Muy cierto, el Karakol es aquel que:
Al traspasar la puerta del café, cuan perro de presa busca ávidamente a su musa, una vez logrado esto el tiempo se detiene para él y no existe nada más y comienza la primera metamorfosis deja de pestañear para no perder ni un milisegundo de vista a su musa, se dirije a la caja en esta condición, pide cualquier cosa, ní mira a la cajera recibe el vale, ficha y vuelto a tientas como un ciego, por supuesto no revisa nada y enfila raudo hacia ella no existe nada más, llega a la barra y la saluda solo de beso la voz no le sale y como el mejor espectador de un partido de tenis mueve la cabeza para ambos lados para no perderla de vista.
Al rato comienza la segunda metamorfosis, su mandíbula inferior se va separando de la superior ( no precisamente por la gravedad ) sino por el estado de trance, a los pocos minutos comienza a salir de su boca un liquido llamese saliva o baba la cual es cada vez más abundante ( tiene que expelerla sino corre el riesgo de morir asfixiado)..........y así pasan las horas hasta que las glándulas salivares no son capaces de secretar más y ahí queda tan seco que ni siquiera puede hablar, por lo que con un gesto con el vaso le pide mas soda a su musa.........para recomenzar el ciclo y sigue y sigue por horas embelesado.
Hasta que escucha a su musa decir " ya vamos a cerrar" y cuan un hipnotizado, vuelve a la cruda realidad. Saludos