"buenos Días, Vietnam"(1987)

[Blade Runner]

Entre el brillante curriculum de Robin Williams, encontre esta pequeña joya del año 1987 de la cual quise hacer una pequeña reseña a modo de homenaje a este tremendo actor que se nos ha ido.
"Buenos días, Vietnam" es un filme sólido firmado por Barry Levinson y que le daba una vuelta de tuerca a las diversas miradas y denuncias que, por esos años, destacados cineastas hicieron de la guerra de Vietnam. Desde "Pelotón" a "Nacido el cuatro de julio", de "Nacido para matar"a "La colina de la hamburguesa", muchas fueron las opiniones vertidas acerca de ese devastador conflicto, pero "Buenos días, Vietnam" como deciamos, otorgaba una mirada diferente a las cosas.
Porque el protagonista principal no es un soldado, no es un guerrero, es un humilde locutor. Adrian Cronauer (Una de las brillanes y confiables caracterizaciones de Williams) es un ser que desborda e inyecta optimismo a un país que se desangra y a unos soldados que no saben bien que diablos hacen tan lejos de casa. Con su estilo peculiar, con el sello caracteristico del ahora mitico "gooooooooooooooooooood morning, Vietnaaaaaaaaaaaaaaaam!!!", Cronauer no solo insufla vida y esperanza, sino que tambien logra disfrazar el hecho de que todo a su alrededor es un drama, una tragedia en carne viva. Y donde solo podra contar con algunos pocos amigos, como Garlick (El siempre seco Forest Whitaker) o Dreiwitz (Un olvidado Robert Wuhl) y donde los peores enemigos los tendra en su mismo bando, como Dickerson (el brillante J.T. Walsh) o el irrisorio Hauk (Otro inolvidable Bruno Kirby).
Pero el esfuerzo y la inocencia de Cronauer chocará y de manera brutal con la dura realidad de una guerra sin cuartel, desembocará en un conflicto de dónde el locutor no saldrá indemne y dónde su única salida es una que no quiere, pero que se verá obligado a tomar.
El filme, en su momento, fue acusado de ser demasiado livianito en un momento en el cual las denuncias fuertes acerca de Vietnam abundaban. Pero la mejor manera de ver sus meritos es que la pelicula envejece bien y mantiene su frescura. Se sostiene gracias a un guión inteligente, un pulso firme de Levinson, un OST de lujo que servía, y en mi caso sirvió, para descubrir bandas como Wayne Fontana and the mindbenders, The vogues, The marvelettes, etc.
Las actuaciones fueron por lejos lo mas notable del filme, cada pedazo de actor que aparece se roba sus escenas, en una muestra de la habilidad de Levinson a la hora de hacer buenos casting y de sacar lo mejor de sus actores. Whitaker recibe una clase magistral de parte del gran J. T. Walsh con su cara del mas grande cabron de todos los tiempos, y del inolvidable Bruno Kirby, en un rol tan detestable como entrañable como el cabo Hauk y su programa radial de polkas.
Y Robin Williams? estaba allí, unico, capaz e inigualable, para unir las diferentes partes de este filme con la solida argamasa del talento puro. Una vez mas se luce como le da la gana...y yo prefiero recordarlo así, con su amplia sonrisa, su actitud sin limites, su energia desbordante, su alegria desbocada y saludando a su audiencia con su eterno "gooooooooooooooooooood morning, Vietnaaaaaaaaaaaaaaaam!!!"