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Kame

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Todo se publica por Kame

  1. El ostracismo del cangrejo se mide en las pulgadas de su caparazón. Kame
  2. Gracias por la huella. Kame
  3. Suena tu fantasma en el auricular hasta la clarividencia. Y de pronto, todas estas pesadillas adquieren - en su conjunto - la brillante forma de un cuadro o de una foto, al fin y al cabo una imagen demasiado nítida al fondo de mi ahogo; un chispazo de oscuridad en el medio día de la memoria. Entonces, vuelves a ser ahora y todo lo que fue espectro entre nosotros se materializa frente a mí, con la ridiculez obvia de lo que siempre estuvo, de lo que no nos abandonó nunca, sino tan sólo de nuestra intuición más pobre, esa de la que todos nos alimentamos un poco para vivir más a gusto, siquiera un tanto menos molestos con nosotros mismos. Así que ahí estás, hablándome de los años que nunca pasaron y que se escuchan en ti como un premio del cual no tengo culpa, o tal vez sí, quizá sí. Quizá toda esa alegría a la que me somete tu voz que ya no es tu voz, es gracias a este naufragio del que aun no logro una isla. Acaso toda la felicidad que me refriegas en el alma sin quererlo, es por esta vaga sensación de mártir que me sigue voluntariosamente a todas partes. Pero cualquier conjetura es un sesgo, una sucia cortina para no acceder a la mañana que me he preparado, abrazado como siempre al abismo de mi apetito, el mismo que disfrutaste y del que ahora ya no te avergüenzas. Ese que en este preciso momento me devora junto con tu voz, junto con tu fantasma que es mi fantasma, y que es, sin embargo, toda mi existencia. Kame
  4. Tomo tus fragmentos como quien recoge joyas de la arena apasionado por los trozos de virtud y decadencia que atesoras y de los cuales te desprendes en este despiadado acto de bondad Besos Kame
  5. Cómo amas (para MujerFantasma) La belleza de una hembra se mide por el fuego continuo de sus ojos cómo arden los tuyos mi femenino espectro acaso con la llama primigenia que flamea intacta en la alta torre de mi deseo o subrepticiamente como una condena que se arrastra en la piel por años hasta convertirse en tesoro cómo ardes en silencio y musitando o en la vesania grandilocuente del amante desbordado por el ansia cómo amas mujer fantasma en un segundo el sol y pronto toda la oscuridad o lentamente hasta consumirte después de todas centurias Besos Kame
  6. “muero abrazado a mis promesas que se dispersan en trozos de voluntad como migajas de pan en la intemperie” Soy tarde difuso en el destello de este intento sombra de una sombra que divaga mientras espera apenas lívida reflejándose en las veredas de esta noche sin mendigos ni quiltros vagabundos y sin ternura que la devore sólo un vaso medio vacío sobre el velador flotando sobre esos grises arquetipos la mansedumbre de estos días extraños soñando en el abismo de mis bordes todos estos gritos acompañados con un poco de té y medialunas pero decírmelo de tantas formas no sirvió no sirve no servirá sólo un grado más de soledad hacia la nada
