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Blade Runner

La Hora 25 (2002)

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El cine de Spike Lee tiene siempre un agregado que no deja de agradecerse: no deja indeferente a nadie. Sus visiones suelen tener variados colores, desde el panfleto directo como Malcolm X, la convivencia racial incomoda como en Haz lo correcto o en las dificiles relaciones familiares como en El juego sagrado. Pero llama la atencion.

Dentro de su filmografia, La hora 25 quizás no tenga los tintes que tanto definen el cine de Spike Lee. Pero cada dia gana en peso, calidad y frescura. Con el paso del tiempo envejece bien, se mantiene digna y altiva y bien podría decirse que es la mejor película de su creador.

Monty Brogan (El mejor Edward Norton) vive su último día en libertad. La cárcel lo espera por 7 largos años. Consciente de que no sobrevivirá, analiza y hace un raconto de lo que fue su vida en busca de las pocas cosas que hizo bien y de todas aquellas que hizo mal y dónde su único apoyo es el padre que se culpa así mismo del destino de su hijo (un tremendo Brian Cox). En el camino irán quedando su novia Naturelle (Rosario Dawson), y sus amigos Jacob (El desaparecido Philip Seymour Hoffman) y Slaughtery (un sorprendente Barry Pepper) y una pregunta que arde...Y a cada paso, a cada minuto, Monty sabe con certeza que el destino le aguarda, que vino a cobrar, que la expiación que sufrirá será definitiva y que ha arrastrado a su padre a un lugar dónde no habrá salvación posible...Y que muchas cosas pueden ocurrir en la hora 25.

Más allá de las tremendas actuaciones en el filme, dónde todos cumplen pero quienes las elevan son indudablemente Norton y Cox, más allá del tremendo apartado sonoro de Terence Blanchard, más allá del pulso firme de Spike Lee y más allá del notable guión de David Benioff, todas caracteristicas que hacen de este filme un imperdible, Spike Lee agrega un elemento que le da un extra a su pelicula: New York.

Porque si Sidney Lumet usaba a la ciudad como un fondo de luces, si Scorsese la utiliza como alegoría, si Woody Allen la idealiza como metáfora permanente, en este caso Spike Lee la utiliza como un actor más. Resulta conmovedor ver a Monty en sus caídas, en el pavimento y no percibir que la ciudad lo abraza...O ver en los rostros de sus habitantes algunas respuestas buenas y malas a las culpas que afligen al protagonista. New York, la gran manzana, esta presente en cada cuadro y no es para menos, pues Spike Lee tenía muy a flor de piel el 11/9 o mejor dicho en sus palabras, el dia en que mi ciudad fue herida. New York sangra, sonríe, golpea, escupe a Monty Brogan pero siempre termina abrazandolo porque él es un newyorker.

Escena mortal: Edward Norton en el baño y su fuck you, dónde manda a la mierda a todo.

Escena recontramortal: el final es escalofriante, y Brian Cox remata a su manera un filme que, antes que nada, es un imprescindible y nuevo clásico. Max Guerra hizo el topic inicial de esta pelicula y tenia razon, una joya por donde se mire.

 

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