Hace poco anduve por esos lares.
El lugar no es de lo mejor, pero salva harto comparado con los otros antros del centro.
sin bien la cosa anda casi a oscuras, y uno pasa chocando con las murallas, en general la cosa anda bien.
Las minas no son puros ángeles pero en general no se ven malas.
Lo bueno son los sillones para sentarse cómodamente a ver el show o para reponerse despues de la faena.
Destacable es Camila, delgadita y simpática. Quedé bastante conforme. En especial por el trato post-batalla, me fue a dejar su soda, y estuvimos conversando un rato, relajada.
Sin duda su trato me sorprendió para estos templos, iría denuevo por puro relajo.
Esop es lo que puedo contribuir hasta ahora, y seguiré cumpliendo mi deber.