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puertoman

Eres un adicto al sexo?

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Debo reconocer que llevo una doble vida, de las dos prefiero la vida donde soy una persona tranquila, respetable, muy querida y admirada ya sea por el exito profesional o por la amabilidad con el resto de las personas.

La otra vida es donde me acostumbre al sexo pagado, sigo siendo amable y correcto, pero para nada conseguire una vida plena por este camino, las razones?, alto riesgo de contraer sida, por mas que uno se proteja, las probabilidades aumentan, saber que nunca sere fiel, lo peor es el hecho de no poder controlar mi destino y el alto riesgo de decepcionar a la gente que esta a mi lado, tal vez a mi pareja, tarde o temprano podria enterarse que no soy lo que proyecto.

 

Hace mucho que busco cambiar creo que debo tener esperanzas de lograrlo ya que la vida que quiero es una donde este orgulloso de mi mismo, sin nada oscuro que ocultar.

Investigue en internet y encontre un hilo de esperanza, una luz al final del camino, tal vez alguien tambien se encuentre en una situacion parecida y este texto pueda ayudarlo.

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Ciclo de la adicción

 

La adicción es dolorosa en cualquier etapa, el individuo lucha contra sí mismo; es una batalla por la mente y el adicto se siente atrapado en un ciclo interminable. Comprenderlo puede ser de mucha ayuda para que el adicto pueda salir. A continuación cito este ciclo sacado de una pagina en Internet sin hacer modificaciones para no dar lugar a que se pierdan puntos importantes:

 

La obsesión - Consiste en el ensimismamiento del adicto en el problema. Empieza a autocompadecerse, tiene el pensamiento lleno de ideas sobre como hará para aliviarse y esto le provoca a veces ira, dolor, vergüenza, ansiedad o algunos otros disturbios emocionales momentáneos. También la obsesión consiste en que el adicto puede verse provocado sexualmente casi por cualquier cosa (como ver una fotografía inocente) que le llevará a buscar alivio lo más pronto posible.

 

La cacería - El adicto es empujado a actuar, a buscar algo o a alguien con quien involucrarse sexualmente. Puede buscar pornografía o salir en búsqueda de una pareja sexual. Todo esto suele ser un rito.

 

El reclutamiento - Identificar y conseguir una víctima puede ser tan sencillo como comprar una revista o depositar monedas en las maquinitas para ver fotografías pornográficas, o puede ser mucho más complejo, como atraer y seducir una persona confiada.

 

La gratificación - Por un lado, la gratificación es sencillamente una cuestión de alcanzar el orgasmo por medios que van desde la masturbación hasta el acto sexual, pero no siempre es tan sencillo. Muchos adictos no pueden alcanzar el orgasmo sino por medio de la realización de fantasías, que cada vez se hacen más y más complicadas. Encontrar la pornografía o la pareja adecuada, o la clase precisa de comportamiento sexual perverso es lo que sirve de combustible al proceso adictivo de un nivel al otro.

 

El regreso a la normalidad - Después que la fantasía ha sido realizada y el orgasmo se ha logrado, la obsesión se acaba y el adicto de nuevo se siente "normal". Aun Ted Bundy describió una sensación de normalidad después de cometer cada asesinato, pero como con otras adicciones, este estado de normalidad no dura. La realidad se inmiscuye una vez más, iniciando así, de nuevo, todo el ciclo.

 

La justificación - A medida que el adicto se da cuenta de lo que ha hecho, surge la necesidad de justificarse. Los adictos son gimnastas mentales consumados que pueden ir a través de contorsiones lógicas colosales para convencerse de que en realidad todo estaba bien. Nadie fue herido. Todo el mundo lo hace.

 

Culpar a alguien - Cuando el adicto ya no puede creer en sus propias racionalizaciones, busca un chivo expiatorio en quien pueda proyectar sus problemas. Busca a alguien a quien culpar de los sentimientos terribles que siempre aparecen cuando la euforia de la gratificación ha pasado. Culpará a sus padres, a la sociedad, aún a Dios por haberlo hecho como es. Culpará a casi todo el mundo en vez de aceptar la responsabilidad personal por sus acciones.

 

La vergüenza - A medida que el adicto encuentra mayor dificultad para proyectar en los demás lo que ha hecho, la culpa y la vergüenza entran y carcomen su alma. Se siente mal no tanto por lo que ha hecho, sino por la clase de persona en la que él se ha convertido. Se ve a sí mismo en el escalón más bajo de la sociedad.

