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El Oyente Verde

El Club de los Solterones

Mensajes recomendados

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Con está si qué se te pasa la curadera.

 

200px-Donatellaversace.jpg

Hablo mi mierda, mi sonrisa siempre brilla y si no hay nada para fumar, vaya!! por los billetes cada día libro una batalla, y si no tienes nada que decir pues te callas...

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jajajajjaajaj y que haremos para este 2011?

 

Follarse a la Donatella ni cagando.

 

Por más qué tenga el vil, ni amarrado me la tiren al choqué jajajajaja.

 

Con respecto al 2011, Estokar, cafétear, masajear, viajar y postear.

Hablo mi mierda, mi sonrisa siempre brilla y si no hay nada para fumar, vaya!! por los billetes cada día libro una batalla, y si no tienes nada que decir pues te callas...

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Bueno aunqué algo debe tener qué ver el tema les cuento qué me gane una rifa con una diosa.

 

Aqui el link de la chica.

 

http://www.laestokada.cl/foro/anuncios-de-...ty-t101695.html

 

Aqui mi reporte.

 

http://www.laestokada.cl/foro/index.php?s=...t&p=1460359

 

 

Hablo mi mierda, mi sonrisa siempre brilla y si no hay nada para fumar, vaya!! por los billetes cada día libro una batalla, y si no tienes nada que decir pues te callas...

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A lavar bien la ropa interior.

 

 

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Hola Muchachones en el programa de hoy hablaremos de

 

 

CABROS CON MAL OJO

 

 

Muchachos con mala cuea "Onda Edmundo" de esos que siempre se fijan en la màs maraquita para casarse o se enamoran de las màs casquivanas y aqui debatiremos

 

Como descubrir una Casquivana onda Francoise

 

Como no fijarse en estas minas para cosas en serio y daaarseee cuenta que hay mujeres para la cama y otras para el altar y la familia?

 

 

 

Bueno cabros posteen

Achique su firma..adm lek

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Chuta la pusiste dificil Ford jajajajaja.

 

La Quena:

 

Qué tal.. inteligente, bonita dentro de los posible, bien ricarda, señorita en la mesa y una puta en la cama.

 

La Pamela Diaz:

 

Onda cachonda en todos lados, la tiene rota, no se ubica nunca, vocabulario nada, ignorante.

 

2 claros ejemplos de lo dificil qué es reconocer a una sulipanta....jajajajaja.

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Rumpy 2003 Programa radial

 

Oye Ford y el enlance para poder verlo no escucho al guereke.

 

 

 

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Oye Ford aqui cuenta esté tema.

 

 

"En Japon hay tiendas de articulos sexuales, que venden calzones ya usados por las damas. Habria que hacerle un psicoanalisis al caballero, para determinar por que se quiere llevar un "pedacito" de la musa para su casa".

 

ya qué los MD de CCP al otro lado lo van a borrar jajajajaja.

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Cuenta ese y te cuento lo del chupapatas.

 

Qué te parece un cambalache.

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Bueno un Comercial de nuestro patrocinador

 

Estay cortando como loco Ford, cuenta con qué te coimiarón o te regalarón un auto.

 

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Pense qué se habia perdido el espacio del todos los solterones de esté magno foro.

 

Menos mal qué lo encontré fue solamente una adecuación, o si no el colega Ford se muere.

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Qué el colega Ford. como maestro de ceremonias, le de movimiento a su tema.

 

 

 

 

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Hasta qué lo encontraste Ford, te demoraste más, estabas más preocupado qué monja con atraso jajajajaja.

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Es el mismo qué arroja el bendito Google.

 

Rudolf Christian Karl Diesel (París, 18 de marzo de 1858 – Canal de la Mancha, 30 de septiembre de 1913) fue un ingeniero alemán inventor del motor de combustión de alto rendimiento que lleva su nombre, el motor diésel. Motor aplicable a la locomoción, presentado en la feria internacional de París como el primer motor que usa aceite mineral como combustible y posteriormente llamado "motor de combustión", que tomaría el nombre de su inventor.

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Aqui una hipotesis.

 

Se supone que murió la noche del 29 al 30 de septiembre de 1913 y se supone que ahogado, pues desapareció del buque que cubría el trayecto de Amberes a Inglaterra en el que viajaba. Un par de días después, un bote de la guardia costera encontró su cuerpo. Como era lo común en aquel entonces, sólo se tomaron sus pertenencias (identificadas posteriormente por su hijo) y el cuerpo fue arrojado de nuevo al mar.

 

Se manejan varias hipótesis sobre su muerte. La primera indica que se suicidó por encontrarse en quiebra, aunque su familia creyó que fue asesinado y sus ideas robadas. Otra hipótesis indica que agentes alemanes lo asesinaron para evitar la difusión de sus inventos, en vista de que la guerra se aproximaba y él estaba decidido a permitir que cualquier país (Francia e Inglaterra entre ellos) comprara licencias sobre sus patentes.

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Otra teoria era que fue asesinado por el hecho que tenia planificado un motor eficiente y econòmico que no usaba ningùn tipo de combustible , invento que hubiese echado por tierra el uso del petroleo para el transporte ., Esto fue algo muy similar a lo que le sucedio a Nicola Tessla que fue asesinado una vez que invento un sistema de transmisiòn elèctrica de forma aerea que hacia inùtiles las lìneas de Alta Tensiòn.

Achique su firma..adm lek

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Está era su teoria hacerca de los combustibles.

 

“El uso de aceites vegetales como combustibles puede parecer insignificante hoy. Pero esos aceites pueden convertirse con el tiempo en combustibles tan importantes como el petróleo o el carbón lo son en nuestros días”, escribió antes de morir. Después de su muerte, el motor de Diesel sólo fue producido y vendido para el uso de combustibles derivados del petróleo.

