Querida Mariela:
Me resulta imposible olvidar su aroma y la tersura de su piel. Dado que aún me encuentro anestesiado por la maravillosa experiencia que usted me permitió vivir, mi pluma se encuentra inhabilitada para poder escribir algunas líneas acerca de la tórrida vivencia acontecida ayer.
Para envidia de muchos seguidores de este humilde cocodrilo, sólo les puedo adelantar que tuve un encuentro sublime, lleno de detalles y atenciones.
Mariela, le envío el más afectuoso saludo y espero verla nuevamente pronto...muy pronto.
Atentamente,
HAMMER CROCODILE.-
jaja que lindo ya nos volveremos a ver seguramente con mas tiempito :)