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Blade Runner

30 Años De La Tragedia Del Alianza De Lima

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Pocos días atrás, la afición recordaba un año del drama que azotó a Chapecoense en los cerros de Antioquía. Pero hoy también es una fecha de un recuerdo especial y que honra y ennoblece a un equipo chileno.
Hace 30 años atrás, el avión Fokker de la Aviación Peruana que transportaba al Club Alianza de Lima de vuelta a su ciudad, tras disputar un partido en Pucallpa, se estrelló en el mar, en el sector de Ventanillas. Producto de errores humanos del piloto y copiloto, más errores técnicos del mismo avión precipitaron la tragedia que cobró la vida del plantel de los íntimos de la victoria. Cosa extraña, el único sobreviviente del accidente fue el piloto.
Muchas son las conjeturas que nacieron ese día terrible. Pero son más los recuerdos que se avecinaron. Como olvidar la figura de 1.90, imponente, de José Gonzáles Ganosa, el recordado Caíco, quien también atajaba con la camiseta nacional del Rímac. La endiablada habilidad de Luis Escobar, la potencia de Johnny Watson, la calidad de José Casanova o la impronta del Tanque Blanco Luis Alfredo Tomassini. Carlos Bustamante y Daniel Reyes, aparte de Gonzáles Ganosa, eran nombres fijos en aquella Selección del Rímac que había quedado fuera del Mundial del 86, pero que asomaba como candidata a Italia 90. El recambio también se iría hacia la eternidad ese día: Escobar tenía 20 años al morir; Watson, 24; Casanova y Tomassini, 23.
El final de Tomassini resultaría tanto o más dramático, toda vez que el piloto, único sobreviviente del accidente en Ventanillas, relataría que reconocería al Tanque Blanco en medio de las aguas, vivo pero malherido, aferrandose a un flotador. Pero el delantero tenía las piernas quebradas. No pudo resistir para perderse para siempre. El mar no devolvió los cuerpos de Tomassini, Escobar, Mendoza, León y Bustamante.
El sentimiento de solidaridad fue instantáneo en todo el mundo. Pero el que más haría sería Colo Colo. Peter Draguisevic señaló que la idea fue de Jorge Vergara. El hecho es que el equipo albo envió a 3 jugadores, José Letelier, Parko Quiroz y René Pinto, para reforzar al equipo Aliancista, más la promesa de enviar a un 4 jugador. Originalmente, era Candonga Carreño, pero tras su negativa, fue Francisco Huerta quien viajó a unise al equipo de Lima.
La experiencia fue breve, pero intensa. Los jóvenes chilenos tuvieron un trato de lujo, pero ellos preferían compartir pieza en el hotel dónde alojaban. Empero, lo más fuerte fue llegar a un vestidor...vacío. El silencio nunca fue más ensordecedor.
El gesto del equipo chileno jamás sería olvidado por la hinchada de los potrillos. Cuando Colo Colo viaja a Lima o a Perú, siempre es cálidamente recibido por aquella hinchada que no olvida que en su momento de mayor desgracia, el elenco albo estuvo al lado.

Así que, desde esta humilde tribuna, recordamos al cuadro de Alianza de Lima, que hace ya 30 años, viajó hacia la gloria en Ventanillas.

No serán olvidados.

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