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Universo Star Wars

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Se inició la cuenta regresiva para el estreno de "ROJO UNO" (jueves 15/12/2016), la tercera de las ramificaciones no animadas del universo Star Wars por fuera de la biografía de la familia Skywalker (las dos anteriores fueron los bodrios de los ewoks).

 

Obviamente la saga más grande la ciencia ficción no cabe en el tema de los estrenos chatarreros, así que aquí les dejo una recopilación de los avances del estreno de este año:

 

 

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Título: "ROGUE ONE" (2016)

Director: Gareth Edwards

Autores: John Knoll, Gary Whitta, Chris Weitz y Tony Gilroy.

Héroes: Felicity Jones, Diego Luna, Donnie Yen.

Villanos: Ben Mendelsohn, la voz de James Earl-Jones y un tal Guy Henry poseído por el fantasma de Peter Cushing.

Música: Michael Giacchino (dirigiendo composiciones propias y una pocas de John Williams).

 

Comentario

 

a) La música

Aer... cómo lo ponemos...... El peor pecado que pueden cometer los nuevos dueños de esta franquicia es negarle a una película de "Star Wars" la música de "Star Wars".... Y aquí lo cometieron...

La sinfonía espacial de John Williams es el 30% del peso de cada historia, no puede estar ausente; una huevada así es como una noche de bodas sin sexo. Por lo mismo, su ausencia empaña dos tercios de la película. Recién con la aparición de Darth Vader se arregla la banda sonora del filme.

¿Quién sería el conch"#$%&/(?¡=)+*- al que se le ocurrió tan astronómico cagazo? Si los fans lo descubren debe recibir peor tratamiento que Yar Yar Binks.

Y para colmo, el ingenio que Giacchino exhibió en las partituras de las nuevas "Star Trek" no se vio por ninguna parte; aquí puso pura basura desabrida, sin color. Todo mal aquí.

 

b) El cuento

Historia interesante, buen ritmo y se enlaza bien con la trilogía madre. Buena pega tanto de los escritores como del director. Claro, no llega a la intensidad dramática de las magistrales escenas padre-hijo de los episodios V y VI, pero igual es más de lo que yo esperaba.

(Porque en honor a la verdad yo no daba un peso por esta película).

 

c) Los personajes

Quien se roba la película totalmente es el chino ciego ex-sacerdote del templo de no sé cuánto cresta... Notable, wn, ídolo, sus pocas escenas son dinamita pura. Evidentemente inspirado en el personaje de Rutger Hauer en "Blind Fury" (bodrio ochentero que pudo haber sido una tremenda película si la dirección hubiese sido puesta en manos de John McTiernan o Richard Donner), este personaje debió haber sido protagonista principal de la nueva trilogía, o en su defecto protagonista principal de este spin off. Al igual que con el monosilábico Darth Maul, con este chino se farrearon a un personaje que podría haber catapultado la historia más allá de la galaxia. (Es más, ya hice mío su rezo: "La Fuerza me acompaña, La Fuerza me protege, soy Uno con La Fuerza").

 

La mina: se para dignamente. Chica rebelde que en el fondo es dulce, no es la marimacho que los copuchentos decían que sería. Es firme pero femenina, como la muñeca del episodio VII.

Los villanos lo son al estilo clásico: del verbo malos, cosa que faltó en el VII. Obviamente la aparición de James Earl-Vader es el momento estelar.

 

El problema es el protagonista principal masculino, no por su calidad de actuación, porque el cabro convence, sino por su imagen. Si hay algo que los gringos WASP que protagonizaban las epopeyas del viejo Hollywood aportaban al personaje principal era Presencia... Cuando uno recuerda a Harrison Ford en el cine ochentero, a Clint Eastwood en las películas setenteras o a John Wayne en la edad de piedra del cine, uno con sólo verlo (en el cable) dice: "Este won es un héroe"... Hoy sólo el mulato Dwayne Johnson proyecta algo así. En cambio Diego Luna tiene pinta de esos curagüillas que amanecen vomitados, meados y cagados en los cerros de Valparaíso los fines de semana. No encaja en una super-producción hollywoodense.

 

¿Y Forest Whitaker? Su papel es casi un cameo. Otro buen elemento que se farreó la producción.

 

d) La magia

Cumple con las altas espectativas de la hinchada: todas las escenas de aventura se ven, se oyen y se sienten espectaculares. Al parecer nuevamente los artesanos de maquetas trabajaron juntos con los pintores digitales, porque se disfruta el mismo realismo del episodio VII.

El único punto negativo fue la publicidad engañosa de los trailers: varias de esas escenas no se ven en la película.

 

 

Como evaluación general se podría decir que es una muy buena película de ciencia ficción...

 

... Pero sin la música de "Star Wars" no es una película de "Star Wars".

