sexorro Publicado 21 ene 2011, 20:23:37 Publicado 21 ene 2011, 20:23:37 Caso 1: El matrimonio se lleva bien fuera de la cama, ella es una mujer empática, tratable, encantadora; pero ya no se aman ni se desean. Él conoce a otra mujer y se empota. Pero la otra es una yegua que lo muñequea, buena pa'l copete y buena pa' jalar. Pasa lo de siempre: él se va de la casa, pierde a sus hijos (porque verlos fin de semana por medio es perderlos) y se lleva sólo lo puesto. Al par de años su vida está hecha un desastre: una mina reventada que le pone el gorro hasta con los perros y lo tiene viviendo endeudado hasta los cocos y comiendo puro pan con agua; él, arrepentido hasta el cogote. Poco después la mina lo deja, o él termina durmiendo en el Hogar de Cristo o se va preso por la pasta base que vende la mina. Caso 2: El matrimonio de lleva bien en la convivencia, él un hombre responsable, respetuoso y simpaticón; pero ya "se acabó la magia" entre los dos. Ella conoce a otro hombre y se enamora; ese otro tiene ese carácter salvaje de canalla que a ella la vuelve loca. Pasa lo de siempre: ella se va con el otro y se lleva a sus hijos. Pero el otro, en la convivencia resulta ser un perro que le saca la cresta, le caficha la mitad de su sueldo, le pone el gorro con sapos y culebras (y la llena de enfermedades venéreas), luego de un tiempo empieza a abusar de l@s hij@s de ella y al final todo termina en femicidio. Muchas separaciones y divorcios son para mejor... Pero otro tanto no despreciable son como saltar de la sartén al fuego. Pero, a pesar del efecto estupidizante que la televisión chatarra farandulera ejerce en la población general, algunas parejas han mostrado una inteligencia por encima de la media poblacional, manifestada en soluciones más cómodas que una separación cacho al problema de la "pérdida de la magia" en su relación: una de ellas es la separación puertas adentro. Esto consiste simplemente en aprovechar el buen clima de amistad que hay entre ambos, para seguir viviendo juntos, pero follando cada uno por su lado. Porque se acabó el amor-calentura, pero eso es sólo el 20% de una relación puertas adentro. Seguir en la misma casa tiene tres ventajas importantes: 1.- Sale más barato. 2.- Los hijos no crecen con problemas psicológicos. 3.- Amb@s pueden follar con tod@s l@s imbéciles que se les atraviesen, sin el peligro de destruir sus propias vidas por irse puertas adentro con la escoria (porque lo único que la gente idiota, desordenada o tóxica tiene para ofrecer al prójim@ es sexo; para todo lo demás no sirve ni pa' mierda...). Obviamente, por respeto a los críos, el folleteo debe ser puertas afuera (moteles, cabañas, residenciales rascas, vehículos, áreas verdes, etc.). Esta interesante solución, que tiene a sus crecientes adeptos muy satisfechos, obviamente no es aplicable entre quienes se llevan como perros y gatos ni entre quienes aún hay "algo de chispa romántica". Para llegar a esto debe haber pleno acuerdo entre las partes, basándose en una seguridad total que del fuego que hubo ya no quedan cenizas. Antes de cagarla medio a medio yéndose a vivir con una yegua psicótica cafiche y reventada, o con un malditro perro rabioso piojoso y sarnoso, sería altamente conveniente para vosotr@s probar esta alternativa (si se dan las condiciones). Prevenir es mejor que lamentar. Pien sen lonnnnnn...
