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Blade Runner

Simplemente Ali (1942-2016)

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Sólo me enteré hace un par de minutos de esta gran pérdida para el deporte y el boxeo mundial ... se me adelantó colega Blade Runner jajaja ... esperaré su aporte, siempre tan completo, haber si me deja algo para complementar jajaja.

 

Sólo decir que se fue el más grande de todos los tiempos, enfrentó desde el temible Sony Liston, pasando por Foreman, Freizer, Norton y Larry Holmes ... qué nombres wn!!! ... Campeón olímpico, Campeón Mundial de los pesos pesados, bueno, el resto lo informará nuestro colega Blade Runner ... gran técnica, movilidad ... todo un espectáculo sobre el cuadrilátero ... simplemente ... el más grande entre los grandes!!! ... Descansa en paz Alí, tus manos ya dejaron de temblar por el Parkinson, empero, las hazañas que con ellas hiciste en el ring, serán recordadas por siempre ... un ídolo ... en donde quiera que estés, mis respetos.

 

Saludos Cordiales de Bigotito.

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Es muy complejo poder describir, en pocas lineas, lo que representó para el mundo el gran Mohammed Ali, nacido Cassius Marcellus Clay, un 17 de enero de 1942 en Louisville, Kentucky.
Porque la figura de Ali es icónica: traspasó los límites del boxeo, de tal modo que redifinió esa status que fue y que es de uso exclusivo de The Greatest: el mejor atleta de la historia es uno solo. Está Pelé y está Maradona, esta Jordan y esta Magic Johnson, está Fangio y está Schumacher, está Nicklaus y está Woods. Pero hay un solo Alí, él en sí es una categoría aparte, inmaculado e intocable.
Y, cosas del destino, las magníficas peleas de Alí dentro del cuadrilátero son y serán eternas. Pero tanto o más gloriosos son esos fieros combates fuera del ring, dónde perdió todo, corona mundial incluida, pero dónde ganó otra base de adeptos aún más fieles y decididos y desde dónde, de una vez y para siempre, trascendió y superó el mundo del deporte para volverse un ícono cultural.

