Tal como me leyeron. Era una convivencia esporádica, sabiendo que ella quizás llevaba una doble o hasta triple vida y seguía ejerciendo de vez en cuando (De hecho así fue). Conocí todo sobre ella a nivel personal y seguía siendo una bestia en la cama; y no niego que aproveché a full el placer que podía sacar de todo esto. Lamentablemente, su lado B resultó ser mucho mas agradable que su lado A y supo disimular muy bien lo egocéntrica, testaruda y aprovechadora que siempre fue. Ahora tengo entendido que está en el extranjero envolviendo a otro incauto (quizás a mas de uno). Lección aprendida, nunca mas con una escort, ya que el oficio las acompañará hasta el final de sus días y a veces uno piensa con el de abajo y este toma el control total de nuestras acciones. Por respeto a lo que sentí por ella y que hasta cierto punto fue recíproco, no daré mayores detalles; solo diré que fue una experiencia de mas de agraz que dulce, acorde a los tiempos de pandemia en los que esto sucedió.