Cuando llego al café le pregunto la la niña "donde me va a poner", siempre da para improvisar respuestas tanto de ellas como de uno mismo.
Totalmente al margen.
Un día en la oficina, llego la señora de mi jefe totalmente emocionada, porque a la vuelta se puso un salón de belleza, y en vos alta comenta:
QUE BUENA, A CA A LA VUELTA DEPILAN "LA RAJA", y yo atino a decir rápido y raudamente "NO QUIERO SAVER MAS DE ESO" y el cagadero de risas aun se escucha y se comenta.