Paso a reportar mi última incursión con esta musa. La tabla se las dejo a los matemáticos, porque será sólo Copiar y pegar lo escrito y descrito por los Colegas.
En Resumen, es ella, sin cambios.
Después de salir casi completamente desnudo al patio para enfriarme, puedo escribir (con algo más de objetividad) las siguientes líneas. De mi visita número….., ya ni me acuerdo, pero no es la primera, ni la segunda, ni será la última.
Entonces, teniendo los siguientes antecedentes:
- Viudo de Invierno, la bruja lejos de casa
- Fomingo por la tarde
Dados estas circunstancias, y después de tomar desayuno tarde, una vez que el gran Roger vuelve al sitial de siempre, le pregunto a Hancito: "¿Que tal si buscamos algo para acotar la tarde?" Activamente me indica que Güeno.
Empiezo a busca que tenemos en LEK y encuentro que Paloma se encuentra en Santiasco, recién cambiada a Providencia. Tomo el estocófono, pero no me responde. Como buen estokador insisto al rato y logro efectuar el contacto. Me indica las coordenadas y disponibilidad, y quedamos coordinados para las 14:30 hrs. Aplico ducha en casa, perjumes por aquí por allá y acullá, tomo locomoción y llego al templo del placer.
Al llegar, corroboramos dirección y llegamos al Hotel del Poeta. En ese momento recuerdo a la conserjería del lugar, e intento el viejo truco, “Decisión y directo al ascensor”. Finalmente resulta y paso directamente.
Una vez en el piso indicado, busco el número XXX. Toco el timbre, y se escuchan los pasos llegando. Se abre la puerta, y aparece ella, con su sonrisa cautivadora recibiéndome en su nuevo nidito.
Es un lindo departamento de un ambiente, que tiene todas las hierbas del nido perfectamente ordenadas, limpias y calefaccionadas.
Pasamos al sector de la cama, blandita, y comenzamos la conversa de rigor, que como le ha ido, que vueltas se ha dado y esas cosas. Adicionalmente me recuerda que no he cumplido mis obligaciones de reportar veces anteriores, cosa que me comprometí a resolver.
Rápidamente comienzan los besos, caricias, ropa pa jüera, acondicionamos a er ñiño y comienza la acción. Partimos con una cabalgata infernal, vuelta a misionero, vuelta otra vez y ella haciendo sentadillas, movimos las extremidades para un costado y terminamos con ella recostada de lado, yo igual con algo parecido a un “patitas al hombro” pero recostado. Tanto fue el entusiasmo que ¡¡casi me equivoco!!
Después de ello, su correspondiente limpieza y conversamos de la vida. La conversa fue subiendo de tono y suena mi teléfono. Contesto y al finalizar me lo toma por asalto, no el teléfono. El clásico no, no ¡bueno yaaaa! Preparado ya hancito, y dado el tiempo disponible, rápidamente llegamos a un misionero fabuloso, con ella tomándome fuertemente, mientras yo besaba su boca, cuello y otros.
Tarea finalizada, limpieza a las partes intervinientes, a vestirse y a comer algo para recuperar la energía perdida.
En conclusión, ha cambiado de nido, pero su atención no ha cambiado en nada, sigue con la misma dedicación y cariño de siempre. Nunca será perdida de dinero estar con ella, sino que es una experiencia que es para recordar y repetir más de una vez.
De hecho, ya me he pegado un par de mañaneras, otras a media tarde, así que me falta sólo probar de noche, si se da la oportunidad.
Saludos Colegas
Hans Alone