Una cosa es salir con una chica, o que te quede gustando, pero concuerdo con el colega que dice que el lado A no debe mezclarse con el lado B, eso no debería pasar nunca. Hay que saber separar las cosas.
En lo personal he hecho muy buenas migas con algunas chicas, logrando ciertos "beneficios", pero siempre trato de no mezclar ni exponer vida personal. Negocios son negocios. Negocios y placer y diversion son una buena fórmula. Pero negocios y vida personal no conjugan.
Lo que si, más de alguna vez me han pedido que las invite a salir o a comer o un café, cosa que sin duda he pensado, sobretodo considerando que estas situaciones podrían terminar en buenos culiones, y gratis. Pero tengo un lado A que no me ha permitido darme esa licencia.
Aunque si lo hice en mis inicios en este mundo, recuerdo una veinteañera gordita que atendía en Colo Colo con San Martín (a.deC.), la segunda vez que me atendí con ella noté que le gustaba y me lancé altiro, la invité a un motel y me dijo que si. Nos juntamos un viernes en la tarde, la pasé a buscar justo cuando iba bajando del depto con todas sus compañeras, algunas de ellas las había conocido y me dió vergüenza pero me hice el weón, ella se despidió y tomamos un taxi directo al Fish de Plaza Cruz, le di como caja sin costo alguno. Eso se repitió unas 3 veces más. En esa época yo trabajaba en una tienda y seguro se lo comenté en las juntas. Al domingo siguiente apareció con su mamá en la tienda y con un cabro chico, era como del campo la chica, Lebu o Cañete o algo así. Pasaron a comprar y solamente nos saludamos, pero mientras las atendía en un silencio incómodo me sentí observado y juzgado por la mirada seria de su madre (la volaita). La dejé de ver, y un mes después le mandé unos mensajes de txt calentones (antes del wsp), y no tuve respuesta. La llamé una semana después y me contestó la mamá enojada y me dijo que su hija se había casado y que no la llamara más.
Esa es mi historia.