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paculiarte

regreso del todo poderoso

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en otras latitudes la puedes encontrar con el título: SIGO CON DIOS... si es k la kieren buscar por internet.

 

Dirección: Tom Shadyac.

País: USA.

Año: 2007.

Duración: 95 min.

Género: Comedia.

Interpretación: Steve Carell (Evan Baxter), Morgan Freeman (Dios), Lauren Graham (Joan Baxter), John Goodman (congresista Long), John Michael Higgins (Marty), Jimmy Bennett (Ryan Baxter), Wanda Sykes (Rita ), Molly Shannon (Eve Adams), Johan Hill (Eugene), Johnny Simmons (Dylan Baxter), Graham Phillips (Jordan Baxter).

Guión: Steve Oedekerk; sobre un argumento de Steve Oedekerk, Joel Cohen y Alec Sokolow; basado en los personajes creados por Steve Koren y Mark O'Keefe.

Producción: Tom Shadyac, Gary Barber, Roger Birnbaum, Neal H. Moritz y Michael Bostick.

Música: John Debney.

Fotografía: Ian Baker.

Montaje: Scott Hill.

Diseño de producción: Linda DeScenna.

Vestuario: Judy Ruskin Howell.

SITIO WEB: TODO PODEROSO

 

DRAMA: Evan Baxter (Steve Carell) acaba de ser elegido al Congreso de Estados Unidos y se muda de Buffalo con su familia para vivir en una urbanización del norte de Virginia. Una vez allí, su vida sufre un importante vuelco cuando Dios (Morgan Freeman) le ordena construir un arca. Su atónita familia no acaba de decidir si Evan sufre la crisis de los cuarenta llevada a extremos inimaginables o si realmente ha descubierto algo de proporciones bíblicas.

Evan quiere la casa más grande, el coche más grande, el puesto más alto, pero no entiende que todo eso se paga. Acabará por descubrir que todo lo que hace tiene un precio.

 

En esta película, puede decirse que es elevado el sueño americano a la enésima potencia, algo que tiene consecuencias nefastas.

 

Evan intenta descubrir quién es realmente. Durante su campaña, prometió cambiar el mundo, pero son promesas vacías. Ahora aprenderá que descubrir quién es uno realmente sólo se consigue a base de esfuerzo y dolor.

 

Si quieres ver situaciones estupidas, que son para reirse, es recomendable, pero no vayas con la intención de encontrar algo productivo y de enseñanza...

 

Comentarios de revistas y de otras partes...

 

Habían pasado cuatro años desde el estreno de Como Dios, pero Tom Shadyac seguía intrigado por la vena espiritual. A pesar de haber rechazado ofertas anteriormente para realizar secuelas, tenía muchas ganas de regresar al terreno conocido de Como Dios. “Siempre nos pareció mucho más divertido hacer capítulos de la serie de Dios en vez de hacer una auténtica secuela”, dice el director. “Creo que es más creativo inventar nuevas historias a partir

de personajes diferentes”. La película Como Dios planteaba el tema de la procedencia del auténtico poder, mientras que este nuevo episodio de intervención divina se pregunta qué estamos dispuestos a abandonar en busca de la felicidad. El pequeño papel que tuvo Steve Carell en la primera entrega, en la que encarnaba a Evan Baxter, un presentador de noticias muy seguro de sí mismo, estirado y engreído, la bestia negra de Bruce Nolan, era el perfecto punto de partida para este siguiente capítulo. Los cineastas estaban entusiasmados con las posibilidades que ofrecía la idea. Tom Shadyac dice: “Steve estuvo absolutamente genial en Como Dios; todo el mundo recuerda sus escenas. Tenía diálogos hilarantes, por eso se nos ocurrió coger al personaje y construir otra película a su alrededor. Ya teníamos la idea básica de Dios ordenando a alguien que construyera un arca”. Para la historia, los cineastas imaginaron a un personaje que fuera un profesional muy pulido, lleno de ambición, presuntuoso y con un enorme deseo de dejar huella en el mundo. Tom Shadyac y los productores comprendieron que encajaba perfectamente con el Evan Baxter de Como Dios.

 

El aclamado actor no duda en reconocer que la comedia no es lo suyo: “No soy un cómico. Dame el diálogo escrito y me lo aprenderé”, dice, riendo. Su filosofía es de lo más simple: “Hay que aprenderse el diálogo y ser lo más honrado posible. Todo depende del material y de saber decirlo en el momento oportuno”.

Trabajar con una leyenda podía resultar intimidante para el resto del reparto, pero Morgan Freeman se encargó de que todos se sintieran cómodos. “Morgan sólo quería ser uno más”, recuerda Steve Carell. “Es muy relajado, seguro de sí mismo, sin el menor atisbo de arrogancia”.

 

En 2002, Tom Shadyac insistió en que sólo él podía hacer el papel. Conseguir que volviera a interpretarlo era crucial para el director y los productores. Todos estaban convencidos de que ningún otro podía comunicar un mensaje tan importante como hilarante al pobre escogido. Su única opción era el elegante y digno Morgan Freeman y su sarcástico sentido del humor.

Michael Bostick lo resume a la perfección: “Sólo hay un Dios y sólo hay un Morgan Freeman. Tiene la formidable presencia requerida para el papel”.

Para el actor, lo más importante era volver a trabajar con el director: “Tom disfruta mucho con lo que hace, y la gente que disfruta con su trabajo suele hacerlo bien. No me cuesta entenderme con él”.

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