Si de verdad le interesa, siga el camino largo, tratela como una mujer no una escort, hágase su amigo, piropeela, endulcele la oreja. invitela a un café, vea si hay feeling y puede que le salga un polvito gratis.
Si la chica en cuestión aún así no de muestra interesada, siga de largo y quédese con el recuerdo del polvito que se pegó la última vez que la vio.