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La misteriosa desapariciòn de la aviadora Amelia Earhart

 

Amelia pasó buena parte de su infancia con sus abuelos maternos, quienes le proporcionaron un estilo de vida lleno de comodidades mientras su padre perseguía el éxito profesional en el área legal, cosa que no consiguió. Su abuelo era un prominente ciudadano de Atchison y nunca vio con buenos ojos a su yerno, a quien consideraba un inútil.

 

Amelia dio muestras de una personalidad inquieta y audaz, pues se involucraba en actividades propias de los chicos: escalaba árboles, se deslizaba en trineo y disparaba a ratas con un rifle. También tenía como pasatiempo reunir recortes de periódicos de mujeres famosas que sobresalían en actividades tradicionalmente protagonizadas por hombres.

 

Fue en 1908 cuando vio su primer aeroplano en una feria del estado de Iowa, cuando se mudó a Des Moines con sus padres. En sus memorias escribió sobre ese primer encuentro con un avión: «Era una cosa hecha de cables oxidados y madera, nada interesante».

 

Debido a problemas familiares y económicos (su padre cayó en el alcoholismo y lo despidieron de su trabajo), el estatus de los Earhart se vio desmejorado, por lo que se mudó a Chicago con su madre y su hermana en 1914. Durante la Primera Guerra Mundial se enroló como voluntaria en labores de enfermería.

 

En 1920 su familia pudo reunirse nuevamente en California, donde asistió a un espectáculo aéreo en Long Beach y quedó prendada de los aviones. Consiguió que la llevaran a bordo de un biplano en el que voló durante diez minutos sobre Los Ángeles. Sus palabras acerca de esta experiencia fueron: «Tan pronto como despegamos yo sabía que tendría que volar de ahora en adelante

 

 

Sus primeras clases de aviación las obtuvo de la instructora Anita Neta Snook, otra piloto pionera. Durante esa época logró adquirir un prototipo del aeroplano Kinner al que llamó «el Canario», en el que sufrió algún que otro accidente, cosa común en esa época por la poca fiabilidad de los motores y la lentitud de las naves. Su instructora no le daba mucha credibilidad como piloto, una opinión que no la abandonaría durante su carrera. Ya en octubre de 1922 consiguió su primer récord de altitud al volar a 14.000 pies (4.267 metros) de altura.

 

Amelia dejó por un tiempo la aviación y compró un automóvil, al que puso el sobrenombre de «The Yellow Peril» (‘el peligro amarillo’), en el que llevó a su madre a través del país rumbo a Boston. Al ser los automotores aún una novedad, la gente se interesaba por ella y le preguntaba de dónde venía.

 

En 1925 se unió a la Asociación Aeronáutica Nacional (capítulo Boston). Se dedicó a invertir dinero para construir una pista de aterrizaje, vendió aviones Kinner y promovió la aviación, especialmente entre mujeres. Ya comenzaba a hacerse un nombre en la sociedad. El Boston Globe la reconocía como una de las mejores pilotos de Estados Unidos.

 

 

El 26 de abril de 1927, Amelia recibió una llamada que cambió su vida: el capitán H.H. Railey le preguntó si quería ser la primera mujer en cruzar el Atlántico. George Putnam, un editorialista de Nueva York, le había preguntado si conocía a una mujer adecuada para esa empresa. Railey quedó impresionado por la similitud de Earhart con Charles Lindbergh, por lo que la llamó Lady Lindy. Putnam, al conocer a Amelia, la admitió como la mujer para el viaje. Ella aceptó con la condición de ir como pasajera.

 

Con Wilmer Stultz como piloto y Louis Gordon como mecánico, partió en un trimotor Fokker F.VII, al que llamaron Friendship (amistad). Amelia fue solo en calidad de pasajera.

 

Despegaron el 3 de junio de 1928 hacia Halifax, Nueva Escocia. Después de esperar a que mejorase el tiempo, partieron hasta el 18 rumbo a Europa. Llegaron a Berry Pourt, en el sur de Gales, con poca gasolina) y no a Irlanda, como habían planeado. La misma Amelia reconoció que todo el trabajo lo hicieron los pilotos, pero al llegar los reporteros los ignoraron y la abordaron a ella. Después recibió felicitaciones del mismo presidente Calvin Coolidge.

 

Su fama creció en los medios de comunicación y comenzó a dar conferencias gracias al trabajo de Putnam. Él la ayudó a publicar su libro Veinte horas, cuarenta minutos, y también la acompañaba a todas partes. Fue tal la afinidad entre ambos que contrajeron matrimonio en 1931.

 

Ella continuó impulsando la aviación entre las mujeres, tanto que organizó una carrera aérea para féminas a través del país en 1929, de Los Ángeles a Cleveland, que fue llamada The powder-puff derby. Fundó la organización Las noventa y nueve en su habitación de hotel en Cleveland con otras pilotos, pues incluía a 99 miembros. Fue su primera presidenta. En 1930 ayudó a formar y fue vicepresidenta de relaciones públicas de una aerolínea entre Nueva York, Filadelfia y Washington. Su carrera como aviadora no fue interrumpida, pues rompió récords de velocidad para mujeres en su Lockheed Vega.

 

A esta altura de su vida sentía que era la oportunidad de hacer un vuelo sola por el Atlántico, pues otras mujeres estaban a punto de intentarlo, y George la estimulaba para mantener su nombre en primer plano. Hasta 1932 nadie había hecho un viaje en solitario desde Lindberg. Ella haría el viaje desde Harbour Grace, hasta Newfoundland en Gran Bretaña. El 20 de mayo, exactamente 5 años después de Lindy, montada en un Lockheed Vega modificado, realizó el viaje.

 

Puesto que no tomaba café o té, Amelia se mantenía despierta oliendo sales. Sólo llevaba un termo con sopa y una lata de jugo de tomate. Llegó fuera del punto planeado en Londonderry, en el norte de Irlanda. Bajando del avión le preguntó a un hombre que se acercaba y tuvieron la siguiente conversación:

 

—¿Donde estoy? —preguntó Earhart.

—En el pastizal de Gallegher. ¿Vienes de lejos?

—De Estados Unidos —respondió ella.

 

En esa travesía impuso más marcas: primera mujer en hacer un vuelo solitario en el Atlántico, primera persona en hacerlo dos veces, la distancia más larga volada por una mujer sin parar y récord por cruzarlo en el menor tiempo.

 

Los reconocimientos se acumularon. Hizo un tour por Europa; en Nueva York hizo un recorrido bajo lluvia de papeles; el presidente Hoover le condecoró con la medalla dorada especial de la National Geographic Society; recibió las llaves de varias ciudades; fue votada la mujer más destacada el año. El congreso la condecoró con la Distinguished Flying Cross, otorgada por primera vez a una mujer.

 

En 1934 anunció a George que la próxima aventura seria un vuelo a través del Pacífico, desde Hawái a California, y después a Washington. Diez pilotos lo habían intentado y murieron. Salió de Honolulu el 11 de enero de 1935 y aterrizó en Oakland, ante una multitud que la vitoreaba. Roosevelt le envió sus felicitaciones. Ese mismo año realizó el primer viaje solitario de Los Ángeles a Ciudad de México, y de allí a Newark.

 

Ya en 1935 comenzó a planear hacer un viaje alrededor del mundo. El Lockheed Electra 10E fue la máquina elegida. De realizarlo marcaría dos hitos: la primera mujer en hacerlo y la mayor distancia posible circunnavegando el globo en su ecuador. Según ella era el vuelo que le quedaba por realizar.

 

Frederick Noonan fue escogido como acompañante por su familiaridad en el vuelo sobre el Océano Pacífico; además, llevarían otros dos tripulantes como técnicos. La primera etapa sería de Oakland a Hawái el 17 de marzo de 1937. Sin embargo, cuando despegaba cerca de Pearl Harbor tuvo problemas y el aeroplano se deslizó fuera de control. Hubo daños considerables. Uno de los tripulantes atribuyó a Amelia la responsabilidad del accidente. El Electra fue enviado de regreso a California para reparaciones y Amelia continuó los planes para hacer otro intento. Esta vez el curso del viaje sería hacia el este. De ahora en adelante sólo viajarían Noonan y Earhart.

 

Después de recibir al Electra partió de Los Ángeles hacia Florida el 21 de mayo de 1937. El 1 de junio salieron de Miami, y su primer destino fue San Juan, Puerto Rico, de ahí bordeó Sur América con rumbo a África y el Mar Rojo. Desde allí realizó un vuelo inédito en la historia de la aviación, hacia Karachi en la India. Después se dirigieron rumbo a Calcuta el 17 de junio. Posteriormente su destinos fueron Rangoon, Bangkok y Bandoeng, Singapur.

 

En Bandoeng ocurrieron algunos percances. Hubo retraso por el mal tiempo y a la aeronave se le realizaron reparaciones. Pero lo más grave fue que Amelia se enfermó de disentería. Partieron de allí el 27 hacia Darwin en Australia, donde mandó los paracaídas de regreso por que no serían necesarios —según ella—en lo que restaba del viaje.

Mapa del océano Pacífico con la isla Howland al centro.

 

Llegó a Lae, Nueva Guinea el 29 de junio con 22.000 millas voladas y 7.000 por recorrer. En ese lugar se comunicó con el Herald Tribune. Las fotos la mostraban enferma y cansada. Partió a las 0:00 GMT el 2 de julio. Se cree que el avión tenía 1.000 galones de combustible para 20 ó 21 horas de vuelo, pero la situación atmosférica no era la más favorable pues estaba nuboso y con lluvias intermitentes.

 

En lo restante mantendría comunicación con el guardacosta estadounidense Itasca. A las 7:20 GMT reportó su posición a 20 millas al suroeste de las Islas Nukumanu. A las 8:00 GMT hizo su último contacto de radio con Lae, en curso a la Isla Howland a 12.000 pies de altura. No se sabe el curso después de Nukumanu. Después hubo transmisiones cortas al Itasca pero no se supo su posición porque los mensajes eran muy breves.

 

A las 19:30 GMT se recibió el siguiente reporte: «KHAQQ llamando al Itasca. Debemos estar encima de ustedes pero no los vemos... El combustible se está agotando...» A las 20:14 GMT el guardacosta recibió el último mensaje dando su posición; hacia las 21:30 GMT determinaron que el avión pudo haberse estrellado en el mar y entonces comenzó la búsqueda.

 

Se ha establecido que el aeroplano cayó de 35 a 100 millas de la costa de la isla Howland. Se vislumbró una chalupa pero al final no se encontró nada. De acuerdo con los expertos se cree que el avión pudo haber flotado debido a los tanques vacíos. El presidente Franklin D. Roosevelt autorizó la búsqueda con 9 barcos y 66 aviones, una operación de un costo de 4 millones de dólares. Alrededor del 18 de julio el rastreo fue abandonado en el área de Howland. George Putnam buscó más ayuda para continuar, pero las esperanzas de encontrarlos fueron ya inexistentes. Un faro fue construido en 1938 en la isla Howland en su honor. De su desaparición ha habido multitud de teorías acerca de su final y el de su compañero.

 

En vida, Amelia regularmente enviaba cartas a George. En una de ellas escribió: «Por favor debes saber que soy consciente de los peligros, quiero hacerlo porque lo deseo. Las mujeres deben intentar hacer cosas como lo han hecho los hombres. Cuando ellos fallaron sus intentos deben ser un reto para otros».

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Oye Ford no tenias un pequeño resumen, está muy extensa la historia.

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La Increible historia de D.B Cooper (Disculpen el Copy Paste muchachones pero no pretendo hacer una tèsis o investigaciòn en la K "ESO SI SERIA SER MUUUUUYYYY PELOTUDO" jajajajaja Diviertanse con esta historia y comentemos.