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En el mundo del boxeo, Alí redifinió los límites de lo posible e improbable. Hay que ver como, a cada paso que avanzaba, Alí iba cambiando el mundo y cambiando el mismo. Campeón olímpico en Roma 1960, volvió como héroe a sufrir el castigo racial de una dividida USA. Comenzó a ver el mundo, más allá de los límites de Kentucky.
Un trabajado combate contra Henry Cooper le mostraron que la discriminación era algo más de USA que del resto del mundo. Llegarían las peleas contra Sonny Liston, el oso feo, el campeón que nadie quería. Las apuestas estaban 7 a 1 a favor de Liston. En palabras de Alí, Liston tenía mejor pegada, más alcance y mejor boxeo que casi todos. Pero sorprendió al mundo al derrotarlo en la 1 ocasión y sacudió aún más en el 2 combate, con ese puño ancla que le dió de lleno en la sien y lo mandaría a Liston al ostracismo pugilístico.
Vendría Chuvalo. Un tremendo púgil, con pegada y guapeza. Y Alí asimiló rápido la lección. Chuvalo era fajador, duro, con mucho barrio y experto en la pelea corta. Alí transpiró más de la cuenta, pero siguió adelante. Y más experiencia aprendida a lo Alí, a la brava.
Vendrían Cooper, Terrel, Williams, Folley. Este último combate fue bravo, el experimentado Zora aguantó como hombre. Alí lo felicitó a él, a su esposa y hasta a los niños de Folley, diciendoles que estuvieran orgullosos de su padre, un hombre muy valiente.
Luego vendría el receso obligado. Su negativa de ir a Vietnam le pasó la cuenta. Perdió fortuna, casa, alimento, vida familiar. Pero Alí no se quebró y estuvo lejos de hacerlo. Volvería por sus fueros con otros boxeadores, aún más bravos que los anteriores, que pelaban a muerte cada round, mientras que el era un veterano que buscaba reinsertarse. Y con el título en otras manos.
Ringo Bonavena lo exigió hasta ese último round. Alí hizo la diferencia en el 15 y el púgil argentino no pudo resistir. Pero el mundo lo vio: Ali ya no flotaba como mariposa y no picaba como abeja. Su boxeo cambió, concentrando precisión en sus golpes y asimilar el castigo recibido.
Y vendría la primera, la brutal, la salvaje. Joe Frazier lo esperaba a pie firme. Ali se preparó como pudo y recibió una golpiza de marca mayor, con caída a la lona en el último round, cuando Frazier literalmente lo levantó del suelo de un potente gancho izquierdo. Primera derrota para Alí y con varios días para ambos campeones orinando sangre.
El retiro duró poco: peleas más, peleas menos, le tocó recibir otra derrota de manos del ex marine Ken "Mandingo" Norton. En el segundo round Alí lo estaba insultando como le era usual y a modo de respuesta, recibió un fulminante derechazo que le fracturó la mandíbula.
La revancha contra Norton vendría casi enseguida y Alí debía demostrar que no estaba acabado: recibió un castigo durísimo, pero aún así pudo superar al ex marine en el último round. Norton diría, muy agradecido, después del combate: "Me había separado, estaba muy mal, no podía ni alimentar a mi hijo. Alí, con su presencia, cambió mi vida para siempre".
Vendría la segunda, otra prueba de hombría y de coraje: debía vencer a Frazier para que su victoria con Norton no quedara olvidado y también tener la chance del campeonato del mundo. Fue una masacre para ambos lados. Alí estaba horrorizado, ese hombre, ese rival, no aflojaba ni se rendía. Y no le tenía miedo a nada. Pudo vencer, pero las cuentas para ambos púgiles fueron terribles.
Y vendría The rumble in the jungle: el boxeo como espectaculo de repercusión mundial. Un combate por el título del mundo que pasaría a la historia. Mobutu Sese Seko, el dictador de Zaire, logró por 10 millones de dólares, que la atención del mundo se dirigiera, por una noche, a ese rincón de Africa.
Y contrario a lo que pregonaba, de mostrar a Foreman como un novato, que le enseñaría un boxeo superior, que bailaría como nunca antes...Foreman le creyó el cuento y se atragantó solo. Alí, en el segundo round, se fue a las sogas, rompiendo con lo establecido. Y recibió castigo sin misericordia. Sufrió como un animal, pero no paró de insultar a Foreman. "Come on...Show me something"..."Really, you're the champion? My grandma though punches..." (Angelo Dundee le gritaba en su esquina y Ali respondía "Tranquilo, se lo que estoy haciendo" y el desesperado Dundee le decía "Sí, estás haciendo que te maten"). Foreman perdió la cadena, golpeando furiosamente, a más golpes más energía gastada y cayó en la trampa de desfondarse solo. Ali resistió, hasta que se hizo evidente que Foreman se había quedado sin ideas y sin nada de energía en el estanque. Tres certeros puños terminaron la cuestión y había un cuarto listo para salir de manos de Alí, pero que no fue lanzado, para no arruinar la estética del K.O. con un golpe mal lanzado. Por segunda vez, The Greatest era el Campeón.
Vendría Ron Lyle. Otro púgil tremendo, que exigió a Alí a los últimos rounds. Lyle le dió una enorme batalla, pero fue superado por un Ali que reconoció el esfuerzo de su oponente. Y Lyle lo agradeció de la misma manera que Mandingo Norton: "Si no fuera por Alí, nadie jamás recordaría a Ron Lyle".
Y vendría la más dificil, la más salvaje, la más cruda de sus batallas: Frazier III, The thrilla in Manila. No hubo compasión para nadie. Un perpetuo castigo para ambos lados, con Frazier sin poder salir a disputar el último asalto, mientras que Ali estaba a punto de abandonar, exhausto (Frazier quería pelear, pero Eddie Futch, su Técnico le dijo Siéntate, esto se acabó, nadie olvidará lo que hiciste hoy""). Ganó Alí, se desplomó ahí mismo y ambos boxeadores terminaron hospitalizados de gravedad por varios días. Y Alí lo describió así: “Yo debo estar loco para seguir haciendo esto. Siempre saco lo mejor de cada uno de los hombres con los que peleo, pero Joe Frazier, yo se lo digo al mundo, saca lo mejor que hay en mí. Es un demonio de hombre, se los digo. Que Dios bendiga a Joe Frazier". Y concluyó "Es lo más cercano que he estado de la muerte".
Después Alí debía mantener su título. Norton III, con victoria cerrada para Alí y un nuevo capítulo de hombría: Earnie Shavers, segú el mismo Alí, el que más fuerte le dió. Donde pegaba Shavers, algo sonaba como que se rompía. Alí lo superó en el último asalto, después de sufrir un terrible castigo.
Y vendrían los dos combates contra Leon Spinks: en el primero, nadie pensaba que Spinks tendría alguna posibilidad, apenas 7 combates contra la carrera curtida de Ali. El campeón ni siquiera se interesó en entrenar debidamente. Y Spinks se adueñó del combate, apoyado por el público que aclamaba al joven oponente. Perdió de forma inapelable. Spinks mostró grandeza al darle una revancha apropiada: lo pagaría caro. Los papeles se invirtieron: la preparación de Ali fue muy meticulosa y de esfuerzo, Spinks tres días antes del combate estaba borracho y con marihuana en el cuerpo. Alí recuperaba su cetro del mundo y ya anunciaba su retiro. Y Spinks, tal como Lyle y Norton: "Tu sabes lo que es pelear contra una leyenda? Yo sí. Yo compartí ring con el más grande".
Lo que vino después estuvo demás: malas inversiones y estafas de sus allegados lo obligaron a entrar de nuevo al cuadrilatero, para pelear contra su ex sparring, Larry Holmes. Los reflejos, la actitud, los golpes, la movilidad, nada era lo mismo. Holmes lo golpeaba con decisión y dolor, pues admiraba a Ali y le estaba profundamente agradecido de las puertas que el gran campeón le había abierto. Angelo Dundee se apiadó y terminó todo en el round 10. Holmes fue al camarín de Ali, llorando, a implorar el perdón de su ídolo. Y el campeón, en su grandeza, le decía "Holmes, te voy a atrapar, Holmes, escapa" entre las sonrisas del mundo, menos de Holmes que parecía adivinar el combate que debería enfrentar Ali contra los estragos del Parkinson. Larry volvería a pedir el perdón de Alí y este le dijo "Larry, si me quieres tanto, porque me golpeaste?" y un abrazo fraterno selló la amistad eterna entre ambas leyendas.
Y el último round contra Trevor Berbick. Fue un final indigno. Ali perdia en las tarjetas, con una a favor. Y Berbick agradeció el hecho de combatir contra una leyenda en vida, diciendole al campeón "Fuiste mi inspiración desde que era un niño. Voy a ganar el título por ti. Te quiero mucho". Lo fue, pero por poco tiempo: otra fuerza indomable de la naturaleza lo derrotaría, un joven lleno de furia llamado Mike Tyson. Pero esa es otra historia.

