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Invitado Alicate

Tenis Internacional

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Boldenona es un químico anabólico que se usa en ganadería para aumentar la masa muscular de los animales, o sea más carne. Está prohibido en los países desarrollados pero se sigue usando en los países rascas, como Colombia.

Durante un mes el esteroide está circulando por cuerpo del animal y después se elimina. Si en ese lapso el vacuno es faenado y cocinado, el comensal se comerá también la boldenona.

Eso fue lo que hace un par de temporadas le pasó en Colombia al doblista local Robert Farah, uno de los mejores de Latinoamérica, campeón de Wimbledon y del US Open. Por esto fue suspendido por doping.

Ahora le pasó lo mismo a nuestra Bárbara Gatica, justo en la mitad de la mejor temporada de su carrera (hasta el momento, porque tiene muñeca para seguir subiendo hasta niveles insospechados). Y fue ahí mismo en Colombia. 

Farah logró demostrar que su consumo de boldenona fue involuntario a través de una comilona de esas tipo emperador romano. Y obviamente su castigo fue levantado antes de desinflar su carrera.

Lo mismo debe hacer Barbarita. No puede ser que los dudosos procedimientos alimenticios de los países rascas lleven la carrera de un deportista prometedor de vuelta a cero. Bananeros de mierda...

Y los demás tenistas ya lo saben: cuando compitan en Colombia torneos ATP, WTA, Challengers o ITF, no se les ocurra comer carne en ese país de mierda... Van a tener que reemplazar las proteínas por sacos de verduras, con el correspondiente riesgo de lesiones, pero eso es menos malo que estar suspendido uno o más años por un cagazo de los ganaderos locales. 

Ojalá Barbarita logre demostrar su inocencia. Buenas vibras para ella desde aquí. 

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Federer tiene 41 años y dirá adiós tras "una aventura maravillosa" de 24 años, pero después de tres últimas...

Roger Federer anuncia su retiro a los 41 años: “al juego del tenis, te amo y nunca te abandonaré”

El tenista suizo Roger Federer, exnúmero uno del mundo, ganador de 20 títulos de Grand Slam y considerado uno de los mejores jugadores de la historia, ha anunciado este jueves su retirada, que se hará efectiva al término de la Copa Laver, torneo por equipos que él mismo promueve y que se disputará en Londres del 23 al 25 de este mes.

Federer tiene 41 años y dirá adiós tras “una aventura maravillosa” de 24 años, pero después de tres últimas temporadas que han supuesto “un reto en forma de lesiones y cirugías”.

El jugador de Basilea, cumbre de la elegancia tenística, en particular en el juego de hierba -superficie sobre la que ganó ocho títulos de Wimbledon-, hizo público un comunicado en el que señala que ha hecho todo lo posible “por regresar de forma competitiva”, pero que su cuerpo tiene “capacidades y límites” y le ha enviado “un mensaje muy claro”.

“Tengo 41 años. He jugado más de 1.500 partidos durante más de 24 años. El tenis me ha tratado más generosamente de lo que nunca habría soñado y ahora debo reconocer que es el momento de terminar con mi carrera competitiva”.

“La Copa Laver de la semana que viene en Londres será mi último torneo ATP. Jugaré más al tenis en el futuro, por supuesto, pero no en los Grand Slams o en el circuito”, añade.

Federer admite que recibió “un talento especial para jugar al tenis” y que lo hizo a un nivel que nunca imaginó “y durante mucho más tiempo” de lo que pensó, reconoce, “que fuera posible”.

En un largo capítulo de agradecimientos, el suizo se refiere a su esposa Mirka y a sus hijos, a sus padres y hermana, a sus entrenadores, al equipo suizo, a su grupo de apoyo y a sus patrocinadores, a los fans y también a sus rivales.

“He tenido la suerte de jugar muchos partidos épicos que no olvidaré. Nos enfrentamos con limpieza, pasión e intensidad (…). Nos motivamos unos a otros y juntos llevamos el tenis a otro nivel”, dice Federer.

“Los últimos 24 años en el circuito han sido una aventura increíble (…). He tenido la fortuna de jugar en 40 países. He reído y llorado, he sentido alegría y dolor, pero sobre todo me he sentido increíblemente vivo”, indica el jugador.

“Para terminar, al juego del tenis: te amo y nunca te abandonaré”, concluye Federer el comunicado.

El jugador suizo ganó, además de ocho torneos de Wimbledon, seis veces el Abierto de Australia, cinco veces el Abierto de Estados Unidos y una vez Roland Garros.

Accedió por primera vez al número uno mundial el 2 de febrero de 2004.

