Piratas Del Caribe 5

[Sexorro2]

Nombre: "PIRATES OF THE CARIBBEAN: DEAD MEN TELL NO TALES" modificado a "LA VENGANZA DE SALAZAR" para el mundo hispánico.

Directores: Joaquim Ronning, Espen Sandberg.

Autores: Jeff Nathanson, Terry Rossio.

Anti-héroes: Johnny Depp, Geoffrey Rush (Barbossa), Kevin McNally (el maestre Gibbs).

Villanos: Javier Bardem (Salazar), David Wenham (representando a la Real Armada Británica).

Música: Geoff Zanelli revolviendo las melodías de Hans Zimmer.

 

 

¿Es para verla solo?: no... ¿Con una pierna suave?: tampoco... ¿Con la cabrería familiar?: BINGO.

 

La serie cinematográfica "Piratas del Caribe" es una de las pocas opciones palomiteras con la que te vas 100% a la segura para entretener a la prole. Quizá la única excepción sea el episodio 4: con poca acción, un malo poco malo y un presupuesto que descuidó los efectos visuales por destinar demasiados ceros al estipendio del reventado Johnny Depp.

 

Esta quinta entrega tiene buenas intenciones: trata de mezclar el buen ritmo de las dos primeras con los fabulosos efectos visuales de la 3. ¿Lo logra?: se podría decir que en un 75%, al ojo, lo que igual es bastante bueno comparado con la anterior.

 

Junto con el ritmo casi tropical de la historia, se recuperan también las mochas acrobáticas (que son marca registrada de la franquicia) y el humor físico al estilo Chaplin (el único tipo de humor con que los yanquis hacen reir).

 

Buenas locaciones, bellísimos paisajes, equilibran bien la magnífica animación digital trabajada por el ejército de dibujantes cuya obra cumbre es la escena final en que todos cuelgan del ancla en el mar partido por la mitad, que juro por Jebús y sus Santos Apóstoles es algo nunca visto en la puta Historia del Cine.

 

¿El cuento?: infantil, más no se puede pedir para el caso.

 

De las actuaciones, la película se la roba la joven pareja del hijo de Will Turner y la bella astrónoma condenada por brujería en una época en que la sociedad occidental no era más que un hato de bestias. El cabro (Brenton Twaites), fue acertadamente elegido por ser una perfecta mezcla física de sus padres fílmicos (Orlando Bloom y Keira Knightley) y por una gran habilidad histriónica que recuerda a un jóven Heath Ledger. Y la bella Kaya Scodelario intrepreta a la perfección a la mina rica e inteligente que sólo existe en la imaginación masculina.

Bardem salva como villano, pero los libretistas lo limitaron demasiado con la voz disfónica-agónica de su personaje.

 

A la música le alcanza para el 4,0 cumpliendo con lo básico.

 

El único defecto intragable de la cinta son los chistes verbales yanquis, algo que nunca ha hecho ni hará reir a nadie que no sea yanqui. Como puse más arriba, lo suyo es el humor de tortazos y porrazos.

 

Imágenes: