La semana pasada, el día antes del concierto de Guns, pasé al local de Catedral y vi a esta chica a la que había divisado hace un tiempo en Bandera, donde trabajaba con su hermana Ámbar. Conversamos un rato, la mina es flaquita, blanquita, con pocas tetas, eso sí. Tiene 18 años, sin hijos. La iba a invitar a algo más, pero justo la llamaron a bailar. La lata es que quedaba como media hora para el cierre y el aweonado del DJ nuevo no tiraba nunca los temas para la chica. Así que tuve que armarme de paciencia no más y disfrutar su buen baile.
La esperé y nos fuimos directo al baño, allì me siguió bailando bien piola, sin apuros, pese a que ya estaban cerrando, de ahí a la conferencia donde la chica igual se maneja, bien profundo. Luego, se sentó en el lavatorio, le di unos buenos besos y comencé a embestirla, mientras ella daba unos gemidos bien profundos. La lata es que el piso estaba resbaloso y me caí un poco hacia atrás y tuve que reiniciar faena, hasta que finalmente vi la luz.
En suma la chiquilla está bien para mi gusto, tiene buena disposición, pero le falta a lo mejor jugársela un poco más.