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Colega Blade Runner, sólo le puedo decir ... SE PASÓ !!! ... muy pocas veces he visto a algún estokador narrar de manera tan brillante y de forma tan emocionante un relato, coronándolo como los que saben ... a lo grande ... Mohammed Alí se lo merece y agradece.

 

No me dejó casi nada que acotar ni complementar, a pesar de que del Gran Campeón se seguirá escribiendo ... ud. lo hizo de manera MA GIS TRAL.

 

Participe del Concurso Literario de Reportes, tiene pasta colega!!!.

 

Saludos Cordiales de Bigotito.

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Magnífico aporte,don Blade...difícil decir algo más de la carrera de Alí después de su brillante y emotivo resumen.

Sólo puedo decir que la última imagen pública que conservo de él es su figura temblorosa pero aún imponente encendiendo la llama olímpica en Atlanta 1996,que marcó el centenario de las Olimpíadas modernas.

 

Y un aporte un poco freak:

El personaje cinematográfico de Rocky se inspiró en uno de los rivales de Alí.

Chuck Wepner,un peso pesado de raza blanca y más bien segundón(peleó 52 veces como profesional y ganó 37)a los 36 años se enfrentó a Ali por el título mundial,el 24 de marzo de 1975...y sorprendentemente llegó de pie al 15° round,incluso derribó a Alí en el 9° round(aunque se demostró que le había pisado un pie)En ese último round,Wepner cayó a la lona y se levantó totalmente mareado.El árbitro le contó hasta 7 y declaró K.O. técnico-

Alí ganó 1.500.000 dólares y Wepner 100.000,más que en toda su carrera.