Se retira con 103 títulos, un balance de 1.251 partidos ganados y 275 perdidos y unas ganancias oficiales, según la ATP, de 130,5 millones de dólares.

PD: Un talento extraordinario, de los tenistas más completos que han existido, muchas gracias por todo maestro.

¡Grande Roger Federer!

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Es un día dolorosamente agridulce, donde es imposible no entristecerse con el adiós de Roger Federer, pero...

La última función de Roger Federer

No hay —ni habrá— nadie más grande que Roger Federer. Su última función, en Londres, por la Laver Cup 2022, es una caricia para todos los años de su inigualable carrera. A pesar de su ya extenuado físico, con 41 años que pesan como yunques sobre las rodillas, su majestad se encargó de dejarnos bien en claro que el talento no tiene fecha de caducidad. El tiro ganador más estético fue de él, las voleas cortas en la red mejor jugadas las hizo él; y aunque Rafa Nadal, su gran dupla, lo carreó por algunos tramos del cotejo, su nivel estuvo más que a la altura en un partido donde el resultado final es lo que menos importa.

La derrota, en definitiva, es anecdótica. Lo que trascenderá para la historia es su discurso final, que nos emocionó y enmudeció a todos. Con lágrimas en los ojos, posiblemente mientras por su cabeza iban pasando las memorias de su carrera —los títulos, las derrotas, las lesiones, los duelos con Nadal, Djokovic, Murray; las medallas olímpicas, las glorias en Wimbledon—, sir Roger se despedía del tenis, de sus fanáticos y de su mejor amiga: la raqueta.

Raqueta que antes de iniciar el partido le acompañaba en ese conmovedor momento instantes previos de iniciar el match. Roger, sentado y cabeza gacha, veía a su amiga perdidamente sabiendo que sería su última exhibición como profesional. Imagen descorazonadora que nos desvela una de las pocas verdades objetivas de la que no podemos escapar: el tiempo no se frena y pasa para todos, hasta para las leyendas.

Otra imagen bella la firmó todo el Big Three, en un break cuando Roger y Rafa se encontraban en un momento picante del partido. Djokovic se acercó a sus compañeros para aconsejarles amistosamente un detalle para jugarle a Tiafoe; en una charla que, por contexto y momento, pasará a la posteridad. Como si de Robinson, Ali y Marciano se sentaran en la esquina del cuadrilátero. O Messi, Maradona y Pelé en el área técnica.

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Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic regalaron un momentazo para la historia cuando el serbio se...
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Frances Tiafoe alcanzó el logro más importante de su nobel carrera: llegar a las semifinales del US Open. Pero...

No puedo dejar de obviar el tema porque es odiosamente pertinente: en estos tiempos de tiranía estadística —donde los datos en el mundo deportivo se toman como verdad irrefutable, a veces pasando por alto el contexto— hay quienes arguyen que un atleta puede ser más grande que otro únicamente por el palmarés o sus logros cuantificables.

Una opinión respetable que no comparto, porque si fuera cierto, ¿cuántos atletas —de talento, reconocimiento y trascendencia inobjetable— estarían relegados injustamente en la valoración histórica de sus disciplinas?

En el caso de Djokovic, Nadal y Federer pasa algo de eso. Se quiere definir al mejor, al más importante o al más grande de estos tres en base a quién termine con más Abiertos en su poder. Una nimiedad injusta para un debate deportivo tan complejo que mide a los talentos más grandes que vio al tenis.

Aunque aquí el corazón juega su papel, hay un consenso en esta discusión: la trascendencia de Federer es más grande que la de Nadal y Djokovic (que son dos fuera de serie y dejarán un legado igual de enorme); no tanto por ser el mejor tenista sobre césped —la superficie más bella estética de este deporte— sino por ser el atleta que cambió para siempre al tenis y lo puso en otro nivel de relevancia.

Quizás haya quien valore más el físico, los trofeos o la mentalidad ganadora, donde Djokovic y Nadal le sacan alguna diferencia a Federer, pero en cuanto a talento, belleza y calidad, no hay nadie como el suizo, sin dudas el tenista más trascendental de este siglo.

Aunque parezca lejano, es posible que haya tenistas de gran talento y físico que alcancen o superen en títulos a Nole, Rafa y Roger; pero lo que no habrá jamás es alguien que juegue como su majestad, cuya llama tenística, irrepetible, acaba de apagarse en Londres, en la última función que cierra el libro de su leyenda.

Es un día dolorosamente agridulce, donde es imposible no entristecerse con el adiós de Roger Federer, pero no debemos olvidar sentirnos agradecidos, porque fuimos testigos de un genio inédito. Historia grande del deporte.

Hasta siempre, maestro.

 

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