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Blade Runner

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Todo se publica por Blade Runner

  1. Bill Berry era el cuarto pilar de REM. Su precisión era legendaria, así como su simpatía y cercanía con los fans de su banda. Pero en 1997, Berry tuvo que abandonar a REM en Suiza, producto de un aneurisma que no alcanzó a causar daños más severos. Pero la orden médica fue tajante: no podía volver a los escenarios. El stress de los conciertos y los viajes interminables podían resultar en otro aneurisma que lo podía atacar en cualquier lugar. No hubo otra. Berry salió de la banda y REM perdió el ímpetu arrollador que traía. De ahí en más, los álbumes de REM eran buenos y regulares, pero algo de ese espíritu de Athens, Georgia se había perdido.
  2. Lo de Rick Allen es más que un voto de simpatía o un premio al mayor logro. Ser el baterista de una banda tan llena de energía como Def Leppard es ya de por sí todo un mérito, pero si se toma en cuenta que Allen perdió su brazo izquierdo en un lamentable accidente automovilístico y todo lo que le costó salir de ese infortunio, su mérito es doblemente mayor. Con la ayuda inestimable del batero de Status Quo Jeff Rich, pudo desarrollar un sistema dónde sus pies se llevaban el protagonismo y a la vez soltar lo mejor posible su brazo derecho. Y más encima toca bien. Que más que agregar. https://www.youtube.com/watch?v=0UIB9Y4OFPs
  3. Alban Pfisterer o más conocido como Snoopy, fue el batero más prominente de los olvidados Love. Antes de que estallaran las rencillas internas que mataron a la banda, Snoopy era el cable a tierra entre las pésimas relaciones de Arthur Lee y Bryan McLean, además de llevar la voz cantante y cortar musicalmente las mejores ideas que darían a cabo tres discos notables y uno de ellos, el invencible "Forever Changes" como candidato de fierro a mejor disco de la historia. Cuando Snoopy se aburrió del odio parido cada vez más fuerte entre Lee y McLean, ahí mismo se acabó Love. Aparte de su paciencia, Pfisterer tenía buenos brazos, pero su legado cada día se apaga más en el olvido en el que lamentablemente, cayó una banda tan grande como lo fue Love.
  4. En un listado de grandes bateros, no suele aparecer mucho el nombre de Andrew Ranken. No es del gusto general ni tampoco tiene los brazos más firmes, pero lo de Ranken es un endiablado ritmo gaélico como solo un irlandés puede hacerlo y un sonido muy suave y aterciopelado, cuando The Pogues y Shane McGowan destilaban (literalmente) esas bellas baladas que hablan de heroes perdidos o de sueños que pueden nacer en navidad. Creatividad e imaginación.
  5. Y uno chileno: en las listas de bateros notables a nivel mundial, no podía faltar Gabriel Parra. Admirado por Neil Peart. No cualquiera logra ese halago.
  6. Phil Rudd Hoy por hoy, Rudd es noticia más por las toneladas de causas judiciales que tiene en su contra que por sus habilidades como batero. Sin Rudd, sencillamente AC/DC suena distinto. El golpe seco, frío, preciso de Rudd no puede ser imitado. Punto.
  7. Jaki Liebezeit Can trajo las matemáticas al mundo de la música. La precisión y el libre tránsito de todos los integrantes en busca de ese límite que nadie podía romper tenía como sostén el pulso más firme que se ha visto, el de Jaki Liebezeit. Y es que Can era así, todos podían tocar lo que quisieran, pero debían respetar los patrones de Liebezeit.
  8. Mitch Mitchell Era el útlimo que quedaba de la Jimi Hendrix Expierence? El gran Jimi confíó a full en Mitchell y este no lo defraudó. Versátil e imaginativo, siempre dió con el ritmo necesario para estar a la par del par de genios con los que trabajaba.
  9. Doug "Cosmo" Clifford Los Creedence Clearwater Revival vivían en el nivel compositivo de John Fogerty, pero el respaldo de este eran las buenas manos del bajista Stu Cook y los buenos brazos de "Cosmo" Clifford. Un batero de buen nivel que se adaptaba de maravillas a los requerimientos de John Fogerty.
  10. Jimmy Chamberlin La precisión de Chamberlin era uno de los toques de magia de Smashing Pumpkins. Sin embargo, las cosas se torcieron cuando fue sindicado como uno de los responsables de la muerte de uno de los musicos de apoyo de la banda por sobredosis de heroína. Pero el pelado Corgan no lo olvidó, consicente de que era el único músico de nivel que tenía en los Pumpkins. Cuando los Pumpkins entraron a dique seco, Corgan llamó a Chamberlin para trabajar con él. Y también está presente en la vuelta de la banda a los escenarios.
  11. Mike Portnoy Miembro fundador de Dream Theather, se destacó de tal manera que fue elevado a los altares musicales por aquellos bateros que lo ven como el sucesor natural del legado musical del gran Neil Peart. Otra de las gracias de Portnoy es que, ya alejado de Dream Theather, ha mantenido una carrera musical enfocada en la excelencia y de gran nivel.