Salu2 y todo el honor y la gloria a Alí,gran figura deportiva y civil.

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En el mundo del boxeo, Alí redifinió los límites de lo posible e improbable. Hay que ver como, a cada paso que avanzaba, Alí iba cambiando el mundo y cambiando el mismo. Campeón olímpico en Roma 1960, volvió como héroe a sufrir el castigo racial de una dividida USA. Comenzó a ver el mundo, más allá de los límites de Kentucky.

Un trabajado combate contra Henry Cooper le mostraron que la discriminación era algo más de USA que del resto del mundo. Llegarían las peleas contra Sonny Liston, el oso feo, el campeón que nadie quería. Las apuestas estaban 7 a 1 a favor de Liston. En palabras de Alí, Liston tenía mejor pegada, más alcance y mejor boxeo que casi todos. Pero sorprendió al mundo al derrotarlo en la 1 ocasión y sacudió aún más en el 2 combate, con ese puño ancla que le dió de lleno en la sien y lo mandaría a Liston al ostracismo pugilístico.

Vendría Chuvalo. Un tremendo púgil, con pegada y guapeza. Y Alí asimiló rápido la lección. Chuvalo era fajador, duro, con mucho barrio y experto en la pelea corta. Alí transpiró más de la cuenta, pero siguió adelante. Y más experiencia aprendida a lo Alí, a la brava.

Vendrían Cooper, Terrel, Williams, Folley. Este último combate fue bravo, el experimentado Zora aguantó como hombre. Alí lo felicitó a él, a su esposa y hasta a los niños de Folley, diciendoles que estuvieran orgullosos de su padre, un hombre muy valiente.

Luego vendría el receso obligado. Su negativa de ir a Vietnam le pasó la cuenta. Perdió fortuna, casa, alimento, vida familiar. Pero Alí no se quebró y estuvo lejos de hacerlo. Volvería por sus fueros con otros boxeadores, aún más bravos que los anteriores, que pelaban a muerte cada round, mientras que el era un veterano que buscaba reinsertarse. Y con el título en otras manos.

Ringo Bonavena lo exigió hasta ese último round. Alí hizo la diferencia en el 15 y el púgil argentino no pudo resistir. Pero el mundo lo vio: Ali ya no flotaba como mariposa y no picaba como abeja. Su boxeo cambió, concentrando precisión en sus golpes y asimilar el castigo recibido.

Y vendría la primera, la brutal, la salvaje. Joe Frazier lo esperaba a pie firme. Ali se preparó como pudo y recibió una golpiza de marca mayor, con caída a la lona en el último round, cuando Frazier literalmente lo levantó del suelo de un potente gancho izquierdo. Primera derrota para Alí y con varios días para ambos campeones orinando sangre.

El retiro duró poco: peleas más, peleas menos, le tocó recibir otra derrota de manos del ex marine Ken "Mandingo" Norton. En el segundo round Alí lo estaba insultando como le era usual y a modo de respuesta, recibió un fulminante derechazo que le fracturó la mandíbula.

La revancha contra Norton vendría casi enseguida y Alí debía demostrar que no estaba acabado: recibió un castigo durísimo, pero aún así pudo superar al ex marine en el último round. Norton diría, muy agradecido, después del combate: "Me había separado, estaba muy mal, no podía ni alimentar a mi hijo. Alí, con su presencia, cambió mi vida para siempre".

Vendría la segunda, otra prueba de hombría y de coraje: debía vencer a Frazier para que su victoria con Norton no quedara olvidado y también tener la chance del campeonato del mundo. Fue una masacre para ambos lados. Alí estaba horrorizado, ese hombre, ese rival, no aflojaba ni se rendía. Y no le tenía miedo a nada. Pudo vencer, pero las cuentas para ambos púgiles fueron terribles.

Y vendría The rumble in the jungle: el boxeo como espectaculo de repercusión mundial. Un combate por el título del mundo que pasaría a la historia. Mobutu Sese Seko, el dictador de Zaire, logró por 10 millones de dólares, que la atención del mundo se dirigiera, por una noche, a ese rincón de Africa.

