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Samael

EstoKador Santiago
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  1. Samael

    Paulina

    Muy amable, muchas gracias. Espero humildemente ser un aporte al foro y participar de los encuentros de estocadores y envainadoras.
  2. Samael

    Paulina

    Muy bien estimado, acá van unas tallitas de carrete penquista. Cuando era pendex estudiaba en el Instituto de Humanidades, estamos hablando de la ultima mitad de los 80, y una de las leyendas era la tía Olga por un lado y la calle Orompello por otro, la en esos años famosa calle de las putas. Era colegio de puros hombres y regentado por curas, así que te aviso la cantidad de pajas que cada uno se pegaba imaginándose un polvo donde la Olga. Pues bien, llegó la graduación con fiestecita a las seis de la tarde, de corbata y esas leseras en el gimnasio del colegio, cuando un lote de tránsfugas nos juntamos, separamos a los mamones (que se negaron a tomarse un taco de whisky escondidos en el patio) y partimos donde la Olga. Eramos un lote de diez calientes, tomamos dos taxis y partimos. En ese tiempo doña Olga todavía atendía el local, grande y con muebles de época. Era una casa de putas de las de antes, con piano (de adorno no más, lo que más sonaba eran cumbias y boleros por unos parlantes), campanillero fleto, poncheras y doña Olga recibiendo a los parroquianos en vestido escotado y repolludo. Me acuerdo que nos recibieron en el lobby de sofás floreados unas doce chicas, maquilladas un poquito en exceso, vestidas normalmente pero todas con sonrisa warrior (usted me entiende, ¿cierto?), eran todas veinteañeras a juzgar por el peinado con chasquilla paraguas que usaban. Era un día sábado de mediados de diciembre, año 89, y me acuerdo que mientras avanzábamos por el vestíbulo estábamos todos nerviosos, cagados de la risa, envalentonados, pero tratando de no pasar por pavos, inútilmente por cierto, ya que desde la entrada nos tasaron por la pinta y por la cara de pajeros que teníamos. La cosa es que nos sentamos a conversar con las pibas, nos ofrecieron ponche de frutilla heladito, y después discutimos los precios. Luego nos fuimos a las piezas uno por uno. A mí me tocó una chica morena, no me acuerdo como se llamaba, pero recuerdo que era morena, tetas duras y un culo precioso. Tiramos y todo (no era mi primera vez) en su pieza, pero recuerdo que lo más desarmante fue que todo el rato tuvo la tele de su pieza encendida en la última parte del Sábados Gigantes de ese día. Fue toda una hazaña tirar con esta mina mientras se escuchaban los alaridos de Los Eguiguren, no me pude concentrar... En fin, luego nos juntamos todos en el lobby, las minas nos fueron a dejar, y como corresponde a pendex inexpertos cada uno se enamoró de la chica que le tocó y juró volver. Doña Olga nos dio las gracias y nos fue a dejar a la puerta y nos pidió que nos fuéramos luego, que en una hora más llegaban las autoridades de Conce, los jefes de zona, uniformados, el intendente, hasta el alcalde, todas las autoridades del último año de dictadura en Concepción. Volvimos a la fiesta como si nada, pero ya todo el colegio sabía de nuestra incursión. El Padre Rector nos quería matar, pero llegó tarde, ya habíamos a esa hora salido de cuarto. Hasta el día de hoy nos echan tallas por esa salida. Eso fue con la Olga. En una próxima edición van las historias en el Portón Verde, en el cuarto privado de la discoteque Barceló, las cachas furtivas en los prados de la U. de Conce y los amaneceres alcoholizados en la playa de Dichato abrazado a la chica de turno. Saludos y gracias por la paciencia. :drinks:
  3. Samael

    Paulina

    Sí, toda la razón, no había leído el reglamento. Ok. Samael, 34 años, abogado, vivo en Santiago Centro, y tengo la experiencia suficiente en antros, topless, saunas, picadas y caletas varias, tanto de acá como de Conce (de allá vengo). Conocí la tía Olga, el Portón Verde y algunos sucuchos de Talcahuano. Ah, la otra vez fui al Bauhaus, un día sábado... y lo que menos vi fueron minas. Harto centroamericano fiesteando en los dos niveles, pero de minas, "naranjas de la China".
  4. Samael

    Paulina

    Hola estokadores, quiero saber si alguien conoció a una chica llamda Paulina. Me atendí con ella una vez hace un montón de tiempo, a principios del 2001 en un departamento del piso 14 en el metro Los Leones, edificio del restorán Giratorio. Era una chica preciosa, rubia de ojos café, durita y tremendamente caliente, tenía pinta de tener en esa época no mas de 20 añitos. Me atendí con ella y con otra chica, una morena alta igual de caliente. El departamento era a toda marcha, todo impecable, las chicas muy bien cuidadas y educadas, nada de chulerías, usaban condones Lifestyles caja de 10 unidades, y en esa época pagué 30 mil por una hora con las dos, que en realidad fue casi una hora y media porque tiramos los tres de manera salvaje. La lata es que perdí el celular de Paulina y nunca más supe de ella, si está todavía antendiendo o algo así, pero me gustaría saber si alguien tuvo el placer alguna vez de atenderse con esa chica tan rica y tan caliente. Me acuerdo que, mientras me tiraba a su partner, me decía metiéndome la punta de su lengua en mi oreja que le encantaba este trabajo. Me acuerdo que me subí al taxi relajadísimo. En fin, ¿alguien sabe algo de ella? Saludox :drinks:
  5. :bad: ... pueeess.... No se tu, pero yo reconozco a una mujer cuando la veo, sobre todo si la tengo desnuda enfrente mío y la he hecho acabar unas cuantas veces. ¿ O acaso has tenido este tipo de confusiones alguna vez y te has visto en ésa...? Preocúpate majo.... :bad:
  6. Yo una vez lo vi... fue con una mujer de 42 años (yo tenia 30 a esa fecha, ahora tengo 34 por si importa...), primero la estimulé en su sexo con mi lengua, tuvo varios orgasmos y lo increible es que al terminar estaba toda mojada, la cama lo mismo, como si se hubiera orinado, pero estoy seguro que no era ni su orina ni mi saliva. Luego hicimos el amor, y casi al final quise penetrarla por el ano. Empecé a jugar con mis dedos en su ano, ella estaba de espaldas, un dedo primero, luego dos, al final tres, vi que comenzaba a mojarse nuevamente, así que subí el ángulo de mis dedos hacia arriba. Comenzó a gemir más fuerte, asi que continué mas rapido y mas profundo.... me di cuenta de su orgasmo cuando vi su sexo empezar a palpitar muy extraño, hasta que de repente suelta un chorro de líquido blanquecino algo transparente hacia arriba, un solo chorro pero que dio de lleno en mi cara... Fue muy extraño haber tenido un "cumshot facial" por parte de una mujer... me sentí como la Jenna Jameson pero en version masculina. Groovy, ¿no....?
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