ACEPTO
Silencios,
para beber sola
el trago amargo de la verdad.
Silencios,
para acallar palabras
que no quiere decir el corazón.
Sueños,
donde sólo somos dos
Sueños,
donde los fantasmas
ya no son,
donde las espinas
crecieron en flor.
Un día,
cuando quiera besarte,
aún sabiendo
que tu boca guarda
la tibieza de otros labios;
Cuando desee acariciarte,
aún sabiendo
que tu cuerpo descansa empapado
del olor de otra piel;
Cuando el dolor,
de ser sólo un número,
no sea ya dolor.
Un día,
cuando quiera despertar
entre tus brazos,
aún sabiendo
que otros amaneceres
no serás mío.
Cuando ese día llegue,
ese día...
ese día, Amor...
...me habrás perdido.
Amanda.