Saltar al contenido

Mensajes recomendados

Estimados colegas:

 

Desde hace ya varias semanas he estado pensando escribir una columna periódica sobre cine y escort.

 

Espero que sea un aporte y de origen a otras iniciativas similares que potencien este magno foro.

 

Pues bien, déjenme decirles que no ha sido fácil la elección del largometraje que da inicio a esta columna.

 

Varios títulos fueron repasados en mi videoteca personal, y al final arribé a este clásico de 1976: Taxi Driver.

 

Martin Scorsese me sobrecoge en esta película. Pero para una gran película no sólo se necesita un buen director. También se requiere un gran guión y una gran actuación. Paul Schrader se encarga de lo primero; Robert de Niro –quien otro- se encarga de lo segundo.

 

Travis (de Niro), no constituye sino un ejemplo de aquellas personalidades que abundan en sociedades despersonalizadas; y la nuestra y ciertamente Nueva York no son la excepción.

 

De todos esas personalidades insanas, hay un porcentaje que tiene una visión muy crítica y severa de todo lo que sucede en su entorno. Pero tal visión – en el caso de Travis- no es sino una proyección de su propia putrefacción y decadencia que intenta ocultarse más que en la inexistente superioridad propia, en la también inexistencia inferioridad de con quienes interactúa.

 

En un afán redentor -algunas veces conciente, otras tantas inconsciente- Travis transita en forma acelerada hacia la decadencia moral, aquella misma que desde arriba observa.

 

El resultado de la conclusión del camino cursado pareciera ser necesariamente inequívoco. Sin embargo la catarsis que enfrenta con ocasión de la ya mencionada redención, resulta convertirse en una bendición para el personaje interpretado por Jodie Foster, la pequeña niña iniciada en el mundo de la prostitución y que es “rescatada” por Travis.

 

Siempre las interpretaciones son libres y esta no será la excepción.

 

Travis somos muchos. Catarsis ocurren todos los días. Ciertamente en magnitudes distintas que las que la ficción nos puede proporcionar.

 

En nuestras relaciones personales la torpeza muchas veces abunda, tal como abunda en los coloquios y encuentros que Travis sostiene con el personaje de Cibil Sheppard.

 

Ser héroe. El reconocimiento. La valoración. Todas esas añoranzas se aprecian más en las almas “tipo Travis”.

 

Y que hay de la superioridad?...unas pocas veces real....la mayoría inventada y expuesta junto a nuestras tarjetas de presentación.

 

Pero volvamos a la catarsis, quizás lo esencial dentro de Taxi Driver. De acuerdo a la RAE, entre los antiguos griegos, catarsis es la “purificación ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza”. Qué hermosa definición!. Pero más hermosa es la sensación que nos produce vivirla.

 

Pues bien, estimados colegas, vuelvo a decirlo: Travis somos muchos, y catarsis ocurren todos los días. Muchas veces las vemos expuestas en forma de tablas de evaluación. Otras tantas desencadenan otro tipo de eventos, más o menos afortunados en cuanto a sus efectos, pero siempre todas ellas con algo en común.....la purificación frente a la impureza de nuestras almas.

 

 

 

Enlace a comentario
Compartir con otras webs

Excelente post estimado!!!!

 

Lo felicito por la iniciativa, creo que no le faltaran películas que comentar que toquen en algún punto la más antígua de las profesiones.

 

Nuevamente lo felicito por la calidad de su prosa, su ortografía y la poesía que ha expresado en sus líneas.

 

Ya tiene un fan que estará atento a sus post.

 

Mis respetos

 

Darth_Ming

Enlace a comentario
Compartir con otras webs



  • Visualizado recientemente   0 usuarios

    • No hay usuarios registrado para ver esta página.
×
×
  • Crear nuevo...