Y contrario a lo que pregonaba, de mostrar a Foreman como un novato, que le enseñaría un boxeo superior, que bailaría como nunca antes...Foreman le creyó el cuento y se atragantó solo. Alí, en el segundo round, se fue a las sogas, rompiendo con lo establecido. Y recibió castigo sin misericordia. Sufrió como un animal, pero no paró de insultar a Foreman. "Come on...Show me something"..."Really, you're the champion? My grandma though punches..." (Angelo Dundee le gritaba en su esquina y Ali respondía "Tranquilo, se lo que estoy haciendo" y el desesperado Dundee le decía "Sí, estás haciendo que te maten"). Foreman perdió la cadena, golpeando furiosamente, a más golpes más energía gastada y cayó en la trampa de desfondarse solo. Ali resistió, hasta que se hizo evidente que Foreman se había quedado sin ideas y sin nada de energía en el estanque. Tres certeros puños terminaron la cuestión y había un cuarto listo para salir de manos de Alí, pero que no fue lanzado, para no arruinar la estética del K.O. con un golpe mal lanzado. Por segunda vez, The Greatest era el Campeón.

Vendría Ron Lyle. Otro púgil tremendo, que exigió a Alí a los últimos rounds. Lyle le dió una enorme batalla, pero fue superado por un Ali que reconoció el esfuerzo de su oponente. Y Lyle lo agradeció de la misma manera que Mandingo Norton: "Si no fuera por Alí, nadie jamás recordaría a Ron Lyle".

Y vendría la más dificil, la más salvaje, la más cruda de sus batallas: Frazier III, The thrilla in Manila. No hubo compasión para nadie. Un perpetuo castigo para ambos lados, con Frazier sin poder salir a disputar el último asalto, mientras que Ali estaba a punto de abandonar, exhausto (Frazier quería pelear, pero Eddie Futch, su Técnico le dijo Siéntate, esto se acabó, nadie olvidará lo que hiciste hoy""). Ganó Alí, se desplomó ahí mismo y ambos boxeadores terminaron hospitalizados de gravedad por varios días. Y Alí lo describió así: “Yo debo estar loco para seguir haciendo esto. Siempre saco lo mejor de cada uno de los hombres con los que peleo, pero Joe Frazier, yo se lo digo al mundo, saca lo mejor que hay en mí. Es un demonio de hombre, se los digo. Que Dios bendiga a Joe Frazier". Y concluyó "Es lo más cercano que he estado de la muerte".

Después Alí debía mantener su título. Norton III, con victoria cerrada para Alí y un nuevo capítulo de hombría: Earnie Shavers, segú el mismo Alí, el que más fuerte le dió. Donde pegaba Shavers, algo sonaba como que se rompía. Alí lo superó en el último asalto, después de sufrir un terrible castigo.

Y vendrían los dos combates contra Leon Spinks: en el primero, nadie pensaba que Spinks tendría alguna posibilidad, apenas 7 combates contra la carrera curtida de Ali. El campeón ni siquiera se interesó en entrenar debidamente. Y Spinks se adueñó del combate, apoyado por el público que aclamaba al joven oponente. Perdió de forma inapelable. Spinks mostró grandeza al darle una revancha apropiada: lo pagaría caro. Los papeles se invirtieron: la preparación de Ali fue muy meticulosa y de esfuerzo, Spinks tres días antes del combate estaba borracho y con marihuana en el cuerpo. Alí recuperaba su cetro del mundo y ya anunciaba su retiro. Y Spinks, tal como Lyle y Norton: "Tu sabes lo que es pelear contra una leyenda? Yo sí. Yo compartí ring con el más grande".

Lo que vino después estuvo demás: malas inversiones y estafas de sus allegados lo obligaron a entrar de nuevo al cuadrilatero, para pelear contra su ex sparring, Larry Holmes. Los reflejos, la actitud, los golpes, la movilidad, nada era lo mismo. Holmes lo golpeaba con decisión y dolor, pues admiraba a Ali y le estaba profundamente agradecido de las puertas que el gran campeón le había abierto. Angelo Dundee se apiadó y terminó todo en el round 10. Holmes fue al camarín de Ali, llorando, a implorar el perdón de su ídolo. Y el campeón, en su grandeza, le decía "Holmes, te voy a atrapar, Holmes, escapa" entre las sonrisas del mundo, menos de Holmes que parecía adivinar el combate que debería enfrentar Ali contra los estragos del Parkinson. Larry volvería a pedir el perdón de Alí y este le dijo "Larry, si me quieres tanto, porque me golpeaste?" y un abrazo fraterno selló la amistad eterna entre ambas leyendas.

