla. Estoy seguro de que es una buena cabra. Solo que anda perdida por la vida. A veces se enoja conmigo, porque me dice que me meto demasiado en su vida, que no soy su papá para darle tantos consejos, pero luego me vuelve a llamar igual. Cuando está con pena, cuando pelea con la pareja. Incluso, a veces solo para agarrarme pal gueveo, mostrándome su cuerpo para calentarme.  La historia no sé cómo va a terminar.

Historia 2: Daré mi versión de esta historia porque fue a mí a quien le sucedió: Durante el verano del año pasado me atendí con una escort a quien le llamaremos María. Era muy hermosa, según mi opinión. Fui por media hora con ella. Sin embargo, después de la atención nos quedamos como una hora más conversando. Había algo en ella que me cautivaba. Hasta el día de hoy tengo la sensación de que ya nos conocíamos. No era su belleza física. Era su voz, su risa, su forma de ser. La verdad sentí conexión. Sonará estúpido lo que voy a decir, pero vi un destello en sus ojos como un grito de auxilio. En algunas cosas soy muy intuitivo. Es como si tuviera un sexto sentido.  Me atendí dos veces con ella y las dos veces sentí lo mismo. Me di cuenta de que ella igual quería saber cosas de mí. Esa vez me dijo que me iba agregar como uno de sus clientes regalones, pese a que yo le dije que regresaría durante las vacaciones de invierno. Cinco días después, mientras viajaba a mi ciudad de trabajo, me sorprende un whasup de ella deseándome feliz viaje. Desde ese día hablábamos todos los días. Era simplemente un Hola como estás. Que tengas un lindo día. De los veinte años que llevo como estokador eso nunca me había pasado. Con algunas escort incluso soy amigo, pero hablamos una vez a la semana o solo de repente cuando hay que encontrarse. Y me hacía amigo por la alta frecuencia con que la o las visitaba. Tiempo después yo le hice un reporte en la estokada y ya hablábamos un poco más. Era un tipo de relación escort casi amiga y cliente casi amigo. Incluso un día me contó de un estokador que la acosaba. Me mostró los audios y los mensajes que le enviaba el tipo. Me hablaba de estokadores que le regalaban cosas como perfumes y joyas. Yo le aconsejé que denunciara al que la acosaba o que se fuera en Uber a su casa. Recuerdo que quedamos de encontrarnos durante las vacaciones de invierno de ese año, pero no pudo ser. Su teléfono permaneció siempre apagado. Fue como a mediados de agosto que de nuevo comenzamos a hablar. En septiembre le conté que iba a su ciudad. En esa ocasión me dio su teléfono personal y quedamos de encontrarnos, pero tampoco pudo ser. Siempre pasaba algo. La otra vez que nos íbamos a encontrar fue en noviembre y tampoco pudo ser. Igual seguíamos hablando. Ahora era ya las conversaciones eran más personales. Me contaba su vida, lo que hacía, lo que sentía. Me dijo que su número personal solo me lo había dado a mí. Hice como que le creí. Yo me decía que eso era imposible. Ella, en realidad debía de tener varios admiradores o varios enamorados. Era linda la mina. Yo la aconsejaba que se saliera del rubro, que hiciera otra cosa. Me decía que lo iba hacer más adelante, que tenía que hacerlo por sus hijos, que no tenía apoyo de nadie. A veces hablábamos horas por video llamadas, me mostraba lo que cocinaba y yo hacía lo mismo. Incluso un día le ofrecí prestarle plata para que hiciera algún pequeño emprendimiento, pero me dijo que no, que no quería deberle plata a nadie. Un día le hice un depósito de un poco de plata porque tenía que comprar unos medicamentos y se enojó mucho conmigo, me los quería devolver y estuvo como una semana sin contestar mis mensajes. La verdad, a esa altura ya me molestaba que trabajara de escort. Me decía que no le gustaba hacerlo, pero que no le quedaba otra. Muchas veces lloraba cuando hablaba conmigo, me decía que se sentía lo peor de lo peor. De alguna forma, me convertí en su confidente. Prácticamente sabía todo de ella. Eso sí, no podía hacer nada. A veces dejaba de escribirle, me quería alejar, pero ella me buscaba y me escribía. Quedamos de vernos en diciembre. Ella me dijo que ahora sí que sí, que estaba dispuesta a todo para que nos viéramos.   Y nos vimos un día de diciembre. Estuvimos juntos desde las 14 hrs a las 20 hrs. Salimos como si fuésemos una pareja de enamorados. Fue todo genial. Al menos, así lo sentí yo. Y ese encuentro si me dejó confundido. Después de eso seguimos hablando. Un día me contó que ya no daba más y que se había salido del rubro. Yo, contento por eso quise verla, pero me dijo que no quería saber de nadie y que no le hablara. No le hablé más, pero ella igual a veces me hablaba. Después de eso hubo un malentendido provocado por terceras personas y me bloqueó. Yo, en ese momento, borré su número, la eliminé de Instagram y de todas mis redes sociales. Estaba dolido, con sensaciones contradictorias y resignado. Me hice la idea de no saber nunca más de ella. Solo desee que le fuera bien y que encontrara a alguien que la hiciera feliz. Sin embargo, pasó como un mes y medio y me volvió a escribir y volvimos a estar en contacto hasta el día de hoy. Me decía que ya se había salido completamente del rubro.

