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envergadura

EstoKador Santiago
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  1. Socio: Contribuyendo a compartir el conocimiento. Es un tema delicado de acordar antes con la chica. A mi me ha resultado en 4 oportunidades con chicas del foro. Incluso una fue facial con americana real (después ella se reía diciendo que no lo hacía)... Mi receta es como sigue. Sea caballero cuando le estén dando sexo oral. No fuerce nada. Acaricie. Luego diga que quiere acabar en su cara. Así ha sido en mi caso. También debe ayudar que como almendras (mejoran el sabor del semen) y al momento de que me den sexo oral, varias me han dicho que les gusta "mi sabor". Eso. Suerte. (No coloco los nombres de las chicas por respeto a ellas... en una de esas fui afortunado)
  2. George Bataille escribió una novela (entre varias) con una clara intención de explorar las penumbras del erotismo. Dicha novela se llama “Mi madre”. Es una colección de descripciones de encuentros sexuales que van escalando en intensidad y en su efecto transgresor. El protagonista, quien relata las escapadas eróticas de su madre, una mujer que entra a la madurez, pero aún reteniendo sus atractivos femeninos, avanza paso a paso, siguiendo el derrotero de la enceguecedora búsqueda del placer a la cual su progenitora se abandona. ¿El final? El único posible. La última transgresión, después del sexo lésbico, el sexo grupal, el sadomasoquismo: el incesto. Ella, la madre, seduce al protagonista. Y luego, lo inevitable: el suicidio de la madre. ¿Por qué? Pues porque después de ello, después de ese acto, ya no hay más barreras que derribar, no más límites que cruzar. No hay más vida. Y ya no hay más placer que buscar. Todo se conoce. Ya no hay mentira que defienda. El suicidio de la madre del protagonista es un acto de sinceridad. Lo cual es interesante. He sido miembro de este foro por varios años. Leyendo, aprendiendo y conociendo a los hombres y mujeres alrededor de la búsqueda de placer. A veces he leído cosas que me han hecho reír. Otras veces he quedado con una sensación de disgusto. Otras, de abierta repulsión. En el espacio del impulso sexual, que es común a todos los seres humanos, he visto como aquí se configuran relaciones, se establecen categorías, se cosifica. Aparecen las neurosis, las adicciones. Las mentiras. Empecé este post con un breve resumen de “Mi madre” porque siempre que veo pornografía o leo foros como este, me queda la duda acerca de la sinceridad detrás de estos actos. No estoy siendo pacato o moralista en esto, sino sólo reflexivo. Como muchos de nosotros, he tenido más de muchos encuentros sexuales pagados. La mayoría, insatisfactorios. Pero recuerdo. Recuerdo a algunas mujeres, Recuerdo sus cuerpos. Sus aromas. Sus suavidades. Sus gentilezas. Las recuerdo, porque son mujeres. Hijas de alguien. Madres de muchos. Con tristes historias, como algunos de nosotros. Empujadas por la ignorancia y la falta de autocontrol, influenciadas por la televisión, gran cafiche de los tiempos mediáticos, vendidas y arrendadas por la idea de que hay glamour en la prostitución. Pero no hay glamour cuando vives en la mentira. No hay glamour cuando siempre simulas y en esa simulación sólo quedan las tragicómicas evidencias de elevar indirectamente a “arte” la prostitución. Saben de lo que hablo. Las “chapas” de las prostitutas: Antonella, Monique, Dominique, María Ignacia, María Carolina, Sharon, etc. (miren la portada del sitio para más) son conocidas como “nombres artísticos”. Hay algo que tienen en común esos “nombres artísticos”: todos son aspiracionales. Social o étnicamente. Luego están las otras “chapas”. “Zafiro”, “Diamante”, “Diosa”, “Cachorra”, “Luna”, “Sol”. Reducidas a una cosa, identificadas con un objeto, la mente encuentra un camino de fuga mientras penes de distintas formas, colores, olores e higienes entran insistentemente enfundados en plástico, para terminar completando el cuadro de la dos cuerpos ausentes sobre un muy transitado catre. ¿Entonces? ¿Para dónde voy? Sólo para rendir tributo a las hermosas mujeres que brindan una hora de su cuerpo por dinero. Pero recordando que también es una mentira. Como las fotos mejoradas con Photoshop. Un abrazo a todos, compañeros de miseria. Que sus horas sean sinceras y que encuentren lo que buscan.
  3. Amigo Halcón: Leí su relato y lo acompaño en su sufrimiento (aunque nunca he estado en una situación de obsesión con una mujer conocida en las lides del sexo pagado). Sin embargo, le sugiero que piense en esto: Usted detallo que no era feo, era deportista, ejecutivo, sin hijos, etc. Al parecer tiene algunas características que lo pueden hacer deseable para muchas mujeres. Pero, parece que algo le falta. Tenga cuidado con confundir esa obsesión que desarrolló por la muchacha en cuestión. Si usted se fija, al hablar de ella no menciona ninguna característica personal, más allá de su físico y algunos detalles de sus encuentros sexuales. En ese sentido, su fijación tiene que ver con una cuestión sexual, lo que a veces se confunde con AMOR. Piénselo. Si bien es cierto, es profundamente desgarrador cuando no somos correspondidos en términos afectivos, es peor aún cuando la confusión no nos deja ver lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos. En consecuencia, tomarse un tiempo alejado de la idea de la muchacha le puede rendir buenos frutos. Sobre todo para que usted visualice efectivamente que es lo que le pasa con esa mujer y por qué no puede vivir sin la obsesión. Además, acuérdese que para tener una verdadera relación amorosa, como la que deduzco usted quiere tener para su vida, la primera persona que usted tiene que querer es a usted mismo. Y ese amor propio, cuando es equilibrado y medido, le parece muy atractivo a las mujeres. Si usted piensa que el hecho de que ella tenga cuatro o cinco orgasmos es un calro indicador de lo que ella siente por usted, no se equivoque. Las mujeres, y sobre todo las jóvenes, han aprendido a funcionar en el sexo como muchos de los hombres. Es decir, hoy son más capaces de disociar sexo de afectividad. Incluso, en inglés las mujeres tienen un apodo para los hombres a quienes utilizan: "tool" (herramienta). Usted ha sido aprovechado. No lo siga permitiendo. Usted es una persona que demuestra capacidad de hacer sacrificios. Elija bien por quien se sacrifica, para que no se aprovechen de usted. Además, una relación nacida en los términos que usted contó, necesita mucha voluntad para revertir su origen turbio y si sólo usted está dispuesto a poner la voluntad, eso es tirar su esfuerzo, su persona, su afectividad por la ventana. Para ponerlo en términos folclóricos: "chochos" abundan, mujeres faltan. Mucha suerte.
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