El Jueves pasado en la noche pasé al café del lado en busca de la morena Cindy, pero ya se había ido. Así que, a instancias del tarjetero, entré a este local, donde sólo había una chica sin mayor brillo, hasta que de pronto apareció Francisca, a la cual había visto hace un tiempo en el Lázer.
Ella es rubia, muy linda de cara, de bella sonrisa, de unas 20 primaveras, delgada. Es como la amiga rica de la hermana menor o una compañera rica de la universidad.
En fin, la invité al tiro al fondo y la mina empezó bien tierna con baile sensual y sus besos en el cuello, de ahí la cosa se puso más hot, se sacó el sostén y me desabrochó la camisa, mientras degustaba sus pechos de lolita, para después empezar a frotar nuestros cuerpos. Ahí me pidió el segundo consumo y sacó a Gunnercito a tomar aire. Como la cosa iba in crescendo, le pedí el menú: 10k, 15k y 30k. Como andaba caliente y tenía una plata extra, pedi el plato más caro.
Así que pasamos a la acción en un camarin. Aĺĺí nos besamos, me siguió bailando y enfundó a Gunnercito que estaba a full y se lo echó a la boca mientras se lo devoraba lentamente y lo besaba por el lado. Después la puse sobre un banquillo y comencé a entrar en su cuerpo mientras ella emitía unos suaves quejidos. La mina era extremadamente apretada, de hecho al principio me dolió un poco, pero después ya no porque estaba muy mojada. Seguí dándole un poco más profundo mientras la besaba y apretaba contra la pared. Después, le empecé a dar más fuerte con nalgadas y tirones de pelo, hasta que no dí más y le entregué todo mi amor.
En suma, si bien el costo es alto sobretodo si se la compara con el servicio de una escort por una hora y en un lugar mucho más confortable; la mina es un bomboncito, además no es flaite y tiene esa actitud de pololita entre tierna y caliente que, en lo personal, me mata.
Aunque estoy vacunado contra el empotamiento, igual prefiero no correr riesgos y no volver a corto plazo al local. Además que aún tengo pendiente a la Cindy.