Volvió a Santiago y decidí visitarla.
Igual a las fotos.
Venía de otro lugar y me pidió esperarla. Tardó bastante y llegó cuando ya me iba.
Ingresó al edificio en Lira, seguida muy de cerca por un hombre que parecía venía con ella.
Al ingresar al depto, pedí usar el baño y no me dejó entrar, aduciendo que estaba malo.
La luz del baño se filtraba por el marco de la puerta.
Si bien actúa de pasiva y activa, su atención es mala. Todo muy rápido y después simulando a los 15 minutos, que había un cliente esperando.
No gastar dinero en esta persona, ademas de ser peligroso el hecho de estar un desconocido oculto en el baño.