La última vez que nos vimos (Harán dos semanas atrás) la acompañé a unas actividades que tenía con unas amigas. Solo había visto a una de ellas en diciembre y a la otra amiga la conocía solo a través de fotos. Les caí bien a las amigas (Algunas eran escort y otras no). Luego nos quedamos como tres horas ella y yo solos , hablando y tomados de la mano y bebiéndonos un café. Debo admitir que igual tenía muchas ganas de llevarla a un motel (Se lo dije y ella me dijo que sí), pero no lo hice. Le dije que yo solo quería verla y compartir un rato con ella como amigos. Recuerdo que puso una cara extraña que aún no se descifrar. Después me acompañó al supermercado donde compré cosas para mí y algunos regalitos para ella y para sus hijos. Mientras la iba a dejar a la micro le dije que ella me gustaba mucho, pero que sería injusto para ella tener una pareja como yo, uno por la diferencia de edad y otra, porque yo no iba a dejar de ir a las casa de huifa. También porque ella, tarde o temprano, igual iba a recaer. Me abrazó fuertemente y se puso a llorar. Me dijo que si yo la apoyaba emocionalmente como hasta ahora no iba a recaer. Yo le ofrecí acompañarla al sicólogo y que si le faltaba algo solo tenía que decírmelo. Me dijo que estaba bien.

Y ahí estoy yo. Algunos días queriendo arrancar de ahí y muy lejos y otros días leyéndola por wasap, escuchándola, conteniéndola con sus problemas, queriendo que sea feliz. Yo no sé qué será eso. Tal vez es simplemente que tengo una mentalidad de querer que a todos les vaya bien o tal vez, realmente estoy enamorado de esa mujer. Sin embargo, creo, que si estuviera enamorado no iría donde la tía Ximena o el Javier. No lo se.  Hablamos todos los días, por wasap, por audio, por video llamadas. Incluso hablo con sus hijos. También hablo con algunas de sus amigas. Mi instinto me dice que tal vez yo no soy el único que habla con ella, aunque sus amigas me dicen que la única red de apoyo que María tiene es ellas y yo. Me dicen que no la deje sola, que María es una buena mujer. Si hasta mi madre me pide que no la deje sola. Y eso que por circunstancias me vi obligado a contarle cual era el oficio de María. Eso sí, me dice mi vieja, que la ayude desde lejos, que no me junte con ella. Siento, algo así como una orden dentro de mí, que me dice que no la puedo dejar sola. La verdad nunca le he propuesto nada. Y creo que no lo haré. Solo le he ofrecido apoyarla emocional y, eventualmente económicamente, si le falta algo a sus hijos. Esta historia tampoco sé cómo va a terminar. Eso sí, estaré para ella hasta donde se pueda. Ella, una vez que sane sus heridas, tiene la libertad de decidir su camino. Al menos, eso es lo que pienso. La última vez que hablé con ella fue hace cinco minutos atrás. Me dijo que me extrañaba.

