Sin dudas MIREYA es una CLÁSICA GRANNY.
Yo destaco de ella que su vagina encamisó adecuadamente a mi pene. Lengua muy talentosa para el sexo oral.
Sigue en la torre de la esquina del Santo de las lluvias con la calle del Integrante de la Primera Junta de Gobierno.
Hay control de ingreso, el hombre es más relajado, en cambio a la mujer sólo le falta pedir el último antígeno prostático, para dar curso al ingreso.
Una sesión con Mireya tiene un precio razonable, cuatro arturos la hora.