Compañeros,
No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague!! (de eso último aún estoy tratando hacer entender a algunos amigos morosos que tengo) xD
Y el día de cobrar el merecido premio por haber acuñado el nombre que el templo de Pamela y Camila hoy hidalgamente flamea... ¡por fin llegó!
Sin más preámbulos, he aquí el relato de lo acontecido:
Llegando al lugar
Día lunes...en el trabajo...reloj del celular marca las 17:55...el del PC indica las 18:01 --le creeré al PC --me digo con libidinosa ansiedad y sigo esperando que se cumpla la hora reglamentaria de término de jornada para partir al encuentro prometido.
A las 19:01 (hora del PC) ya estaba en el metro con una sonrisa de oreja a oreja. Si tenía la cita a las 20:00 debí suponer que llegaría antes de lo debido. --No importa, más vale caminar relajadito que andar a tropezones-- me dije mientras revisaba el par de Golden Nuss que llevaba de regalo para las musas (era eso o un copete, no sé regalar otras cosas!) xD
Faltaban cinco minutos para las ocho y mientras hacía ingreso al edificio el conserje irrumpe en mi camino y pregunta:
¿Donde va joven? --le indico el piso sin mayor inconveniente
¿Y a qué departamento? --dubitando un instante le contesto de la forma más cortés posible
Adelante --me dice y sin mayor reparos vuelve a sus quehaceres
Reconozco que me incomodó la situación pero no me iba a complicar la vida por tan mísero detalle.
La bienvenida
Frente a la puerta, toco timbre, escucho ruidos, se abre y observo. En un ceñido delantal de enfermera, una cara redondita de ojos centelleantes y sonrisa genuina me recibe. ¡Tenía que ser Pamela!
Doy unos cuantos pasos y veo cual gato deslizándose la más exquisita imagen femenina que podría haber encontrado:
"Una silueta esbelta en matices trigueños y sueños acaramelados,
mezcla de mujer enhiesta de razgos hindúes y ojos almendrados.
Sonríe a regañadientes deleitando aún más mis sentidos masacrados,
que maliciosamente sugieren estar al borde del vil pecado profano."
Sí... Camila parece una pendeja. ¡PERO QUE PEDAZO DE PENDEJA! Afortunadamente el cumplir las dos décadas la alejaron de aquella categoría cosa que ahora me parece un requisito algo más que necesario.
Comienzo a recorrer con la mirada el lugar y para mi sorpresa y agrado el sitio es mucho más de lo que esperaba. Departamento cálidamente decorado con una recepción lateral y equipamiento de IT más que básico. Iluminación baja, diseño interior minimalista que otorga gran importancia a los espacios despejados. Baño gentilmente ordenado y la camilla... digna de clínica del barrio alto.
Les ofrezco los engañitos y ¡¡que le hizo el agua al pescado!! ¡¡Camila feliz comiendo y saboreándolo!! Lo admito. Envidié mi propio regalo. Me imaginaba en esos labios y lengua siendo degustado... pero nada... yo iba a cumplir mi deber y no ha pasarme rollos. ¡¡Asi que vamos al hecho!
En la ducha de rigor todo muy agradable. Espacio físico, toallas, jabón, temperatura del agua (la quería fría, porque conmigo de caliente ya me bastaba).
El masaje
Paso al centro y me siento como florerito de mesa. Muchas risitas y escucho que me dicen "Ya, sin timidez, súbete aquí arriba" (¡¡de la camilla, por favorshhh mal pensadoo!!) Con la música de los '70, la ambientación y los aromas me sentí en otra época.
Pamela decide la estrategia operativa y le comenta el plan a Camila. Ella, como buena niña acata y se apodera de mi espalda, Pamela de mis piernas, luego ya no se que pasó. Todo fue demasiado rico. Ya no puedo describirlo. Como aquellos sueños exquisitos que no alcanzan a ver la luz de la mañana mis sensaciones se confundieron en aquel juego de caricias, presiones y masajes. Sólo recuerdo con claridad que Pamela notó una expandida inflamación en el lado derecho de mi torso (que se debía a unos golpes menores) por lo que no pudo profundizar más en la descontracturación. Recuerdo también que les confesé ser un pollito inexperto ¡que siento no me creyeron en lo absoluto!
Y llegó el "date vuelta" a lo que tímidamente pregunté --¿me va a doler? --risitas nuevamente y Pamela saboreándose responde --un poquito... Ella encima mío con su rostro sobre el niño, se pone a juguetear mientras Camila... Camila... me ofrece toda su juventud a degustar. Mientras Pamela me estimulaba en lo bajo Camila me dejaba recorrer toda su piel, su cuello, sus pechos de perfecto tamaño y el borde de sus labios... que exquisitez... por lo alto. Yo soy fellatio-adicto, lo admito, por lo que soy exigente en ese aspecto pero, en esta ocasión, con Camila en mi pecho mirándome, seduciéndome el tipo de estimulación que tuviera abajo pasó a un segundo plano cuando, luego de haberle tratado de robar besos en la boca coquetamente me los había esquivado, le dije --¿No me piensas regalar un beso? ¡¡QUE LE DIJE!! De ahí en adelante nos besamos en frenesí. Nuestras lenguas se enredaron cual pelea de serpientes luchando por un último bocado. Sostuve el final... más y más tiempo... No quería parar de besarla.
Pamela esgrimía con fuerza, decidida. Sus manos me estimulaban con constancia, rápida, eficiente. Resistirse al acabar era un imposible. El momento se hizo extremo, delirante y yo no pude más... con Camila en mis brazos, con mis labios en sus labios, me deshice en placer en las manos de Pamela, retorciéndome en un auténtico y fulminante orgasmo.
No recuerdo cómo me duche... no recuerdo como me fui a casa, cuando me acosté ni cuando me dormí. Pero si algo sé es que desperté como completo, fresco, renovado.
¡Ah! cuando vuelva a Masángeles va a ser claramente a pedirle matrimonio a Camila y a Pamela que sea la madrina.
Shin Gouki ®
P.S.: ¡No me pidan tablas! ¡¡Me pegué el medio reporte y es la 1am!! ¡¡Use your imagination!! ¡¡¡C'mon!!! :punish: