Hoy es 5 de Octubre

[Conan el bárbaro]

Poco se recuerda ya de esta historica fecha, el 5 de octubre de 1988 fué el Plesbicito donde fué derrotado Pinochet y su gobierno.

 

La verdad es que poco importa en la perspectiva de los años, si los gobiernos de la Concertación han sido buenos, malos o regulares, poco interesa si uno es mas oficialista o está de acuerdo con la oposición, o lo que pasa con la mayoría de los chilenos que poco o nada les interesa la política.

 

Lo cierto es, que gran parte de lo que somo hoy día como sociedad fue ganado ese día en las urnas, se abrió un caminio democrático, justo y republicano a pesar de toda la maquinaria estatal para que ganara el candidato único.

 

No quiero ni juzgar ni apoyar a ninguna figura politíca de nuestra historia reciente; solo quiero conmemorar con este Tema un día historíco para nuestro país, un día que como pocos se viven en la memoria colectiva de los ciudadanos.

 

Para mí, fué una experiencia única, la primera vez que votaba, que tenía el derecho de elegir el destino de mi país, y eso tiene una gran valor, creo que para todos los que participamos de esta votación fué importante en la vida personal de cada uno.

 

En la distancia que nos da el tiempo, veo lo importante que significa el 5 de octubre.

 

 

[Oliver Queen]

en lo personal tenia 8 maños cuando eso ocurrio y recuerdo las campañas de ambos bandos para mi era de locos lo ke ocurria en akella oportunidad de hecho yo no soy de tendencias politicas pero recordar esto es bastante especial

[dedalo69]

yo todavia no nacia chiaaaaaaaaaaaaaaa

[apolo123]

Sea cual sea nuestra posicion politica, no podemos dejar de reconocer que en Chile se hizo algo muy pocas veces visto en el mundo: que un gobierno absoluto cediese el poder pacificamente a la ciudadania, sin revoluciones, sin derramamiento de sangre y sin intervenciones extranjeras.

[Lerdonardo]

Nunca olvidaré ese día... particularmente el 6 de octubre, el día después. Recorriendo las calles del centro, con unos amigos. El paseo ahumada atiborrado; no nos dejaban salir. De pronto, y por primera vez en tantos años, la Alameda se abre. Los pacos se suben a sus buses y se retiran... sí, se retiran, entre los aplausos de la gente (yo incluído); entre las flores que les obsequian al pasar... Y de pronto, como en un sueño mágico, entre rondas y baile en la calle, en la Alameda, contemplo con emoción cómo la ciudad vuelve a ser nuestra. Mis amigos se me perdieron, yo lloro; lloro a moco tendido en medio de la calle, entre las risas y los abrazos de la gente... Un cabro de población me abraza, “no llorís, flaco, nos cagamos al viejo reconch...”; y yo me empiezo a reír a carcajadas...

 

Nunca olvidaré ese día. El más intenso; el más hermoso que he vivido.