Yo igual me atendí con esa flaca. Esa vez no vi ningún reporte de ella, así que me lancé cagando al precipicio, y fue una decepción, no sólo por esa sensación de haber comido poco, sino por el gastadero de plata. (Por califa me pasó), y es fría y distante en el trato, parece que es mejor mandarse una paja en el baño que perder plata con esa flacuchenta que no es para nada de simpática, ni mucho menos sumisa como aparenta ser en las fotos. Esa vez no me dejó ni siquiera tocarle sus diminutas tetas, y le daba color hasta para cambiar de pose, con malas ganas lo hacía. Y son de esas que te reclaman por todo y te retan más encima si las manoseas. (El amigo se duerme si no me dejas tocarte). No hay algo más matapasiones que no se dejen tocar ni siquiera las tetas, con suerte me dejó tocarle la cintura. Parece que fuera una estrategia que tienen las pendejas venecas de tratar como la callampa a sus clientes, para que al final te vayas luego y ellas te cobran igual, pero sin dejarse follar como corresponde. Es como si se olvidaran que le estás pagando un servicio sexual y no pidiéndole fiado. (Venecas, si no fuera por nosotros los californios que les pagamos, estarían muertas de hambre en su país recogiendo basura, así que deben complacernos mejor). La mina no se deja dar besos. Y tengo buena higiene, así que es imposible que su frialdad haya sido producto de eso. Al final la puse en 4 y le empecé a dar contemplando su ojete que aún parecía virgen, para ver si lograba concentrarme y exitarme más, daban muchas ganas de lamerme el ojete, pero sólo lo miré, no quería cagar la situación y que me retara de nuevo, así que empecé a darle más rápido, hasta que me vino esa rica sensación cuando estás casi a punto de acabar y la callampa se comienza a hinchar, pero desafortunadamente la mina se desenvaina de mi corneta, pensando erróneamente que yo me había retirado el condón. (Mira la wea ridícula!) y después, que no dejaba que se lo meta todo, solo la punta. (Otra wea más). Pensé que era una flaca profunda, pero se hace la cartucha. En conclusión esta flacuchenta atiende peor que vieja anticuada de hospital público, como la mayoría de las pendejas venecas. A la lista negra. Así que no la recomiendo. Ahora si quieres perder plata y pasar un mal rato, adelante.