Buenas noches.
Quisiera comentar mi primera experiencia como hombre empotrador, con una prostituta MILF en un Cine XXX de Santiago centro (Cine Capri, si no me equivoco).
Como mi descripción lo dice, soy un hombre de 30 años, gay de toda la vida (muy masculino).
Por un viaje de negocios debí viajar a Santiago hace un par de años, y decidí conocer los famosos cines XXX de los cuales había leído. Nunca pensé que ese día sería mi potente "conversión" a la heterosexualidad.
Ese día andaba trajeado, de terno negro, zapatos impecables. Como en su interior, traspasando gruesas y antiguas cortinas de la entrada del vestíbulo, el cine se veía casi totalmente obscuro, recuerdo que alguien me tomó del brazo derecho para guiarme por el pasillo hasta las butacas, mientras se proyectaba una película porno de los '80 en la pantalla. Se trataba de una mujer madura, de alrededor de unos 50 años. Trabajaba como prostituta y captaba clientes dentro del cine.
"Gracias" le respondí a su ofrecimiento, "pero en realidad busco hombres". Yo esperaba conocer quizás algún guardia de seguridad del centro, etc.
Permanecí sentado por un largo rato. El ambiente al interior del Cine Capri era como imagino podría ser cualquier toples. Obscuridad, humo de cigarrillos, sexo casual. Un grupo de travestis inmigrantes también intentaban captar clientes. A mí me rodearon, porque como iba de terno supusieron equivocadas que llevaba dinero. Caballerosamente las rechacé.
De pronto, volvió la prostituta MILF a sentarse a mi lado. Ésta vez venía más decidida. Pude contemplarla bien. Una mujer de tez blanca, de unos cincuenta años de edad o más, pero todavía atractiva y sensual. No era ninguna belleza extraordinaria, pero como mujer (biológicamente mujer) se defendía bastante bien. Yo pensaba que jamás podría involucrarme sexualmente con una mujer, mucho menos con una tan mayor. Pero le acepté una conversación y un cigarrillo.
Ella me ofreció tener sexo gratis conmigo. Se quitó algo de ropa, y quedó en babydoll de seda, en lencería.
Fue entonces cuando el fuego de éste potro furioso que llevo adentro de mí pudo más, y me entregué por completo a ésta hembra.
Desconfiado en un principio, y temeroso después. Una intensa erección me hizo darme cuenta de que la deseaba. Mi instinto de hombre olvidó mi sumisa homosexualidad, y como toro me dejé llevar por ésta mujer experimentada en sus artes amatorias.
Nunca antes, repito, nunca antes había sabido lo que era tener a una mujer entre mis brazos. Cómo me volví todo fuego por ella, y que otros hombres presentes en el cine vieran la escena no hizo sino aumentar mi potencia y mi calentura sexual de macho furioso. Duramos bastante rato.
Tuve la eyaculación más poderosa y sabrosa que he tenido en años. Y ante la vista de todos los presentes.
Durante el último tiempo, ella ha vuelto a mis recuerdos durante las noches solitarias de cuarentena.
¿Alguno de los estokeros veteranos en Santiago centro tendrá alguna idea de quién podría ser ésta señora que trabajaba en los Cines XXX hace un par de años atrás? De verdad, mi pene me está exigiendo encontrarla y poder dar rienda suelta al placer.
Si éste no es el subforo adecuado, solicito las disculpas correspondientes.