  12. Stuart Copeland Relegado a la sombra de Sting y Andy Summers, Stuart Copeland era el tipo simpático y agradable de la banda, además de ser un eximio batero. En varios rankings siempre aparece en el Top 10. Notable.
  13. Topper Headon Dentro de los músicos de The Clash, Topper Headon era el diferente. Porque Mick Jones, Joe Strummer y Paul Simonon eran okupas de Londres que en sus inicios tocaban apenas sus instrumentos. Pero Headon venía tocando desde los 12 años en diferentes bandas de jazz y había soportado su duro aprendizaje en los escenarios. Le dio un toque de profesionalismo a The Clash y con su fina técnica la banda pudo superar sus propios márgenes.
  14. Al Jackson Jr Todo el mundo le debe algo a Al Jackson. Si fuera porque lo dijo un baterista, sería suficiente halago. Que lo digan MUCHOS es otra cosa. A diferencia de varios, a Jackson le cortaron pronto sus alas, al ser asesinado en su hogar mientras se defendía de un robo. Se merece un homenaje "The Human Timekeeper". https://www.youtube.com/watch?v=L3MWu6LhWQ8
  15. Buddy Rich Quizás el más técnico. Rich aunaba ritmo y precisión y disfrutó de una carrera larga, en la cual tocaría hasta muy poco antes de su muerte. El jazz en estado puro.
  16. Ginger Baker Anda muy cerca del trío de superdotados. Ginger Baker, en su larga carrera, despuntó mayormente como el batero del supergrupo Cream, al lado de Eric Clapton y Jack Bruce. Una bestia, tenía que serlo, había que estar a la altura!
  17. Neil Peart No puede haber un concierto de Rush sin el solo de Neil Peart. Con el se completa esa trifecta indiscutible de bateros, junto a Bonham y Moon. Además de su perfección, se le suma el hecho de haberse recuperado musicalmente tras sufrir dos terribles golpes en menos de un año (la muerte de su esposa por enfermedad y la de su hija en un accidente).
  18. Keith Moon El quilombo que armaba Keith Moon era tal que ocultaba sus evidentes dotes con las baquetas. Dueño de un estilo único, el recuerdo de Moon sobrevive a su temprana partida terrenal.
  19. El pulso, el ritmo, el músculo y el nervio de la música están en la batería. Han habido una tonelada de grandes bateristas, pero aquí dejamos un breve listado de aquellos que despuntaron en sus bandas, literalmente la rompieron y llevaron a su instrumento varios pasos más allá. John Bohnam Para muchos el Número 1; Para varios otros, si no lo es, siempre en el top 3. El batería de Led Zeppelin era tan importante que, tras su muerte, Page, Plant y Jones juraron no hacer música nunca más bajo el nombre de su banda. Y cuando quisieron volver, John Paul Jones les recordó el código de honor. Tuvieron que hacerlo como Page & Plant. https://www.youtube.com/watch?v=Z_nU_VFvIZs
  20. Cuando se habla de remakes, es legítimo ariscar la nariz. Porque los resultados de los mismos han sido tan precarios (por no decir derechamente malos) que lo único que logran es dañar la imagen y la fama del original. Sumele el hecho de que es un remake de una de las películas más queridas de los 80 y se obtiene un resultado tajante: o es muy buena o es muy mala. O se le quiere o se le odia. El caso es que esta versión 2016 de Cazafantasmas, remake del célebre filme de 1984, recibe críticas mixtas por ambas partes y aunque vence, no convence. Y se suma a la lista de remakes que no lo lograron. Primeramente, hay que aclarar que Cazafantasmas no es mala. Es simpática, tiene sus momentos, entretiene y hasta gusta. Pero el listón que le dejó su predecesora es demasiado notable. Y no es culpa del director Paul Feig, quien entrega y firma un producto aceptable (porque no alcanza para ser malo). En parte, y es mi humilde opinión, lo que le falta a Cazafantasmas para triunfar es el instinto de Ivan Reitman, director del original y la alta calidad interpretativa de los tres pilares del filme del 84, a saber, Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis. Reitman, con su fino olfato, tomó ventaja de los roles de sus actores. Porque le dió en el clavo 100%. Además Murray como Aykroyd eran actores veteranos de Saturday Night Live que sabían que una comedia no es jamás espacio para dos comediantes a no ser que seas una leyenda como Laurel y Hardy o Abbott y Costello (y en roles antagónicos). Así Reitman le dío a Murray el rol del cínico Peter Venkman, lo que le cayó como anillo al dedo a Bill Murray, mientras que Dan Aykroyd le dio vida al más cálido Ray Stantz. Harold Ramis, con toda su capacidad actoral, quedó a la sombra de sus dos potentes compañeros de reparto, pero se dió maña (y ahí radica el genio del desaparecido actor) de dejar huella en el rol del científico Egon Spengler. En