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Walking Dead

CASA DE ACOMPAÑANTES

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Era un día complicado para Oscar, habían faltado todas sus putas y estaba por llegar toda la muchachada del festival. Pensó en su querida madre, pero luego recordó que ya estaba demasiado mayor para esos trotes. Luego recordó a su fallecida hermana Juana.

Organizó todo el boliche para recibir a la gente y junto a su ayudante Carlos maquillaron a Juana con tinturas especiales. Estaba hecha una diosa, una lágrima se derramó del ojo izquierdo de Oscar al verla tan vívida.

Comenzó a llegar la muchachada, el primero en pasar con Juana estuvo cerca de 20 minuntos. Oscar, nervioso luego de la espera, le pregunta a la salida: ¿Que tal estuvo?

El cliente contesta: Genial!, cayadita, como me gusta!

Oscar agradecido, con transpiración fria en su frente, da un suspiro de alivio.

Parecía que todo andaba bien, un cliente atrás de otro pasaba por el elixir de Juana.

Para constatar que todo estuviese funcionando a la perfección, Oscar vuelve a preguntar a otro cliente que acababa de estar con Juana: ¿Y? ¿Que tal estuvo?

El cliente contesta: Bien! Pero le salía como leche por la boca.

Oscar da media vuelta y grita:

¡ CARLITOS, VAMOS A TENER QUE CAMBIAR LA MUERTA PORQUE SE LLENÓ¡

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