Les voy a donar una anécdota de mi vida de adolescente:
-Corría el año 91 y este humilde forero, estaba en la plenitud de la edad del pajero, osea: Me andaba manflinfleando en cualquier lugar. Así las cosas un día de verano, después de una sesión de porno de largo aliento en VHS (eran otros tiempos), quedé terriblemente caliente, de modo que para aplacar mi estado de excitación, me fui al baño a pegar una tonta ducha que partiría con agua tibia para la correspondiente paja submarina y luego el agua fría calmaría mis reverberantes hormonas, justo ese año, le habían regalado a mi mamá un florero con forma de mano, que en la palma tenía un agujero (para las flores) de un diámetro muy similar, al del niño mío.
No pasó un segundo cuando mi sagacidad mental de adolescente, optó por probar una paja con la dichosa manito-florero, al mismo tiempo que el jabón Le-Sancy lubricaba aquel acto lascivo bajo la ducha. El movimiento de bombeo de la mano mia, sobre la "manoflorero" provocó que el nepe mio generara un vacío al interior de la "manoflorero", de modo que actuó como una ventosa y dejó prisionero al nene dentro de aquel adminículo, por largo tiempo, mientras yo trataba en vano, de sacar al niño de la mano que lo había hecho su prisionero, por la curiosidad. Tanto fue el esfuerzo, que el niño aumentó su tamaño de manera realmente considerable, pues no pude sacarlo, sin tener que parar de ducharme y destruir la manito de cerámica que tenía mi pene cautivo.
Al lograr -luego de un esfuerzo considerable- sacar el NEPE de ahí, me quedó pedazo de cabeza (léase glande grande) y el tamaño del tronco del pene, había aumentado de manera considerable, como ya indiqué. Este fenómeno, según supe después por un amigo médico a quien le confesé esta historia, al fragor de un copete bien cocido, fue por que la "mano-florero" actuó como bomba de vacío y generó una acumulación importante de sangre al interior de los cuerpos cavernosos, lo que trajo como consecuencia un aumento del tamaño del pene y además -el dato no es menor- una erección bastante prolongada.
Entenderán mis camaradas de Estoke, que luego de esa traumatica experiencia abandoné -al toque- cualquier actividad masturbatoria que incluyera elementos ajenos al cuerpo humano, pero a la vez entendí que el principio científico que inspira las bombas al vacío, funciona y lo comprobé empiricamente.
Lo lamentable, fue tratar de explicar por que me había demorado tanto en la ducha y que chucha había pasado con el florero con forma de mano, del que mi madre aún se acuerda.
He dicho mierda.