Durante mucho tiempo he usufructuado de esta página y hoy, por fin, quiero contar mi experiencia con una escort.
Llamé a las 11 de la mañana, con las cien lucas en la mano y muy dispuesto a gastarla completamente. Quería aprovechar ese cuerpo al máximo y, aunque no soy alguien acaudalado, para nada, creo que a veces hay que quejarse menos del precio y de las condiciones de las señoritas y tener en cuenta que algunas valen las lucas, por mucho, las lucas que piden. En fin, 100 lucas por penetrar ese culo me parecía razonable y justo.
Como dije, estaba dispuesto a ir por todo y con Milena nos pusimos de acuerdo con juntarnos a las 5 de la tarde, me da la dirección y me dice que me dará el numero de su departamento una vez que llegue en la tarde.
-¿Es una cita?
-Es una cita.
El pacto había sido cerrado.
A las cuatro de la tarde la comienzo a llamar para recordarle el compromiso. No responde. Me ducho en mi departamento pues, como ustedes saben hace mucho calor y esto obliga a ducharse continuamente si quieres ir a visitar a una señorita. Salgo de mi departamento a las 4:30. Tomo el metro. Llego a las 4:50 al lugar pactado. Llamo. Nada
Espero, compro una energética. Llamo a todos los celulares. Nada
Mando sms diciendo que ya llegué, que me he intentado contactar hace rato y: Nada.
Afuera, todas las bancas están ocupadas y hace más de 30 grados. Espero, llamo, espero, otro SMS, llamo. Son las 5:30 y por fin mando el SMS que debía haber mandado desde un principio: "Es una lástima, para otra vez será".
Caminé un poco fatigado, apunto de retirarme de Providencia cuando recordé a otra extranjera que siempre había querido conocer: Melitta de PE.
Cuento corto: Termino tirándome a Melitta en todas las posiciones posibles, todas las veces posibles, me desfila con un vestido, no se lo saco y se lo hago, se lo hago otra vez y se lo quito, Oral, rusa -jamás pensé que tenía tan buenas tetas-. Arriba, abajo, en cuatro, sentada, en cuclillas y finalmente su nueva especialidad: anal.
Melitta, esta hermosa argentina, esta realmente hermosa argentina, está refregando su vagina en mi pene sin condón, en el baño mi celular suena. Treinta minutos después lo revisaría. Era Milena. Estoy subiéndome al metro y sonrío. Oh, señores, es la mejor plantada que una mujer me ha hecho.
A veces las cosas pasa por algo.