Bueno, eso era. Solo me gustaría que alguien compartiera alguna historia parecida y me contara cual fue el desenlace. Eso sería interesante y suficiente.

Por su atención, muchas gracias.

 

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interesante, yo voy para pasar la calentura. 

me explico: me gusta mi trabajo por eso me inmerso mucho en el que hay momentos donde pierdo la noción del tiempo por eso no me da para conocer minas y además yo no soy de aguantar mucho ej. no soporto el pakeo las caras largas y cosas así,  no le aguantaba a mi vieja cuando vivia con ella y le voy a aguantar a otra persona, así que también es difícil estar en una relación y siendo honestos somos humanos tenemos necesidades y deseos es normal querer culiar de vez en cuando según mi opinión 

y creo que al final se basa en lo caliente nomas por que un amigo tiene su pareja con su hijo pero lo más vien que visita esta clase de lugares, le pregunte por que y me dijo textual "hay que cambiar siempre la misma pussy (para que no suene feo) aburre" 

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El 24-05-2023 a las 12:44, alcatras dijo:

interesante, yo voy para pasar la calentura. 

me explico: me gusta mi trabajo por eso me inmerso mucho en el que hay momentos donde pierdo la noción del tiempo por eso no me da para conocer minas y además yo no soy de aguantar mucho ej. no soporto el pakeo las caras largas y cosas así,  no le aguantaba a mi vieja cuando vivia con ella y le voy a aguantar a otra persona, así que también es difícil estar en una relación y siendo honestos somos humanos tenemos necesidades y deseos es normal querer culiar de vez en cuando según mi opinión 

y creo que al final se basa en lo caliente nomas por que un amigo tiene su pareja con su hijo pero lo más vien que visita esta clase de lugares, le pregunte por que y me dijo textual "hay que cambiar siempre la misma pussy (para que no suene feo) aburre" 

La mejor opción para no empotarse con una escort es cambiar el menú siempre. Yo en la semana me atiendo de 3 a 5 chicas y en verdad con esta solución evito tener amigas o regalonas como las tenía antes, ya que de tanta cercanía con una terminó siendo mi pareja hace años atrás en Stgo. y lo pasé mal.

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El 21-05-2023 a las 14:46, Brutus 2 dijo:

Mi nombre de estokador es Brutus 2, ex “El brutito”. Hoy me puse reflexivo. Esto se da por una serie de acontecimientos que han sucedido estos últimos años. Mi pregunta reflexiva del día de hoy es: ¿Se puede dar un romance entre un estokador y una escort? Por si acaso, no busco orientación, ni consejos, ni nada que se le parezca. Parto de la base de que todos los que estamos acá sabemos a lo que vamos y sabemos muy bien que buscamos. Por otro lado, mi opinión muy personal del asunto es que los que buscamos este tipo de relación de alguna manera sufrimos un trastorno mental afectivo de lo contrario no buscaríamos amor comprado. Aquí, y lo digo incluyéndome, somos todos unos desequilibrados mentales. El que crea lo contrario que opine y argumente.  Lo digo con bastante base. He indagado entre mis amigos más cercanos, compañeros de trabajo y otros y creo que a ninguno de ellos se le ocurriría ir donde una escort, excepto a mí, claro. Si quisiera consejo u orientación iría al psicólogo o siquiatra. En realidad, solo busco compartir experiencias y opiniones relacionadas con el tema de hoy. En lo posible que me cuenten alguna historia parecida y como han salido de allí. Por ahí leí la opinión de un estokador que decía “hay que ser muy saco de huevas para enamorarse de una escort”, que las escort eran todas unas minas que estaban en el rubro solo por la plata fácil y nada más. Yo le digo lo siguiente a ese esa persona.   Llevo como veinte años como estokador, he escuchado muchas historias. Siempre he dicho: yo voy porque quiero pasarlo bien con la persona que me atiende, nunca a costa de. Y me ha ido bastante bien. En el 99% de los casos me atienden super bien, y si vuelvo me atienden mejor. Generalmente logro mucha complicidad con las personas que me atienden y me cuentan su vida. Y uno aprende: Cada uno sabe la cruz que carga. Hay que estar ahí para saber. Una de las cosas que me toca hacer en mi trabajo es contener emocionalmente a muchos jóvenes. Y con muchas chiquillas que me han atendido también he hecho lo mismo. Tengo amigas escort o ex escort que cada vez que tienen dramas me llaman solo para contarme y solo me piden que las escuche. He llegado a pensar que, tal vez, me equivoqué de profesión. Debí haber sido sicólogo y no… A veces, incluso siento que las chiquillas que me conocen de un tiempo me quieren en el buen sentido de la palabra. Debo aclarar que también hay algunas me llaman solo para pedirme plata, pero a ellas generalmente las bloqueo.

