Para mi Francia es mucho más que una masajista.
Es un lugar de encuentro privado con una persona maravillosa, que se la juega por uno, por hacerlo sentir bien, cómodo, feliz, consentido, satisfecho, etc etc.
Francia no solo es muy amable, sino que además es muy tierna.
Desde que la conocí no la cambio, y es porque ella vale la pena.
cada minuto, cada segundo, cada peso.
El servicio es 100% recomendado.
volvería todos los días de ser posible.
El masaje es 10/10 y la segunda parte es un 20/10 conozco a Francia hace un año, y cada vez que voy de súpera a si misma.
Nada mecánico, y para nada pendiente del reloj.
Yo no aguanto a verla otra vez.