 

D. B. Cooper es el nombre atribuido a un hombre que secuestró un avión Boeing 727 en los Estados Unidos el 24 de noviembre de 1971, recibió un rescate de US$200 000 y saltó en paracaídas desde el avión.[1] El nombre que el secuestrador usó para abordar el avión fue Dan Cooper. Sin embargo, las iniciales «D. B.» se asociaron permanentemente con el secuestrador debido a un error de comunicación con la prensa, que tuvo conocimiento de que poco después del secuestro el FBI había interrogado a un hombre de Portland llamado D. B. Cooper, quien nunca fue considerado un sospechoso importante.[2]

 

La forma en la que Cooper escapó de la justicia así como la incertidumbre sobre su paradero continúan intrigando al público. El caso de Cooper (cuyo código es «Norjak» en el FBI)[3] es el único caso de piratería aérea sin resolver en los Estados Unidos[4] y es uno de los pocos de ese tipo que quedan sin resolver en todo el mundo junto al vuelo 653 de Malaysia Airlines.

 

A pesar del gran número de pistas que se han encontrado con el paso de los años, no se ha encontrado evidencia concluyente sobre la identidad del secuestrador y su paradero. Existen múltiples teorías de lo que pudo haber sucedido tras el salto, pero el FBI cree que Cooper no sobrevivió.[5] A finales de 1978, cerca del área donde se cree que aterrizó el secuestrador, se descubrió un cartel en el que había indicaciones para abrir las compuertas traseras de un Boeing 727. Asimismo, en febrero de 1980, en las orillas del río Columbia, un niño de ocho años encontró $5 880 en billetes de 20 que resultaron ser parte del rescate pagado.[6] El resto del dinero no ha sido recuperado.

 

En octubre de 2007, el FBI declaró que había obtenido un perfil parcial del ADN de Cooper a partir de la corbata que había dejado en el avión.[7] En diciembre de ese mismo año, la agencia reabrió el caso publicando nueva información y varios retratos que nunca antes habían sido mostrados al público con el objetivo de tratar de obtener nuevas pruebas que llevaran a su identificación. En la rueda de prensa, el FBI reiteró que cree que Cooper murió tras el salto, pero que continuaban investigando su identidad.

 

El miércoles 24 de noviembre de 1971, un día antes del día de Acción de Gracias en Estados Unidos, un pasajero que viajaba bajo el nombre de Dan Cooper abordó un Boeing 727-100 en el vuelo 305 (número de registro de la FAA N467US) de Northwest Orient (posteriormente Northwest Airlines) que partía del Aeropuerto Internacional de Portland con destino a Seattle, Washington.[8] Dan Cooper fue descrito como un hombre de unos 45 años, con una altura entre 1,78 y 1,83 metros que ese día llevaba una gabardina negra, mocasines, traje oscuro, camisa blanca, corbata negra, gafas de sol oscuras y un alfiler de corbata hecho de madreperla.[9] Se sentó en la parte trasera del avión en el asiento 18C y después de que la nave despegara, le entregó una nota a la azafata Florence Schaffner,[10] que se encontraba sentada en un asiento plegable cerca de la salida trasera, justo a la derecha del asiento de Cooper. Ella pensó que se trataba de su número de teléfono, por lo que guardó la nota en su bolsillo sin leer su contenido.[11] Sin embargo, Cooper se le acercó y le dijo: «Señorita, mejor lea lo que hay en esa nota. Tengo una bomba».[12] En el mensaje estaba escrito: «Tengo una bomba en mi maletín. La usaré si es necesario. Quiero que se siente junto a mí».[13]

 

La nota también pedía US$200 000 en billetes sin marcar y dos sets de paracaídas (dos paracaídas de espalda y dos paracaídas de emergencia)[14] y explicaba detalladamente cómo se debían entregar estos objetos una vez que el avión aterrizara en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma; si no se cumplían sus demandas, haría estallar el avión.[15] Cuando la azafata informó a la cabina de vuelo sobre Cooper y sus demandas, el piloto, William Scott, contactó con el control del tráfico aéreo de Seattle-Tacoma, quienes a su vez se pusieron en contacto con la policía de Seattle y el FBI. La agencia se puso en contacto con el presidente de Northwest Orient, Donald Nyrop, quien pidió a Scott que cooperase con el secuestrador.[14] El piloto ordenó a Schaffner volver a la parte trasera del avión y sentarse junto a Cooper para tratar de averiguar si la bomba era real. Cuando el secuestrador descubrió las intenciones de la azafata, abrió su maletín momentáneamente, lo suficiente para que Schaffner viera varios cilindros rojos, una gran batería y cables, convenciéndose de que la bomba era verdadera.[16] Cooper le ordenó que le dijera al piloto que no aterrizara hasta que el dinero y los paracaídas estuvieran listos en el aeropuerto. Schaffner regresó a la cabina para entregar las instrucciones del secuestrador.

 

 

Después de que las demandas fueran comunicadas a las autoridades, el avión empezó a sobrevolar el Puget Sound, un estrecho marítimo cerca de Seattle. Mientras recolectaban el dinero, los agentes del FBI siguieron las instrucciones de usar sólo billetes sin marcar, pero decidieron usar billetes impresos principalmente en 1969 y con números de serie empezando con la letra L, emitidos por el Banco de la Reserva Federal de San Francisco.[17] Asimismo, los agentes pasaron rápidamente los 10 000 billetes de 20 dólares por un dispositivo Recordak para crear una fotografía en microfilm de cada uno y así grabar los números de serie.[15] [18] Las autoridades inicialmente pretendían usar paracaídas militares de la Base de la Fuerza Aérea McChord, pero Cooper especificó que quería paracaídas civiles que tuvieran cordones de apertura manuales. La policía de Seattle encontró unos ejemplares como los que exigía el secuestrador en una escuela local de paracaidismo.[17]

 

Mientras tanto, Cooper permaneció sentado en el avión bebiendo un cóctel de bourbon whisky con soda de limón por el que ofreció pagar. Tina Mucklow, una azafata que permaneció junto al secuestrador la mayor parte del tiempo, lo describió como una persona agradable y lo suficientemente considerada para pedir que le dieran comida a la tripulación después del aterrizaje en Seattle.[17] Sin embargo, los investigadores del FBI afirmaron que el secuestrador era obsceno y que usaba «malas palabras».[17] A las 17:24, el control de tráfico del aeropuerto le comunicó a Scott que las demandas de Cooper habían sido cumplidas. Entonces el secuestrador permitió al piloto aterrizar. El avión tocó tierra a las 17:39.[19] Posteriormente, Cooper ordenó a Scott que llevara la aeronave a una sección remota de la pista y que atenuara las luces en la cabina para evitar a los francotiradores de la policía. Asimismo, pidió al control de tráfico que enviara a una persona a entregar los $200 000 y los paracaídas.[19] La persona elegida, un empleado de Northwest Orient, se acercó hasta el avión y entregó los objetos a la azafata Mucklow a través de las escaleras traseras. Pocos minutos después, Cooper liberó a los 36 pasajeros y a la azafata Schaffner, pero retuvo al piloto Scott, la azafata Mucklow, el primer oficial Bob Rataczak y al ingeniero de vuelo H.E. Anderson.[19]

 

En ese momento, los agentes del FBI desconocían las intenciones del secuestrador y estaban perplejos por su demanda de cuatro paracaídas. Asimismo, se preguntaban si tendría un cómplice a bordo o si los paracaídas eran para los cuatro miembros de la tripulación que permanecían con él.[17] Nunca antes alguien había intentado saltar en paracaídas desde un avión comercial secuestrado. Mientras la aeronave era reabastecida, un oficial de la Administración Federal de Aviación, que quería explicar al secuestrador las implicaciones legales de la piratería aérea, caminó hasta la puerta del avión y pidió permiso a Cooper para abordar el avión, pero éste se lo negó al instante.[20] Una bolsa de vapor en el motor del camión con gasolina retrasó el proceso de reabastecimiento y Cooper empezó a sospechar cuando, después de 15 minutos, no habían acabado. El secuestrador amenazó nuevamente con hacer estallar el avión, por lo que los encargados del abastecimiento aceleraron la tarea hasta completarla.[19]

[editar] De vuelta en los aires

 

Después del reabastecimiento y de una inspección detallada del dinero y los paracaídas, Cooper ordenó a la tripulación despegar nuevamente a las 19:40. También decidió que volaran con rumbo a México, D. F., a una velocidad relativamente baja de 170 nudos (320 km/h), a una altitud de 3 000 m (la altitud normal de crucero es entre 7 600 y 11 000 m), con los trenes de aterrizaje desplegados y con 15 grados de flaps.[21] Sin embargo, el primer oficial Rataczak le dijo que el avión sólo podría volar 1 600 km bajo esas condiciones, por lo que Cooper y la tripulación discutieron otras rutas antes de decidir volar hasta Reno, Nevada, en donde se reabastecerían nuevamente.[19] También decidieron volar en la ruta Victor 23, una ruta aérea federal que transcurre al oeste de la cordillera de las Cascadas. Asimismo, Cooper ordenó a Scott que dejara la cabina despresurizada, ya que esto evitaría una salida violenta de aire y facilitaría la apertura de cualquier puerta para saltar en paracaídas.[19]

 

Inmediatamente después del despegue, Cooper pidió a Mucklow, quien había estado sentada junto a él, que volviera a la cabina y que permaneciera allí.[22] Antes de que pasara tras las cortinas que separaban primera clase de clase económica, la azafata vio al secuestrador atando algo a su cintura. Momentos más tarde en la cabina, la tripulación observó una luz intermitente indicando que Cooper intentaba abrir la puerta trasera de la aeronave. A través del interfono, Scott le preguntó si había algo que pudieran hacer por él, a lo que el secuestrador respondió: «¡No!».

 

 

La tripulación empezó a notar un cambio de presión en la cabina: Cooper había abierto la puerta trasera y había saltado del avión.[2] Esta fue la última vez que se supo de él. El FBI cree que el salto fue realizado a las 20:13 sobre el suroeste del estado de Washington ya que a esta hora las escaleras traseras se sacudieron, posiblemente en el instante en que abandonó la aeronave. En ese momento, el avión estaba volando a través de una tormenta y la nubosidad impedía ver el suelo.[7] Debido a la mala visibilidad, los aviones de caza F-106 que seguían la aeronave no se dieron cuenta del salto del secuestrador.[23] Inicialmente se creyó que había aterrizado al sureste del área no incorporada de Ariel (Washington), cerca del lago Merwin, 48 km al norte de Portland (Oregón).[24] Teorías posteriores, basadas en varias fuentes tales como el testimonio del piloto de Continental Airlines, Tom Bohan —quien volaba a 1 200 metros sobre el vuelo 305 y 4 minutos detrás del mismo— ubican la zona del aterrizaje a 32 km al este de ese punto.[25]

 

Después de 2 horas y media del despegue en Seattle, el avión, con la compuerta trasera abierta, aterrizó en Reno a las 22:15.[22] El aeropuerto y la pista fueron rodeados por agentes del FBI y de la policía local. Tras comunicarse con el capitán Scott, se determinó que Cooper había abandonado la aeronave y los agentes abordaron el avión para buscar cualquier evidencia que hubiera dejado, encontrando varias huellas dactilares, una corbata con un alfiler de madreperla, dos de los cuatro paracaídas y ocho colillas de cigarrillos.[26] Sin embargo, no había rastros del maletín del secuestrador, el dinero y la bolsa que lo contenía y los dos paracaídas restantes. Las personas que habían interactuado con Cooper a bordo del avión y en tierra fueron interrogadas para crear un retrato robot. La mayoría de los testigos proporcionaron la misma descripción, por lo que el FBI estima que el retrato es una representación fiel de Cooper y lo utiliza en todos los pósters en los que se requiere su captura.

 

Aunque a finales de 1971 y principios del año siguiente se llevaron a cabo diversas búsquedas aéreas y terrestres en un área de 73 km² en donde se creía que Cooper había aterrizado, no se encontró ningún rastro del secuestrador o de su paracaídas. La velocidad del avión (91 metros por segundo), las diferencias de altitud y la incertidumbre del momento del salto dificultaron la determinación del punto exacto de aterrizaje. Debido a esto, el FBI cree que Cooper no sabía dónde iba a aterrizar, por lo que probablemente no había un cómplice en tierra que lo ayudase a escapar.[7] Inicialmente, el FBI trabajó junto a los policías de los condados de Clark y Cowlitz, quienes realizaron búsquedas a pie y en helicóptero. Otros patrullaron el Lago Merwin y el Lago Yale en botes.[28] Pese a que con el paso del tiempo no aparecía ningún tipo de pistas, la llegada del deshielo con la primavera boreal favoreció que se realizara una búsqueda terrestre extensiva, llevada a cabo por el FBI y más de 200 miembros del Ejército de los Estados Unidos que estaban estacionados en Fort Lewis. La expedición examinó metro por metro del área estimada de aterrizaje durante 18 días consecutivos del mes de marzo y por otros 18 días en abril de 1972. Después de seis semanas, la búsqueda no rindió ningún resultado,[29] por lo que existe controversia sobre si Cooper aterrizó realmente en esa área o si sobrevivió al salto.

 

Mientras tanto, el FBI empezó a rastrear los 10 000 billetes de $20 usados para el rescate, dando a conocer los números de serie a bancos, compañías financieras y otros negocios. Asimismo, varias agencias policiales alrededor del mundo, incluyendo Scotland Yard, recibieron información sobre Cooper y los números de serie de los billetes. Durante los meses que siguieron al secuestro, Northwest Airlines ofreció una recompensa del 15 por ciento del dinero que se recuperara hasta un máximo de $25 000, pero la aerolínea retiró la oferta al no aparecer ninguna prueba.[30] En noviembre de 1973, The Oregon Journal, un periódico de Portland, publicó por primera vez y con permiso del FBI los números de serie y ofreció $1 000 a la primera persona que encontrara uno de los billetes de $20.[30] Posteriormente, el Seattle Post-Intelligencer ofreció una recompensa de $5 000 por uno de los billetes.[31] A pesar del interés desatado por estas recompensas, los periódicos nunca recibieron ninguno de los billetes del rescate. Durante la década que precedió el secuestro, la policía local y el FBI habían resuelto dos crímenes importantes en el noroeste de los Estados Unidos (un robo de banco y una extorsión) rastreando los números de serie de los billetes y en ambos casos las autoridades tardaron sólo varias semanas en atrapar a los criminales que habían usado el dinero en un área cercana pocos días después del crimen,[32] circunstancia que no ocurrió en el caso de Cooper.

Fotografía de algunos de los billetes recuperados por Ingram en 1980.

 

Con el paso de los años, nuevas evidencias fueron apareciendo. A finales de 1978, un cazador que se encontraba al norte del área estimada de aterrizaje encontró una pancarta con instrucciones para abrir la puerta trasera de un Boeing 727. Después de ser analizada, se determinó que pertenecía a la puerta del avión secuestrado.[33] El 10 de febrero de 1980, Brian Ingram, un niño de ocho años que estaba de pic-nic con su familia, encontró $5.880 en billetes semidestruidos (un total de 294 billetes de $20 todavía atados en bandas elásticas) aproximadamente a 12 metros de la orilla del río Columbia a 8 km al noroeste de Vancouver (Washington).[34] Después de comparar los números de serie de estos billetes con los de los billetes entregados a Cooper, se determinó que el dinero encontrado por Ingram era parte del rescate pagado nueve años atrás.[33] Varios científicos locales reclutados por el FBI declararon que el dinero pudo haber llegado a ese lugar después de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos dragara varias secciones del río en 1974. Otros expertos, incluyendo al geólogo Leonard Palmer de la Portland State University, estimaron que el dinero tuvo que haber llegado después de que el dragado hubiera finalizado ya que Ingram encontró los billetes sobre depósitos de arcilla que habían sido removidos del río por la draga.[35] Varios investigadores e hidrólogos creen que los billetes llegaron al río Columbia a través de uno de sus afluentes, posiblemente el río Washougal, el cual nace en el área donde se cree que aterrizó Cooper.

 

El descubrimiento de los $5 880 respaldó la teoría del FBI de que Cooper no sobrevivió al salto ya que era improbable que un criminal dejara atrás parte de un botín por el que arriesgó su vida. Las autoridades conservaron los billetes recuperados hasta 1986, cuando una corte repartió el dinero entre Ingram, el FBI, Northwest Airlines y su compañía de seguros.[36] El 13 de junio de 2008, de acuerdo con los deseos de Ingram, la casa de subastas Heritage Auctions vendió 15 de los billetes en Dallas (Texas), a varios compradores por un total de más de $37 000.[37]

 

Con la excepción del dinero recuperado por Ingram, el resto del rescate continúa desaparecido. Los números de serie de los 9.998 billetes entregados al secuestrador se encuentran en una base de datos que puede ser consultada por el público a través de un motor de búsqueda

 

 

El FBI ha investigado más de 1 000 sospechosos y descartado a casi todos como el verdadero secuestrador.[4] La agencia cree que Cooper estaba familiarizado con el área de Seattle, ya que reconoció desde el aire la ciudad de Tacoma (Washington) mientras el avión sobrevolaba el Puget Sound. También había comentado a la asistente de vuelo Mucklow que la Base de la Fuerza Aérea McChord estaba aproximadamente a 20 minutos del Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma. Aunque inicialmente el FBI creía que Cooper podría haber sido un miembro activo o retirado de la Fuerza Aérea debido a sus conocimientos de aerodinámica y paracaidismo,[17] esta hipótesis fue descartada ya que ningún paracaidista experimentado hubiera intentado un salto tan arriesgado.

 

En 1971, el asesino en masa John List fue considerado sospechoso del secuestro, el cual ocurrió sólo quince días después de que matara a su familia en Westfield (Nueva Jersey). Su edad, rasgos faciales y complexión física eran similares a los de Cooper.[39] El agente del FBI Ralph Himmelsbach declaró que List era un «posible sospechoso» en el caso.[33] Cooper había solicitado $200 000 como rescate, el mismo monto que List había sustraído de la cuenta bancaria de su madre días antes de los asesinatos.[40] Después de su captura en 1989, List negó vehementemente haber secuestrado el avión. Actualmente, el FBI no lo considera un sospechoso.[33] List murió en prisión el 21 de marzo de 2008.

 

 

El 7 de abril de 1972, sólo cuatro meses después del secuestro de Cooper, Richard McCoy, Jr., usando el alias «James Johnson», abordó el vuelo 855 de United Airlines durante una escala en Denver (Colorado) y, después del despegue, le entregó a la asistente de vuelo un sobre con una etiqueta donde se leía «Instrucciones de secuestro», en la que demandaba cuatro paracaídas y $500 000.[33] Asimismo, ordenó al piloto aterrizar en el Aeropuerto Internacional de San Francisco para reabastecer el avión.[42] El avión secuestrado era un Boeing 727 con escaleras traseras que fueron usadas por McCoy para escapar. El secuestrador portaba una granada ligera y una pistola sin balas. El FBI encontró un mensaje escrito a mano por McCoy así como sus huellas dactilares en una revista que había estado leyendo, las cuales fueron usadas posteriormente para identificarlo.

 

La policía empezó la investigación después de recibir un aviso del patrullero Robert Van Ieperen, quien era amigo del secuestrador.[43] Al parecer, después del secuestro perpetrado por Cooper, McCoy dijo que Cooper debería haber pedido $500 000 en lugar de $200 000. Cuando se dio el secuestro del vuelo 855, Van Ieperen reportó el comentario al FBI. El sospechoso estaba casado, tenía dos hijos, trabajaba como maestro en una escuela dominical mormona y estudiaba ciencias policiales en la Universidad Brigham Young. También era veterano de la Guerra de Vietnam, tenía experiencia como piloto de helicóptero y era un avezado paracaidista.[44]

 

El 9 de abril de 1972, McCoy fue arrestado por el secuestro del vuelo 885 después de que su escritura y huellas dactilares fueron comparadas con las que se encontraron en el avión.[42] El FBI encontró dentro de su casa un overol de paracaidista y una bolsa de lona con $499 970 en efectivo.[44] Aunque se declaró inocente, fue condenado a 45 años de prisión. Estando encarcelado, fabricó una pistola falsa usando relleno dental que obtuvo gracias a su acceso a la oficina dental de la prisión y escapó junto a un grupo de convictos en agosto de 1974 robando un camión de basura y estrellándolo contra las puertas de la prisión. El FBI logró localizarlo tres meses más tarde en Virginia. McCoy se enfrentó a los agentes del FBI que lo esperaban en su casa y resultó herido de muerte cuando el agente Nicholas O'Hara le disparó con una escopeta.[42]

 

En 1991, Bernie Rhodes y el ex-agente del FBI Russell Calame publicaron el libro D.B. Cooper: The Real McCoy, en el cual afirmaban que Cooper y McCoy eran en realidad la misma persona debido a las similitudes de sus modi operandi. Asimismo, la corbata que Cooper dejó en el avión era similar a la que usaban los estudiantes de la Universidad Brigham Young y McCoy poseía un alfiler de corbata idéntico al que usó Cooper.[42] Rhodes y Calame nunca participaron en la investigación del secuestro de Cooper, pero Calame era el jefe de la división del FBI en Utah que investigó y capturó a McCoy en 1972. Los autores dicen que el sospechoso «nunca admitió ni negó que fuera Cooper».[45] Cuando se le preguntó directamente si era Cooper, el secuestrador respondió: «No quiero hablar sobre eso».[42] El agente del FBI Larry Carr no cree que McCoy fuera Cooper ya que no calzaba con la descripción y además estuvo presente en la cena de Acción de Gracias de su familia en Utah el día después del secuestro original.

 

 

En julio de 2000, U.S. News & World Report publicó un artículo sobre una viuda en Pace (Florida), Jo Weber, quien afirmaba que su esposo, Duane L. Weber (nacido en Ohio en 1924), le había dicho que él era Dan Cooper antes de su muerte el 28 de marzo de 1995.[4] Jo empezó a sospechar y decidió investigar el pasado de su esposo que había estado en el Ejército durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente estuvo recluido en una prisión cerca del aeropuerto de Portland. Weber declaró que su esposo en una ocasión, mientras tenía una pesadilla, habló sobre saltar de un avión y de dejar sus huellas dactilares en las escaleras traseras.[47] Igualmente, recordaba que poco antes de su muerte Duane le había revelado que una vieja lesión en su rodilla había sido causada por un salto desde un avión.[4]

 

Weber también narró cómo, durante unas vacaciones en 1979, ambos viajaron a Seattle («un viaje sentimental», de acuerdo con Duane) y visitaron el río Columbia.[4] Recordó que Duane fue a caminar sólo por los bancos del río cerca del área en donde Brian Ingram había encontrado los billetes de Cooper unos meses antes. Jo obtuvo un libro sobre Cooper de la biblioteca local y descubrió que la escritura del secuestrador era igual a la de su marido. Después de esto, escribió a Ralph Himmelsbach, el agente que estuvo a cargo del caso de Cooper, quien aceptó que parte de la evidencia circunstancial sobre Weber calzaba en el perfil del secuestrador.

 

Sin embargo, el FBI dejó de investigar a Weber en julio de 1998 debido a la falta de pruebas concluyentes.[4] La agencia comparó las huellas de Weber con las que se encontraron en el avión secuestrado, pero no concordaron.[47] En octubre de 2007, el FBI declaró que una muestra parcial de ADN tomada de la corbata que Cooper dejó en el avión no pertenecía a Weber.

 

 

En el número del 29 de octubre de 2007, la revista New York publicó una historia sobre Kenneth P. Christiansen, quien había sido identificado por la firma de investigadores Sherlock Investigations como sospechoso en el caso de Cooper. Christiansen era un ex paracaidista militar, había trabajado en una aerolínea y además había vivido en Washington cerca del sitio del secuestro, por lo que conocía el terreno. También bebía bourbon whisky, fumaba y sus rasgos faciales eran similares a los del retrato robot. Un año después del secuestro, Christiansen había comprado con efectivo una propiedad.[10] En 2010, Robert Blevins, un escritor de Seattle, y Skipp Porteous, un detective de la agencia privada Sherlock Investigations, publicaron un libro titulado Into The Blast - The True Story of D.B. Cooper, en el que argumentaban que Christiansen era el verdadero D. B. Cooper.[48] Sin embargo, el FBI descartó a Christiansen como sospechoso ya que su complexión, altura, peso y color de ojos no coincidían con las descripciones dadas por los pasajeros del vuelo 305

 

 

El 4 de agosto de 2008, The Canadian Press reportó que un abogado de Spokane (Washington), creía que el dinero del rescate estaba guardado en una caja de seguridad en un banco de Vancouver, Columbia Británica, bajo el nombre de William Gossett, un profesor universitario de Ogden (Utah), quien había muerto en 2003. El abogado Galen Cook dijo que la apariencia de Gossett coincidía con la de los retratos de Cooper. Supuestamente Gossett había presumido ante sus hijos del secuestro y les mostró la llave de una caja de seguridad.[50] Decía que Gossett confesó el crimen a dos personas (un juez y un abogado) y que su hijo también creía firmemente que su padre era el secuestrador.[51]

[editar] Repercusiones

[editar] Efecto en las aerolíneas

 

El secuestro provocó que se dieran grandes cambios en la seguridad de los vuelos comerciales, principalmente la adición de detectores de metal en los aeropuertos, nuevas reglas de seguridad de vuelo instauradas por la FAA y modificaciones en el diseño Boeing 727. Después de tres secuestros similares en 1972, la Administración Federal de Aviación exigió que todos los Boeing 727 estuvieran equipados con un mecanismo conocido como el «Cooper vane», una cuña aerodinámica que impide que las escaleras traseras de un avión sean abiertas durante el vuelo.[16]

[editar] Nueva evidencia y esfuerzos recientes del FBI

 

El 1 de noviembre de 2007, el FBI publicó información sobre una evidencia del caso que no había sido revelada al público anteriormente.[52] La institución exhibió el tiquete aéreo de Cooper, el cual había costado $18,52. También reveló que el secuestrador había solicitado dos paracaídas de espalda y dos paracaídas de emergencia. Sin embargo, las autoridades le habían entregado inadvertidamente un paracaídas falso que era usado para dar demostraciones en clase. Este paracaídas no se encontró en el avión después del secuestro y algunos piensan que Cooper no se dio cuenta de que no funcionaba. El otro paracaídas de emergencia, que funcionaba adecuadamente, se encontró abierto en el avión con la cubierta cortada, por lo que se cree que Cooper lo usó para asegurar la bolsa del dinero.

 

El 31 de diciembre de 2007, el FBI publicó un comunicado de prensa en Internet que contenía fotografías inéditas y nueva información del caso, con la intención de encontrar nueva evidencia sobre el secuestro y la identidad de Cooper. En el comunicado de prensa, el FBI descartó la teoría de que Cooper era un paracaidista experimentado.[53] Aunque inicialmente habían creído que Cooper debería haber tenido entrenamiento para lograr el secuestro, un análisis detallado de los eventos hizo que el FBI modificara su teoría. Los investigadores comentaron que ningún paracaidista con experiencia intentaría saltar en medio de una tormenta y sin una fuente de luz.[53] Asimismo, los investigadores creen que, aunque Cooper tenía prisa por escapar, un paracaidista experimentado se hubiera detenido a examinar su equipo.[7]

 

El agente especial Larry Carr propuso la teoría de que Cooper tomó su nombre de Dan Cooper, un héroe de tiras cómicas francocanadienses, que es miembro de la Real Fuerza Aérea Canadiense y aparece saltando de un avión en la portada de una revista.[54]

[editar] Fenómeno cultural

 

El escape sin precedentes de Cooper impactó considerablemente la cultura popular. Se han creado canciones, obras literarias y películas basadas o inspiradas por el famoso secuestrador. Entre las novelas basadas en el secuestro están Free Fall (1990) de J.D. Reed, D.B.: a novel de Elwood Reid[55] y Sasquatch de Roland Smith. Asimismo, se han filmado varias películas y programas televisivos. En 1981, se estrenó The Pursuit of D. B. Cooper, con Treat Williams como personaje principal y Robert Duvall como el investigador de seguros que lo persigue. Durante la quinta temporada de la serie NewsRadio hubo tres episodios dedicados al misterio detrás del secuestro. En la serie Prison Break, el personaje Charles Westmoreland (interpretado por Muse Watson), quien inicialmente niega ser D. B. Cooper, admite ser el secuestrador al final de la primera temporada. Igualmente, se han escrito numerosas canciones, incluyendo «D. B. Cooper» de Todd Snider, «The Ballad of D. B. Cooper» de Chuck Brodsky[56] y «Bag Full of Money» de Roger McGuinn.

Achique su firma..adm lek

Publicado

Pero Ford si al otro lado, al parecer los Vampiros se quedarón durmiendo o se los piterón con unos ajos.

 

 

Hablo mi mierda, mi sonrisa siempre brilla y si no hay nada para fumar, vaya!! por los billetes cada día libro una batalla, y si no tienes nada que decir pues te callas...

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