 

La desesperación - Por último el adicto llega al punto en que el dolor es mayor después de pensar en lo que era antes, y se siente sin esperanza para cambiar. En este punto puede volverse al licor o puede aumentar su adicción sexual con cualquiera de una docena de otras compulsiones, todo en un intento desesperado de eliminar el dolor. El suicidio se convierte en una posibilidad muy real.

 

Las promesas- El adicto se dice a sí mismo y le dice a los demás que nunca jamás sucederá otra vez, que nunca volverá a ese sitio y que nunca volverá a verse de nuevo con esa persona, pero sus promesas sólo sirven para enfocar nuevamente su manera de pensar obsesiva y activar el proceso adictivo una vez más.

 

Rumbo a la Recuperación

 

Ahora que conocemos que es la adicción, cuales son sus causas, sus consecuencias y como funcionan sus ciclos, falta solo una cosa por conocer... como puede recuperarse el sexo dependiente.

 

Sin importar cual sea la causa, existe cura para la adicción al sexo. El tratamiento no consiste en no tener relaciones sexuales (por supuesto cuando se está casado) sino que trata de reconducir el comportamiento.

 

Lo primero que hay que hacer es reconocer las razones que impulsan al adicto a abusar del sexo. Segundo, hay que asistir a terapias con el psicólogo (de preferencia creyente) quien nos puede brindar un conjunto de técnicas que han demostrado ser efectivas para resolver la sexo adicción. Tercero, es conveniente que un profesional ayude al adicto con tratamiento farmacéutico para inhibir la ansiedad o crisis que el sexo adicto puede experimentar.

 

Muy conveniente es que el adicto tenga un "padrino". Un padrino es aquella persona responsable, conocedora del tema y con fortaleza espiritual a quien el adicto rendirá cuentas y no porque esa persona lo vaya a sancionar o tenga alguna autoridad, sino porque esa persona será el que esté siguiendo muy de cerca el proceso de recuperación y ayudará al enfermo a superar cualquier obstáculo. Recomiendo que este padrino sea de preferencia un ex-adicto ya que la experiencia de su propia recuperación puede ser de mucha ayuda para el adicto, pues tiene frente a él la prueba de que sí se puede y a la vez, no hay nadie que comprenda más la situación que alguien ya ha pasado por ese mismo camino.

 

Es muy importante que el adicto se decida a enfrentarse al problema y llegar a la intimidad. Si el tratamiento de recuperación no incluye el llegar a ésta intimidad, la recuperación será incompleta y temporal.

 

El problema de poder llegar a la intimidad es que no sabemos que es en realidad. Creemos que intimidad es igual a relaciones sexuales y no es así. Intimidad significa cercanía, transparencia, es decir, lograr la habilidad de compartir con otra persona los anhelos más profundos así como nuestras debilidades. El sexo como parte de la intimidad solo es permitido en el matrimonio.

 

La intimidad pues, tiene que ver con el darse a la otra persona, en dar más que en recibir, en preocuparme por el otro y no por mí. Es sorprendente y casi increíble aceptar que la cura consiste en servir a otro, en atender los sufrimientos del otro olvidándome de los míos.

 

Conseguir la cura a través del servicio es posible porque al servir al otro me olvido de mí, y olvidándome de mí me olvido de mi adicción, ¿me explico?. Al olvidarme de mi adicción corto inmediatamente el ciclo que me mantiene en el círculo interminable que inicia con la obsesión.

 

Ahora bien, ¿hasta que punto hay que llegar en la intimidad?. Hasta el punto de ser transparente, es decir, presentarse ante el otro tal cual es y no presentar una imagen. No importa cuales sean las consecuencias de ser quien es porque si no lo hace el alivio será momentáneo.

 

Entonces, como la intimidad implica entregarse al otro debemos escoger muy bien a la persona con quien iniciaremos a practicarla. Yo en lo personal recomiendo que si se está casado sea con la esposa(o) pero antes ambos deberán ir con el psicólogo o consejero espiritual para que los ayude a iniciar esa intimidad.

 

Durante el proceso de recuperación, el apoyo de la Iglesia es fundamental. Además de recuperarse mentalmente, el adicto necesita sanar su alma. Esta quedó muy dañada producto del pecado. Necesita pues de nuestras oraciones, de nuestro apoyo espiritual, de nuestra aceptación. La enseñanza bíblica es muy importante, es necesario que encuentre en la palabra de Dios consejos sólidos, además del perdón y el amor de Cristo. Si el adicto no recibe este apoyo espiritual estará desequilibrado.