  7. En algún lugar del mundo nos encontraremos entonces, más allá de esta virtualidad engañosa y viperina.
  8. Intensidad sin deseo, que enorme alternancia en las lides de la mundanal y efímera pasividad. Pasividad que rígido lapso de tiempo Cual erudito sentir, que solo el flagelo del romance y la pasión lograran desarticular. Jejejejejejje, mejor me quedo calladita, ya me dio la locura, me van a linchar por habladora, jajajajajjajajajajaja. besitos PATYTA tontorrona. :wub: :tongue: :biggrin: Desarticular tus quejidos en la pasividad de una tarde hecha de sombras eso quiero abandonarme a tu clarividencia soñarme soñándote lívido en el espectáculo de tus caderas y de tu ausencia cabizbajo siempre perdido de tus ojos que no me ven y que no me verán besos Kame
  9. Intensidad qué bella utopía me clavas en las sienes como un puñal de clara y fría hoja supongamos entonces que la brevedad es nuestro signo por ahora pero sólo por ahora besos Kame
  10. Siempre tan provocadora, tan límite. Que refrescante saber que aún estás, que aún existes en la virtualidad de este espacio... Kame
  11. Caigo de la trizadura de tu escote hasta tus piernas en el vértigo de lo olvidado la memoria es una matriz de fechas que nos persiguen con sus fotos inútiles y sus acostumbrados desencuentros y lascivo quiero ahorrarme el laberinto hasta tus ingles saltarme todo el equinoccio de mansedumbres que te debo para amarte pero me miras con la bestia preparada yo me encojo en mis bordes y suplico es la hora de todos los espectros aúllan detrás de tu cabeza mientras cuento cada paso hasta despertarte mas tienes craquelado el maquillaje del amor en la intemperie de tus apetitos al igual que yo te desnudo y sólo queda el polvo Kame
  12. Muy bueno el diálogo, está para una escena del teatro de lo absurdo. Me reí mucho con la historia. Saludos. Kame
  13. Los círculos siempre nos aventajan en su eternidad. Besos. Kame
  14. Para liberarte para liberarme sólo mírame con los ojos de ayer y con los de antes con ese brillo infantil que no visitó tus pesadillas mírame con el silencio de las cosas perdidas y sin embargo nuestras para siempre porque nada se va de nosotros nada nos abandona completamente siempre queda algo al fondo esperando su retorno esos veintiun gramos de soledad hasta la muerte que vuelven a nosotros con cada recuerdo Kame
  15. Bello poema. Besos. Kame
  16. Del día frío del otoño cabizbajo de mis ojos de todo aquello que quiere ser sombra entre tus senos dejo caer la luz de mis silencios hasta tocarte y hasta tocarte nada tiene fórmula ni nombre y el relámpago de los inicios traza el derrotero incierto de las palabras para descifrar al fin nuestra agonía y después qué lúgubre rito nos amarra acaso la sordidez de una humedad póstuma o sólo esta guerra de miradas hasta demudarnos qué queda qué somos después estos cuerpos ataviados de una serenidad milagrosa la cena bajo la cama abandonada como los pensamientos esperando que la ingravidez de los murmullos no la toque antes que el juego de la desintregación a qué nos debemos luego de existirnos sino a esta nada poderosa que nos embarga en el sopor de un sueño rubicundo abandonados en los campos del Éter Kame
  17. De dónde sube este apetito que resplandece en las pupilas como un lobo sanguinario a dónde va su ardor en rojo río su maná de llanto en ácidas lamidas un rasguño en la seda como un agua acariciada por la lluvia y de pronto c a e m o s todo sobre ti era sorpresa ahora los dedos no nos buscan con la misma facilidad se esconden a ratos tras las manos de antes pero no hay antes sino sólo ayer un recodo de tiempo en el polvo de los muebles y cajones llenos de fotos donde no aparezco sólo ustedes dos y yo mirándolos desde esa dimensión sin nombre del espectador pero dónde estoy venía desde el hambre hasta tus muslos y me quedé atrapado en tantas dudas abrazo el espectro entre nosotros tiene tanto frío que me inunda con un temblor de escarcha toda esta nostalgia en tanto tú te giras junto al mundo y viene la mañana Kame
  18. Separemos el odio de los ojos y miremos es cierto estamos hechos de imprecisas medidas de soledad de gajos o trozos de cosas inconclusas que se arrastran junto a nuestra sombra desdibujándonos espectros que caminan sonámbulos en la niebla presintiéndose mutuamente sin encontrase porque los fantasmas no se miran a los ojos sus pupilas pasan hacia el horizonte infinitas perdidas o perdiéndose al cabo es lo mismo así es jamás nos miraremos a los ojos apenas un atisbo de tus bordes cayendo junto a mis pasos tan soberanamente perdidos y tan insoportablemente hacia a ti Kame
