Vamos Bronca Publicado 6 jun 2009, 21:36:01 Publicado 6 jun 2009, 21:36:01 http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2...0425174952.html Moteles para tríos Té para tres Sea o no una patada a la moral, el ménage à trois ya se instaló en Chile en los cuartos de motel. Aunque aún las puertas no están del todo abiertas para dos hombres y una mujer, ésta es la realidad que calienta la sexualidad de los chilenos. Tome su pisco sour, maní y lea esto. Doble estimulación. Una corriente recorrió su pelvis, su cóccix y estalló en su cabeza. Sólo por esos minutos, Andrea (29) se olvidó del mundo. Fue hace un par de meses, en un apart hotel de Plaza Italia, donde vivió una de las experiencias más seductoras de su vida. Ella, su pareja y un invitado que eligieron entre varios postulantes que reclutaron por internet se entregaron a una pequeña fiesta. Sostenes y una pequeña tanga de encajes, el portaligas negro y los zapatos de tacón fueron el atuendo sexy para el momento. "Entre nosotros no, compadre", fue la primera advertencia que hizo la pareja de Andrea al invitado y pactaron estar con ella uno primero, seguido del otro, también estimularla al mismo tiempo. El segundo aviso lo lanzó Andrea. "Acá, los celos no tienen lugar", le dijo a su pareja. Ella recuerda que después de meterse los tres a la cama, manejó la situación, ni más dócil ni más fuerte. Ambos hombres la desnudaron y la atendieron como si ella fuera la odalisca que se perdió entre sus caprichos; entre las posiciones de ella y las de ellos, también en el sexo oral, sumergida en dos aromas. "Fue una experiencia muy agradable, lejos de ser una situación violenta, ambos me trataron con mucha delicadeza y tacto. Dos hombres concentrados en tu placer es una magnífica experiencia que incluso puede ser la solución a la infidelidad y salvar el pololeo, o el matrimonio. Además, nos excitamos cada vez que nos acordamos de lo que hicimos y de lo que me hizo el otro mino", explica. Después de aquella experiencia, Andrea no duda en alentar a una mujer a hacer un trío; sin embargo, aquella no había sido su primera vez, sino cuatro años antes, cuando contactó a una pareja joven por internet. Tuvieron la cita de rigor en un bar del barrio Lastarria para inspeccionarse de pies a cabeza, conversar y agendar otra cita. El segundo encuentro terminó en su primera relación sexual con un hombre y una mujer. "Lo recomiendo totalmente, creo que no hay que reprimirse. Se puede pasar muy bien y para hacerlo con dos hombres, claro te tiene que gustar un poco la cosa", se ríe ironizando. Todas las mujeres lo han pensado alguna vez en privado. Por eso el ménage à trois también ha sido tema en la literatura. Anais Nin lo vivió desde su mundo personal y lo plasmó en sus diarios y la narrativa erótica: la relación de ménage trois que desarrolló con Henry Miller y June. Ella experimentó, repasó y escribió sobre otras posibilidades del sexo, sólo como expresión de lo represivo que fueron los años veinte para las mujeres, tiempos donde era imposible pensar en el placer de "ellas". Hoy, las féminas creen que esta fantasía puede ser posible, pero aún falta despejar prejuicios para salir del limbo del recato y las ganas. Discriminación caliente A pesar de que las chilenas avanzan en la exploración sexual, aún encuentran barreras para realizar sus fantasías. En nuestro país, un hombre puede entrar con dos mujeres a un motel, no así una mujer con dos hombres. La explicación de la mayoría de los administradores de estos lugares es que la mujer podría ser forzada a realizar aberraciones e incluso llegar a ser abusada sexualmente. Quienes han practicado esta combinación señalan que la explicación de que una mujer pueda ser lastimada en un encuentro con dos hombres es absolutamente falsa, porque dos hombres se inhiben mucho más que las mujeres en un trío. Los moteles que aceptan tríos no son muchos. La guía "Santiago B, el lado alternativo de la capital" entrega algunas opciones para disfrutar de a tres: Blue Hotel, Bungavilia y Fiesta Inn. La administradora de este último lugar, Cristina Concha, explica que en su motel sólo se acepta la combinación de un hombre con dos mujeres pero no a una mujer con dos hombres, como la mayoría de este tipo de lugares. Afirma que la prohibición excluye la segunda combinación para evitar actos violentos en contra de la mujer. "¿Es que cómo podemos comprobar que ella vino acá por su voluntad?", pregunta y se responde: "Luego ella puede decir que la trajeron acá y la obligaron a hacer cosas". A pesar de esa primera distinción, su motel se destaca por consentir tríos. También dice que abrió Fiesta Inn a este tipo de encuentros porque se dio cuenta de que en muy pocos lugares se permitía el ménage à trois. Cristina decidió permitir los tríos en su motel cuando hace un par de años sorprendió a una pareja que intentó ingresar a otra mujer oculta en la maletera del auto. Esa experiencia fue suficiente como indicador de que los tríos necesitaban urgente un espacio. "Por las cámaras me di cuenta cuando iba saliendo una mujer de la maletera, no sabíamos qué decir", recuerda Un motel, por favor Para el sexólogo Christian Thomas, del Centro de Estudio de la Sexualidad, hay dos tipos de parejas que experimentan con tríos: unas son las que pueden tomar esta experiencia como una agresión; incluso pueden terminar encarándose los celos. El segundo ejemplo tiene que ver con la pareja que de mutuo acuerdo