Karla De Masajes Vip

[Damasco]

Datos Generales:
Templo = Masajes VIP.
Ubicación = Calle Huérfanos con San Antonio.
Lugar = Departamento.
Tipo = Centro de masajes.
Costo = 20 lks.
Conserje = Hay, me preguntó el piso y oficina y me dejó pasar.
Fono = En el anuncio.
Horarios = 2 de la tarde.
Comunicación = Whatsapp, sin problemas.
Ambiente, Recepción = Cada vez mejor.

Notas del Servicio:
Musa = Karla.
Estatura = 1,60 m. aprox. 
Contextura = Delgada, no fitness o algo parecido, pero muy guapa y natural. Todo bien puesto.
Nivel de Phothoshop = No hay fotos de ella.
Trato = Tiene una forma de ser especial, es como algo retraída pero se va soltando sin perder ese toque de timidez.
Masaje = 5,8. Bien.
Sensitivo = La conozco hace años y cada vez es mejor. Con ella te vas a a la segura.
Besos = Primero piquitos, luego nos devoramos.
Oral = Incansable.

Ya entrando al mes del estrés por excelencia (aparte de marzo) que es diciembre por todo lo que conlleva las fiestas de fin de año y el calor asesino, grata fue mi sorpresa cuando por ahí leí que una chica que yo conocí hace unos años atrás con otro nombre (primero en Santiago Centro, un centro que ya no existe, y luego en Providencia, otro centro que lamentablemente tampoco existe... ) empezó hace poco a trabajar en Masajes VIP bajo el nombre de Karla. Así que no le pensé nada y tomando nota y aprendizaje de la agridulce experiencia que viví con Amanda en ese mismo centro (el reporte lo publiqué tiempito atrás) me fui para allá nuevamente a reencontrarme con esta chica.

Es rico cuando la masajista te recuerda, y cómo no si me atendí varias veces con ella y hasta duales peligrosos el 2016 con otra chica que extraño, así que fue rico volver a verla. Siempre recatada, pero muy simpática y servicial. Al día que estoy escribiendo este reporte ya llevo 2 atenciones con ella, así que pasaré a detallar a grandes rasgos lo que fue mi segunda incursión, donde a diferencia de la primera quise aprovechar como todo un caliente el tiempo y le sacamos más provecho al sensitivo. Donde el masaje fue más bien una excusa mientras ella me hacía con mis manos acariciar todo lo que en mi incómoda posición de guata me permitía, todo acompañado de tiernos besos en mi cuello y oído.

Que no se malentienda, su masaje es bueno y cumple con su función, pero en este caso fue breve y más simple que veces anteriores.

Ya al momento de dar vuelta comienza el revoltijo de cuerpos, donde la intensidad de los besos empieza a aumentar, las lenguas recorren su lindo cuerpo y el mío de parte de ella, con mi compañero listo para recibir cariño procede a ser engullido por Karla. Había olvidado un poco lo buena que es con la boca, lo incansable que es y el empeño casi pornográfico, con ciertas arcadas y mucha saliva. Me gusta lo que hace, pero es hora de variar los métodos o sino me liquida.

El simpático sillón del lugar Karla magistralmente lo convierte en una cama, donde pasamos a invertir números, y mientras ella seguía en su incansable cosecha yo también pasé a degustar por varios minutos su rica flor y sin olores... un total gusto quedarme ahí y también resistiendo su cometido, cambiamos la posición y mientras nos quedamos de frente comiéndonos las bocas procedí a aplicar dedos y sentir como su humedad iba aumentando. O actúa muy bien o de verdad su cara de placer y leves gemidos acusaban algo de mis jueguitos.

El sensitivo era la mejor definición de lo que Def Leppard rezaba en su tremendo disco del 87, una Histeria. Entre más posiciones y juegos, sin aburrirse ni apurarte, vi el final feliz en esta brillante película del reencuentro. Nos quedamos regaloneando un rato, tiene una atención de polola que me fascina, pero ya el momento de partir se acercaba así que ducha y de regreso al fatal mundo de la ciudad en diciembre.

Qué más puedo decir, ella es un dato calado, y debo felicitar a Pamela y a Masajes VIP por la adquisición. Vale la pena visitarla... y mientras pueda yo seguiré haciéndolo.