A mi edad hay muchas historias y recuerdos… pero siempre me acuerdo de mis primeras, por el hecho de la falta de experiencia y de dinero también… son más graciosas y me traen más nostalgia…
Me acuerdo de adolescente con una de mis primeras pololas, estábamos “ponseandonos” en el patio de la casa de mis viejos… mi viejo tenia su auto estacionado, y la calentura corporal y el frió de la noche nos llevo a subir al auto… en el asiento del copiloto teníamos nuestro “nidito de amor” besándonos y acariciando nuestros cuerpos, yo penetrándola sentado y ella arriba… Todo normal, todo bien…hasta que la cosa se puso muy rica y la señorita empezó a quejarse muy fuerte, tanto que el perro de la casa empezó a ladrarnos, yo lo hacia callar pero como mi polola seguía quejándose el perro seguía ladrando… de pronto se vuelve loca por algunos segundos y cae casi desmayada en mis hombros…no reaccionaba, logré despertarla a besos y golpecitos en las nalgas... Cuando reacciona me pregunta que si había sido muy escandalosa...jaja... luego nos dimos cuenta que el asiento y mis pantalones estaban estilando… tuvimos que huebiar toda la noche para que ese asiento se secara, pues ese era el lugar sagrado de mi mamá cuando salíamos en el auto…
Saludos... RDC.