accede a pasar una fantasía al plano de realidad, pero de una forma madura y desprendida. Para el especialista, estas parejas poseen una relación basada en una estructura sana y deciden explorar juntos en el sexo, incluyendo una mujer o un hombre. Toman esta práctica como un momento enriquecedor para salirse de los patrones culturales. Respecto a que no se permita que una mujer entre con dos hombres a un motel por ser un riesgo, el especialista señala que no hay ninguna razón sicológica para decir que este tipo de trío pueda ser más violento. "Esa respuesta tiene que ver con un Chile patriarcal, en el que siempre se le ha pedido a la mujer ser más sometida o más pasiva que el hombre. No se tiene por qué creer que una mujer no pueda estar con dos hombres. Con los casos que llegan hasta mi consulta, lo que veo es que cada vez aumentan más las parejas que acceden a hacer tríos o a hacer swingers para explorar nuevas formas de sentir", explica el especialista. Eduardo (32) se paseó por distintos moteles antes de que lo dejaran entrar con su amigo y una amiga para un trío. No fue como las otras veces, cuando él iba con dos mujeres. Aunque les cerraron la mayoría de las puertas esgrimiendo posibles destrozos de la pieza y el jacuzzi, siempre hubo un par de moteles donde lo dejaron entrar. Eduardo comenta que un trío con dos mujeres es la fantasía perfecta de un hombre, por la posibilidad de estar con cada una de las mujeres por separado, de ser estimulado por ambas mujeres al mismo tiempo y luego poder deleitarse al contemplarlas juntas. Lo que más le agrada es que ellas no vivan ese momento como un encuentro lésbico, sino como una noche exploratoria. En el caso contrario, cuando él y su amigo citaron a una amiga para realizar un trío, Eduardo recuerda que les tocó deambular en un tortuoso recorrido hasta llegar a un pequeño motel de la calle Mac-Iver. En todos los demás lugares les impidieron el ingreso argumentando que cuando una mujer entra con dos hombres a un motel corre un alto riesgo de haber sido llevada a la fuerza; o peor que eso, de ser abusada sexualmente. Hace cinco años fue la primera vez que Eduardo experimentó con un trío. Un día se atrevió a responder al aviso en internet: "Pareja busca hombre para trío h-m-h" y contactó a los casados que requerían de un hombre para cumplir los deseos de la mujer: estar con su esposo y un desconocido. Disfrutó el encuentro y recuerda que incluso terminó siendo amigo de la pareja. Desde ese día, descubrió un mundo que antes no se había atrevido a explorar: swingers y tríos sin prejuicios. Recuerda que en esa búsqueda siempre ha reconocido que las mujeres que optan por estos encuentros son miradas con la distancia que da la moral. Al contrario de eso, Eduardo, en su experiencia con los tríos, cree que la mujer está muy lejos de ser tímida o pasiva, más aún de correr un riesgo. Si se atreve a un trío con los hombres y hacerlo en el lugar adecuado, puede vivir una experiencia inolvidable. "Me he dado cuenta de que en un trío de dos hombres con una mujer, ellos se inhiben bastante más. Al contrario, dos mujeres con un hombre son mucho más abiertas, menos temerosas. Eso no explicaría la discriminación de los moteles a recibirlas con dos hombres", explica. Mauricio Rojas, administrador del club swinger La Casona, lugar donde las parejas también pueden hacer tríos, opina parecido. Cuenta que lo que ha visto en los cuatro años que el club lleva funcionando es que las mujeres aventajan en iniciativa a los hombres y se despojan rápidamente de los miedos al momento de formar un trío. "Acá, los viernes se deja entrar a cinco hombres para que otras parejas tengan la posibilidad de hacer un trío, una opción que comenzamos a brindar desde que nos dimos cuenta de que en los moteles no se dejaba entrar a tríos compuestos de una mujer con dos hombres. El espacio de poder hacer esto acá se ha convertido en todo un éxito", explica. El computador de La Casona guarda la lista de las citas y la gente que incorpora a este club; también los correos con preguntas de matrimonios interesados en ponerle un poco de pimienta a los años de casados entre camas redondas, cortinas de mostacillas y más participantes. Mauricio explica que en este swinger los tríos se hacen en un contexto respetuoso donde nadie obliga a nadie; sin embargo, advierte que las medidas de presentación se exigen, para generar un ambiente de discreción. "La Casona es un club sin fines de lucro, porque éste es más que un local, es un club de amigos", explica Mauricio. Quienes practican los tríos señalan que lo más importante es tomar ciertas precauciones que enumeran como tips para elegir al tercero. Eduardo aconseja que esa persona elegida entregue confianza, discreción y el responsable uso de preservativos. "Teniendo eso en cuenta, recomiendo absolutamente optar por la experiencia de un trío. Es un placer multiplicado por dos y eso es una sensación que hay que vivir antes de morir. Después se genera una complicidad que es bastante agradable, tanto que terminas como amigo de esa pareja con la que puedes optar por un nuevo encuentro; claro, sin enamorarte... Sólo tienes que dejarte llevar", explica. //LND Moteles para tres
Invitado frenetico Publicado 8 jun 2009, 01:32:00 Publicado 8 jun 2009, 01:32:00 De verdad que hemos avanzado en ese terreno.
Pepe.. Publicado 8 jun 2009, 13:16:48 Publicado 8 jun 2009, 13:16:48 En los swinger se da mucho esta combinación.