Hola, no encotré donde realizar esta publicación, pido disculpas si no es el lugar indicado.
Quiero contarles mi primera experiencia en el café espactáculo Unicornio del caracol de Bandera, no se si todavia funcione, pero esto ocurrió hace unos 12 años creo.
Yo trabajaba con un ingeniero informático que resultó ser toplero, yo tenia 22 años y nula experiencia en este mundo de los bajos instintos y resultó que un día me invitó a un local en la calle bandera, dentro de un caracol, este local se llamaba "Unicornio", era un local relativamente chico, con un escenario circular al centro, unos asientos sin respaldo bordeándo el mismo y unas especie de graderias más atrás, eran como escalones de madera a modo de asientos.
Luego de pagar la entrada (luka por persona), pasamos y se veian varias minas ricas, unas en lenceria muy sexy pero en brazos de los galanes de turno en los asientos, otra chica bailando y despojándose de todas sus escasas prendas en el escenario, cuando de pronto apareció ante mi una chica rubia (ignoro si natural, para el caso da lo mismo), que luego de decirme "hola", me dio tremendo calugazo, como de polola en reconciliación, ufff que beso, mejor dicho que manera de besar, me acuerdo y se me despierta la bestia. Me dijo el típico "invitame un trago", yo no andaba con plata y se lo dije, y desapareció no sin antes darme otro atracón con mordizco incluido. Pasaron unos minutos y la vi en el escenario, luego de terminar su actuación se fué directo sobre mi y siguió con esos exquisitos besos, y sin darme ni cuenta me bajó el cierre y me agarró el niño enérgicamente y me llevó a un rincón, donde nuestro pololeo siguió subiendo de nivel más y más, hasta que de repente me dijo "hagamos el amor?" y yo le dije, pero no ando con condones y ella así nomás envainó mi estoque, para que entrar más en detalles de lo que siguió, en fin después se fué por unos minutos y volvió a la carga, esta mina queria que puro le diera y lo mejor es que ni siquiera le pagué, todo fué por amor al arte, no se cuantas horas estuve en ese lugar, pero cuando yo decia que debia irme, me seguia hasta la puerta y a calugazos me volvía a entrar, fue increíble, la mina estaba como enamorada, no se me ocurre como más llamarle, hasta me pidió que la fuera a buscar a la salida. Claro que no lo hice, ese sector es medio peligroso para andar solo a media noche, además yo no tenia plata, pero siempre pensé que hubiera pasado si la voy a buscar, seguramente me hubieran econtrado seco como una momia, pero con tremenda sonrisa.
La minita en cuestión dijo llamarse Wendy, un tiempo después fui solo al local, pero ya no estaba y nunca más la volví a ver. Demás está decir que esta experiencia nunca más se volvió a repetir, por más que fui a ese y otros locales. Igual me asusté después por no haber usado condón, pero no me sucedió nada gracias al pulento.
Esa ha sido mi historia 100% real, y debo decir que nunca conocí otra mina que me tratara de esa manera en nigún topless ni sauna.
Saludos.