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Blade Runner

The Real Footbal Factories, Netflix

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Danny Dyer es un joven actor inglés que ganó cierta relevancia con dos películas que tienen como telón de fondo el fútbol, Mean Machine y The Footbal Factory. En el último filme, se mostraba la vida de los hooligans en el marco de la rivalidad del Chelsea con el Milwall (algo dudoso, si tomamos en cuenta que la rivalidad del Chelsea es Tottenham y Arsenal, mientras que la del Milwall es la peor de todas, contra West Ham).
Dyer es un chico simpático, con pocas luces, pero buenas agallas. Para Netflix aparece en la saga The Real Footbal Factories, una serie que muestra a Dyer buscando y compartiendo con los verdaderos líderes de las Firm, las más temidas bandas de Hooligans que se desparraman, con sus códigos, en las diversas zonas de Inglaterra.
La serie tiene poco desperdicio. Porque a pesar de ser disoluta y no apuntar en muchas direcciones acerca del problema que son los hooligans en Inglaterra, sí acierta en lo principal. Aquí, el fútbol es un accidente, es una anécdota. El tema de las Firm utiliza el fútbol como excusa a la violencia y lo criminal.
Hay varios tips acerca de como diferenciar a un hooligan. Si vas al estadio y ves gente con la camiseta de tu equipo, alejate. Ellos van a ver fútbol. No van por lo otro, la adrenalina que genera una buena pelea. Además, para pasar desapercibido, necesitas mezclarte entre la gente. Un mandamiento hooligan es ir siempre de color y vistiendo ropas caras, enseñanza sacada del Liverpool y Nottingham Forest cuando visitaban tierras extranjeras en las Ligas de Campeones. Cuando vas al estadio, luces tu mejor ropa y vestimentas caras. Liverpool vaciaba las tiendas de Milán y revendía de local las vestimentas de los primeros hooligans. Obviamente, jamás pagó un peso.
En la zona londinense, la rivalidad más acérrima y de odio parido es la histórica West Ham vs Milwall. Los acereros frente a los estibadores. Dyer, reconocido hincha del West Ham, va a los bares que frecuentan los del Milwall y conversa con sus líderes, demostrando que ese odio no va a frenar de la noche a la mañana. Los clubes como Chelsea o Arsenal han frenado a sus Firm con su buen quehacer en torneos, mientras que los más chicos Leyton Orient, QPR o Fulham tienen otra lucha, sobrevivir en tierras de gigantes. La diferencia la marca Tottenham, donde sus hooligans están activos y son los culpables de los más recientes hechos de vandalismo relacionado con el fútbol.
En las Midlands se da un hecho que se ve poco en el resto de UK. Las Firm son interraciales. Si bien en el resto del país el tema racial es muy presente, las hinchadas de dicha zona como Derby County, Birmingham o Nottingham Forest mantienen viva la rivalidad, pero aceptando a integrantes de color en sus Firm. Curioso el caso de Stoke, una Firm pequeña, pero muy disciplinada, con jerarquía al punto de si cae un miembro preso, la Firm ayuda a la familia y costea la educación de los hijos.
La diferencia? Leeds. Homofóbicos y racistas, cuenta con dos dudosos records. Son la Firm más preparada, organizada y con mayor cantidad de adeptos, y es la que más proscripciones tiene entre sus adeptos ya que triplica al que le sigue en sanciones.
Precisamente Leeds se lleva un segmento importante al recordar los serios disturbios que hubieron en Estambul cuando en el marco de la Champions League enfrentaron al Galatasaray. Cuando quisieron armar desmanes, se dio la lógica que siempre hay uno más choro. La hinchada de Galatasaray respondió con extrema violencia. Al día siguiente, después del partido, los hooligans lo volvieron a intentar y quedó la desgracia. Hordas del Galatasaray se enfrentaron a los extranjeros, con muertos y heridos por ambas partes. Tal fue la desgracia, que los hinchas turcos las emprendieron contra dos hinchas del Leeds que bebían tranquilamente en un bar. Murieron ambos. Son recordados como héroes por la Firm del Leeds. Para la policía, estaban en el lugar y tiempo equivocados, porque nada habían hecho. Hoy en día, cuando un equipo inglés llega a Turquía, sencillamente todos los odian.
Leeds es limitrofe entre las Midlands y Yorkshire. En las Midlands, hay mucha prevención. En Yorkshire la policía es quien gana. Yorkshire es la zona industrial, golpeada por la cesantía y la pobreza cuando las fábricas cerraron. Caldo de cultivo ideal para los hooligans. Una zona donde se acostumbra a trabajar mucho y ganar poco. En Yorkshire, la violencia es alta. Manchester United y City, Liverpool y Everton concentran titulares. Pero la Firm más fuerte es la del Burnley. No reparan en nada y da lo mismo irse preso o no. Y aquí uno sigue dándose cuenta de que esto nada tiene que ver con el fútbol. Una vez que fueron superados en pelea, los hooligans del Burnley respondieron con bombas molotov.
Pero en Yorkshire, como dijimos, la policía gana. Ellos no previenen, solo actúan. Redadas a las 5 AM, exhaustivos controles a toda hora y lugar. Y si no obedeces por las buenas, se aseguran que obedezcas por las malas. Utilizando el famoso artículo 60 (puedes registrar por sospecha a un hooligan) la policía de Yorkshire es temida por los mismos vándalos quienes saben que si no haces caso, te van a romper la cabeza de un garrotazo y ni Dios te va a librar de la cárcel. Sencillo, se impone la ley.
Danny Dyer inclusó llegó a Escocia a ver la rivalidad entre Celtic y Rangers, católicos y protestantes. Y lo resumió así, fueron 90 minutos en lo que podía pasar cualquier cosa. Una energía diferente y aún más intensa que en Inglaterra. Y odio parido entre dos facciones que jamás serán amigos.
La nota simpática se la dieron la Firm de Dundee. Porqué? En Dundee hay dos equipos, el FC y el United. Y tienen sus estadios a escasos 50 metros de distancia. Tienen rivalidad sí. Enfrentamientos, algunos. Pero curiosamente, son una sola Firm. Conscientes que son pocos, no dudan en unirse bajo cualquiera de las dos banderas y alentar, cuando llegan los vecinos del Celtic, Rangers y los más peligrosos, Aberdeen.
Esta serie demuestra claramente el hecho de que los hooligans van cuesta abajo y que a la larga, la ley se impondrá. Los hooligans de la primera generación se arrepienten de lo hecho, pero añoran lo vivido. Saben que no pueden volver ni arriesgarse a la cárcel, para no dejar en desamparo a los suyos. Pero, y como es el caso del Burnley, las nuevas generaciones piden cancha, tiro y lado. Ven a los viejos como héroes que no dudaron en defender su territorio a sangre y fuego. Siempre habrá recambio. Los antiguos se retiran, los nuevos llegan y asumen. Así es la vida.
Veanla. Es interesante. Disculpen si me enredo con ciudades y zonas, pero era mucha información condensada a punta de palos. Y porque va esto en Cine y TV y no en fútbol?
Porque los hooligans no son fútbol.

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