Datos Generales:
Masajista= Lia
Ubicación = Huérfanos entre San Antonio y McIver
Lugar = Departamento/Oficina en Galería
Tipo = independiente
Costo = 60 K (tiene promociones por servicio express)
Conserje = No existe
Fono = +56 9 9181 1975
Instagram: @relax.bylia
Horarios = Medio día
Comunicación = Coordinación vía Watsapp, fluida, con total claridad de lo ofrecido
Ambiente, Recepción = Excelente, recepción muy cálida y amable
Notas del Servicio: (Notas de 1 a 7)
Musa = Lia
Nivel de Empotamiento = En mi caso, bastante preocupante
Edad = En sus veintisiempre
Estatura =1,60
Contextura = Tonificada, todo bien puesto
Cara = 7
Nivel de Phothoshop = Nada, considerando las fotos de sus estados de Watsapp
Trato = 7
Masaje= 7
Sensitivo= 7+
Besos = 7 (Me la comí a besos)
Pechos = Redonditos, paraditos, turgentes, una exquisitez
Cola =Memorable, paradita y durita
Oral =Profundo, dedicado y sin apuros (C/C)
Movimientos Pélvicos = Arriba es una máquina
Calidad de Sonido = Stereo dolby surround 7.1
Atención = Para mí es un 7, la recomiendo mucho
Reporte del Clima:
Bueno a esta señorita la conocí hace algún tiempo. Se publicaba en una página dedicada enteramente a los servicios masajísticos. Obviamente llegué a ella a partir de lo atractiva que se veía en las fotografías de la publicación, en ese momento coordiné y acudí al lugar donde atendía (siempre en el centro de la Capital). Desde un primer momento me pareció notable su actitud y cordialidad, me hizo sentir muy cómodo y claramente su servicio era destacable, tanto en lo que al masaje se refiere, como a la parte en que se desatan las pasiones maceradas en el aceite que aplica la musa. En ese lugar ella contaba con el famoso sillón del amor, lo que me permitió gozan con unas vistas espectaculares del momento más acalorado de la atención, tanto fue que duré casi nada, me mató rápidamente.
El punto es que revisando viejos archivos de mi PC, encontré su número, el que afortunadamente había registrado en un archivo perdido. Rápidamente volvieron a mi mente los recuerdos y las ganas de haber disfrutado más de su compañía- Con toda la fe del mundo, le escribí al Watsapp y rápidamente me contestó. Le di algunos datos a fin de ver si me recordaba y para mi sorpresa, ella me aún se acordaba de mí, claramente no por mi atractivo, sino que por algunas conversaciones que tuvimos en los momentos en que me atendió.
No perdí tiempo y coordiné una atención con ella, me entregó las coordenadas y partí en su búsqueda. Atiende en el centro de Santiago en una galería comercial que tiene oficinas en un segundo piso, al cual se accede sin mayores problemas a través de una escalera, todo piola y muy seguro, así que ya aquí hay un punto a favor. Llego al lugar golpeo y se abre lentamente la puerta. Entro despacio encontrándome con un pequeño departamento con luz tenue, que olía exquisito, la puerta se cierra, miro al costado y la veo. Ahí estaba con una faldita cortísima y una blusita anudada que apenas contenía sus pechos. La miro, me acerco, la tomo por la cintura y me acerco para saludarla de un beso, sin embargo ella desvía la mejilla y me regala sus labios, un beso de saludo al que le siguieron una seguidilla de besos que pasaron desde piquitos a calugazos con tuti. Mientras la besaba apreté su cintura, aproveche de recorrer su espalda, tomar sus caderas y acariciar su culito. Sorpresa! solo llevaba la falda, sin nada debajo, así que lentamente aproveché de acariciar todo lo que pude. Se imaginarán que de entrada ya estaba en llamas. Intenté centrarme, me ofreció los implementos necesarios (chalas, toalla desechable) y pasé a ducharme con agua fría para bajar la temperatura. Luego, ya en el box y tendido en la camilla, me dispuse a disfrutar del excelente masaje que entrega la Señorita Lia. Recorrió esmeradamente cada centímetro de mi espalda, piernas y hombros. Mientras tanto conversábamos y nos poníamos al día, considerando el tiempo que no la visitaba. De repente silencio. Ahí comienzo a sentir toques más suaves, labios cerca de mi cuello, besos en la espalda, cuello, susurros al oído y el tan ansiado momento de darse vuelta llegó. Ahí me percaté que la señorita ya no tenía puesta nada de ropa, por lo que pude contemplarla en toda su plenitud. Hermosas piernas, una vagina depilada y sus pechos redonditos. Poco a poco nuevamente subió la temperatura, culpa de los besos que me regaló y de la posibilidad de acariciar todo su cuerpo y constatar la suavidad de su piel. Ella mientras tanto le prodigaba caricias a mi pene, masturbándolo con suavidad, alternando con caricias a mis testículos. No aguanté y la tome de las caderas para acercarla a la camilla mirándome. Seguí besándola, ya no solo en la boca, aproveche de disfrutar sus exquisitas tetas, la giré para disfrutar de su culito ¡qué cosa más deliciosa! Durito, suavecito, paradito. Luego llegó mi turno, enfundó mi pene y comenzó un oral notable. Se esmeró en recorrer completa mi verga, de arriba abajo, lentamente, con mucha intensidad. De repente noto que mi vega ya desaparecía dentro de su boquita y es que la señorita Lia, sin advertencias me aplicó un oral tan profundo, que ya era muy difícil seguir resistiendo sin explotar. En vista de aquello le propuse pasar a la siguiente etapa, ella obediente, se montó en mí y comenzó a cabalgarme frenética, como buscando el punto exacto, donde explotar, como diría Arjona. Me tenía loco con sus movimientos y sus gemidos. Me esforcé por resistir. Estaba en eso, cuando ella me pide que cambiemos de posición. Se puso en cuatro y quedó a mi disposición su hermosa cola. Ahí me dispuse a aplicarle con todo. La penetré, primero lento, luego con fuerza, Que sensación maravillosa, con toda su cola a mi disposición. Le seguí dando hasta que ya no pude resistir y acabé, explotando y liberando todas las ganas que acumulé desde el momento en que la volví a contactar, Caí cansado en la camilla. Ella se incorporó, me beso suavemente, y procedió a limpiarme, para luego tenderse a mi lado y seguir regaloneando un ratito más. Luego de un rato ya, cumplido mi tiempo, volví a pasar por la ducha, me vestí, y me retiré, no sin antes besarla de nuevo y comentándole que volvería por más.
I'll Be Back! (Volveria)?
Por supuesto, he vuelto muchas veces, y ahora que la volví ubicar seguiré frecuentándola
