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Blade Runner

Grandes Discos 5: Xtc

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Sarcasmo, humor negro, mucha ironía y arreglos excepcionales. Esas eran las cartas de presentación de los originales XTC, un grupo que, comandados por el genio excéntrico de Andy Partridge, merecía mucho más, pero que las vueltas de la vida les jugaron siempre bromas pesadas.
XTC, aunque no lo parezca, no hace alusión al famoso éxtasis, una de las drogas preferidas en UK a mediados de los 80. Colin Moulding, la otra parte de XTC, señalaba varias veces que ellos iniciaron su carrera musical en Swindon, cerca de Londres, a fines de los 70 y el éxtasis, como tal, fue decubierto en plenos 80. Partridge también aclaraba el origen del críptico nombre de su banda: sencillamente "se veía genial colocar esas tres letras una del lado de la otra".
Desde sus inicios, se veía a XTC destinado a la grandeza. Los discos venían uno tras otro impecables, brillantes y con un sonido muy particular: limpio, pulcro y refinado. Las letras derrochaban ironía y genialidad a la vez y no se divisaba ninguna nube que pudiera empañar el avance imparable de Partridge y los suyos. Pero en 1982, con su disco "English Settlement" tocando nuevas alturas y espoleados por el energético single "Senses working overtime", la cuesta arriba de XTC frenó de golpe, imprevistamente, del modo más duro y, paradojas del destino, en su mejor momento. Andy Partridge se desploma en escenario, y lo que en un principio parecía strees o fatiga se transformó en un fuerte cuadro de pánico escénico, lo que alejaría de una vez y para siempre a XTC de los shows en vivo.
Curiosamente, este hecho no significó el final inmediato de la banda. Atados a un contrato con Virgin por 6 discos, se aferraron a dicho contrato como única forma de continuar con vida. Partridge, Moulding y Dave Gregory se encerraron en los estudios de grabación y se dedicaron concienzudamente a exprimir todas las posibilidades hasta lo último. Y lo que venía no tiene desperdicio: "Mummer", "The Big Express", "Skykarking", "Orange and Lemmons" y "Nonsuch" son todos discos imprescindibles, llenos de genialidad, pero condenados de antemano. Virgin no tenía el menor interés en promover sus álbumes, pues veían a la banda como un peso muerto, ya que sin poder actuar en vivo, las ventas, como es lógico, eran pobres.
La aventura no terminó para nada bien con Virgin. Partridge, inexplicablemente, nunca quiso sacar el sexto disco que los liberaba de manos para seguir por sí solos. El tema fue a los juzgados y faltó muy poco para que la sangre no llegue al río. Una guerra declarada por largos años mantuvo a XTC fuera de todo, forzosamente. Pero, a larga, XTC perdió tiempo pero ganó la batalla. Los abogados de la banda se aferraron a la poca promoción de Virgin para ver que, en realidad, las regalías pagadas no correspondían, eran mucho menores. Ese hecho, que fue descubierto de chiripa, condenó a Virgin a liberar a XTC, cancelar no sólo los dineros faltantes, sino que reparaciones monetarias cuantiosas. Partridge y Moulding abrieron su propio sello y continuaron trabajando por algunos años más, sin cambiar su curiosa rutina de asistir diariamente a su estudio y salir con varias cosas avanzadas. Lo hicieron así cuando Virgin les hizo la guerra y el resultado fueron dos álbumes listos (Apple Volume 1 y 2 ), igual de geniales y brillantes y que fueron lanzados al mercado apenas quedaron libres.
Disco recomendado: "Orange and Lemmons". Es uno de los que les gusta más a Partridge y Moulding, tiene un sonido impecable, dos de las mejores canciones de la banda "King of a Day" o "The Mayor of Simpleton", brillante por dónde se los mire. Partridge siempre afirmó que este disco sería su mejor aproximación a la música de sus adorados Beatles. Pero, quien dijo que imitar podía ser malo?

 

 

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