De repente suceden cosas inexplicables. Los caminos de la vida son impredecibles, inescrutables. No siempre sucede lo que está planificado. Lo que quiero decir es que uno no elige de quien se enamora o se empota o se engancha.   Hay que tener cuidado con lo que uno opina. Solo el que está donde las papas queman tienen derecho a opinar o juzgar a otra persona por lo que hace. Yo, ahora soy un profesional bien catalogado, pero alguna vez hasta robé en los supermercados para poder sobrevivir. Y en realidad no me arrepiento. Lo haría de nuevo si fuera necesario.  Que conste, no es una defensa al rubro de las escort ni de los estokadores. Les compartiré brevemente dos historias mías con niñas escort. (Tengo muchas)

Historia 1: Hace como cinco meses atrás me atendí con una escort (le llamaremos Alicia). Luego de la atención hablamos mucho rato. Me dio su número personal. Me contó que ella tiene pareja. Un tipo mala onda, que incluso la golpea. Con Alicia hablamos por video llamada, a veces hasta dos horas en la noche. Eso es cuando no está su pareja y no está la mía, tampoco. Yo la aconsejo que se salga del rubro que se busque otro trabajo y que se separe de ese desequilibrado mental, que se busque un tipo que la trate bien.  Me pide, siempre 30 lucas para viajar hacia la ciudad donde vivo yo. Me dice que me pagará en carne, que pasará toda la noche conmigo y que lo haremos sin condón. Yo le sigo la corriente no más. Una vez le presté las 30 lucas, aunque no le creí que viajara. Siempre que tiene dramas me habla y yo trato de calmarla. Se que me miente. Se que la plata que necesita es para comprar marihuana. Se que la plata que le presto no me la va a devolver, pero no me importa. Lo hago para contenerla. A veces pasan dos semanas y hablamos y no me pide plata. Y yo pienso luego me va a pedir 30 lucas. Yo siempre le digo, tengo 10 ¿Te sirve? Y así lo paso con ella. Me cae bien. Me gusta hablar con ella. Trato de orientarla, de ayudarla. Estoy seguro de que es una buena cabra. Solo que anda perdida por la vida. A veces se enoja conmigo, porque me dice que me meto demasiado en su vida, que no soy su papá para darle tantos consejos, pero luego me vuelve a llamar igual. Cuando está con pena, cuando pelea con la pareja. Incluso, a veces solo para agarrarme pal gueveo, mostrándome su cuerpo para calentarme.  La historia no sé cómo va a terminar.

