Luego de un gran esfuerzo de un grupo mèdico multidisciplinario (neurólogos, siquiatras, sicólogos, traumatologos, iriologos, especialistas en flores de bach,) logré salir del estado catatónico en que me encontraba. De lo que recuerdo, debo reconocer que todo lo que decían era verdad. Sólo dos cosas que agregar, mi rendimiento no fue de lo mejor (penoso diría yo), y lo otro que me llamó la atención fue la timides de Belen post-encuentro. Se tapó con una toalla y nunca pude apreciar de manera más detenida sus formas.