esta Cazafantasmas 2016, Feig no tuvo el pulso firme de Reitman para controlar su película, pues a las fallas del guión que son muy visibles, se le suma el hecho del choque constante entre las 4 protagonistas femeninas del filme. Porque sencillamente, al ser una revisitación del original, se come algo muy importante: la importancia de los roles. Si el Dr. Venkman era el líder indiscutido del team original, Kristen Wiig no convence como Erin Gilbert; Melissa McCarthy puede ser la actriz que más venda en el momento, pero como Abby Yates debe ser de lo más pobre de la película, resulta un fastidio (y obviamente, no es Ray Stantz); Kate McKinnon, eso sí, está muy por sobre sus colegas como Jillian Holtzman y suyas son las partes más cómicas del filme, caso contrario a Egon Spengler, pero que Ramis suplía con presencia y eficacia. Uno se pregunta si los párrafos graciosos fueron escritos solo para ella... Ernie Hudson le dio vida, en lo poco que aparece en el filme, a Winston Zeddemore, el cuarto cazafantasma que aparece un tanto forzadamente en el filme. Leslie Jones interpreta a Patty Tolan, una cuarta cazafantasma que como Winston no es científico, pero que tiene agallas para el trabajo. Y que sobreactuada y todo, resulta ser una presencia simpática dentro del contexto del filme. No deja de ser una gracia que, pese a tanta pifia, la película entretenga. Hay partes muy simpáticas, otras bastante fomes, pero a la larga, al menos, uno no sale de la sala con la sensación de estafa o de pérdida de dinero. Y ahí se ve que Feig tampoco lo hizo tan mal, dandole forma a una película que ya cuenta con demasiado peso sobre sus hombros y disimula las pifias con tal de salir medianamente bien del paso. Algo de presión tenía, pues Reitman, Murray y Aykroyd están en la producción del filme. Se sabía que los actores del reparto original harían unos breves cameos en el filme. Así, aparecen Murray, Aykroyd, Hudson, Sigourney Weaver (Dana Barrett) y Annie Potts (Janine, la secretaria). Rick Moranis (Louis Tulley) no aceptó la invitación para participar en el filme, pero es bien sabido que Moranis dejó la actuación tras la muerte de su esposa (la leyenda urbana dice que Moranis no se repuso de ese golpe y que su salud mental está muy mal). El momento emotivo es el primer cameo, un homenaje al desaparecido Harold Ramis, fallecido en 2014, homenaje que fue realizado con gran delicadeza y buen gusto. En sintesis, Cazafantasmas sale del paso por la suma de sus escasas virtudes, el buen momento que se vive ante la pantalla y los cameos de los actores originales. Pero en este ultimo recurso, uno sabe porque no le fue mal. Por sobre todo lo demás, Cazafantasmas triunfa por el buen sabor de boca y el prestigio que dejó el filme original.
  21. Desestructure no más, socio! Gracias por el aporte y tire pa arriba con su aventura con el bajo!
  22. Lemmy Kilmister Y como homenaje... "Somos Motorhead y les vamos a patear el culo". Lemmy ERA Y SERÁ Motorhead. Corta. El forero que escuche estos temas, por favor, subirle al máximo el volumen. Es eso, por ahora, les cedo la palabra a los foreros de LEK
  23. Geddy Lee Rush es la perfecta sincronía de sus 3 integrantes. Las 3 columnas de su sonido, Alex Lifeson en guitarra, Neil Peart en batería y Geddy Lee en bajo, teclados y voz, se dan suficiente espacio para el lucimiento personal, sin caer en las guerras de egos que hubieran acabado con cualquier banda sin la grandeza de Rush. Lee se destaca por lo antes nombrado. Hay que ser muy SECO, pero así con mayúsculas, para tocar bajo, teclados y cantar, todo junto a la vez. Y más encima, un monstruo compositivo. Una bestia.
  24. Cliff Burton La primera época de Metallica está marcada por la llegada de Cliff Burton, un joven y veloz bajista, preciso, imaginativo y creativo, que removió los límites de lo que podía hacer el bajo en mundo del metal para llevarlos un poco más allá. Lo malo es que esa misma época de Metallica está más marcada por la muerte de Burton en ese fatídico accidente de bus en Suecia. Un talento que se fue demasiado pronto y en plena repechada. https://www.youtube.com/watch?v=_CMsynfjG98
  25. John Paul Jones "No busco hacer show, ni estar delante del grupo. Para eso están Robert y Jimmy. Antes que estar haciendo eso, prefiero darle a la banda una pura línea de bajo". Una declaración de principios de John Paul Jones, quizás el músico menos reconocido de Led Zeppelin, pero los fans de la banda saben del peso real de las colaboraciones de Jones desde la oscuridad del escenario. https://www.youtube.com/watch?v=9Q7Vr3yQYWQ
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