  19. Con cariño para Amanda: Trozos de mí para guardar como quieras De dónde sube este apetito que resplandece en las pupilas como un lobo sanguinario a dónde va su ardor en rojo río su maná de llanto en ácidas lamidas un rasguño en la seda como un agua acariciada por la lluvia y de pronto c a e m o s todo sobre ti era sorpresa ahora los dedos no nos buscan con la misma facilidad se esconden a ratos tras las manos de antes pero no hay antes sino sólo ayer un recodo de tiempo en el polvo de los muebles y cajones llenos de fotos donde no aparezco sólo ustedes dos y yo mirándolos desde esa dimensión sin nombre del espectador pero dónde estoy venía desde el hambre hasta tus muslos y me quedé atrapado en tantas dudas abrazo el espectro entre nosotros tiene tanto frío que me inunda con un temblor de escarcha toda esta nostalgia en tanto tú te giras junto al mundo y viene la mañana Kame
  20. Nocturno para un grito En las habitaciones vacías pena tu sombra, silente de perplejidades, austera. Nada sino su anodino ritmo en las cornisas. Nada, sino la tenue insolencia de su paso, difuminando estos anhelos ateridos, vástagos de una pérdida, olvidados. Yo no tengo más que la pupila de estas noches, atormentada. Yo no tengo más que un espacio lleno de viento, aquel maléfico sonido parecido a un alma; rito de la nada buscando abrigo. Yo no tengo más que mi duda, vacía, vacía y bella como tus tobillos; oquedad que danza en el despeñadero de un espejismo parapléjico. Un sueño se adentra en la espesura, mis dedos lo sienten pasar, lo tocan sin remedio, y lo pierden. Kame
  21. Apariciones cotidianas No quise capturar el ácido milimétrico de tu piel en estos frascos de anorexia, ni fraguar el vacío de mis ojos sobre tus pechos claros y rotundos. Nupciales y pedestres mis manos jugaron sin desdicha en la cavidad muda de tus brazos; bodas en silencio para mi lecho de ícaros y alas, abandonado. Pero el miedo siempre supo como dejar naufragios en mis surcos; en el sofá, una sombra recostada me mira con expresión vacía. Apenas intento tocarla, desaparece... Kame
  22. Deseos sobre Murales De todos estos versos dejados como ojos, de toda esta memoria guardada como cifras, de pronto me encuentro atado a la suave ocasión de tus caderas, amarrado con húmedos símbolos a la dulce permanencia de tus aguerridos muslos, y me siento perplejo y lascivo, como una bestia que despierta en su apetito, virulento y fracturado, sabiendo cercano su néctar, su alimento preferido. Sé, sin duda, que alojaré mis ansias en algún rincón de tu cuerpo infinito, y sesgaré con fiebre tus caricias, para llamarlas luego en mis noches sin penumbra, en esas claras noches sin mezcla de olvido, cuando tus gemidos me surquen como corrientes marinas, como fabulosos ritmos subterráneos, y establezcas en mi lecho tu reino de letras conspicuas, o la simple obsesión de tu verbo culpable. Por ahora, tengo para ti, estas lenguas vagabundas que te prefieren, esta fragilidad de sueños marginados que te buscan. Tengo para ti, lánguidos atardeceres sobre un sofá esperando los ritos de la sangre, cuando los mosquitos zumban coléricos en las alcantarillas, y los profesores se tocan obscenamente mirando a sus alumnas, y las monjas se bañan, frenéticas y poseídas, en el sopor del verano. Y al mismo momento, nos amamos interminablemente, abandonados y confusos, perdidos en el sudor de nuestra humanidad iracunda, mirándonos fijamente a través de nuestra transparente desnudez, cubriendo de tibia y dulce saliva nuestros sexos, nuestros frutales y primitivos instrumentos, como seres paralelos que tiemblan y se regocijan en profundos y violentos abrazos viscerales. Tengo para ti, simplemente lo que me dejas. Tengo para ti, sencillamente lo que te debes. Para luego quedarme, necesariamente, sin nada. Kame
  23. Qué quiere q le diga...si sobre un cuerpo,sus dedos lo hacen igual de bien,como cuando escribe.....sus caricias,deben ser poesia... :give_heart2: Amanda. Es que Amanda, no hay nada más poderoso que la ternura. Besos. Kame
  24. Con la lengua hablo y con los dedos escribo igual de bien, sobre los cuerpos. Kame
  25. Llamadas telefónicas Lloro sobre estos fósiles desvencijados; una llamada de jueves en la intuición de recaer. Una llamada cuando el silencio no repara en esta geología; en la intimidad de cada sílaba, vamos cayendo lentamente congelados. Y debe haber un borde, un límite donde podamos dejar estos vestigios; una línea que divida los recuerdos (cuántos domingos irreparablemente sordos). Pero se disuelve tu voz en mis almohadas, y hay vasos sin secar en las repisas, y una lámpara que nunca prende en ese velador. Y hay, y hay la noche enorme, como este llanto funerario y definitivo. A veces tu nombre suena como un grito. Otras, simplemente, no acude a mi oscuridad. Kame
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