Historia 2: Daré mi versión de esta historia porque fue a mí a quien le sucedió: Durante el verano del año pasado me atendí con una escort a quien le llamaremos María. Era muy hermosa, según mi opinión. Fui por media hora con ella. Sin embargo, después de la atención nos quedamos como una hora más conversando. Había algo en ella que me cautivaba. Hasta el día de hoy tengo la sensación de que ya nos conocíamos. No era su belleza física. Era su voz, su risa, su forma de ser. La verdad sentí conexión. Sonará estúpido lo que voy a decir, pero vi un destello en sus ojos como un grito de auxilio. En algunas cosas soy muy intuitivo. Es como si tuviera un sexto sentido.  Me atendí dos veces con ella y las dos veces sentí lo mismo. Me di cuenta de que ella igual quería saber cosas de mí. Esa vez me dijo que me iba agregar como uno de sus clientes regalones, pese a que yo le dije que regresaría durante las vacaciones de invierno. Cinco días después, mientras viajaba a mi ciudad de trabajo, me sorprende un whasup de ella deseándome feliz viaje. Desde ese día hablábamos todos los días. Era simplemente un Hola como estás. Que tengas un lindo día. De los veinte años que llevo como estokador eso nunca me había pasado. Con algunas escort incluso soy amigo, pero hablamos una vez a la semana o solo de repente cuando hay que encontrarse. Y me hacía amigo por la alta frecuencia con que la o las visitaba. Tiempo después yo le hice un reporte en la estokada y ya hablábamos un poco más. Era un tipo de relación escort casi amiga y cliente casi amigo. Incluso un día me contó de un estokador que la acosaba. Me mostró los audios y los mensajes que le enviaba el tipo. Me hablaba de estokadores que le regalaban cosas como perfumes y joyas. Yo le aconsejé que denunciara al que la acosaba o que se fuera en Uber a su casa. Recuerdo que quedamos de encontrarnos durante las vacaciones de invierno de ese año, pero no pudo ser. Su teléfono permaneció siempre apagado. Fue como a mediados de agosto que de nuevo comenzamos a hablar. En septiembre le conté que iba a su ciudad. En esa ocasión me dio su teléfono personal y quedamos de encontrarnos, pero tampoco pudo ser. Siempre pasaba algo. La otra vez que nos íbamos a encontrar fue en noviembre y tampoco pudo ser. Igual seguíamos hablando. Ahora era ya las conversaciones eran más personales. Me contaba su vida, lo que hacía, lo que sentía. Me dijo que su número personal solo me lo había dado a mí. Hice como que le creí. Yo me decía que eso era imposible. Ella, en realidad debía de tener varios admiradores o varios enamorados. Era linda la mina. Yo la aconsejaba que se saliera del rubro, que hiciera otra cosa. Me decía que lo iba hacer más adelante, que tenía que hacerlo por sus hijos, que no tenía apoyo de nadie. A veces hablábamos horas por video llamadas, me mostraba lo que cocinaba y yo hacía lo mismo. Incluso un día le ofrecí prestarle plata para que hiciera algún pequeño emprendimiento, pero me dijo que no, que no quería deberle plata a nadie. Un día le hice un depósito de un poco de plata porque tenía que comprar unos medicamentos y se enojó mucho conmigo, me los quería devolver y estuvo como una semana sin contestar mis mensajes. La verdad, a esa altura ya me molestaba que trabajara de escort. Me decía que no le gustaba hacerlo, pero que no le quedaba otra. Muchas veces lloraba cuando hablaba conmigo, me decía que se sentía lo peor de lo peor. De alguna forma, me convertí en su confidente. Prácticamente sabía todo de ella. Eso sí, no podía hacer nada. A veces dejaba de escribirle, me quería alejar, pero ella me buscaba y me escribía. Quedamos de vernos en diciembre. Ella me dijo que ahora sí que sí, que estaba dispuesta a todo para que nos viéramos.   Y nos vimos un día de diciembre. Estuvimos juntos desde las 14 hrs a las 20 hrs. Salimos como si fuésemos una pareja de enamorados. Fue todo genial. Al menos, así lo sentí yo. Y ese encuentro si me dejó confundido. Después de eso seguimos hablando. Un día me contó que ya no daba más y que se había salido del rubro. Yo, contento por eso quise verla, pero me dijo que no quería saber de nadie y que no le hablara. No le hablé más, pero ella igual a veces me hablaba. Después de eso hubo un malentendido provocado por terceras personas y me bloqueó. Yo, en ese momento, borré su número, la eliminé de Instagram y de todas mis redes sociales. Estaba dolido, con sensaciones contradictorias y resignado. Me hice la idea de no saber nunca más de ella. Solo desee que le fuera bien y que encontrara a alguien que la hiciera feliz. Sin embargo, pasó como un mes y medio y me volvió a escribir y volvimos a estar en contacto hasta el día de hoy. Me decía que ya se había salido completamente del rubro.

La última vez que nos vimos (Harán dos semanas atrás) la acompañé a unas actividades que tenía con unas amigas. Solo había visto a una de ellas en diciembre y a la otra amiga la conocía solo a través de fotos. Les caí bien a las amigas (Algunas eran escort y otras no). Luego nos quedamos como tres horas ella y yo solos , hablando y tomados de la mano y bebiéndonos un café. Debo admitir que igual tenía muchas ganas de llevarla a un motel (Se lo dije y ella me dijo que sí), pero no lo hice. Le dije que yo solo quería verla y compartir un rato con ella como amigos. Recuerdo que puso una cara extraña que aún no se descifrar. Después me acompañó al supermercado donde compré cosas para mí y algunos regalitos para ella y para sus hijos. Mientras la iba a dejar a la micro le dije que ella me gustaba mucho, pero que sería injusto para ella tener una pareja como yo, uno por la diferencia de edad y otra, porque yo no iba a dejar de ir a las casa de huifa. También porque ella, tarde o temprano, igual iba a recaer. Me abrazó fuertemente y se puso a llorar. Me dijo que si yo la apoyaba emocionalmente como hasta ahora no iba a recaer. Yo le ofrecí acompañarla al sicólogo y que si le faltaba algo solo tenía que decírmelo. Me dijo que estaba bien.

Y ahí estoy yo. Algunos días queriendo arrancar de ahí y muy lejos y otros días leyéndola por wasap, escuchándola, conteniéndola con sus problemas, queriendo que sea feliz. Yo no sé qué será eso. Tal vez es simplemente que tengo una mentalidad de querer que a todos les vaya bien o tal vez, realmente estoy enamorado de esa mujer. Sin embargo, creo, que si estuviera enamorado no iría donde la tía Ximena o el Javier. No lo se.  Hablamos todos los días, por wasap, por audio, por video llamadas. Incluso hablo con sus hijos. También hablo con algunas de sus amigas. Mi instinto me dice que tal vez yo no soy el único que habla con ella, aunque sus amigas me dicen que la única red de apoyo que María tiene es ellas y yo. Me dicen que no la deje sola, que María es una buena mujer. Si hasta mi madre me pide que no la deje sola. Y eso que por circunstancias me vi obligado a contarle cual era el oficio de María. Eso sí, me dice mi vieja, que la ayude desde lejos, que no me junte con ella. Siento, algo así como una orden dentro de mí, que me dice que no la puedo dejar sola. La verdad nunca le he propuesto nada. Y creo que no lo haré. Solo le he ofrecido apoyarla emocional y, eventualmente económicamente, si le falta algo a sus hijos. Esta historia tampoco sé cómo va a terminar. Eso sí, estaré para ella hasta donde se pueda. Ella, una vez que sane sus heridas, tiene la libertad de decidir su camino. Al menos, eso es lo que pienso. La última vez que hablé con ella fue hace cinco minutos atrás. Me dijo que me extrañaba.

Bueno, eso era. Solo me gustaría que alguien compartiera alguna historia parecida y me contara cual fue el desenlace. Eso sería interesante y suficiente.

Por su atención, muchas gracias.

 

Según mi opinión, y sin ánimos de juzgar porque todos los que estamos aquí carecemos de moral, usted es libre de empotarse y de mantener económica y/o emocionalmente a las chiquillas si sus ingresos le permiten tener ese estilo de vida, ahora bien, sería una estupidez enorme sacrificar plata destinada al bienestar de su familia y de usted, para mejorar la calidad de vida de alguien a quien usted le importa un rábano, y si esa es su realidad actual, mi consejo es que empiece desde este minuto a cuidarse, mejore su autoestima, cuide su cuerpo, salud, semblante y apariencia física, su mente empezará a repararse. Por mi parte, si que me he enamorado en los cafés, en promedio una o dos veces al año llego a conocer alguna chiquilla con quién he tenido buena química desde el inicio y por lo general tengo la suerte de que es correspondido y lo que gasto es retribuido con una gran atención, se siente muy bien cuando la niña en cuestión valora lo que haces por ella y confían en ti, cuando se entregan y acceden a tus propuestas, en lo personal en ese punto en que lo he pasado muy bien dos o tres veces con la niña es cuando debes abandonar, empezar de nuevo tu búsqueda, quizá mantener contacto esporádico pero siempre uno debe mantener una fuerza de voluntad férrea para desligarse emocionalmente de una chiquilla, porque ellas son expertas manipulandonos, te dirán cosas lindas y te mantendrán siempre con la esperanza, pero en los años que llevo jugando con las brasas del infierno puedo afirmar que una puta nunca dejará de putear por un hombre y que su lealtad es hacia la billetera de uno.