Y el último round contra Trevor Berbick. Fue un final indigno. Ali perdia en las tarjetas, con una a favor. Y Berbick agradeció el hecho de combatir contra una leyenda en vida, diciendole al campeón "Fuiste mi inspiración desde que era un niño. Voy a ganar el título por ti. Te quiero mucho". Lo fue, pero por poco tiempo: otra fuerza indomable de la naturaleza lo derrotaría, un joven lleno de furia llamado Mike Tyson. Pero esa es otra historia.

Oiga estimado lo felicito por su posteo que aprueba por largeza para ser publicado en un diario. Yo también soy admirador de Ali y conozco bien su vida y su historia, pero ud. maneja mucho detalle que denota que ud. es un estudioso de la vida de él.

 

Me entretuve mucho leyendo su post porque además está muy bien escrito, muy bien redactado y ordenado. Ojalá todos los que postean en este sitio lo lean para que aprendan a escribir, sobretodo aquellos que creen que escribir mal es una gracia.

 

Tuve la suerte de ver en vivo y en directo las peleas contra foreman y la última con frazier cuando era un niñito acompañado de mi abuelo en el living de la casa. Aún las recuerdo como si las hubiese visto ayer a pesar de no haberlas podido dimensionar debido a mi corta edad.

 

Una vez más lo felicito estimado.

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En el mundo del boxeo, Alí redifinió los límites de lo posible e improbable. Hay que ver como, a cada paso que avanzaba, Alí iba cambiando el mundo y cambiando el mismo. Campeón olímpico en Roma 1960, volvió como héroe a sufrir el castigo racial de una dividida USA. Comenzó a ver el mundo, más allá de los límites de Kentucky.

Un trabajado combate contra Henry Cooper le mostraron que la discriminación era algo más de USA que del resto del mundo. Llegarían las peleas contra Sonny Liston, el oso feo, el campeón que nadie quería. Las apuestas estaban 7 a 1 a favor de Liston. En palabras de Alí, Liston tenía mejor pegada, más alcance y mejor boxeo que casi todos. Pero sorprendió al mundo al derrotarlo en la 1 ocasión y sacudió aún más en el 2 combate, con ese puño ancla que le dió de lleno en la sien y lo mandaría a Liston al ostracismo pugilístico.

Vendría Chuvalo. Un tremendo púgil, con pegada y guapeza. Y Alí asimiló rápido la lección. Chuvalo era fajador, duro, con mucho barrio y experto en la pelea corta. Alí transpiró más de la cuenta, pero siguió adelante. Y más experiencia aprendida a lo Alí, a la brava.

Vendrían Cooper, Terrel, Williams, Folley. Este último combate fue bravo, el experimentado Zora aguantó como hombre. Alí lo felicitó a él, a su esposa y hasta a los niños de Folley, diciendoles que estuvieran orgullosos de su padre, un hombre muy valiente.

Luego vendría el receso obligado. Su negativa de ir a Vietnam le pasó la cuenta. Perdió fortuna, casa, alimento, vida familiar. Pero Alí no se quebró y estuvo lejos de hacerlo. Volvería por sus fueros con otros boxeadores, aún más bravos que los anteriores, que pelaban a muerte cada round, mientras que el era un veterano que buscaba reinsertarse. Y con el título en otras manos.

Ringo Bonavena lo exigió hasta ese último round. Alí hizo la diferencia en el 15 y el púgil argentino no pudo resistir. Pero el mundo lo vio: Ali ya no flotaba como mariposa y no picaba como abeja. Su boxeo cambió, concentrando precisión en sus golpes y asimilar el castigo recibido.

Y vendría la primera, la brutal, la salvaje. Joe Frazier lo esperaba a pie firme. Ali se preparó como pudo y recibió una golpiza de marca mayor, con caída a la lona en el último round, cuando Frazier literalmente lo levantó del suelo de un potente gancho izquierdo. Primera derrota para Alí y con varios días para ambos campeones orinando sangre.

