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Gunner Forever

Tour cafetero sabatino

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El día Sábado de la semana pasada, y ante la falta de cafeteo, decidí lanzarme, como dicen las chiquillas, a un tour cafetero como los de antes.

 

Partí por 10/7 y el café Gazú, en busca del trío dorado ex Río: Lucy, Daniela y Alina, pero ni rastros; así que me atendí con Meilyn o como se escriba, una peruana rucia de unos 25 años, que trabajaba en el café Maripry en la época de la Nicole, una lolita de ensueño. En fin, la mina igual es rica, aunque el paso de los años y su reciente embarazo dejan su huella y su atención es hot, pero es del tipo tragamonedas. También había una pendejita peruana bien de cara y cuerpo de nombre Daniela. Habrá que ir a conocer esta chica, aunque se enoje su tocaya.

 

De ahí, seguí hacia los cafés del poniente y en el único que estaba abierto, dos negras, una que se veía mayor que yo, y otra sin brillo, así que pregunté por otra mina y next. Tenía intenciones de pasar al Luna Azul a ver a la Maca, pero justo estaba cerrando. Los otros cafés del sector también estaban cerrados así que llegué a Lira y entré al Ángeles y Diablas; ahí me reencontré con Cony, una morena de unas 20 primaveras a la que había reportado hace un tiempo, que tiene un cuerpo espectacular, como hecha a mano. La mina es tierna en su atención, da ricos besos, y de a poco se la juega. Igual es relajada, de hecho estuve casi una hora y media con 3 consumos. Es lejos la mejor mina del local, las otras son una blanquita alta, media fomeque y una gorda. Recomendable la Cony, excepto para los que busquen más acción.

 

Mi recorrido continuó hacia calle Copiapó al café Fantasía, en busca de Amaral, pero a esa hora, aún estaba cerrado; así que entré al Entrepiernas donde habían dos chicas: una con pinta de gendarme, seria y con el típico moño y la otra es una rubia pendejita de 18, de nombre Claudia, a la que había reportado reincidente. Linda de cara, blanquita y con un cuerpo acorde a su edad. Lo malo es que como comentó el socio, la mina es como desconcentrada para atender, lo que puede deberse a su poca experiencia cafetera. Así que la invité a un consumo no más, lo más simple de la amplia gama de atenciones que ofrece el local, el que igual estuvo bien. Lo malo es que tuve que esperarla porque justo llegó un cliente, que espero que no sea forero y esté comiendo filete pa' callado, y me la raptó por 10 minutos. Igual es recomendable la lola porque es rebonita, ideal para los que quieran conocer chicas nuevas en el ambiente.

 

De ahí, obvié el Maripry y partí al Río de Prat, sólo una chica, de nombre Gabriela, medianamente atractiva, la invité a un consumo, bien jugada, la que me comentó que sólo pituteaba en el local, pero llegó otro cliente, que quería más acción , así que next.

 

Mi recorrido continuó a San Bernardo, al café Habana, de calle Urmeneta, que habían recomendado algunos socios, pero a esa hora, cerca de las 8 PM, malena canta el tango... Parecia acuario: un cetáceo, dos balenatos y una anguila, una flaca morena desabrida. Así que tomé mi bebida y partí al café de la Fuente, que queda a una cuadra, pero la mano seguía mala: dos morenas sin brillo y una rubia gordita que se veía simpática, pero estaba ocupada con dos tipos medio flaites. De ahí crucén busca del mítico Café del Rincón, pero estaba cerrado a esa hora y los guardias de la galería, que cacharon en que andaba, me dijeron que California abría en una hora más.

 

Para hacer hora, recorrí el centro en busca de cafés, pero parece que entre el terremoto y la alcaldesa UDI, acabaron con ellos. De pronto, caché un café en calle Covadonga, que ahora se llama el Salón de Rubí y fue reacondicionado, dejándolo en un buen nivel. Dos chicas: una morena veinteañera tipo flaitonga y una rubia de 20, que fue la que me atendió a mi. Su nombre es Carla y ha trabajado en cafés de provincia. Muy linda de cara y con bonito cuerpo. Guapa la chiqulla, estuve conversando con ella como una hora y la invité dos cervezas. Igual en un principio me ofreció más acción por dos arturos, pero después tiró pa' Colina. Igual bonita la chiquilla, pero me dejó con las ganas..

 

De ahí, volví al Café del Rincón, donde un tiempo atrás había una pendeja rubia jugadisima, de nombre Nicole. Ahora había 4 minas, yo elegí a Carola, una rubia de unos 20 años, muy linda de cara y curvilínea, que podría trabajar en cualquier café del centro. La invité a un consumo, pero noté a la chica medio incómoda, como que no se manejaba con el baile sensual. Por esa razón, no volví a invitarla y la chica partió a ver el maraton de Perla!!! Me tomé 3 cervezas, a luca cada una, mientras conversaba con las otras chicas, las que me contaron que la mentada Nicole había faltado porque estaba de cumple. Las otras minas igual salvaban y me ofrecieron un show más privado por una gabriela y acción por 10 veces ese valor. Ante esos precios, hice abandono del local, añorandoa Nicole y la época en que en ese café, las chicas hacían show en el caño a luquita por nuca, y se las podía tocar y besar enteritas...

 

En fin, partí a la calle Arturo Prat, donde hay 3 cafés. Empecé de oriente a poniente. En el primero y en el segundo, sólo pasé porque habían pocas niñas y el ambiente estaba fomeque. Así que entré al Fantasía, donde hace un par de años había minas filete y hacían buenos shows en el segundo piso. Pero ahora nada de nada. Cuatro minas, yo me atendí con la mejorcita: una rubia de 20, de nombre Antonella con pasado en cafés de Puente Alto y La Florida. Un consumo, fome la atención, casi pura conversa.

 

Finalmente, decepcionado por el nivel de los cafés de San Bernardo, que igual ha remozado bastante el centro, con galerías comerciales, pero que ha perdido el toque kamikaze, partí al centro. Mientras iba por la Gran Avenida, donde caché varios cafés abiertos: el Top del 30, uno nuevo a la vuelta que no conozco, el Samba, Café con Leche, los del 18, el Sabor a Mi, Entredós y uno que queda antes del Llano, que siempre pasaba cerrado y ahora se llama Pasillo. Igual dado que eran pasadas las 2 AM, dejé para una nueva oportunidad esos cafés, dado que ese sector no lo conozco mucho y prefiero evitar riesgos a esa hora.

 

Para terminar este largo tour, ne dirigí al Infierno en Ecuador, pero mala la mano: sólo la rubia Patty, con varios kilos de más y unas negritas, no de mi gusto. No estaban Andrea ni Karina, mis regalonas del local y las minas sólo querían virarse, así que partí a un par de night clubs del centro, que estaban refomes y sólo conversé con las chicas, donde me enteré que la rubia Chelsea se había reintegrado al Night & Day y Diana (ex Minotauro) acudía ocasionalmente. Ante este panorama partí de regreso a mi hogar en La Florida, no sin antes pasar a un antro cercano, donde por un arturo descargué todas mis energías acumuladas. Pero esa es otra historia...

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