Puede que mucho se haya hablado del tema, de hecho aún mis ojos pueden leer los consejos que se han escrito aquí una y otra vez ¿pero acaso es condenable dejarse llevar por las fantasías? ¿acaso es una estupidez dejar que tu corazón arda tanto de pasión dejando a tu mente rendirse y cerrarse a la realidad? ¿qué es real? ¿lo que vivimos acá no lo es? ¿puede llegar a ser real? ¿acaso somos humanos capaces de liberar la carne y encarcelar por siempre los sentimientos mientras estamos con una escort?
No soy una persona que aporta en este foro y me disculpo con ustedes por aquello, pero necesito desahogarme. No soy ni de lejos alguien que visite con frecuencia escorts, pero alguna vez, como muchos de ustedes quizá, sentí la necesidad de estar con alguien y ésta era la forma más sencilla de hacerlo. No les aportaré con un reporte, ¡a ella no le hace falta y a ustedes tampoco!, pero sí les aportaré con esta confesión que quizá a alguno le pueda ayudar en un futuro.
Han pasado 10 meses y aún puedo recordar la primera vez que la vi, su cara sonriente invitándome a pasar y dándome ciertas instrucciones sobre el servicio. Yo ya conocía el protocolo ya que no era la primera vez que lo hacía. Sólo me limitaba a observar y disfrutar lo que mis ojos veían. La pasé de lo mejor, sí, y lo repetí por algunas ocasiones más, hasta que sentí que ella me empezaba a gustar.
Yo sabía de la "calidad" de su trabajo por lo que evité creerme esta fantasía, recordé malas experiencias en el pasado, y leí mucho acerca de casos de personas que involucraban sentimientos con las escorts, así que preferí alejarme por un tiempo y lo hice...
Pero a los meses volví y empecé a visitarla con más frecuencia aún. Las cosas iban cambiando, ya no se trataba sólo de "calidad de servicio", había algo más, yo podía ver que había algo más por parte de ella; y yo, empecé a recordarla a diario, a soñar despierto, a escribir notitas, a dedicarle posts en instagram. Empecé a quererla, a desearla, a mirar más allá de lo que 4 paredes, una cama y 60 minutos nos pueden ofrecer.
La llegué a querer, de todas las formas en las que se puede querer a una mujer y me moría por demostrárselo, por hacerle ver que me importaba de verdad pero ella jamás aceptó salir conmigo. Me mintió, me dijo que me quería, sus labios me decían que me quería en cada uno de los besos que nos dábamos, los besos más apasionados que haya podido recibir, esos besos que te liberan por momentos del mundo, que te reconfortan, que alborotan tu alma, que te demuestran que, a pesar de desilusiones pasadas, aún puedes llevar un amor vivo dentro de ti. Así los sentía yo y estoy seguro que parte de ella también, porque he aprendido a notar que si bien es cierto puedes mentir con la piel, con lo que ves a través de los ojos de alguien no.
"Mi verdad fue para ti, mis miedos, mis mayores deseos, mis palabras de amor y la desnudez de mi alma fueron para ti... Y me contaste tus sufrimientos, y me dijiste que querías estar sola, y quise entenderte y esperarte, quise de a poco buscar la forma en que con mi amor puedas curar tus heridas, y curar las mías, y ser felices, quise mostrarte que podía dar todo de mi por ti y por los tuyos, y me mentiste, tu corazón pertenecía a otro y no me lo pudiste decir... Yo lo hubiera aceptado, por Dios que lo hubiera aceptado, porque sé lo que es amar, pero no sé lo que es mentir. Te deseo toda la felicidad porque te la mereces y mereces una vida mejor, pero yo, no merezco quedar con un corazón tan herido como lo tengo ahora, no lo merezco..."
Me queda la esperanza de algún día poder sentir algo por alguien, tanto como lo sentí por ella, me queda un peluche de recuerdo y un par de cosas más que guardaré, para que cada vez que los vea me recuerde lo mucho que llegué a sentir por ella.
Sólo me resta decir, que si aún en este foro existen mentes tan ingenuas como la mía, que recapaciten. La belleza de nuestros corazones es un tesoro, que debemos repartirlo a diario, yo no sé cómo, pero alguna manera debe haber de saber con cierta certeza a quiénes dárselo. ¡Y muchas gracias por leer!