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Cuando se toma una idea inmersa en el mundo de Star Wars, es válido desconfiar. No cualquiera puede meterse en la Saga más famosa de todos los tiempos y salir airoso del dasafío. J.J. Abrahams, hábil reciclador, se dió cuenta de por dónde va la mano. Tomó los mejores elementos del Episodio IV y dió vida al Episodio VII dejando la vara en alto y su nombre, al lado del balance positivo del libro. Por eso mismo, resultaba un enorme problema para Gareth Edwards, el semidesconocido director de Rogue One, realizar un filme que, sin pertenecer a la Saga, estuviera tan vinculado a ella. Una película de Star Wars que no es de Star Wars. Desafío.
Ante la luz de lo realizado, Edwards hizo su pega de modo impecable. Los guionistas le entregaron un guión serio, armado hasta los dientes, y él supo encaminarlo con pulso muy firme y los elementos adecuados. Si George Lucas en el Episodio IV tenía una inmejorable historia y un presupuesto muy limitado, en el Episodio VI tenía recursos inagotables y la historia justa. En el Episodio I tenía de todo y hundió a su ficción en pastos intragables, anteponiendo la solemnidad de Vader al ridículo de Jar Jar Binks, desaprovechando su mejor protagonista Darth Maul y dándole un inmerecido peso a un Jedi bastante desdibujado como Obi Wan Kenobi, por no decir reducir una historia llena de mística a una estupidez sin nombre llamada Midiclorias. En los Episodios siguientes, tenía todo para remendar su pecado y a pesar de algunos momentos de brillo, terminó hundiendo su propia obra en la exageración. La decisión de Disney de dejar lo que venga fuera de las manos de Lucas fue acertada, aunque el mismo Lucas desproticara diciendo que los fans querían que él estuviera al frente de su obra (bueh!). Abrahams hizo un trabajo meticuloso. Y aún más meticuloso, dedicado y jugado fue Edwards, quien firma un filme muy a la altura de lo que el fan más acérrimo pide. Acierto.
La película dura más de dos horas, que ante el ritmo y nivel del director, se hacen 10 minutos. Los hechos se suceden sin tregua, pero sin prisa, obligando la atención del espectador. No agota, entretiene, y cuando llega el final, uno no puede menos que aplaudir y reconocer el esfuerzo de un Director sin tanta experiencia, pero acostumbrado a sacar lo mejor que tiene de sus recursos. Mérito.
Los actores cumplen todos en su rol. Quizás se desaprovecha un poco el poderío en escena de Forest Whitaker, pero el veterano actor, una vez más, cumple a la altura de su leyenda. Diego Luna resulta un poco extraño como un decidido Capitán de la rebelión, pero no destiñe y a ratos hasta asombra. Felicity Jones cumple con creces y Mads Mikkelsen también demuestra estar en plena y gran forma, robandose la escena en sus apariciones, todas breves pero importantes. El mito Donnie Yen, el más puro actor de Artes Marciales vivo, también exhibe sus altos recursos con una clase que golpea directo al corazón. Ben Mendelsohn se destaca con ese trabajo gestual descollante,que es el sello de garantía y calidad del veterano actor. Talento.
El trabajo de Edwards es tan fino que incluso cuando aparece Vader uno ve al Sith que pelea con gestos toscos, muy similar a aquel que sostendrá un duelo mortal con su mentor Obi Wan en el Episodio IV. Los guiños remiten en cada minuto al Episodio IV, al resto de la Saga e incluso se ensambla a la perfección con los Episodios animados de Star Wars. Profesionalismo.
Las tomas aéreas eran un gran quebradero de cabeza para todos los directores de la Saga. De una u otra manera, todos le dieron un ingrediente agregado. Pero Edwards junta todo, sin empalagar, crea escenarios propios, innova y suma a la causa, y las tomas de combate aéreo y terrestre son de un orden superior. Técnica.
Una historia inteligente, personajes queribles e inolvidables, actores entregados a su rol, un Director que no se dejó intimidar ante un desafío superior. Que se obtiene? Una joyita como Rogue One, que definitivamente, sin ser un filme Star Wars, suma mucho a la causa de la Alianza rebelde y sube el listón de calidad para todo lo que tenga que venir. Perfecto.

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No se... yo encontré un asco el episodio VII, JJ abrahams si que ridiculizó a los "sith" con kylo ren ...y para que decir del destino de Han Solo...

 

Me quedo incluso con el episodio I que es el peor de la época de Lucas

 

Cheers!

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Estoy mas o menos de acuerdo contigo soyunequis...

 

es decir, Abrahms no supo que hacer con Kylo, lo hizo mal, pero si me gustaron otras cosas, como los efectos especiales que volvieron a ser "mas reales", y no como en episodio I, II y III que todo era "demasiado computadora"

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