El retiro duró poco: peleas más, peleas menos, le tocó recibir otra derrota de manos del ex marine Ken "Mandingo" Norton. En el segundo round Alí lo estaba insultando como le era usual y a modo de respuesta, recibió un fulminante derechazo que le fracturó la mandíbula.

La revancha contra Norton vendría casi enseguida y Alí debía demostrar que no estaba acabado: recibió un castigo durísimo, pero aún así pudo superar al ex marine en el último round. Norton diría, muy agradecido, después del combate: "Me había separado, estaba muy mal, no podía ni alimentar a mi hijo. Alí, con su presencia, cambió mi vida para siempre".

Vendría la segunda, otra prueba de hombría y de coraje: debía vencer a Frazier para que su victoria con Norton no quedara olvidado y también tener la chance del campeonato del mundo. Fue una masacre para ambos lados. Alí estaba horrorizado, ese hombre, ese rival, no aflojaba ni se rendía. Y no le tenía miedo a nada. Pudo vencer, pero las cuentas para ambos púgiles fueron terribles.

Y vendría The rumble in the jungle: el boxeo como espectaculo de repercusión mundial. Un combate por el título del mundo que pasaría a la historia. Mobutu Sese Seko, el dictador de Zaire, logró por 10 millones de dólares, que la atención del mundo se dirigiera, por una noche, a ese rincón de Africa.

Y contrario a lo que pregonaba, de mostrar a Foreman como un novato, que le enseñaría un boxeo superior, que bailaría como nunca antes...Foreman le creyó el cuento y se atragantó solo. Alí, en el segundo round, se fue a las sogas, rompiendo con lo establecido. Y recibió castigo sin misericordia. Sufrió como un animal, pero no paró de insultar a Foreman. "Come on...Show me something"..."Really, you're the champion? My grandma though punches..." (Angelo Dundee le gritaba en su esquina y Ali respondía "Tranquilo, se lo que estoy haciendo" y el desesperado Dundee le decía "Sí, estás haciendo que te maten"). Foreman perdió la cadena, golpeando furiosamente, a más golpes más energía gastada y cayó en la trampa de desfondarse solo. Ali resistió, hasta que se hizo evidente que Foreman se había quedado sin ideas y sin nada de energía en el estanque. Tres certeros puños terminaron la cuestión y había un cuarto listo para salir de manos de Alí, pero que no fue lanzado, para no arruinar la estética del K.O. con un golpe mal lanzado. Por segunda vez, The Greatest era el Campeón.

Vendría Ron Lyle. Otro púgil tremendo, que exigió a Alí a los últimos rounds. Lyle le dió una enorme batalla, pero fue superado por un Ali que reconoció el esfuerzo de su oponente. Y Lyle lo agradeció de la misma manera que Mandingo Norton: "Si no fuera por Alí, nadie jamás recordaría a Ron Lyle".

Y vendría la más dificil, la más salvaje, la más cruda de sus batallas: Frazier III, The thrilla in Manila. No hubo compasión para nadie. Un perpetuo castigo para ambos lados, con Frazier sin poder salir a disputar el último asalto, mientras que Ali estaba a punto de abandonar, exhausto (Frazier quería pelear, pero Eddie Futch, su Técnico le dijo Siéntate, esto se acabó, nadie olvidará lo que hiciste hoy""). Ganó Alí, se desplomó ahí mismo y ambos boxeadores terminaron hospitalizados de gravedad por varios días. Y Alí lo describió así: “Yo debo estar loco para seguir haciendo esto. Siempre saco lo mejor de cada uno de los hombres con los que peleo, pero Joe Frazier, yo se lo digo al mundo, saca lo mejor que hay en mí. Es un demonio de hombre, se los digo. Que Dios bendiga a Joe Frazier". Y concluyó "Es lo más cercano que he estado de la muerte".

Después Alí debía mantener su título. Norton III, con victoria cerrada para Alí y un nuevo capítulo de hombría: Earnie Shavers, segú el mismo Alí, el que más fuerte le dió. Donde pegaba Shavers, algo sonaba como que se rompía. Alí lo superó en el último asalto, después de sufrir un terrible castigo.