 

Pero aquí no termina todo, hay algo mas que los adictos deben hacer para terminar su tratamiento. A veces no les gusta, pero es necesario que se comprometan a ayudar a otros adictos por periodos largos, quizá durante toda una vida. La razón de ayudar a otros es porque ayudando a otros se ayudan a sí mismos, recordemos que el servicio es la fuente de cura de la adicción y si los adictos se mantienen en servicio a los demás estarán siempre prevenidos ante recaídas y al mismo tiempo ayudarán a otros a su recuperación.

 

Otros consejos

 

Todo adicto debe tener un b]plan de "protección".[[/b] Por supuesto que no es un plan obsesivo, pues es precisamente contra lo que se lucha, pero si debe haber un plan el cual impida que el adicto tenga contacto con cosas que pueden hacer que el ciclo reinicie.

 

El plan consiste en mantenerse fuera de las librerías pornográficas, de los estantes de revistas y de los bares. Por supuesto que ir a los centros de prostitución también quedan terminantemente prohibido, así como el iniciar alguna aventura. Estos principales puntos del plan deben ser muy rígidos sin dar marcha atrás.

 

También dentro de este plan se encuentra la lectura de material de ayuda, tener estudios bíblicos, oración, comunión, confesión, ayunos y formas moderadas de diversión. En la forma de divertirse se debe tener mucho cuidado ya que el poder de la lujuria es grande y puede hacer caer al adicto en el menor descuido.

 

Por último, el adicto debe buscar centros especializados para tratar su adicción, especialmente aquellos que están centrados en Cristo, pues es ahí donde están los profesionales que le ayudarán a salir del problema. No basta con leer este ensayo, esto no soluciona nada, se necesita curar todas las heridas psicológicas y espirituales que solo quienes están capacitados pueden descubrir y tratar.

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Gracias por la buena intención, pero no... gracias. Sin vicios la vida es muy fome y ¿qué es una adicción en el fondo? algo que te atrapa y te imposibilita mantener tu vida normalmente. No dejo de cumplir mis obligaciones por fumar macoña, por ejemplo, menos aún por estokar. Todo va en saber separar claramente los momentos pa webeo de los que no lo son.

 

Los sermones... llévenselos a misa!!! Este lugar es para compartir info de uno de los mejores vicios.

 

Saludos,

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shuuuuuuuuuuuuuu vamos a seguir ... !!

 

MIKKY version 2.0 ??

 

jajajaja Saludos .....

 

No hay k volverse adicto ... cuando deje de sentir la adrenalina al pagar por estokar !!

sabre k estoy empesando a volverme adicto ... en ese momento lo dejo ..................... o no ...

 

 

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¡¡¡JA, JA, JA, JA!!!!

 

Pero colega Puertoman, ¿no sabía Ud. que el sexo hecho dinero (en todas sus formas) es uno de los frágiles hilos que está sosteniendo la economía en este momento?

 

No sólo la excesiva calentura especulativa en las bolsas de valores provocó la caída en la que vamos, sino también el abuso del crédito como forma de pago en las transacciones (a todo nivel, tanto en simples lucas como en millones de dólares).

 

Hay que hacer circular el efectivo. Y tanto el sexo como la farra en las discos se pagan en efectivo.

 

¡¡¡¡NO SEA INCONCIENTE, SALVE LA ECONOMÍA!!!!!

 

¡¡¡¡JA, JA, JA, JA, JA, JA!!!!!!!!!!

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Gracias puertoman, se que tus intenciones en el fondo son buenas....creeme que alguna vez tuve ese dilema tambien...pero en fin, como alguien dijo por ahi...la vida es fome sin vicios...aunque igual es fuerte asumir que uno es un vicioso....yo por ejemplo ya tengo tres: maracas, macoña, copete...ah, me olvidaba del otro...mentir...jajajajajajaja

 

Aunque si te sirve de consuelo, llevo varios años en esto de las maracas, y despues pasa que uno prefiere las minas ricas solamente, osea...puedes estar hasta dos meses sin maracas esperando que llegue una rica, y ahi caes otra vez, asi que tranquilo nomas hombre, mientras hagas bien las cosas nadie te va a descubrir, solo siga jugando....

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Junto con saludarlos,

 

Comparto las adicciones mencionadas como la coña, el maldito copete, las mariposas de la noche etc, las cuales en algunos momentos y vaivenes de la vida nos ahogan o gratifican.

Creo que lo importante es estar tranquilo con uno mismo, ya sea estes en misa o en el segundo piso del roca. De todas maneras no esta mal tener una guia para el que quiere salir, pero definitivamente este foro no es el lugar.

Envio un saludo a todos los viciosos :retard:

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