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Como dije anteriormente no quiero consejos de nadie. La idea de escribir esto es solo compartir historias y vivencias. No estoy complicado ni emocional  económicamente. A la chiquilla no la quiero como pareja. Por lo demás en mi vida de estokador he influido en muchas de estas chiquillas para que busquen otros caminos y la mayoría de ellas no ha vuelto a recaer, según me cuentan con las que tengo comunicación fluida. Mi trabajo está relacionado con la orientación de jóvenes con problema de autoestima, por lo tanto he aprovechado esa condición para influir en algunas de estas niñas. Como dije mi idea es compartir alguna vivencia especial que haya tenido con alguna de estas niñas. Nada más. Y gracias a los que han dicho su opinión.

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Colega @Brutus 2, hace un tiempo tuve una cercanía, si se puede llamar así, con una escort, a tal punto que por harto tiempo fue la única a la que visitaba, terminamos siendo bastante "cercanos", al punto que más que relación cliente/ escort termine siendo como un sugardaddy, habían veces que nos juntábamos a comer y después a los estokes sin haber lukas de por medio y otras en las que ella me llamaba y me pedía ayuda para sus gastos ( nada muy excesivo tampoco), lo que sí y ahí me diferencio mucho de usted es que jamás hablamos temas personales y menos de dramas, nos juntábamos lo pasábamos bien, salíamos, nos reíamos muchos, carrereamos harto.. pero todo lo bueno tiene que acabar, lastima que la chica empezó a demostrar que para ella esto era mas que un pasarlo bien e involucró sentimientos que yo no podía corresponder, no soy ningún galán pero nos complementábamos bien en todo sentido, a veces me dan ganas de volver a llamarla pero probablemente las cosas no serían igual.

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No se si enamorarse ya que tengo una barrera que me bloquea de todo sentimiento a las escorts y es que no podria perdonar lo que hacen con el dolor de mi alma, tal vez cometo un error pensar asi pero es algo que no olvidaria jamas y en un futuro muy posible se lo sacaria en cara. Una vez se me enamoro una pero asi muy enamorada, era excelente persona conmigo en todo ambito pero en el fondo se que estaba haciendo mal con verla mucho y al final decidi perderme por que como repito cariño puede haber pero amor muy dificil con estas damas.

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El 09-06-2023 a las 20:16, Contertuliox dijo:

No se si enamorarse ya que tengo una barrera que me bloquea de todo sentimiento a las escorts y es que no podria perdonar lo que hacen con el dolor de mi alma, tal vez cometo un error pensar asi pero es algo que no olvidaria jamas y en un futuro muy posible se lo sacaria en cara. Una vez se me enamoro una pero asi muy enamorada, era excelente persona conmigo en todo ambito pero en el fondo se que estaba haciendo mal con verla mucho y al final decidi perderme por que como repito cariño puede haber pero amor muy dificil con estas damas.

Con respeto. Por qué hablas de perdonar lo que hacen? Que tienes que perdonarles si ellas a ti no te han hecho nada? No entiendo. Insisto, pregunto con respeto.

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Tranquilo entiendo la pregunta y el perdonar es algo mio y no de ellas que obviamente es su pega, ellas eligieron esa vida y esta bien. repito a modo muy personal y para no usar la palabra perdonar seria muy dificil para mi pasar por alto en que se ganaban la vida me costaria no pensar en ese pasado a eso voy por eso y volviendo al tema puede haber mucho cariño pero amor no creo y esa opinion es 100 % personal y valoro al tipo que tal vez saco a una mina del rubro y se quedo con ella y pudo ser capaz de mirar pa delante y no para atras como lo haria yo :(

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