Y vendrían los dos combates contra Leon Spinks: en el primero, nadie pensaba que Spinks tendría alguna posibilidad, apenas 7 combates contra la carrera curtida de Ali. El campeón ni siquiera se interesó en entrenar debidamente. Y Spinks se adueñó del combate, apoyado por el público que aclamaba al joven oponente. Perdió de forma inapelable. Spinks mostró grandeza al darle una revancha apropiada: lo pagaría caro. Los papeles se invirtieron: la preparación de Ali fue muy meticulosa y de esfuerzo, Spinks tres días antes del combate estaba borracho y con marihuana en el cuerpo. Alí recuperaba su cetro del mundo y ya anunciaba su retiro. Y Spinks, tal como Lyle y Norton: "Tu sabes lo que es pelear contra una leyenda? Yo sí. Yo compartí ring con el más grande".

Lo que vino después estuvo demás: malas inversiones y estafas de sus allegados lo obligaron a entrar de nuevo al cuadrilatero, para pelear contra su ex sparring, Larry Holmes. Los reflejos, la actitud, los golpes, la movilidad, nada era lo mismo. Holmes lo golpeaba con decisión y dolor, pues admiraba a Ali y le estaba profundamente agradecido de las puertas que el gran campeón le había abierto. Angelo Dundee se apiadó y terminó todo en el round 10. Holmes fue al camarín de Ali, llorando, a implorar el perdón de su ídolo. Y el campeón, en su grandeza, le decía "Holmes, te voy a atrapar, Holmes, escapa" entre las sonrisas del mundo, menos de Holmes que parecía adivinar el combate que debería enfrentar Ali contra los estragos del Parkinson. Larry volvería a pedir el perdón de Alí y este le dijo "Larry, si me quieres tanto, porque me golpeaste?" y un abrazo fraterno selló la amistad eterna entre ambas leyendas.

Y el último round contra Trevor Berbick. Fue un final indigno. Ali perdia en las tarjetas, con una a favor. Y Berbick agradeció el hecho de combatir contra una leyenda en vida, diciendole al campeón "Fuiste mi inspiración desde que era un niño. Voy a ganar el título por ti. Te quiero mucho". Lo fue, pero por poco tiempo: otra fuerza indomable de la naturaleza lo derrotaría, un joven lleno de furia llamado Mike Tyson. Pero esa es otra historia.

Oiga estimado lo felicito por su posteo que aprueba por largeza para ser publicado en un diario. Yo también soy admirador de Ali y conozco bien su vida y su historia, pero ud. maneja mucho detalle que denota que ud. es un estudioso de la vida de él.

 

Me entretuve mucho leyendo su post porque además está muy bien escrito, muy bien redactado y ordenado. Ojalá todos los que postean en este sitio lo lean para que aprendan a escribir, sobretodo aquellos que creen que escribir mal es una gracia.

 

Tuve la suerte de ver en vivo y en directo las peleas contra foreman y la última con frazier cuando era un niñito acompañado de mi abuelo en el living de la casa. Aún las recuerdo como si las hubiese visto ayer a pesar de no haberlas podido dimensionar debido a mi corta edad.

 

Una vez más lo felicito estimado.

 

 

Opino lo mismo que ud. colega orson, el colega Blade Runner se las trae con sus comentarios tan bien confeccionados, se nota que ama al foro con sus constantes aportes.

 

Saludos Cordiales de Bigotito.

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Agradezco los comentarios! A decir verdad, participo desde hace largo en el foro y trato de hacerlo de modo aceptable y dando opiniones que sumen y no resten a la comunidad de foreros.

Para hacer este topic de Ali, me sirvió mucho ver dos documentales que me gustaron mucho, Cuando eramos reyes y Ali Vs...

Este es el comentario que hice en su minuto.

http://www.laestokada.cl/foro/index.php/topic/148906-cuando-eramos-reyes-enfrentando-a-ali/?hl=%2Bcuando+%2Beramos+%2Breyes

 

Una vez más, mil gracias!

Pronto subire otro poco de Ali, esta vez, su faceta fuera del ring.

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Ya no hay peleones como este: The Thrilla in Manila, Alí vs Frazier III, una golpiza de lado a lado, clase, calentía, boxeo en su estado más puro...Vale la pena la hora y más de pelea...

 

 

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